Traducciones

  • April 2020
  • PDF

This document was uploaded by user and they confirmed that they have the permission to share it. If you are author or own the copyright of this book, please report to us by using this DMCA report form. Report DMCA


Overview

Download & View Traducciones as PDF for free.

More details

  • Words: 29,344
  • Pages: 87
Teódulo López Meléndez

Traducciones (Pessoa, Montale, Ungaretti, Quasimodo)

Edición trilingüe: español-portugués-italiano

Fernando Pessoa

POEMAS INÉDITOS

Fernando Pessoa tenía un gran baúl Fernando Antonio Nogueira Pessoa tenía un gran baúl. Tan grande era el baúl que aún saltan de él, como maravillas animadas, poemas y ensayos. Este hombre múltiple escribió poemas que son orgullo de la lengua portuguesa y de la poesía, fabricó estéticas que atribuyó a sus heterónimos, escribió manifiestos en desafío a las naciones y a los poetas de su tiempo, redactó ensayos políticos que son monumentos poéticos, analizó día a día la evolución de Portugal, se estudió a sí mismo en los textos de psiquiatría, se internó en las ciencias ocultas, proclamó el advenimiento de un nuevo imperialismo – esta vez cultural y lusitano- para ser dado al mundo como algo más grande que los Descubrimientos, y, a él mismo, se impuso la tarea de convertirse en un poeta que partiera la historia del hombre, un Super Camôes, pues toda forma política era una derivación de la cultura y sólo una gran renovación cultural era anuncio de una renovación de las formas de gobierno; este clímax de la historia humana estaba siempre representado en un poeta y él miraba a Shakespeare para saber de su propia estatura. Excelsa megalomanía, mesianismo irreducible; bello sueño de un Super Poeta alzado hasta las cimas donde el tiempo se domina y la palabra es soberana, donde la cultura redime y regenera y donde la poesía es la suprema fuente. Se sabe de su vida, de su orfandad, del viaje a África del Sur con el padrastro designado Cónsul en Durban, sus primeros versos en inglés y su elección, conciente y voluntaria, de la lengua portuguesa, más como patria que como lengua. Se sabe de Ophelia, la tímida dependiente de comercio, de su vinculación a lo esotérico, de su homosexualidad reprimida y jamás materializada. Tantas cosas en aquel baúl, arbitrarias, es verdad, inaceptables a nivel de realidad, es cierto, pero de eso no se trata, más bien de una “cosa mental”, como gustaba decir Leonardo da Vinci. Algunas de estos temas he analizado en mi ensayo Pessoa, la respuesta de la palabra (Academia Nacional de la Historia de Venezuela, Caracas, 1992). Quizás sea el berlinés Georg Rudolf Lind el mayor estudioso de las teorías estéticas de Pessoa. Lind fue profesor en las escuelas alemanas de París y Lisboa y se doctoró en Bochum con una tesis titulada precisamente Teoría poética de F. Pessoa. No hay estudio, el idioma que se quiera, donde no haya referencia a Joâo Gaspar Simôes, sin duda el mejor biógrafo de Pessoa. Referencia obligada es también Antonio Cuadros, con dos excelentes volúmenes. A ellos me remito. Pessoa no tuvo una estética, tuvo varias. El poeta sostiene que el hecho de cada uno de sus heterónimos fue algo inconsciente, aunque quienes lo hemos estudiado pensamos que tales estéticas fueron maduradas primero que los heterónimos y que estos fueron creados, en mucho, para defender aquellas tesis previamente delineadas. Los títulos se suceden: saudocismo –elevación de la saudade portuguesa a nivel de categoría estética-, paulismo – reacción contra Baudelaire donde pretendía sacar la poesía de los predios del alma y lograr una fusión entre esta y la Naturaleza-, interseccionismo, neoclasicismo, sansacionismo –la sensación como base de todo arte, síntesis de todos los ismos anteriores. Los heterónimos sostendrán fieras batallas entre sí. Reis será neo-clásico, Alvaro de Campos defenderá la tesis del sensacionismo y escribirá un elocuente manifiesto futurista, mientras el “discípulo” de Reis, Alberto Caeiro, caerá en contradicciones.

Sobre la selección que ahora ofrecemos hay que precisar algunas cosas: en el famoso baúl de Pessoa se encontró una grandísima cantidad de trabajos, desde los limpios cuadernos del estudiante del Colegio Inglés hasta los crípticos papeles del ocultista. Los autores de las publicaciones con que trabajamos afrontaron dificultades y perplejidades pues la caligrafía de estos poemas era exasperante. En algunos casos existían tales dudas que el prefacista Nemesio describe su tarea como “descifrar, interpretar y ordenar”. Alguna vez, para lograr tal objetivo, fue necesario recurrir al microfilme. Pessoa escribía también a máquina, especialmente en horas de oficina, cuando trabajaba en la Revista de Comercio, pero todos los poemas que aquí incluimos eran manuscritos. Nemesio advierte contra la tesis de no considerar parte de la obra de un autor aquella manuscrita y no susceptible de descifrar o que no parezca una versión definitiva dada por el propio poeta. Comparto plenamente este criterio. Los poemas que aquí presentamos son extremadamente útiles para el conocimiento del poeta portugués y nada hubiese justificado dejarlos en el baúl. Estos poemas no estaban firmados y por tanto cabe la duda a quien pretendía Pessoa atribuirlos, si a sí mismo o alguno de sus heterónimos. Nemésio cree y yo con él, que estos poemas son de Pessoa y no de Reis, Caeiro o Campos. Estos textos estaban escritos en servilletas y en pedazos de periódicos y de papel de envolver. Fueron recogidos en tres volúmenes en portugués, todos de Edicôes Ática, de Lisboa, de la siguiente manera: Novas Poesías Inéditas, 1973, bajo la dirección y notas de Maria do Rosário Marques Sabino y Adelaida Maria Monteiro Sereno; Poesías Inéditas (1930-1935), abril de 1978, bajo la dirección de Jorge Nemesio; finalmente un tercer volumen, Poesía Inéditas (1919-1930) donde no aparece fecha de edición. Debo recordar que siempre es difícil hacer versiones de poesía aunque se trate de un libro ya publicado, revisado y ordenado por el autor, para así hacer comprender que las dificultades se multiplican cuando se debe trabajar con poemas escritos en las condiciones de éstos que aquí presentamos; escritos en papel impropio –si es que alguno lo es-, lo que dificultó entenderlos en el idioma original, jamás revisados por el autor que seguramente esperó una fecha futura que nunca llegó y destinados, por tanto, al baúl. He respetado al máximo los originales en portugués y mantenido las rimas donde estaban, siempre y cuando no me obligara tal propósito a forzar un verso. Creo haber encontrado alguno que otro error de imprenta y un acento me ha develado largas horas, `por lo que debo confesar que alguna irreverencia he cometido. Aquí encontraremos versos diciendo de sueños que no se realizarán y de esperanzas vanas. Hay tedio y cansancio. En este, por ejemplo, está Pessoa de cuerpo entero: “¿Quién sabrá decir lo que siente?” El desdoblamiento es característico: lo encontramos hablando de sí mismo como si de otro se tratase, como cuando creó los heterónimos. Encontramos la permanente interrogación sobre la vida y la reiteración de su miedo frente a ella. Fracaso y miedo en quien soñó con un imperialismo cultural y con elevarse a la condición de poeta cumbre de una época. En un poema del 27-5-1922 alerta sobre el peso en el hombre de su condición de “súbdito del fado”, referencia explícita a su condición de portugués con todo lo que sabemos ello significaba para Pessoa. La comunicación con los otros es imposible, aunque en algún poema (por ejemplo, el del 26-8-1930) se identifique con los otros hasta tal punto de hablar de “nosotros”, aunque diga de seguida que cada uno irá a cambiar de traje y estará desnudo a solas. En poema del 21-10-1930 admite que está encerrado en sí mismo, que no sale a la vida. Por momentos se declara avergonzado del dolor que reseña como autoimpuesto. La ruptura entre Pessoa y el mundo exterior está representada por la imposibilidad de comunicación, en la ausencia de amor. De repente veremos unos bellos poemas para una mujer cuyos cabellos dora el sol rematados con esta frase: “¿Por qué,

para ser feliz, es preciso no saberlo?” Por momentos ama la vida y no quiere bajar allí donde no hay luz, momentos breves sí, pues se cree ya muerto y a su cuerpo la tumba. La especialidad de Pessoa, ya lo he dicho, es la contradicción. Sin contradicción no existe Pessoa. Como no existe Pessoa sin su locura. No interesa esta discusión, vieja de siglos. Cicerón dijo, a propósito de Demócrito, que sin locura no hay gran poesía. Con algunos de los poemas aquí incluidos sentí lo que sólo había percibido parado frente a algún cuadro de Van Gogh.

Poemas inéditos de Fernando Pessoa Índice Mi tedio no duerme…(19-6-1915); El mundo cae a mi alrededor…(10-2-1917); L´Homme…(12-6-1918); ¿Por qué vivo, quién soy?...(5-3-1919); Mi ser vive en la noche…(12-12-1919); Lejos de mí en mí existo…(-1920); Pudiese yo como la luna…(-1920); Los dioses, no los reyes…(27-5-1922); Mendigo de lo que no conoce…(-1924); Ligeia… (-1924); Mis días pasan…(-1924); No tener dios…(-1926); Amiel…(20-8-1925); Universal lamento…(28-9-1926); Duermo. ¿Regreso o espero?...(19-10-1927); Hay luz en el tojo…(26-11-1927); Mi corazón estuvosiempre…(-1928); En torno a la lámpara…(1-9-1928); Mi corazón se quebró…(1-10-1928); Tengo pena hasta…(-1929); El abismo es el muro…(-1929); Parece que me estoy tranquilizando…(17-3-1929); Tu cuerpo real…(-1930); Dormí. Soñé…(7-71930); Dios no tiene unidad…(24-8-1930); Pasan por la calle los cortejos…(26-8-1930); Mi mujer, la soledad…(2710-1930); Hay un gran sonido…(21-10-1930); Cae amplio el frío…(19-1-1931); En el suelo del cielo…(12-2-1931); El ruido vario de la calle…(21-2-1931); Me asomé la ventana…(26-2-1931); Incidente…(-1931); El mal aroma… (27-3-1931); Guardo todavía…(18-4-1931); Aquel peso en mí…(-1932); El sol te doraba…(-1932); Hay un frío… (23-2-1932); Tengo principalmente…(26-4-1932); Ah, sólo yo se…(10-8-1932); Nada que soy…(24-8-1932); Mis emociones mismas…(13-8-1932); Casi anónima sonríes…(23-9-1932); Entre el sosiego…(-1932); Tengo ideas… (-1932); Leves velos velan…(9-1-1933); Quiero, tendré…(9-1-1933?); Cuando, con o sin razón…(10-2-1933); Todo fue dicho…(24-2-1933); El viento sopla…(27-12-1933); Todo, menos el tedio…(6-9-1934); Exigua lámpara tranquila…(30-11-1934); La mano puesta…(11-12-1934); El sonido continuo…(-1934); Cómo es por dentro… (-1934); Todo cuanto pienso…(18-3-1935); Un día bazo…(18-3-1935); El amor es lo que es esencial…(5-4-1935); Ya estoy tranquilo…(20-7-1935); No combatí…(sin fecha)

19-6-1915

Mi tedio no duerme. Cansado existe en mí Como un dolor informe que no tiene causa o fin. O meu tédio não dorme./ Cansado existe em mim/Como una dor informe/Que não tem causa ou fim.

