La Pascua '66

El derrape totalitario

La Pascua 66 Degnis Romero Mientras el vehículo intertemporal DS2Ri continua estacionado en un garage de la calle Camaleones, comienza el Annus glorious vallepascuense, año de derrape total y gran algarabía para mozalbetes viva la pepa y antiparabólicos. No hay lugar para los achantaos. Cero manguareo, guabineo, caleta o encapillamiento. Lo que abunda es relajo, zaperoco fiestero independientemente de las efemérides, por lo tanto se celebran cumpleaños hasta del gato (Enio y otros). En la quimera norteña trasciende el movimiento hippie o “Eje combativo de la contracultura”, aglutinado por protestas, música, paz y amor (del libre). Todo esto es aliñado con marihuana y/o ácido (LSD). El Poder Negro está en boga.

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Pero el pueblo continúa desfasado con respecto a esos adelantos. La hierba que más se consume (en jalones) es Lido o Park (de patás), que son baratones comparados con Viceroy, Parliament, Marlboro o Camel sin filtro. En el monte abunda, como flora silvestre, el hongo alucinógeno y hubo de transcurrir algún tiempo antes de que llegara la langosta consumista y los arrasara, junto con la pega Hércules. El Poder que está en boga es el del negro Aquiles y: Picante, Mariara, Picure, Catana, Chango, Tita, Chiriguare, El Cuervo, Merecure, Pimienta, etc. Luego aparece una lista de aguarapaos, a quienes les dicen negrito. Hay una especialidad a quienes se les debe decir: Moreno caribe, Trigueño tropical, Bombón sureño o Canela tórrida. Adicionalmente, desfilan los catires. No existen conflictos raciales, todos son del mismo cambote donde se cuenta a personajes como: Borolas, Boca’e camión, Papa morocha, Mununo, Chapita, Persogo, Morocota, Tubito, Chino, Dumbo, Chente, Perro chucuto, Raqui Raqui, Mesota, Lito, Panito, Pelo’e guama, Charro, Cunaguaro, Juan culeco, Chiripa, Marrón, Minino, Macaco, Pollo, Copete, Mao, Witrico, Rolito, Bambi, Pollino, Matico, Cegato, Juan gallino, Tarugo de la Caimana, Cabezón (varios), Cara’e diablo, Pipa, Polilo, Rafle, Flint, Chibol, Guaro, Chato, Mochuelo, Polo, etc. Cualquiera sea la clasificación, la forma semántica más sabrosa es cuando una damisela lo dice al final de la frase “vente pa’cá mi…”, y tiene que ver con algún jamoneo o una fugaz apurruñadera. En todo caso, el asunto nunca pasa de allí. El único amor libre es el del film “Aeropuerto adentro”. La gran mayoría de esa lista son estudiantes del “Gil

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Fortoul”, algunos de los cuales hacen la transición del Cuarto al Quinto año. Una mañana sucede un evento fuera de lo común, ya que todo el liceo es sacado a formar filas, el profesor Omar Bello toma la palabra y se manda un discurso patriótico encendido en respuesta al asalto del Consulado en Georgetown y a la quema de la bandera venezolana por parte de guyaneses, el 15 de Octubre. En febrero se había firmado el “Acuerdo de Ginebra”, desfavorable a nuestro país porque significó la pérdida del Esequibo o “Zona en Reclamación”. El profe demuestra su pasta de líder político (AD), no obstante, a pocos días de eso saca de la clase y envía a la Dirección a un alumno por gritar: “Viva Acción Democrática”. Las vacas están de moda, pero no las paridas ni las horras, sino las que tienen que ver con aportar un cara’e palo para comprar los brebajes que aderezan los bonches. Lo más popular es la tipo pilsen, que se compra por cajas. La cosa siempre se pone divertida con la bailadera, exceptuando las veces que, por casualidad, Salvador González es uno de los invitados, ya que las dueñas de casa le buscan un cuatro y le piden que cante. Él usualmente responde: “Bueno, como yo no se decir que no…”, y se arranca con una tras otra, sin parar. Por supuesto que es un privilegio escucharlo, pero el hombre acaba con el baile. Por otro lado, cualquiera se puede colear en los ensayos del “Quinteto Magistral”, donde hasta ellos mismos disfrutan de duetos improvisados de Salvador y algún outsider: ♫Vente pa’cá mi negra♫Vente pa’cá volando. Otros gratos momentos se comparten en sesiones impelables de prácticas del grupo The Killer's Surf, que son

