Corazón roto en diariouno.com.ar De puño y letra
Carta desgraciada De: Degnis Romero Para: Eufracia Candela Te escribo esto porque se me agotó la paciencia. No puedo seguir detrás de ti como perro faldero, todo humillado recibiendo tus desaires, desdenes, bochornos y malos tratos. Prefiero alejarme con el rabo entre las piernas; irme a pescar a otro charco, mientras me queda un poco de dignidad. Estoy harto de ti. De mejores sitios me han corrío. No todo monte es orégano. ¿Hasta cuándo gómez? No me la calo más. ¡Me voy! Me cansé de tus desplantes, insultos, burlas y agravios; nadie se acostumbra a que lo griten en el medio‟e la calle, ni a que lo traten como un vulgar estropajo. 1
Has pasado coleto conmigo, me has vapuleado a tu antojo, como te ha dado la gana. ¿Qué otra cosa puedo hacer? ¿Qué más me queda? ¡No hay otra, chica! Hay que darle a la chola. Debes saber que mi masoquismo tiene un límite que está muy por debajo de tu sadismo ultrajante, no es posible seguir soportando tu desprecio después de haberte querido tanto. No he dejado lo que no he hecho para complacer tus caprichos y tratar de ganar un poco de tu amor, malvada. Acuérdate que no valías ni real y medio cuando te hallé. Todo porque no soy rico ni de cuna ni en la cama, ando más enredado que chiva que parió tres, apenas me alcanza la quincena para medio comer y, encima, he tenido que lidiar con tus exigentes y pe-culiares hábitos „culinarios‟. Ahora, me tienes chantajeado, desesperado. No he visto a Linda por ningún lado. Ya hace un mes que no baila el muñeco, ¡hace un mes! Bueno es cilantro, pero no tanto. ¿Qué te pasa que no se te ve? ¿Estas enferma? ¿O es que quieres amargar mi vida? Sarnosa. Yo soy un hombre, no una mata‟e topocho. Tengo mis ansias, anhelos, sofocos y deseos reprimidos por ti. No puedo seguir en esta zozobra por tu culpa. Por eso pongo tierra de por medio y arranco. Cojo rumbo. Bien lejos. Adiós, hasta la vista beibi, que te perdone er diablo, gudbai flor de un día. Pero, aunque no lo reconozcas, tengo mis virtudes. Pocas pero escasas: Soy pobre pero honrado, no me hieden los pies, soy bueno cachifeando y empujando carrito en el supermercado, bailo pegao, soy navegao y estudiao.
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¿Qué te has creído tú? ¿Que eres la reina del arroz con pollo o “de las cruces”, como la del pobre “Burro Mocho” Noel Petro? Nada que ver, ¡Qué vaó! Él y yo somos víctimas de aves de rapiña de la misma calaña. Mapurite sabe a quién p. A ti lo que te gusta es que te esté dando mis cada vez más escuálidos cobres, y que te viva regalando vainas para andar emperifollada, más pintá que una guacamaya y más alborotá que novia‟e pueblo; nada de eso, míjita. Puro de fiesta en fiesta, de sarao en sarao, de rumba en rumba, de baile en baile. Zamuro come bailando, descará. Y yo pegao atrás de ti, lamiéndote los talones como un mismo gafo, creyendo en pajarito preñao, esperando que te conduelas y me tires algo, aunque sean migajas o burusas. Creída, no pienses que me voy a acostumbrar a tu bilis, a tu lengua viperina, a que me ningunees con actitud marcial, ni a ser tu borra y tu cipo. Pa‟que lo sepas, condenada, emigro antes que me dejes colgao‟e la brocha y ensartao con un bojote e‟deudas. No sigo en este merecumbé, me voy a buscar a otra que me ame, que me consienta y no me haga pasá trabajo. Que me haga muy feliz y que se cale a este negro feo, viejo, limpio y medio impotente. No me importará sentir la nostalgia de escuchar tu risa, loca. Dime adiós porque esta conga ya se va, para nunca más volver a sonar. Para Vigo me voy, ¡¡¡me voy!!!
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Créditos por orden de aparición: Carlos Guerra – Así me pagas Daniel Santos - Linda Ñico Saquito – Hace un mes Pedro Flores – Qué te pasa Jesús Moreno – Que te perdone el diablo Pacho Galán – Rico Merecumbé Enrique Cadícamo, Juan Carlos Cobian - Nostalgias Ernesto Lecuona – Para Vigo me voy Bienvenido Julián González - Bacosó
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