10-2-1917

El mundo cae a mi alrededor, escombro a escombro. Mis sentidos oscilan, bandera rota al viento. ¿Qué sombra de qué sol llena de frío y asombro El camino vacío de la consecución? Busca un puerto lejano una nave desconocida Ese es todo el sentido de mi vida. Por un mar azul nocturno, estrellado en el fondo, Sigue su ruta la nave exterior al mundo. Pero el sentido de todo está cerrado en el asombro Que exhala la llama negra que enciende en mi entusiasmo

Súbitas confesiones de otro que yo fui en otros tiempos Antes de la vida y que vio a Dios y que no soy ahora. O mundo rui a meu redor, escombro a escombro./Os meus sentidos oscilam, bandeira rota ao vento./Que sombra de que o sol enche de frio e de assombro/A estrada vazia do conseguimento?/ Busca un porto longe uma nau desconhecida/E esse é todo o sentido de minha vida./ Por un mal azul nocturno, estrelado no fundo,/Segue a sua rota a nau exterior ao mundo./ Mas o sentido de tudo está fechado no pasmo/Que exala a chama negra que acende em meu entusiasmo/Subitas confissões de outro que eu fui outrora/Antes da vida e viu Deus e eu não o sou agora. 12-6-1918

L´HOMME No: toda palabra está de más. ¡Sosiega! ¡Deja de tu voz, sólo el silencio anterior! Como un mar errante a una playa desierta, llega A mi corazón el dolor ¿Qué dolor? No sé. ¿Quién sabe saber lo que siente? Ni un gesto. Sobreviva a penas a lo que tiene que morir El resplandor de la luna y la hora y el vago perfume indolente Y las palabras por decir L´HOMME

Não: toda a palavra é a mais. Sossega!/Deixa, da tua voz, só o silêncio anterior!/Como un mar vago a uma praia deserta, chega/ Ao meu coração a dor./Que dor? Não sei. Quem sabe saber o que sente?/Nem un gesto. Sobreviva apenas ao que tem que morrer/ O luar es ha hora e o vago perfume indolente/ E as palabras por dizer.

5-3-1919 (?) ¿Por qué vivo, quién soy, o qué soy, quién me lleva? ¿Qué seré para la muerte? Para la vida ¿qué soy? La muerte en el mundo es la oscuridad en la tierra. Nada puedo. Lloro, gimo, cierro los ojos y voy. Me cercan el misterio, la ilusión y la descreencia En las posibilidades que todo sea verdadero. ¡Oh, mi terror de ser, nada hay que te venza! La vida como la muerte es el mismo mal. Porque vivo, quem sou, o que sou, quem me leva?/Que serei para a morte? Para a vida o que sou?/ A morte no mundo é a treva na terra./ Nada posso. Choro, gemo, cerro os olhos e vou./ Cerca-me o mistério, a ilusão e a descrença/ Da possibilidade de ser tudo real./ O meu pavor de ser, nada há que te vença!/ A vida como a morte é o mesmo Mal!

12-12-1919 Mi ser vive en la Noche y en el Deseo. Mi alma es un recuerdo que hay en mí. Meu ser vive na Noite e no Desejo./ Minha alma é uma lembrança que há en mim.

1920 Lejos de mí en mí existo La parte de quien soy La sombra y el movimiento en que consisto. Longe da mim em mim existo/A parte de quem sou,/ A sombra e o movimiento em que consisto.

1920 Pudiese yo como la luna Sin conciencia llenar La noche y las almas e inundar La vida de no pertenecer. Pudesse eu como o luar/ Sem conciencia encher/ A noite e as almas e inundar/ A vida de não pertencer!

27-5-1922 Los dioses, no los reyes, son los tiranos. Es la ley del Fado la única que oprime. ¿Pobre niño de maduros años, Que piensas que hay revuelta que redime! Mientras pesa, y siempre pesará, Sobre el hombre la sierva condición De súbdito del Fado. Os deuses, não os reis, são os tiranos./ É a ley do Fado a única que oprime./ Pobre crianza de maduros anos, / Que pensas que há revolta que redime! / Enquanto pese, e sempre pesará, / Sobre o homen a serva condição/ De súbdito do Fado.

1924 Mendigo de lo que no conoce, Mi ser sin lugar, en el camino Entre ruinas amanece… Camina sólo, sin buscar. Mendigo do que não conhece, / Meu ser na estrada sem lugar/ Entre estregos amanhece…/ Caminha só sem procurar.

1924 LIGEIA No quiero ir donde no haya luz, De abajo la inútil gleba no ve nunca Las flores, ni el curso al sol de los ríos Ni cómo las estaciones que se renuevan Reiteran la tierra. Ya me pesa En los párpados que tiemblan el miedo hueco De nada ser y de no tener vista o gusto. Calor, amor, el bien y el mal de la vida. Ligeia Não quero ir onde não há a luz,/ De sob a inútil gleba não ver nunca/ As flores, nem o curso ao sol dos rios/ Nem como as estações que se renovan/ Reiteram a terra. Já me pesa/ Nas pálpebras que tremem o oco medo/ De nada ser, e nem ter vista ou gosto, /Calor, amor, o bem e o mal da vida.

1924 Mis días pasan, mi fe también. Ya tuve cielos y estrellas en mi manto. Las grandes horas, si alguien las vivió, Cuando las vivió, perdieron ya el encanto. Meus dias passam, minha fe também./ Já tive céus e estrelas em meu manto…/As grandes horas, se as viveu alguém,/ Quando as viver, perderam já o encanto.

1926 No tener dios es un dios también Não haver deus é um deus também. 20-8-1925

AMIEL No, ni el sueño la perfección soñada Existe, pues es sueño. Oh, Naturaleza, Tan monótonamente renovada ¿Qué cura das a esta tristeza? El olvido temporal, el camino, Por engaño tomado, Meditar en el puente y en la incerteza… Inútiles días que consumo lentos

En el esfuerzo de pensar en la acción, Solitario con mis fríos pensamientos Ni con una esperanza mano en mano. Es tal vez noble al corazón Este vacío ser que anhela el mundo, Este prolijo ser que ansía en vano, Exánime y profundo. ¡Tanta grandeza en sí misma muerta Tanta nobleza inútil de ansia y dolor! ¡No se levanta la mano para la cerrada puerta Ni el sumiso mirar para el amor! Amiel Não, nem no sonho a perfeição sonhada/ Existe, pois que é sonho. O Natureza,/ Tão monótonamente renovada,/ Que cura dás a esta tristeza?/ O esquecimento temporário, a estrada/ Por engano tomada, /O meditar na ponte e na inceteza…/ Iúíteis dias que consumo lentos/ No esforço de pensar na acção,/ Sòzinho con meus frios pensamentos/ Nem com uma esperanza mão em mão./ É talvez nobre ao coração/ Este vazio ser que anseia o mundo,/ Este prolixo ser que anseia em vão,/ Exâmine e profundo./ Tanta grandeza que em si mesma é morta!/ Tanta nobreza inútil de ânsia e dor!/ Nem se ergue a mão para a fechada porta,/ Nem o submisso olhar para o amor!

28-9-1926 Universal lamento Aflora en tu ser. Sólo tiene de ti la voz y el momento Que lo hizo en tu voz aparecer. Universal lamento/ Aflora no teu ser./ Só tem de ti a voz e o momento/ Que o fez em tua voz aparecer.

19-10-1927 Duerno. ¿Regreso o espero? No sé. Otro fluye Entre lo que soy y lo que quiero Entre lo que soy y lo que fui. Durmo. Regresso o espero?/ Não sei. Um otro flui/ Entre o que sou e o que quero/ Entre o que sou e o que fui.

26-11-1927 Hay luz en el tojo y en el matorral Luz en el aire y en el suelo… Hay luz en todo lo que veo, No en mi corazón… Cuanta más luz allá afuera Cuanto más caliente es el día Más, por el contrario, llora Mi íntima noche fría. Há luz no tojo e no brejo/ Luz no ar e no chão…/Há luz en tudo que vejo,/ Não no meu coração…/ E quanto mais luz lá fora/ Quanto mais quente é o dia/ Mais por contrário chora/ Minha intima noite fria.

1928 Mi corazón estuvo siempre Solitario. Morí ya… ¿Para qué es preciso un nombre? Fui yo mi sepultura. Meu coração esteve sempre/ Sòzinho. Morri já…/ Para que é preciso um nome?/ Fui eu a minha sepultura.

1-9-1928 En torno a la lámpara desolada Cuyo petróleo me alumbra la vida, Paira una mariposa, por mandato De su inconsistencia indefinida. Em torno ao candeeiro desolado/ Cujo petróleo me alumia a vida,/ Paira uma barboleta, por mandado/ Da sua inconsistência indefinida.

1-10-1928 Mi corazón se quebró Como un pedazo de vidrio Quiso vivir y se engañó… O meu coração quebrou-se/ Como um bocado de vidro /Quis viver e enganou-se…

1929 Tengo pena hasta…no sé… Del propio mal que pasé Pues pasé cuando pasó. Tenho pena até…nem sei…/ Do própio mal que passei/ Pois passei quando passou.

1929 El abismo es el muro que tengo, Ser yo no tiene un tamaño. O abismo é o muro que tenho/ Ser eu não tem un tamanho.

17-3-1929 Parece que me estoy tranquilizando. Estaré tal vez por morir. Siento un cansancio nuevo y blando De todo cuanto quise querer. Siento sorpresa de encontrarme Tan resignado con sentir. Súbito veo el río Entre árboles brillando. Y son una presencia cierta El río, los árboles y la luz Parece que estou sosegando/ Starei talvez para morrer./ Há un cansaço novo e brando/ De tudo quanto quis querer./ Há uma surpresa de me achar/ Tão conformado com sentir./ Súbito vejo um rio/ Entre arvoredo a luzir./ E são uma presenta certa/ O rio, a árvores e a luz.

1930 Tu cuerpo real que duerme Es un frío en mi ser. Teu corpo real que dorme/ É um frio no meu ser.

7-7-1930 Dormí. Soñé. En el informe laberinto Que hay entre la vida y la muerte me perdí. Y lo que en vago viaje yo sentí Con exacta memoria no lo siento. Si quiero hallarme en mí diciéndolo, miento. La vasta tela, tuve y no la vi. Oscuramente me desconcebí. Dormi. Sonhei. No informe laberinto/ Que há entre a vida e a morte me perdi./ E o que, na vaga viagem, eu senti/ Con exacta memoria não o sinto./ Se quero achar-me en mim dizendo-o, minto./ A vasta teia, estive-a e não a vi./ Obscuramente me desconcebi.

24-8-1930 Dios no tiene unidad. ¿Cómo la tendré yo? Deus não tem unidade,/ Como a terei eu?

26-8-1930 Pasan por la calle los cortejos De las personas existentes. Algunas tendrán oportunidad, Otras van a cambiar de traje, Otras son inteligentes. No conozco allí a nadie. Ni a mí yo me conozco. Los miro sin ningún desdén. También voy a cambiar de traje. También vivo y también olvido. Pasan por la calle conmigo, Ellos y yo somos nosotros. Todos tenemos un abrigo, Todos cambiamos de traje, Ay, pero a solas estamos desnudos. Passam na rua os cortejos/ Das pessoas existentes./ Algunas vão ter ensejos,/ Outras vão mudar de fato,/ E outras são inteligentes./ Não conheço ali ninguém./ Nem a mim eu me conheço./ Olho-os sem nenhum desdém./ Também vou mudar de fato./ Também vivo e também esqueço./ Passam na rua comigo,/ E eu e eles somos nós./ Todos temos um abrigo,/ Todos mudamos de fato,/ Ai, mas somos nús a sós.