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referencia obligada de la secuela rockera. Se hacen donde vive Iván Flores, el de la batería, con Arturo Soto de primera guitarra, Freddy Villarroel segunda, Jesús María Rodríguez al bajo y el cantante Antonio Araujo. En sus toques también se goza de experiencia alucinante, destacando piezas como: “La casa del sol naciente”, “Jambalaya”, “Hey Lupe”, “Do Wah Diddy Diddy”, “Soplando en el viento”, “Por tu amor”, “Soy un creyente”, una que suena como “You get say goodbye”, etc. En todo el país, la competencia de las pandillas de rockeros es fuerte y están pegados así: Los impala “Muévanse todos”, Los Supersónicos “Rosas rojas para una dama triste”, Los Darts “Tu la vas a perder”, Los 007 “El último beso”, etc. La menoría de edad no impide incursionar en las andanzas por lugarejos y tarantines que permiten propósito doble lúdico-etílico, en particular, donde abundan las frías y hay una mesa o cancha de algún juego. En “El Deportista” suenan Los Darts con “Dónde, Dónde”, mientras se juega una partida de billar con El Marciano. Francisco Montoya, canta “El caimán de Boca Brava” en la rockola de Flores, calle Las Flores c/c Camaleones, calienta la partida de dominó y sirve de inspiración, a la 1:00 am, para tirarse la tranca y ganarle el bonito a Pata'e tuqueque y a Lucho, subirse sobre la mesa gritando y despertar alarmados a los vecinos, sobre todo a la familia Jaramillo, donde Guelmi se encarga de calmarlos. ¡Él sabe lo que pasa! Para definir la partida de truco se cuenta con el 45 RPM: “San Rafael Pescador”. ¡Envido tu falta, mato! Por otra parte, abunda ganao del bueno para todos los gustos y sobra muselina y terciopelo para engalanar los

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cuatro vientos del pueblo. No hay rollo de ningún tipo, nadie le para a guayabo ni a nada, según filosofía de Alberto Arvelo: “cuando una me dice adiós/a otra le pido consuelo”. Cunde el galanzuelo conchúo armado de mirada lánguida, Agua Brava, Brillcream y zapatos Cesarina, con casquillos en los tacones. Pero lo más importante es ser lanzao, porque no sobrevive ningún mojigato, modosito, pusilánime, santurrón, puritano, mosquitamuerta, comedido, melindroso, timorato, tímido, conservador, recatado, medroso, capocho, monicaco, pacato, beato, retrógrado, moralista, jipato, gafo, bobo, tonto o pendejo. Hay que lanzarse al ruedo sin mirar para los lados, y pedir, porque no se sabe si están por dar. ¡Upa, cachete! La otra filosofía que funciona es la que enseña el Padre Chacín, en especial cuando se agarra la sotana, forma una figura con ella, la sujeta colgando en su mano izquierda y se la muestra a un estudiante que llega tarde, mientras la clase en pleno se desternilla de la risa. Hay varias hipótesis, basadas en elegante lógica analítica, acerca de la imagen que exhibe, pero para los muérganos orilleros el objeto tiene un significado fálico, de acuerdo con la tierrúa lógica intuitiva. Para colaborar con los prealpargatudos audaces, la música llega desde todos los confines locales y extranjeros. En la Billo’s la popularidad recae en “El gitano maracucho” Memo Morales, con canciones para el ladrillo como: “La niña Isabel”, “Mambo Moruno” y, a dúo con Cheo, “Río Crecido”, tema que se escucha, talento vivo, en la voz de Juan Culeco. Desde afuera invaden temas como: “Extraños en la noche” de Frank Sinatra, “Con un sorbito de champán” de

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Los Brincos, “Zorba El Griego” de Herb Alpert y su Tijuana Brass, “Más que nada” de Sergio Mendes y su Brasil '66, “Homeward Bound” de Simon y Garfunkel, “Daydream” de The Lovin' Spoonful, sumados a un extensísimo repertorio. Diciembre llega con la apoteosis que representa el grupo gaitero de zagaletones guapachosos del Liceo JGF, con Macaco de líder tamborero. El Supercombo los Tropicales con “La banda borracha” inspira a todo bicho de uña a imitar lo que dicen sus estrofas, dándole a la pata a todo lo largo de la avenida Táchira: “caminando por la calle sin cesar/de arriba abajo, de arriba abajo”. Se disfruta al calor de las amistades fraternas, dando serenatas y esperando una blanquiá diojo.

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