Mi instinto más primario. by José A. Pérez-Robleda
Estas semanas han pasado dos cosas terribles 1ª - El secuestro del avión en Cancún 2ª - El tiroteo en La estación del Metro Balderas de DF
Además de todos los problemas de seguridad que ya había
¿qué hubierais hecho vosotros?
Me quedé pensando Víctor Manuel Miranda y Esteban Cervantes Barrera, las personas que se enfrentaron al loco de Balderas y me pregunté que hubiera hecho yo: Y llegué a la conclusión que yo me hubiera escondido aterrado en el primer rincón que encontrase.
y el MOSAT...
Entonces me acordé de una noticia de hace ya unos años: El Krav Maga se convierte en el sistema de defensa personal más utilizado por los cuerpos especiales del mundo.
¿Y que diablos es el Krav Maga? Es un arte marcial basado en aprovechar nuestros instintos defensa innatos para usarlos como defensa personal ante una posible amenaza. De tal modo que en lugar de desarrollar movimientos antinaturales que requieren años de practica, aprovecha nuestros movimientos naturales para usarlos de primera defensa y basados en ellos dar un rápido ataque.
Qué pasaría si alguien educase mi instinto de supervivencia. En mi mente yo seguía temblando en el un rincón del metro Balderas y me quedé pensando que sería maravilloso que alguien hubiese educado mi instinto de cobardía para, en vez de, buscar cualquier rincón hubiese buscado el rincón más seguro. Para que saber que tengo que hacer si siento que alguien me sigue o si veo un coche sospechoso. Para saber que hacer si alguien me saca un cuchillo, tal vez simplemente saber como mantener la calma: no quiero ser un héroe sino salvar la vida.
El modelo de negocio Esto podría aplicarse a la educación de mi instinto: La idea no es apuntarse full contact, Karate o Boxeo y ser cinturón negro en 10 años, sino hacer un curso de unos meses del que salgas sabiendo que hacer en ciertas situaciones. Este concepto de curso de supervivencia, con una buena estrategia de comunicación y el diseño adecuado podría venderse a gimnasios y Tatamis de artes marciales para que ellos lo impartan. En sus locales. En colegios como actividad extra-escolar. Mediante cursos a empresas de seguridad privada.
Y, al menos en mi mente yo saldría de mi rincón sabiendo que nada malo pueda pasar sin que yo sepa qué hacer.
Todo esto fue verdad y podría no suceder.