27-8-1930 Mi mujer, la soledad, Consigue que yo no sea triste. ¡Ah, qué bueno es al corazón tener este bien que no existe! Acepto no oír a nadie, No sufro el insulto de un cariño Y hablo fuerte sin que haya alguien: Me nacen los versos del camino. Señor, si hay bien que el cielo conceda Sumiso a la opresión del Fado Dame yo ser solo –veste de sedaY solamente habla –abanico animado. Minha mulher, a solidão,/ Consegue que eu não seja triste./ Ah, que bom é ao coração/ Ter este bem que não existe!/ Recolho-a não ouvir ninguém/ Não sofro o insulto de un carinho/ E falo alto sem que haja alguém:/ Nascem-me os versos do caminho./ Señor, se há bem que o céu conceda/Submisso à opressão do Fado,/ Dá-me eu ser só –veste de seda-/ E fala só-leque animado.

21-10-1930 Hay un gran sonido en la arboleda. Parece un mar que hay allá encima. Es el viento, y el viento da un miedo… No sé si un corazón me estima… Solitario bajo los astros ciertos Mi corazón no sale de la vida… Los vastos cielos, iguales y abiertos, ¿Qué es esta alma indefinida? Há um grande som no arvoredo./ Parece um mar que há lá em cima./ É o vento, e o vento faz um medo…/ Não sei se um coração me estima…/ Sòzinho sob os astros certos/ Meu coração não sai da vida…/Ó vastos céus, iguais e abertos,/ Que é esta alma indefinida?

19-1-1931 Cae amplio el frío y yo duermo en la tardanza De adormecer. Soy, sin hogar, ni conforte, ni esperanza. Ni deseos de tenerlos. Un llanto por mi ser me inunda La imaginación. Saudade vaga, anónima, profunda, Náusea de la indecisión. Frío del invierno duro, no te trae Hospitalidad o amor. Dentro, en mis huesos, tu temblor delira. ¡Cesa! sea yo quien fuese. Cae amplo o frio e eu dormo na tardanza/ De adormecer./ Sou, sem lar, nem conforto, nem esperanza,/ Nem desejo de os ter./ E un choro por meu ser me inunda/ A imaginação./ Saudade vaga, anónima, profunda,/ Náusea da indecisão./ Frio do Inverno duro, não te tira/ Agasalho ou amor./ Dentro en meus ossos teu tremor delira./ Cessa, seja eu quem for.

12-2-1931 En el suelo del cielo el Sol que acaba arde. Duermo. Haya vida con o sin alarde, ¿Será ya tarde cuando yo despierte? Pero, ¿qué me importa que ya sea tarde? No chão do céu o Sol que acaba arde./ Durmo. Haja a vida com ou sem alarde,/ Será ja tarde quando eu dispertar?/ Mas que me importa que já seja tarde?

21-2-1931 El ruido vario de la calle Pasa alto por mí que sigo. Veo: cada cosa es suya. Oigo: cada sonido es consigo. Soy como la playa a la que invade Un mar que torna a descender. Ah, en esto toda la verdad Es sólo que tengo que morir. Después de yo cesar, el ruido. No, no ajusto nada A mi concepto perdido Como una flor en el camino. O ruído vario da rua/ Passa alto por mim que sigo./ Vejo: cada coisa é sua./ Oiço: cada som é consigo./ Sou como a praia a que invade/ Um mar que torna a descer./ Ah, nisto tudo a verdade/ E só eu ter que morrer./ Depois de eu cessar, o ruído./ Não, não ajusto nada/ Ao meu conceito perdido/ Como uma flor na estrada.

26-2-1931 Me asomé a la ventana, Porque oí cantar. Es un ciego, y la guitarra, Que están llorando. Ambos dan pena Son una sola cosa Que anda por el mundo Causando dolor. Yo también soy un ciego Cantando en el camino, El camino es más grande Y no pido nada. Cheguei à janela,/ Porque ouvi cantar./ É um cego e a guitarra/ Que estão a chorar./ Ambos fazem pena,/ São uma coisa só/ Qua anda pelo mundo/ A fazer ter dó./ Eu também sou un cego/ Cantando na estrada,/ A estrada e maior/ E não peço nada.

1931 INCIDENTE Me duele en el corazón Un dolor que me avergüenza… ¡Qué! Esta alma que sueña El ámbito todo del mundo Sufre de amor y tortura Por tan pequeña cosa… ¿Una mujer curiosa y mi tedio profundo? Dói-me no coração/ Uma dor que me envergonha…/ Quê! Esta alma que sonha/ O âmbito todo do mundo/ Sofre de amor e tortura/ Por tão pequena cousa…/ Uma mulher curiosa/ E o meu tédio profundo?

27-3-1931 El mal olor alegre De la marejada Sube en el esplendor acre Del día. Falsa, la ribera es lodo Todavía por regar. Miro, y lo que soy está todo, Sin mirar. Y un mal de mí la deja. Tengo lodo en míRibera que se queja Del río ser así. O mau aroma alacre/ Da maresia/ Sobe no esplendor acre/ Do dia/ Falsa, a ribeira é lodo/ Ainda a aguar./ Olho, e o que sou está todo/ A não olhar./ E un mal de mim a deixa./ Tenho lodo em mim.-/ Ribeira que se queixa/ De o rio ser assim.

18-4-1931 Guardo todavía, como un pasmo En que la infancia sobrevive La mitad del entusiasmo Que tengo porque ya tuve. Casi a veces me avergüenzo De creer tanto en que no creo. Es una especie de sueño Con la realidad en medio. Girasol del falso agrado En torno del centro mudo Habla, amarillo, pasmado Del negro centro que es todo. Guardo ainda, como um pasmo/ Em que a infância sobrevive,/ Metade do entusiasmo/ Que tenho porque já tive./ Quase às vezes me envergonho/ De crer tanto em que não creio./ É uma espécie de sonho/ Com a realidade ao meio./ Girassol do falso agrado/ Em torno do centro mudo/ Fala,a marelo, pasmado/ De negro centro que é tudo.

1932 Aquél peso en mí –mi corazón. Aquele peso em mim-meu coração.

1932 El sol te doraba la cabeza rubia. Estás muerta. Yo vivo. Todavía hay mundo y aurora. O sol doraiva-te a cabeza loura./ Es morta. Eu vivo. Ainda há mundo e aurora.

23-2-1932 Hay un frío y una vacío en el aire. Está, sobre todo, pairado. Gris-negra, la luz de la luna. Luz triste de alborada De otro día y su vana Esperanza e inútil afán. Es como la muerte de alguien Que era todo lo que el alma guarda Y que no era nadie. Absurdo vago disperso En el espacio, agua donde está inmerso El cadáver del universo. Es como mi corazón Frío de vaga opresión De la alborada de la visión. Há um frio e um vácuo no ar./ Stá sobre tudo a pairar,/ Cinzento-preto, o luar./ Luar triste de antemanhã/ De outro dia e sua vã/ Sperança e inútil afã/ É como a morte de alguém/ Que era tudo que a alma tem/ E que não era ninguém./ Absurdo erro disperso/ No spaço, água onde é imerso/ O cadáver do universo./ É como o meu coração/ Frio da vaga opressão/ Da antemanhã da visão.

26-4-1932 Tengo principalmente no tener nada. Dormir sería sueño si lo tuviese. Tenho principalmente não ter nada./ Dormir seria sono se o tivesse.

10-8-1932 Ah, sólo yo sé Cuánto duele mi corazón Sin fe ni ley Sin melodía ni razón Sólo yo, sólo yo, Y no lo puedo decir Porque sentir es como el cielo, Se ve pero no hay en él qué ver.

Ah, só eu sei/ Quanto dói meu coração/ Sem fe nem lei,/Sem melodia nem razão./ Só eu, só eu,/E não o posso dizer/ Porque sentir é como o céu,/ Ve-se mas não há nele que ver.

24-8-1932 Nada que soy me interesa. Si existe en mi corazón Cualquier cosa que tiene prisa Tendrá prisa en vano. Nada que soy me pertenece. Si existo en quien me conozco Cualquier cosa que me vence De prisa la olvido. Nada que soy yo seré. Sueño, y sólo existe en mi ser, Un sueño de lo que tendré. Sólo que no lo habré de tener. Nada que sou me interessa./ Se existe em meu coração/ Qualquer cousa que tem pressa/ Terá pressa em vão./ Nada que sou me pertence./ Se existo em quem me conheço/ Qualquer cousa que me vence/ Depressa a esqueço./ Nada que sou eu serei./ Sonho, e só existe em meu ser,/Um sonho do que terei./ Só que o não hei-de ter.

31-8-1932 Mis emociones mismas Son cosas que me acontecen. Minhas mesmas emoções/ São coisas que me acontecem.

23-9-1932 Casi anónima sonríes Y el sol dora tu cabello. ¿Por qué para ser feliz, es preciso no saberlo? Quase anónima sorris/ E o sol doura o teu cabelo./ Porque é que, pra ser feliz,/ É preciso não sabê-lo?

1932 Entre el sosiego y la arboleda, Entre el clareo y la soledad, Mi devaneo pasa a miedo Llevándome el alma de la mano. Es tarde ya, y todavía es temprano. (…) Entre o sossego e o arvoredo,/ Entre a clareira e a solidão,/ Meu devaneio passa a medo/ Levando-me a alma pela mão./ É tarde já, e ainda é cedo./ (…).

1932 Tengo ideas y razones, Conozco el color de los argumentos Y nunca llego a los corazones. Eu tenho ideias e razões,/ Conheço a cor dos argumentos/ E nunca chego aos corações.

9-1-1933 Leves velos velan, nubes vanas, la Luna. Crepúsculo en la noche…, y es triste ver, En vez de la límpida amplitud desnuda Del cielo, la noche y el cielo oscureciendo. La noche es húmeda de conocer, Sin que humedad de agua sea suya. (…) Leves véus velam, nuvens vãs, a Lua./ Crepúsculo na noite…, e é triste ver,/ Em vez da límpida amplitude nua/ Do céu, a noite e o céu a escurecer./ A noite é húmida da conhecer,/ Sem que humidade de água seja sua./ (…)

9-1-1933 (?) Quiero, tendréSi no aquí, En otro lugar que todavía no sé. Nada perdí. Todo seré. Quero, terei-/ Se não aquí,/ Noutro lugar que inda não sei./ Nada perdi./ Tudo serei.

10-2-1933 Cuando, con o sin razón, Sobre el amplio miedo del alma La sombra de la muerte viene, Es que el espíritu ve bien, Con claridad pero sin calma, Qué sombra es la vida que pasa, Qué amargura es la vida que cesa, Y ama más la vida. Quando, con razão ou sém,/ Sobre o medo amplo da alma/ A sombra da morte vem,/ É que o espirito vê bem,/ Com clareza mas sem calma,/ Que sombra é a vida que passa, Que mágoa é a vida que cessa,/ E ama a vida mais.

24-2-1933 Todo fue dicho antes que se dijese. El viento mece mansamente la siega Y la deja porque breve se apagó. Así es todo-nada. Bebe y olvida. En la eterna siesta de no desear Déjate, borracho y asceta, estar. Lego el amor a los otros, que la belleza Fue hecha sólo para contemplarse. Tudo foi dito antes que se dissesse./ O vento aflora vagamente a messe,/ E deixa-a porque breve se apagou./ Assim é tudo-nada. Bebe e esquece./ Na eterna sesta de não desejar/ Deixa-te,bêbado es asceta, estar./ Lega o amor aos outros, que a beleza/ Foi feta só para se contemplar.

27-12-1933 El viento sopla allá afuera. Me hace más solitario, y ahora Porque no lloro, llora. Es un miedo abstracto y hondo. Vienes del fin vago del mundo. Su sentido es ser profundo. Me dice que nada hay en todo. Que la virtud no es escudo

Y que lo mejor es ser mudo. O vento sopra lá fora./ Faz-me mais zòzinho, e agora/ Porque não choro, ele chora./ É um som abstracto e fundo./ Vem do fim vago do mundo./ Seu sentido é ser profundo./ Diz-me que nada há em tudo./ Que a virtude não é escudo/ E que melhor é ser mudo.

