ABC
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DOMINGO 21—10—2007
LA IZQUIERDA DISIDENTE
Michnik es un teórico del «nuevo evolucionismo» que ridiculizaba las pretensiones de cambio en el socialismo R. V. Varsovia, 1946. Hoy uno de los «enemigos públicos nº1» del Gobierno Kaczynski. Historiador de la relación entre sociedad y estado, disidente perseguido, cofundador del Comité de Defensa de los Trabajadores (KOR) y portavoz de Solidaridad, Michnik nació al fin de la guerra en una familia hebrea superviviente. Teórico en los 70 de un «nuevo evolucionismo» que ridiculizaba las pretensiones de cambio en el socialismo, puso el foco en el poder emancipador del individuo a través de su organizacón social, símbolo de lo cual fue su idea durante la ley marcial de «vivir como si fuéramos libres» y su esfuerzo luego por reconciliar a cristianos y comunistas. Creó el diario «Gazeta Wyborcza» y, en la transición, uno de los mayores consorcios de prensa independiente en el antiguo bloque. Retirado de la política tras los cambios, desde su poderosa atalaya es un observador rebelde y optimista de la evolución polaca y europea, conocedor tanto del giro global al que contribuyó la gesta polaca como de la oportunidad histórica para Polonia en la Unión Europea.
«te describen como te ven». Lo cierto es que el gobierno ha trabajado con tesón por dejar por los suelos la imagen de Polonia. Pero tenemos otro proverbio sabio y es que «el convento durará siempre más que su superior». Kaczynski se irá y Polonia seguirá y recuperará el respeto que merece.
—¿Ha perdonado la izquierda a Polonia el desplome de las utopías?
—Depende de a qué izquierda nos refiramos, no es Kouschner, González o Soares quienes añoren la URSS, sino cierta izquierda que sufre antiamericanismo: piensa que el único enemigo real son los EE.UU. y, como el Este se le oponía, tenía que ser por fuerza bueno. Están muy equivocados. Si los polacos merecen algún agradecimiento, también de la izquierda, es por haber contribuído a la destrucción de la URSS.
Michnik, durante su entrevista con ABC celebrada en la capital polaca
—¿La variedad de gobiernos es desconfianza polaca ante el po-
der?
—¿Les gustaría a los españoles que gobiernos de ahora duraran como duró el comunismo? Los cambios se deben a que los ciudadanos hacen uso de sus derechos y eso es positivo. El problema es la calidad de esos gobiernos y hay que preguntarse si no encaramos una crisis de la clase política.. Algo que también percibo cuando veo periódicos españoles.
—Las derechas polacas son un desatino, pero la izquierda tuvo un presidente 10 años y no supo reformarse. Y encima vuelve Kwasniewski. —En Polonia, izquierda y derecha no significan lo que en Occidente. La sociedad está dividida de otra manera, pero sí, tanto la supuesta derecha como la supuesta izquierda están en crisis.
—¿Qué permitió a los Kaczynski su éxito si son tan malos como los pintan en Occidente?
—También en Occidente han triunfado políticos parecidos. Berlusconi o Haider lograron la confianza de gran parte de italianos o austríacos. Aquí también hay sectores que aprueban el populismo de los Kaczynski, sus ataques contra las élites, las instituciones democráticas o los tribunales. —El abuso del pasado ¿no es tam-
bién responsabilidad de quienes no quisieron empezar de cero?
—Kaczynski tampoco ha erradicado ninguna antigua estructura. En política quien pierde siempre es culpable; por ejemplo, de no haber sabido ganar, pero de eso no dimana nada.
—El PiS ganó prometiendo revisión y puede volver a ganar hoy.
—Los Kaczynski son hábiles manipuladores, saben aprovechar los temores de la gente y en esas dotes hay que buscar la causa de su triunfo. Pero en todas las sociedades hay un partido que puede ser definido como el partido del temor al futuro. Aquí ese partido es el de los hermanos Kaczynski.
—¿Hasta qué punto están contaminadas las estructuras del poder?
—Las estructuras del poder siempre están contaminadas. Aquí, si mira la televisión, tendrá la impresión de que no hay otro país tan corrompido, pero si revisa las sentencias es otra cosa.
—La frustración de Kaczynski, ¿son los coletazos de una Polonia que desaparece?
— No son los coletazos de la tradición sino una visión diferente de la modernización; pero, bueno, fascismo y bolchevismo fueron movimientos modernizadores. En cuanto a ideas, para Kaczynski la modernidad son las autopistas con culto mariano. En la esfera del régimen, su modelo es autoritario, en que los servicios secretos tienen fines políticos y la Iglesia garantiza una legitimidad ideológica como a Franco.