ANÁLISIS SOBRE LA ENSEÑANZA ACTUAL DE LAS CIENCIAS SOCIALES
VIRGINIA SALMERÓN
Actualmente en un mundo donde la uniformidad material y cultural cada vez es mayor, ante la acelerada mundialización de la economía y los consecuentes cambios en las formas de vida de la sociedad postindustrial, parece necesario plantearnos una reflexión acerca de la enseñanza de las Ciencias Sociales, haciéndonos eco de las nuevas preocupaciones de la actual sociedad. La formación ciudadana democrática constituye actualmente una de las dimensiones esenciales de la educación. En este sentido, la función de las ciencias sociales en el curriculum educativo cobra especial relieve por ser el área dentro de la cual se canaliza la parte más significativa de tal cometido. Hoy todavía la enseñanza de las Ciencias Sociales está condicionada en sus contenidos y prácticas por una tradición nacida de los valores burgueses del siglo pasado; esa orientación es no sólo inadecuada, sino también contradictoria con la profundización en la democratización de la sociedad, por lo que debe reformularse desde una perspectiva crítica. Todo ello significa plantearse el “para qué”, “qué” y “cómo” enseñar.
Para entender el reto educativo en la sociedad postmoderna en la que nos encontramos tendremos que plantearnos el papel que juega la enseñanza dentro de ésta. Así, podemos encontrarnos con una función de producción y reproducción ideológica del poder hegemónico dominante sin ser demasiado conscientes de ello, o, simplemente instalados en la esfera de la comodidad nos dejamos arrastrar por una inercia pasiva muy fomentada en la sociedad neoliberal actual. Los docentes debemos determinar las nuevas funciones de la enseñanza, o como afirma García Díaz (2001) “Evidentemente, o se reformula la función de la escuela o la damos por muerta, aunque siempre puede quedar la escuela como guardería o cárcel”. “Ser capaz de dar forma a buenas preguntas es una capacidad crítica para cada profesor y cada alumno; es la clave de la educación. Las preguntas sin respuesta son lo más valioso que ponemos ante nuestros estudiantes”. C. Vest. Lo que no sabemos (1996)