6-9-1934 Todo, menos el tedio, me da tedio. Quiero, sin tener sosiego, sosegar. Tomar la vida todos los días Como un remedio, de esos remedios que hay para tomar. Tanto pretendí, tanto soñé, que tanto De tantos tantos hizo nada en mí. Mis manos quedaron frías Sólo de esperar el encanto De aquel amor que las calentase al fin. Frías, vacías. Así. Tudo, menos o tédio, me faz tédio./ Quero, sem ter sossego, sossegar./ Tomar a vida todos os dias/ Como um remédio,/ Desses remédios que há para tomar./ Tanto aspirei, tanto sonhei, que tanto/ De tantos tantos, me fez nada em mim./ Minhas mãos ficaram frias/ Só de aguardar o encanto/ Daquele amor que as asquecesse enfim./ Frias, vazias./ Assim.

30-11-1934 Exigua lámpara tranquila, Quien te alumbra y me da luz, Entre quien eres y quien soy, oscila. Exígua lâmpada tranquila,/ Quem te alumia e me dá luz,/ Entre quem és e eu sou oscila.

11-12-1934 La mano puesta sobre la mesa, La mano abstracta olvidada, Margen de mi vida… La mano que puse sobre la mesa Para mí mismo es sorpresa. Porque la mano es lo que tenemos O define quien no somos. Con ella aquello hacemos. (…) A mão posta sobre a mesa,/ A mão abstracta, esquecida,/ Margen da minha vida…/ A mão que pus sobre a mesa/ Para mim mesmo é surpresa./ Porque a mão é o que temos/ Ou define quem não somos./ Com ela aquilo fazemos/ (…)

1934 El sonido contínuo de la lluvia Que se oye allá afuera bien Nos deja el alma viuda De aquello que ya no tiene. (…) O som contínuo da chuva/ A se ouvir lá fora bem/ Deixa-nos a alma viúva/ Daquilo que já não tem./ (…)

1934 Cómo es por dentro otra persona ¿Quién es el que lo sabrá soñar? El alma de otros es otro universo Con el que no hay comunicación posible Con el que no hay entendimiento verdadero. Nada sabemos del alma Sino de la nuestra; Las de los otros son miradas, Son gestos, son palabras, Con la suposición de cualquier semejanza En el fondo. Como é por dentro outra pessoa/ Quem é que o saberá sonhar?/ A alma de outrem é outro universo/ Com que não há comunicação possível,/ Com que não há verdadeiro entendimento./ Nada sabemos da alma/ Senão da nossa;/ As dos outros são olhares,/ São gestos, são palavras,/ Con a suposição de qualquer semelhança/ No fundo.

11-3-1935 Todo cuanto pienso, Todo cuanto soy, Es un desierto inmenso Donde ni yo estoy. Extensión parada Sin nada estar allí Arena cernida Voy a darle el pinchazo De la vida que viví.

(…) Tudo quanto penso,/ Tudo quanto sou/ É um deserto imenso/ Onde nem eu estou./ Extensão parada/ Sem nada a estar ali,/ Areia peneirada/ Vou dar-lhe a ferroada/ Da vida que vivi./ (…)

18-3-1935 Un día bazo pero no frío… Un día como Si no tuviese paciencia para ser día, Sólo en un asomo En un ímpetu vacío De deber, pero con ironía, Si diese luz a un día en fin Igual a mí, O entonces A mi corazón vacío, No de emoción Sino de buscar, en fin Un corazón bazo pero no frío. Um dia baço mas não frio…/ Um dia como/ Se não tivesse paciência pra ser dia,/ E só num assomo,/ Num ímpeto vazio/ De dever, mas con ironia,/ Se desse luz a um dia enfim/ Igual a mim,/ Ou então,/ Um coração vazio,/ Não de emoção/ Mas de buscar, enfim-/ Um coração baço mas não frio.

5-4-1935 El amor es lo que esencial. El sexo es sólo un accidente. Puede ser igual O diferente. El hombre no es un animal: Es una carne inteligente, Aunque algunas veces enferma. O amor é que é essencial./ O sexo é só um acidente./ Poder ser igual/ Ou diferente./ O homem não é um animal:/ É uma carne inteligente,/ Embora às vezes doente.

20-7-1935 Ya estoy tranquilo. Ya no espero nada. Ya sobre mi vacío corazón Descendió la inconciencia bendita De no querer una ilusión. Já estou tranquilo. Já não espero nada./ Já sobre meu vazio coração/ Desceu a inconsciência abençoada/ De nem querer uma ilusão.

(sin fecha) No combatí: ninguno me mereció. La naturaleza y después el arte, amé. Las manos a la llama que la vida me dio Calenté. Ella cesa. Cesaré. Não combati: ninguém mo mereceu./ A natureza e depois a arte, amei./ As mãos à chama que me a vida deu/ Aqueci. Ela cessa. Cessarei.

TRES POETAS HERMÉTICOS DE LA ITALIA DEL NOVECENTO (Montale, Ungaretti, Quasimodo)

Breve noticia sobre Eugenio Montale Eugenio Montale nació en Génova el 12 de octubre de 1896. El padre era un rico comerciante. Un pésimo estado de salud le hace interrumpir los estudios a corta edad y sólo la ayuda de su hermana Mariana, una especie de “ángel guardián” que lo acompañará parte de su vida, lo logra reinsertar en la vida normal. Eugenio quiere ser cantante lírico y así, paralelamente a sus estudios normales, recibe clases de canto. Esta afición a la música la encontraremos como una no despreciable influencia en sus primeros poemas. Prácticamente solo aprende inglés, español y francés. Es un lector empedernido, devora a Rousseau, Constant, Baudelaire, Mallarmé, Valéry, Cervantes, Manzoni y filósofos como Croce y Bergson. Llega a su primer libro, Ossi di seppia, de mano de la lectura de sus contemporáneos de la década precedente, Pascoli, Gozzano, Saba, Palazzeschi, Marinetti, Ungaretti, Campana. Aparece, pues, el primer libro de quien será llamado por Pietro Pancrazi ( “Scrittori d’oggi”. Laterza, 1946) “un poeta físico y metafísico”. Un ensayo publicado por el mismo Montale en estos años nos da la clave. Dice que el estilo, el famoso estilo total creado por los poetas de la ilustre última triada (se refiere a los tres más populares del momento) está enfermo de furores jacobinos, de superhombrismo, mesianismo y otras enfermedades. En tiempos que parecen contraseñados por la inmediata utilización de la cultura, de la polémica y de la diatriba, Montale piensa que el estilo no puede venir de otra parte sino de los buenos hábitos. Veinte años después, hablando del primer libro, agregará que su propósito era que su palabra fuese más adherente que la de los otros poetas. Pero, ¿más adherente a qué? Montale confiesa que le parecía vivir dentro de una campana de vidrio, aunque, al mismo tiempo, se sentía vecino a cualquier cosa de esencial; un velo sutil era todo lo que le separaba de ello. La expresión absoluta buscada sería, entonces, la ruptura de ese velo, una explosión que pusiera fin al engaño del mundo como representación. Aún así, veía este objetivo como inalcanzable, al tiempo que sentía esta voluntad de adhesión como musical y no pragmática. En suma, Montale lo que quería era tomar por el cuello la elocuencia de la vieja lengua áulica, tal vez con el riesgo de una contraelocuencia. No hay duda que lo mejor de Ossi di seppia está en la sequedad lapidaria de algunas sentencias y en una subjetividad que rompe todo esquema realista. Con Le occasioni desarrollará una sugestión cósmica, una objetivación profunda mediante la aproximación a un tiempo histórico amenazante y, claro está, una búsqueda desesperada de la salvación. La figura emblemática, aquel “tú”, más los animales que aparecen en abundancia, serán capaces de salvarlo. Finisterre es publicado en Suiza, no podía serlo en Italia dada la antipatía de Montale por el fascismo. Este folleto se convertirá después en la primera parte de La bufera e altro. La tensión poética adquiere aquí niveles altísimos. La desesperación de la guerra se combate en nombre de la criatura amada que lo salva. De la oscuridad emergen figuras que vuelan teniendo como fondo el conflicto. Montale recoge sus ensayos

publicados por años en “Il Corriere della Sera” en dos libros, Farfalla di Dinard y Auto da fe. Allí podemos encontrar sus escritos políticos, su tormentosa relación con el fascismo, con la literatura, su inmensa soledad y una muy interesante reflexión sobre la cultura en la sociedad tecnológica: sobretodo, se nos presenta a plenitud el escritor en absoluta armonía con su propio tiempo y con el mundo en general, el Montale que no entiende la oferta de crédito de la mayor parte de sus compatriotas al régimen y, en fin, que hace de esta “desarmonía” una propia condición existencial. Los numerosos viajes los recoge en Fuori di casa. Ya en la fama el Presidente Saragat lo designa Senador Vitalicio, lo que pone freno a sus permanentes angustias económicas, le permite dedicarse más a la poesía y reducir sus colaboraciones periodísticas. En 1963 muere Mosca, su inseparable compañera. Cinco meses después Montale escribe el poema Xenia, después convertido en una serie en memoria de la mujer muerta. Los primeros 14 son recogidos en un libro, otros 14 vendrán después bajo el título Altri Xenia, poemas todos que van a parar a Satura, un Montale nuevo y diverso, como coincide toda la crítica. Textos cortos en un diálogo de ultratumba, corrosivos, donde pulveriza los objetos simbólicos tan apreciados en sus libros anteriores. Diario del ‘71 e del ‘72, que bien puede definirse como la última estación montaliana, es un hurgar en un universo en continua modificación. En 1975 le otorgan el premio Nobel. Salen de las prensas Quaderno di traduzioni y en revistas algunos poemas inéditos. Montale contó en vida, y no se diga desde el momento de su desaparición física, con un gran éxito en el exterior. Sus poemas han sido traducidos al francés, alemán, español, sueco, griego, inglés, rumano, húngaro, serbocroata, turco y otros. La crítica se ha ocupado, igualmente, de su obra en manera abundante. Entre los italianos cabe mencionar a Sergio Antonielli, Giorgio Barberi, Piero Bigongiani, Roberto Canturi, Carlos Bo, Arnaldo Bocelli, Pietro Bonfiglioli, Umberto Carpi, Gianfranco Contini, Giuseppe De Robertis, Giansiro Ferrata, Marco Furti, Claudio Marabini, Mario Forti, Pier Paolo Pasolini, Edoardo Sanguineti, Elio Vittorini y Giacomo Zazzarella, entre muchos otros. Fuera de su patria merece ser destacado el crítico hindú R.S. Ahluwalia. Montale tradujo a Steimbeck, Cervantes, Melville, Dorothy Parker, Fitzgerald, O’Neill, Hawthorne, Shakespeare, Pound, Nicolás Guillén, Eliot y otros. Al entrar al análisis de sus libros es imprescindible referirse al discurso que pronunció con motivo de la entrega del premio Nobel. Allí resalta la vinculación de la poesía con la música y al sonido como la verdadera materia de la poesía. La poesía se hace lentamente visual, explica, porque pinta imágenes, pero aún así sigue siendo musical, reune dos artes en una sola. Reflexiona sobre la tecnología y revela la existencia de dos poesías, una de consumo inmediato que se muere apenas se expresa y otra que tranquila dormirá sus años para despertar un día, si es que tiene la fuerza para hacerlo. El arte es siempre para todos y para ninguno. La poesía sobrevivirá - afirma - al mundo tecnológico. En nuestra antología hemos escogido poemas de cada uno de sus libros. En Ossi di seppia vemos como una árida desolación camina los poemas y la naturaleza toma colores encendidos y encantados. Una cansada sensualidad se internaliza en el ánimo. El poema se torna escabroso, triste, produciendo la sensación de que el poeta ha demolido la materia. Hay una profunda reflexión que se mueve como una ola que se empina en las palabras escabrosas y se distiende después en una pincelada. La bufera e altro nos ofrece un mundo instantáneo de esperanza, una ambigüedad que algunos críticos han llamado “realismo existencial”. En un mundo sin futuro, los hombres no son más autónomos que las sombras; los muertos, depositarios del pasado, representan la plenitud de la vida. Satura está caracterizado por un cambio de trasfondo y objetos, por lo tanto de lenguaje. Hay un cambio en relación con las cosas vivientes,

seres humanos y animales (no olvidemos la pasión del poeta por estos últimos). Se trata casi de un “diario poético”, aunque la expresión sea polémica. No olvidemos que en Satura están incluidos los poemas de Xenia, dedicados a la esposa muerta y escritos entre 1964 y 1967. Un cambio se veía claro, surgía una tendencia a “narrar”, tal vez a la manera de Farfalla di Dinard. La crítica italiana, no obstante, ha preferido siempre hablar de “diario” para referirse a estos textos montalianos. El propio poeta hizo notar que entre los tres primeros libros y éste habían pasado algunos años dedicados al periodismo. Montale aseguró, al momento de la aparición del libro, que esta poesía tendía a la prosa al mismo tiempo que la rechazaba. Xenia está escrito en un permanente “tú”, en un “yo” hacia un “tú”, perdidos ambos en el vacío universal. Satura tiene una estructura musical; los motivos entran en diversas claves, se desarrollan y se abrazan. Por momentos, es cierto, aflora el periodista, pero uno que participa también de la música. Los antiguos temas asoman la cara en algún recoveco del poema. En este libro hay menos uniformidad temática, o como lo dijo el propio Montale, “una dimensión musical diversa”. En Diario del 71 y del 72 Montale da la impresión inicial de desorganización, de un simple ordenamiento cronológico, pero poco a poco se descubre que la organización subyace a la manera montaliana. Estos poemas están plagados de expresiones de la conversación común. Está aquí el lenguaje contemporáneo, anónimo, presente con todas sus banalidades familiares pero también con floraciones cultas. Muchas veces el lenguaje de Montale es un metalenguaje, un discurso sobre la lengua. En Quaderno di quattro anni la aproximación a la prosa es más fuerte, tampoco la poesía de Montale había alcanzado antes tal grado de libertad frente a los juegos fónicos o a las exquisiteces estilísticas. Alfredo Guilcani (En “Autunno del Novecento”, Feltrinelli, 1984) encuentra un “violento elogio de la locura y un cortejar a la crueldad”. Cree, al mismo tiempo, que hay en este libro extrañas vibraciones que apuntan a lo oscuro. Si Ossi di seppia es un viaje a través de los modelos más válidos de la tradición poética italiana (Carducci, Pascoli, D’Annunzio), Le occasioni es el perfeccionamiento de los instrumentos técnicos; La bufera e altro marca la irrupción violenta de la realidad histórica; ese mal de vivir que la crítica ha señalado en Montale desde sus primeros poemas, toma cuerpo en la historia, realizándose. Los últimos libros, como hemos dicho, se caracterizan por la tendencia al “diario”. En los poemas aquí seleccionados aparecerán temas como el papel salvador del fantasma femenino, como en “Le nuove stanze”. En “I limoni” se canta a los limones por contraste con los poetas que sólo hablan de plantas de nombres raros; un evidente rechazo a la poesía académica, pero el poema sigue cargado de matafísica. En un elemento común se deposita una gran ansia de descubrir una respuesta al deseo de vivir. La tendencia a la narración está ya en el primer poema del primer libro. Al mismo tiempo que manifiesta rechazo, Montale recupera elementos estilísticos de la tradición; ese “escúchame” conque se abre, dirigido a un mudo interlocutor, será recurrente en toda su poesía. Del mismo Ossi di seppia hemos incluido “Non chiederci la parola”, una auténtica definición existencial de toda una generación, como lo observa Marchese. En la negatividad, “hoy sólo podemos decirte/aquello que no somos/aquello que no queremos”, se resume la tesis montaliana de que no se pueden dar más mensajes, fórmulas, seguridad o certezas, sino sílabas que expresan una convicción, la de la caída de toda posibilidad de consuelo. El mensaje está en versos que declaran la imposibilidad de mensaje. Ossi di seppia es el principio ético de toda una generación, el refutar todo optimismo consolatorio, el revelar la conciencia del “mal de vivir” que en muchos se traducirá en un antifascismo militante.

Algunos poemas de Le occasioni muestran nuevas sobreimpresiones en la memoria; el poeta se pregunta si en realidad los sucesos fueron como los relata y se declara imposibilitado de recuperar el pasado. Letra a letra, poema a poema, se constata la erosión del tiempo sobre los sentimientos y sobre la memoria. No hay manera efectiva de defender los recuerdos, una especie de neblina oculta los rostros y los hechos del pasado. En “Dora Markus” se funden en un retrato de mujer todas las tendencias montalianas, el silencio, la indiferencia, la inquietud. En la segunda parte del poema hay una referencia histórica: la vecindad de las tinieblas sobre Europa. Dora es, prácticamente, inevitabilidad e impotencia, “.pero es tarde, siempre más tarde”. En los poemas de La bufera e altro hay una evidente referencia histórico-política, pero vinculada a la trágica condición existencial del hombre y el mal histórico es presentado como una epifanía. Los poemas son casi un balance de la conducta del poeta, una verificación de los principios que lo han guiado, ahora dirigiéndose a una mujer a la que ratifica el sentido desencantado del vivir. En Satura reflexiona sobre el sentido de la historia y sobre el lenguaje. Está allí “Xenia”, poemas discursivos y coloquiales que “leen” la realidad y nos dejan un sabor de sabiduría. El último Montale es reflexivo, el poeta que pide a los amigos hacer una gran hoguera con todos sus libros, el que pide olvido proclamando que la tranquilidad de los poetas sólo es perturbada por el recuerdo. Para finalizar es necesario hacer referencia al Montale prosista. Dos libros famosos, Farfalla di Dinard (artículos en Il Corriere della Sera) y Corriere d’informazione. En ambos libros hay numerosos elementos autobiográficos donde se puede seguir a Montale desde la infancia, sus estudios de canto y su fructífera y dramática pasantía por Florencia. El poeta no es muy dado a las confidencias, pero, aún así, podemos ver en la tela de la nostalgia algunos duros juicios sobre los pueblos de la infancia y la adolescencia, las mujeres aparecen agresivas y soportadas con estoicismo, casi como si la idealización en la poesía fuese un contrapeso al fastidio por la feminidad terrenal. El poeta hace auténticos estudios de la tipología humana, camina el sendero del hedonismo y hasta nos muestra sus aficiones gastronómicas. Cesare Segre ha hecho un estudio comparativo entre la poesía y la prosa, remarcando cada lugar y cada motivación. Otro texto destacable es Fuori di casa, un libro de viajes lleno de juicios literarios y artísticos. También hay que mencionar Auto da fe, Nel nostro tempo, Sulla poesia y su intercambio de cartas con Italo Svevo y Salvatore Quasimodo. Finalmente, Diario postumo, los textos entregados amorosamente en sobres cerrados a la poeta Annalisa Cima y editados en su totalidad en 1996.

Antología de Eugenio Montale Índice Los Limones (I Limoni); Corno Inglés (Corno Inglese); S. T; Moradas (Stanze); Noticias desde El Amiata(Notizie dell'Amiata); Dora Markus (Dora Markus); S. T.; La Borrasca (La Bufera); Malecón (Lungomare); El Arca(l'Arca); Luz de Invierno (Luce d'Inverno); La Historia (La Storia); Xenia (Xenia); El Arte Pobre (L'ArtePovera); A. C.; La Forma del Mundo (La Forma del Mondo); Para Terminar (Per Finire); El Vacío (Il Vuoto); S. T.; S. T.; S. T.; Duermevela (Dormiveglia); Exabrupto (Ex Abrupto); Mañanica (Mattinata); En elJardín (Nel Giardino); Recuerdo (Ricordo); S. T.; S. T.; S. T..

De Huesos de sepia (1920-1927) Los limones Escúchame, los poetas laureados se mueven solamente entre las plantas de nombres poco usados: bojes ligustres o acantos. Yo, para mí, amo los caminos que van a parar a los herbosos fosos donde en charcos medio secos los muchachos agarran cualquier flaca anguilla: los senderos que atraviesan los cerros descienden entre los copetes de las cañas y se meten en los huertos, entre los limoneros. Mejor si las algazaras de los pájaros tragadas por el azul se apagan: más claro se escucha el susurro de las ramas amigas en el aire que casi no se mueve, y los sentidos de este olor que no sabe desprenderse de la tierra y en el pecho llueve una dulzura inquieta. Aquí, de las divertidas pasiones de milagro calla la guerra, aquí toca también a nosotros los pobres nuestra parte de riqueza y es el olor de los limones. Mira, en estos silencios en los cuales las cosas se abandonan y parecen vecinas a traicionar su último secreto, a veces esperamos descubrir un error de la Naturaleza el punto muerto del mundo, el anillo que no guarda,

el hilo para desembrollar que finalmente nos ponga en medio de una verdad. La mirada escuadriña el entorno la mente indaga reconcilia desune en el perfume que inunda cuando el día más languidece. Son los silencios en los que se ve en cada sombra humana que se aleja alguna disturbada Divinidad. Pero falta la ilusión y el tiempo nos remite a las ciudades rumorosas donde el azul se muestra sólamente a pedazos, en lo alto, entre las cimas. La lluvia cansa la tierra, de después; se adensa el tedio del invierno sobre las casas, la luz se hace avara - amarga el alma. Cuando un día desde un portón malcerrado entre los árboles de un patio se nos muestran los amarillos de los limones; y el hielo del corazón se deshace y en el pecho nos hierven sus canciones las trompetas de oro de la solidaridad. Da Ossi di seppia (1920-1927). I Limoni. Ascoltami, i poeti laureati / si muovono soltanto fra le piante / dai nomi poco usati: bossi ligustri o acanti. / Io, per me, amo le strade che riescono agli erbosi / fossi dove in pozzanghere / mezzo seccate agguantano i ragazzi / qualche sparuta anguilla: / le viuzze che seguono i ciglioni, / discendono tra i ciuffi delle canne / e mettono negli orti, tra gli alberi dei limoni. // Meglio se le gazzarre degli uccelli / si spengono inghiottite dall’azurro: / più chiaro si ascolta il susurro / dei rami amici nell’aria che quasi non si muove, / e i sensi di quest’odore / che non sa staccarsi da terra / e piove in petto una dolcezza inquieta. / Qui delle divertite passioni / per miracolo tace la guerra, / qui tocca anche a noi poveri la nostra parte di ricchezza / ed è l’odore dei limoni. // Vedi, in questi silenzi in cui le cose / s’abbandonano e sembrano vicine / a tradire il loro ultimo segreto, / talora ci si aspetta / di scoprire uno sbaglio di Natura, / il punto morto del mondo, l’anello che non tiene, / il filo da disbrogliare che finalmente ci metta / nel mezzo di una verità. / Lo sguardo fruga d’intorno / la mente indaga accorda disunisce / nel profumo che dilaga / quando il giorno più languisce. / Sono i silenzi in cui si vede / in ogni ombra umana che si allontana / qualche disturbata Divinità. // Ma l’illusione manca e ci riporta il tempo / nelle città rumorose dove l’azzurro si mostra / soltanto a pezzi, in alto, tra le cimase. / La pioggia stanca la terra, di poi; s’affolta / il tedio dell’inverno sulle case, / la luce si fa avara - amara l’anima. / Quando in giorno da un malchiuso portone / tra gli alberi di una corte / ci si mostrano i gialli dei limoni; / e il gelo del cuore si sfa, / e in petto ci scrosciano / le loro canzoni / le trombe d’oro della solarità.

Cuerno ingles El viento que esta tarde toca atento -recuerda un fuerte batir de espadaslos instrumentos de los espesos árboles y barre el horizonte de cobre donde tiras de luz se extienden como aquilones al cielo que retumba (¡Nubes en viaje, claros reinos de allá arriba! ¡De altos Eldorados

puertas mal cerradas!) Y el mar que escama a escama, lívido, cambia de color, lanza a tierra una tromba de espumas deformadas; el viento que nace y muere en la hora que lenta se ennegrece te tocase a tí también esta noche desafinado instrumento, corazón. Corno Inglese. Il vento que stasera suona attento / -ricorda un forte scotere di lame- / gli strumenti dei fitti alberi e spazza / l’orizzonte di rame /dove strisce di luce si protendono / come aquiloni al cielo che rimbomba / (Nubole in viaggio, chiari / reami di lassù! D’alti Eldoradi / malchiuse porte!) / e il mare che scaglia e scaglia, / livido,muta colore / lancia a terra una tromba / di schiume intorte; il vento che nasce e muore / nell’ora che lenta s’annera / suonasse te pure stasera / scordato strumento, / cuore.

(s.t) No nos pidan la palabra que de cada lado escudriñe nuestro ánimo informe, y con letras de fuego lo declare y lo haga resplandecer como un azafrán perdido en medio de un prado polvoroso. ¡Ah, el hombre que se va seguro, a los otros y así mi mismo amigo, y su sombra no cuida más que la canícula fija sobre un desconchado muro! No nos pregunten la fórmula que mundos pueda abrirte, si cualquier torcida sílaba está seca como una rama. Hoy sólo ésto podemos decirte, aquéllo que no somos, aquéllo que no queremos. (s.t) Non chiederci la parola che squadri da ogni lato / l’animo nostro informe, e a lettere di fuoco / lo dichiari e risplenda come un croco / perduto in mezzo a un polveroso prato. // Ah l’uomo che se ne va sicuro, / agli altri ed a se stesso amico, / e l’ombra sua non cura che la canicola / stampa sopra uno scalcinato muro! // Non domandarci la formula che mondi possa aprirti, / sì qualche storta sillaba e secca come un ramo. / Codesto solo oggi possiamo dirti, / ciò che non siamo, ciò che non vogliamo.

Arsenio Los torbellinos levantan el polvo sobre los techos, en remolinos, y sobre los descampados desiertos, donde los caballos encapuchados husmean la tierra, detenidos delante de los critales relucientes de las posadas. Por la avenida, de cara al mar, tú desciendes en este día ora lluvioso, ora encendido, en el que disparos parecen transformar las horas

iguales, apretadas en trama, un retornelo de castañuelas. Es el signo de otra órbita: síguelo. Desciende en el horizonte que domina una tromba de plomo, alta sobre los remolinos, vagabunda más que ellos: salobre turbión ondulante, soplado por el rebelde elemento a las nubes; haz que el paso sobre el cascajo te cruja y te tropiece la maraña de las algas: aquel instante es, tal vez, tan esperado, que te permita terminar tu viaje, anillo de una cadena, inmóvil andar, Oh! demasiado conocido delirio, Arsenio, de inmovilidad... Escucha entre las palmeras el brote trémulo de los violines, apagado cuando rueda el trueno con un bramar de espada detonada; la tempestad es dulce cuando brota blanca la estrella de la Canícula en el cielo azul y lejana parece la tarde que es próxima: si el rayo la incide ramifica como un árbol precioso dentro de la luz que se enrojece: y el tímpano de los gitanos es el retumbo silencioso. Desciende en medio de la oscuridad que precipita y cambia el mediodía en una noche de globos encendidos, bamboleantes en la orilla, y fuera, donde una sombra sola tiene mar y cielo, en las barcas dispersas palpita el acetilenohasta que gotea temeroso el cielo, humea el suelo que se abreva, todo de lado te enjuaga, golpean los blandos toldos, un rumor inmenso roe la tierra, abajo se debilitan chirriando las linternas de papel sobre las calles. Así, perdido entre los mimbres y las esteras goteantes, junco tú que las raíces consigo arrastran, viscosas, ya no ágiles, tiemblas de vida y te extiendes en un vacío resonante de lamentos sofocados, la red te absorbe de la onda antigua que te envuelve; y todavía todo te recoge, calle pórtico muros espejos te fija en una sola helada multitud de muertos,

y si un gesto te roza, una palabra cae a tu lado, aquello es tal vez, Arsenio, en la hora que se disuelve, la señal de una vida ahogada surgida para tí, y el viento la porta con la ceniza de los astros. Arsenio. I turbini sollevano la polvere / sui tetti, a mulinelli, e sugli spiazzi / deserti, ove i cavalli incappucciati / annusano la terra, fermi innazi / ai vetri luccicanti degli alberghi. / Sul corso, in faccia al mare, tu discendi / in questo giorno / or piovoso ora acceso, in cui par scatti / a sconvolgerne l’ore / uguali, strette in trama, un ritornello / di castagnette. // È il segno d’un’altra orbita: tu seguilo. / Discendi all’orizzonte che sovrasta / una tromba di piombo, alta sui gorghi, / più d’essi vagabonda: salso nembo / vorticante, soffiato dal ribelle / elemento alle nubi; fa che il passo / su la ghiaia ti scricchioli e t’inciampi / il viluppo dell’alghe: quell’istante / è forse, molto atteso, che ti scampi / dal finire il tuo viaggio, anello d’una / catena, immoto andare, oh troppo noto / delirio, Arsenio, d’immobilità... // Ascolta tra i palmizi il getto tremulo / dei violini, spento quando rotola / il tuono con un fremer di lamiera / percossa; la tempesta è dolce quando / sgorga bianca la stella di Canicola / nel cielo azzurro e lunge par la sera / ch’è prossima: se il fulmine la incide / dirama come un albero prezioso / entro la luche che s’arrosa: e il timpano / degli tzigani è il rombo silenzioso. // Discendi in mezzo al buio che precipita / e muta il mezzogiorno in una notte / di globi accesi, dondolanti a riva,- / e fuori, dove un’ombra sola tiene / mare e cielo, dai gozzi sparsi palpita / l’acetilene- / finché goccia trepido / il cielo, fuma il suolo che s’abbevera, / tutto d’accanto ti sciaborda, sbattono / le tende molli, un fruscìo immenso rade / la terra, giù s’afflosciano stridendo / le lanterne di carta sulle strade. // Così sperso tra i vimini e le stuole / grondanti, giunco tu che le radici / con sé trascina, viscide, non mai / svelte, tremi di vita e ti protendi / a un vuoto risonante di lamenti / soffocati, la tesa ti ringhiotte / dell’onda antica che ti volge; e ancora / tutto che ti riprende, strada portico / mura specchi ti figge in una sola / ghiacciata moltitudine di morti, / e se un gesto ti sfiora, una parola / ti cade accanto, quello è forse, Arsenio, / nell’ora che si sciogle, il cenno d’una / vita strozzata per te sorta, e il vento / la porta con la cenere degli astri.

Moradas Busco en vano el punto donde se movió la sangre que te nutre, infinito rechazarse de los círculos, más allá del espacio breve de los días humanos, que te hice presente en una congoja de agonías que no sabes, viva en un pútrido pantano de astro abismado; y ahora es linfa que dibuja tus manos, te late en los pulsos inadvertida y el rostro te inflama o descolora. También la red minuta de tus nervios recuerda un poco este su viaje y si los ojos te descubro allí se consuma un fervor cubierto de un paso borrascoso de espuma que ora se espesa ora se rompe, y tú lo sientes en los zumbidos de las sienes desvanecer en tu vida como se rompe a veces en el silencio de una plaza amodorrada un vuelo estrepitoso de palomas.

En tí converge, ignara, una aureola de hilos, y cierto, alguno de ellos se parecía a los otros; y hubo quien estremeció la tarde recorrido por una cándida ala en fuga, y hubo quien vió larvas vagabundas donde otros faltantes chiquillas en enjambres, o separaciones, cuál relámpago que derramas, en el sereno una arruga y el choque de las palancas del mundo salidas de un desgarrón del azul la envolvió, lamentoso. En tí me aparece una última corona de ceniza ligera que no dura pero desflecada se precipita. Querida, desquerida, es así tu naturaleza. Tocas el signo, tramontas. ¡Oh, el zumbido del arco que es disparado, el surco que ara la oleada y se encierra! Y ahora sube la última burbuja. La condena es tal vez esta desvariante amarga oscuridad que desciende sobre quien queda. Da Le occasioni (1928-1939). Stanze. Ricerco invano il punto onde si mosse / il sangue che ti nutre, interminato / respingersi di cerchi oltre lo spazio / brevi dei giorni umani, / che ti rese presente in uno strazio / d’agonie che non sai, viva in un putre / padule d’astro inabissato; ed ora / è linfa che disegna le tue mani, / ti batte ai polsi inavvertita e il volto / t’infiamma o discolora. // Pur la rete minuta dei tuoi nervi / rammenta un poco questo suo viaggio / e se gli occhi ti scopro li consuma / un fervore coperto da un passaggio / turbinoso di spuma ch’or s’infitta / ora si frange, e tu lo senti ai rombi / delle tempie vanir nella tua vita / come si rompe a volte nel silenzio / d’una piazza assopita / un volo strepitoso di colombi. // In te converge, ignara, una raggéra / di fili; e certo alcuno d’essi apparve / ad altri: e fu chi abbrividì la sera / percosso da una candida ala in fuga, / e fu chi vide vagabonde larve / dove altri scorse fanciullette a sciami, / o scoperse, qual lampo che dirami, / nel sereno una ruga e l’urto delle / leve del mondo apparse da uno strappo / dell’azzurro l’avvolse, lamentoso. // In te m’appare un’ultima corolla / di cenere leggera che non dura / ma sfioccata precipita. Voluta, / disvoluta è così la tua natura. / Tocchi il segno, travàlichi. Oh il ronzìo / dell’arco ch’è scoccato, il solco che ara / il flutto e si rinchiude ! Ed ora sale / l’ultima bolla in su. La dannazione / è forse questa vaneggiante amara / oscurità che scende su chi resta.

Noticias de la amiata Los fuegos artificiales del mal tiempo serán murmullos de colmenas al atardecer. El cuarto tiene vigas apolilladas y un olor de melones penetra del entablado. Las humaredas mórbidas que remontan un valle de elfos y de hongos hasta el cono diáfano de la cima me enturbian los vidrios, y te escribo de quien, desde esta mesa remota, desde la célula de miel de una esfera lanzada en el espacioy las jaulas cubiertas, el hogar donde los marrones explotan, las venas

de salitre y de moho son el cuadro donde dentro de poco romperás. La vida que te fabula es todavía demasiado breve si te contiene !Abre tu ícono el fondo luminoso¡ Afuera llueve. Notizie dall'Amiata. Il fuoco d’artifizio del maltempo / sarà murmure d’arnie a tarda sera. / La stanza ha travature / tarlate ed un sentore di meloni / penetra dall’assito. Le fumate / morbide che risalgono una valle / d’elfi e di funghi fino al cono diafano / della cima m’intorbidano i vetri, / e ti scrivo di qui, da questo tavolo / remoto, dalla cellula di miele / di una sfera lanciata nello spazio- / e le gabbie coperte, il focolare / dove i marroni esplodono, le vene / di salnitro e di muffa sono il quadro / dove tra poco romperai. La vita / che t’affàbula è ancora troppo breve / se ti contiene ! Schiude la tua icona / il fondo luminoso. Fuori piove.

Dora Marcus 1 Fue donde el puente de madera pone a Puerto Corsini en alta mar y raros hombres, casi inmotos, hunden y hacen zarpar las redes. Con un signo de la mano indicabas la otra orilla invisible tu verdadera patria. Después seguimos el canal hasta la dársena de la ciudad, brillante de hollín en la basura donde se hundía una primavera inerte, sin memoria. Y aquí, donde una antigua vida si abigarra en una dulce ansiedad del Oriente, tus palabras irisábano como las escamas del salmonete moribundo. Tu inquietud me hace pensar en los pájaros de paso que chocan con los faros en las noches tempestuosas: es también una tempestad tu dulzura, remolinea y no aparece, y sus reposos son también muy raros. No sé como extenuada tú resistes en este lago de indiferencia que es tu corazón; tal vez te salva un amuleto que tienes cerca del lápiz de los labios, al edredón, a la lima: un ratón blanco, de marfil; ¡y así existes! 2 Ahora en tu Carintia

de mirtos floridos y de esteros, inclinada sobre el borde vigilas la carpa que tímida aboca y sigue sobre los filamentos, entre los hirsutos pináculos las ascensiones del atardecer y en las aguas una llama de toldos de muelles y pensiones. La tarde que se extiende sobre la húmeda cuenca no lleva con las palpitaciones de los motores otro que gemidos de ganzos y un interno de níveas mayólicas dice al espejo ennegrecido que te vió distinta una historia de horrores imperturbados y la incide donde la esponja no arriba. Tu leyenda, Dora, está escrita ya en aquellas miradas de hombres que tienen patillas alteradas y débiles en grandes retratos de oro y retorna a cada acuerdo que expresa la armónica rota en la hora que oscurece, siempre más tarde. Está escrita allá. El siempre verde laurel para la cocina resiste, la voz no muta, Ravenna está lejos, destila veneno una fe feroz. ¿Que quiere de tí? No se transfiere voz, leyenda o destino... Pero es tarde, siempre más tarde. Dora Markus. 1 Fu dove il ponte di legno / mette a Porto Corsini sul mare alto / e rari uomini, quasi immoti, affondano / o salpano le reti. Con un segno / della mano additavi all’altra sponda / invisibile la tua patria vera./ Poi seguimmo il canale fino alla darsena / della città, lucida di fuliggine, / nella bassura dove s’affondava / una primavera inerte, senza memoria.// E qui dove una’antica vita / si screzia in una dolce / ansietà d’Oriente, / le tue parole iridavano come le scaglie / della triglia moribonda. // La tua irrequietudine mi fa pensare / agli uccelli di passo che urtano ai fari / nelle sere tempestose: / è una tempesta anche la tua dolcezza, / turbina e non appare, / e i suoi riposi sono anche più rari. // Non so come stremata tu resisti / in questo lago / d’indifferenza ch’è il tuo cuore; forse / ti salva un amuleto che tu tieni / vicino alla matita delle labbra, / al piumino, alla lima: un topo bianco, / d’avorio; e così esisti 2 Ormai nella tua Carinzia / di mirti fioriti e di stagni, / china sul bordo sorvegli / la carpa che timida abbocca / o segui sui tigli, tra gl’irti / pinnacoli le accensioni / del vespro e nell’acque un avvampo / di tende da scali e pensioni. // La sera che si protende / sull’umida conca non porta / col palpito dei motori / che gemiti d’oche e un interno / di nivee maioliche dice / allo specchio annerito che ti vide / diversa una storia di errori / imperturbati e la incide / dove la spugna non giunge. // La tua leggenda,Dora ! / Ma è scritta già in quegli sguardi / di uomini che hanno fedine / altere e deboli in grandi / ritratti d’oro e ritorna / ad ogni accordo che esprime / l’armonica guasta nell’ora / che abbuia, sempre più tardi. // E scritta là. Il sempreverde / alloro per la cucina / resiste, la voce non muta, / Ravenna è lontana, distilla /

veleno una fede feroce. / Che vuole da te ? Non si cede / voce, leggenda o destino... / Ma è tardi, sempre più tardi.

(s.t) Y tú seguiste las frágiles arquitecturas inundadas por el tiempo y el carbón, los patios cuadrados que tienen en el medio el pozo profundísimo; tú seguiste el vuelo desaliñado de los pájaros nocturnos y en el fondo del barranco el destello de la galaxia, la franja de cada tormento. Pero el paso que resuena tanto en el oscuro es de quién va solitario y otro no ve que este caer de arcos, de sombras y de pliegues. Las estrellas tienen pespuntes demasiado sutiles, el ojo del campanario está detenido a las dos, las trepadoras, también ellas, son una ascensión de tinieblas y su perfume duele amargo. Regresa mañana más frío, viento del norte, deshoja las antiguas manos de la arenisca, trastorna los libros de horas en el desván, y todo sea lente tranquilo, dominio, prisión del sentido que no desespera !Regresa más fuerte viento de septentrión que haces deseables las cadenas y sigilas las esporas de lo posible! Son demasiado estrechas las calles, los asnos negros que zapatean en fila producen chispas, del pico escondido responden llamaradas de magnesio. ¡Oh, el goteo que desciende poco a poco de las casuchas oscuras, el tiempo hecho agua, el largo coloquio con los pobres muertos, la ceniza, el viento, el viento que tarda, la muerte, la muerte que vive! (s.t) E tu seguissi le fragili architetture / annerite dal tempo e dal carbone, / i cortili quadrati che hanno nel mezzo / il pozzo profondissimo; tu seguissi / il volo infagottato degli uccelli / notturni e in fondo al borro l’allucciolìo / della Galassia, la fascia d’ogni tormento. / Ma il passo che risuona a lungo nell’oscuro / è di chi va solitario e altro non vede / che questo cadere di archi, di ombre e di pieghe. / Le stelle hanno trapunti troppo sottili, / l’occhio del campanile è fermo sulle due ore, / i rampicanti anch’essi sono un’ascesa / di tenebre ed il loro profumo duole amaro. / Ritorna domani più freddo, vento del nord, / spezza le antichi mani dell’arenaria, / sconvolgi i libri d’ore nei solai, / e tutto sia lente tranquilla, dominio, prigione / del senso che non dispera ! Ritorna più forte / vento di settentrione che rendi care / le catene e suggelli le spore del possibile! / Son troppo strette le strade, gli asini neri / che zoccolano infila dànno scintille, / dal pico nascosto rispondono vampate di magnesio, / Oh il gocciolìo che scende a rilento / dalle casipole buie, il tempo fatto acqua, / il lungo colloquio coi poveri morti, la cenere, il vento, / il vento che tarda, la morte, la morte che vive!

De La ventisca y otro (1940-1954) La ventisca Les princes n’ont point d’yeux pour voir ces grand’s merveilles.Leurs mains ne servent plus qu’à nous persécuter... Agrippa D’Aubigné, À Dieu

La ventisca que escamonda sobre las hojas duras de la magnolia los largos truenos marzalinos y el granizo, (los sonidos de cristal en tu nido nocturno te sorprenden, del oro que se ha apagado sobre los caobos, sobre el corte de los libros religados, quema todavía un granil de azúcar en la cáscara de tus párpados) el relámpago que blanquea árboles y muros y los sorprende en aquella eternidad de instante - mármol dicha y destrucción - que dentro te esculpe puertos para tu condena y que te ata más que el amor a mí, extraña hermana, y después la dura quiebra, los sitros, el temblar de los tamborcillos sobre la fosa ladrona, el zapatear del fandango, y arriba cualquier gesto que devana... Como cuando te volviste y con la mano, desocupada la frente de la nube de los cabellos, me saludaste - para entrar en la oscuridad. Da La bufera e altro (1940-1954). La Bufera. Les princes n’ont point d’yeux pour voir ces grand’s merveilles, / Leurs mains ne servent plus qu’à nous persécuter... // Agrippa D’Aubigné, À Dieu // La bufera che sgronda sulle foglie / dure della magnolia i lunghi tuoni / marzoline e le grandine, / (i suoni di cristallo nel tuo nido / notturno ti sorprendono, dell’oro / che s’è spento sui mogani, sul taglio / dei libri rilegati, brucia ancora / una grana di zucchero nel guscio / delle tue palpebre) // il lampo che candisce // alberi e muri e li sorprende in quella / eternità d’istante - marmo manna / e distruzione - ch’entro te scolpita / porti per tua condanna e che ti lega / più che l’amore a me, strana sorella,- / e poi lo schianto rude, i sistri, il fremere / dei tamburelli sulla fossa fuia, / lo scalpicciare del fandango, e sopra / qualque gesto che annaspa... / Come quando / te rivolgesti e con la mano, sgombra / la fronte dalla nube dei capelli, / mi salutasti - per entrar nel buio.

Malecón El soplo cresce, la oscuridad está rota en pedazos, y la sombra que tú mandas sobre la frágil empalizada se riza ¡Demasiado tarde si quieres ser tú misma! De la palma cae el topo, el relámpago está sobre la mecha, sobre las larguísimas pestañas de tu mirada. Lungomare. Il soffio crece, il buio è rotto a squarci, / e l’ombra che tu mandi sulla fragile / palizzata s’arriccia. Troppo tardi // se vuoi esser te stessa ! Dalla palma // tonfa il sorcio, il baleno è sulla miccia, / sui lunghissimi cigli del tuo sguardo.

El arca La tempestad de primavera ha trastornado el sombrero del sauce, Si al torbellino de abril se ha enredado, en el huerto, el vellocino de oro que esconde mis muertos, mis perros confiados, mis viejas siervas - cuántos de entonces (cuando el sauce era rubio y yo truncaba los anhelos con la fonda) han caído vivos, en la trampa. La tempestad ciertamente los reunirá bajo aquel techo de antes, pero lejos, muy lejos de esta tierra fulgurada donde hierven cal y sangre en la impronta del pie humano. Humea el cazo en la cocina, un redondo suyo de reflejos acentúa los rostros huesudos, los hocicos aguzados y los protege en el fondo la magnolia si un soplo os la bota. La tempestad primaveral sacude con un ladrido de fidelidad mi arca, oh perdidos. L'arca. La tempesta di primavera ha sconvolto /l´ombrello del salice, /al turbine d´aprile /s´è impigliato nell´orto il vello d´oro /che nasconde i miei morti, /i miei cani fidati, le mie vecchie /serve - quanti da allora /(quando il salce era biondo e io ne stroncavo /le anella con la fionda) son calati, /vivi, nel trabocchetto. La tempesta /certo li riunirà sotto quel tetto /di prima, ma lontano, più lontano /di questa terra folgorata dove /bollono calce e sangue nell´impronta /del piede umano. /Fuma il ramaiolo /in cucina, un suo tondo di reflessi /accentra i volti ossuti, i musi aguzzi /e li protegge in fondo la magnolia /se un soffio ve la getta. La tempesta /primaverile scuote d´un latrato /di fedeltà la mia arca, o perduti.

Luz de invierno Cuando descendí del cielo de Palmira sobre palmas enanas y propileos confitados y una uñada en la garganta me advirtió que me habrías raptado, cuando descendí del cielo de la Acrópolis y encontré, a kilómetros, cestas de pulpos y murenas (¡la sierra de aquellos dientes sobre el corazón entumecido!), cuando dejé las cimas de las auroras deshumanas por el helado museo de momias y escarabajos (tú estabas mal, única vida) y confronté la piedra pómez y el diaspro, la arena y el sol, el fango y la arcilla divinaen la centella que se alzó fuí nuevo e incinerado. Luce d'inverno. Quando scesi dal cielo di Palmira / su palme nane e propilei canditi / a un’unghiata alla gola m’avvertì / che mi avresti rapito, / quando scesi dal cielo dell’Acropoli / e incontrai, a chilometri, cavagni / di polpi e di murene / (la sega di quei denti / sul cuore rattrapito!), / quando lasciai le cime delle aurore / disumane per il gelido museo / di mummie e scarabei (tu stavi male, / unica vita) e confrontai la pomice / e il diaspro, la sabbia e il sole, il fango / e l’argilla divina - / alla scintilla / che si levò fui nuovo e incinerito.

De Satura (1962-1970) La historia 1 La historia no se desata como una cadena de anillos ininterrumpida. En todo caso muchos anillos no detienen. La historia no contiene el antes y el después, nada que en ella rezongue a fuego lento. La historia no es producto de quien la piensa y tampoco de quien la ignora. La historia no se hace camino, se obstina, detesta el poco a poco, no procede ni desiste, cambia de rieles

y su dirección no está en los horarios. La historia no justifica y no deplora, la historia no es intrínseca porque está fuera la historia no suministra caricias o golpes de fusta. La historia no es maestra de nada que nos ataña. Apercibirse no sirve para hacerla más verdadera y más justa. 2 La historia no es, pues, la desvastante escarbadura que se dice. Deja túneles, criptas, huecos y escondites. Hay quien sobrevive. La historia es también benévola: destruye cuánto más puede: si exagerase, seguramente sería mejor, pero la historia es corta de noticias, no cumple todas sus venganzas. La historia raspa el fondo como una red de arrastre con cualquier desgarradura y más de un pez escapa. Cualquier ocasión se encuentra el ectoplasma de un salvado y no parece particularmente feliz. Ignora estar afuera, ninguno se lo ha dicho. Los otros, en el saco, se creen más libres que él. Da Satura (1962-1970). La Storia. 1 La storia non si snoda / come una catena / di anelli ininterrotta. / In ogni caso / molti anelli non tengono. / La storia non contiene / il prima e il dopo, / nulla che in lei borbotti / a lento fuoco. / La storia non è prodotta / da chi la pensa e neppure / da chi l’ignora. La storia / non si fa strada, si ostina, / detesta il poco a poco, non procede / né recede, si sposta di binario / e la sua direzione / non è nell’orario. / La storia non giustifica / e non deplora, / la storia non è intrinseca / perche è fuori. / La storia non somministra / carezze o colpi di frusta. / La storia non è magistra / di niente che ci riguardi. / Accorgersene non serve / a farla più vera e più giusta. 2 La storia non è poi / la devastante ruspa che si dice. Lascia sottopassaggi, cripte, buche / e nascondigli. C’è chi sopravvive. La storia è anche benevola: distrugge quanto più può: se esagerasse, certo / sarebbe meglio, ma la storia è a corto / di notizie, non compie tutte le sue vendette.// La storia gratta il fondo / come una rete a straccio / con qualche strappo e più di un pesce sfugge. / Qualche volta s’incontra l’ectoplasma / d’uno scampato e non sembra particolarmente felice. / Ignora di essere fuori, nessuno glie n’ha parlato. / Gli altri, nel sacco, si credono / più liberi di lui.

Xenia I,13 Tu hermano murió joven; tú eras la niña desgreñada que me mira “en pose” en el oval de un retrato. Escribí músicas inéditas, inauditas, hoy sepultas en un baúl o botadas en la alberca. Tal vez las reinventa alguien ignorante, si lo que está escrito está escrito. Lo amaba sin haberlo conocido. Aparte de tí nadie lo recordaba. No he hecho investigaciones: ahora es inútil. después de tí quedé el único para quien él existió. Pero es posible, lo sabes, amar una sombra, sombras nosotros mismos. II,5 He descendido, dándote el brazo, por lo menos un millón de (escaleras) y ahora que no estás hay un vacío en cada escalón. También así fue breve nuestro largo viaje. El mío dura todavía, ni siquiera me suceden las coincidencias, las reservaciones, las trampas, las afrentas de quien cree que la realidad sea aquella que se ve. He descendido millones de escaleras dándote el brazo no ya porque con cuatro ojos tal vez se ve más. Contigo las he descendido porqué sabía que de nosotros dos las solas verdaderas pupilas, aunque tan ofuscadas, eran las tuyas. Xenia. I,3 Tuo fratello morì giovane; tu eri / la bimba scarruffata che mi guarda / “in posa” nell’ovale di un ritratto. / Scrisse musiche inedite, inaudite, / oggi sepolte in un baule o andate / al màcero. Forse le riinventa / qualcuno inconsapevole, se ciò che’è scritto è scritto. / L’amavo senza averlo conosciuto. / Fuori di te nessuno lo ricordava. / Non ho fatto ricerche: ora è inutile. / Dopo di te sono rimasto il solo / per cui egli è esistito. / Ma è possibile, / lo sai, amare un’ombra, ombre noi stessi. II,5 Ho sceso, dandoti il braccio, almeno un milione di scale / e ora che non ci sei è il / vuoto a ogni gradino. / Anche così è stato breve il nontro lungo viaggio. / Il mio dura tuttora, né più mi occorrono / le coincidenze, le prenotazioni, / le trappole, gli scorni di chi crede / che la realtà sia quella che si vede. // Ho sceso milioni di scale dandoti il braccio / non già perché con quattr’occhi forse si vede di più. / Con te le ho scese perché sapevo che di noi due / le sole vere pupille, sebbene tanto offuscate, / erano le tue.

De Diario del 71 y del 72 El arte pobre La pintura de caballete cuesta sacrificios a quien la hace y es siempre un exceso para quien la compra y no sabe donde colgarla. Durante algún año he pintado sólo redes con pájaros ensacados, sobre papel azul de azúcar o pulpa de embalar. Vino y café, trazas de dentrífico si en el fondo había un mar adornable, éstas las tintas. Compuse también con cenizas y con fondos de “capuchinos” en Sainte-Adresse allá donde Jongkind encontró sus heladas luces y el paquete fue protegido con celofán y alcanfor (con escaso éxito). Es la parte de mí que consigue sobrevivir de la nada que había en mí, del todo que eras, tú, inconsciente. Da Diario del 71 e 72 . L'arte povera. La pittura / da cavaletto costa sacrifizi / a chi la fa ed è sempre un soprappiù / per chi la compra e non sa dove appenderla. / Per cualche anno ho dipinto solo ròccoli / con uccelli insaccati, / su carta blu da zucchero o cannaté da imballo. / Vino e caffè, tracce di dentifricio, / se in fondo c’era un mare infiocchettabile, / queste le tinte. / Composi anche con cenere e con fondi / di cappuccino a Sainte-Adresse là dove / Jongkind trovò le sue gelide luci / e il pacco fu protetto da cellofane e canfora / (con scarso esito). / È la parte di me che riesce a sopravvivere / del nulla ch’era in me, del tutto ch’eri / tu, inconsapevole

A.C. Intentamos un día encontrar un modus moriendi que no fuese el suicidio ni la sobrevivencia. Otros tomaron la iniciativa por nosotros: y ahora es tarde para relanzarse del escollo. Qué una alma dañina fuese la vida misma en su diapasón no lo creistes nunca: las horas acosaban, a tí bastó el orgullo, a mí el nicho del apuntador. A.C. Tentammo un giorno di trovare un modus / moriendi che non fosse il suicidio / né la sopravvivenza. Altri ne prese / per noi l’iniziativa: e ora è tardi / per rituffarci dallo scoglio. / Che un’anima malviva / fosse la vita stessa nel suo diapason / non lo credesti mai: le ore incalzavano, / a te bastò l’orgoglio, a me la nicchia / dell’imbeccatore.

La forma del mundo Si el mundo tiene la estructura del lenguaje y el lenguaje tiene la forma de la mente la mente con sus llenos y sus vacíos es nada o casi y no nos tranquiliza. Así habló Papirio. Estaba ya oscuro y llovía. Pongámonos al seguro dijo y apuró el paso sin darse cuenta que el suyo era el lenguaje del delirio. La forma del mondo. Se il mondo ha la struttura del linguaggio / e il linguaggio ha la forma della mente / la mente con i suoi pieni e i suoi vuoti / è niente o quasi e non ci rassicura. // Così parlò Papirio.Era già scuro / e pioveva. Mettiamoci al sicuro / disse e affrettò il passo senza accogersi / che il suo era il linguaggio del delirio.

Para terminar Recomiendo a mis herederos (si los hubiere) en materia literaria, lo que es improbable, que hagan una hermosa hoguera con todo lo que se refiere a mi vida, a mis hechos y a mis omisiones. No soy un Leopardi, dejo poco para quemar y ya es demasiado vivir en porcentaje. Viví al cinco por ciento, no aumenteis la dosis. Demasiadas veces, por el contrario, llueve sobre mojado. Per Finire. Raccomando ai miei posteri / (se ne saranno) in sede letteraria, / il che resta improbabile di fare / un bel falò di tutto che riguardi / la mia vita, i miei fatti, i miei non fatti. / Non sono un Leopardi, lascio poco da ardere / ed è già troppo vivere in percentuale. / Vissi al cinque per cento, non aumentate / la dose. Troppo spesso invece piove / sul bagnato. De Cuaderno de cuatro años

El vacío Ha desaparecido también el vacío donde, en un tiempo, se podía encontrar refugio. Ahora sabemos que también el aire es una materia que gravita sobre nosotros. Una materia inmaterial, lo peor que podía tocarnos. No está bastante lleno porque debemos poblarlo de hechos, de movimientos para poder decir que le pertenecemos y nunca le huiremos aunque muramos.

Atestar de objetos aquello que es el solo Objeto por definición sin que a él le importe nada, Oh torpe comedia. ¡y con que celo la recitamos! Da Quaderni di quattro anni. Il Vuoto. È sparito anche il vuoto / dove un tempo si poteva rifugiarsi. / Ora sappiamo che anche l’aria / è una materia che grava su di noi. / Una materia immateriale, il peggio / che poteva toccarci. / Non è pieno abbastanza perché dobbiamo / popolarlo di fatti, di movimenti / per poter dire che gli apparteniamo / e mai gli sfuggiremo anche se morti. / Inzeppare di oggetti quelo ch’è / il solo Oggetto per definizione / senza che a lui ne importi niente o turpe / commedia. E con che zelo la recitiamo!

(s.t) Existe un solo mundo habitado por los hombres y esto es más que cierto un solo mundo, un globo en el cual la cacería al hombre es el deporte en el que todos están de acuerdo. No puede ser un puro acto de maldad o el deseo impelente que por fin el sol se apague. Habrá otro, habrá un porqué pero sobre ésto los dioses están en desacuerdo. Sólo por esto han inventado el tiempo, el tiempo y un puñado de vivientes. Tienen necesidad de pensar sobre el porqué si hubiese un acuerdo de su crepúsculo no se hablaría más y entonces pobres hombres sin dioses ni demonios, la última, la peor de las infamias. (s.t) C’è un solo mondo abitato / da uomini / e questo è più che certo / un solo mondo, un globo in cui la caccia all’uomo / è lo sport in cui tutti sono d’accordo. / Non può essere un puro / fatto di malvagità / o il desiderio impellente / che infine il sole si spenga. / Ci sarà altro, ci sarà un perchè / ma su questo gli dèi sono discordi. / Solo per questo hanno inventato il tempo, / lo spazio e una manciata di viventi. / Hanno bisogno di pensarci su / perchè se un accordo ci fosse / del loro crepuscolo non si parlarebbe più / e allora / poveri uomini senza dèi né demoni, / l’ultima, la peggiore delle infamie.

(s.t)

Se resuelve bien poco con la metralla y con la fuerza. La hipótesis que todo sea un juego de palabras, un intercambio de sílabas, es la mas atendible. No por nada al principio era el Verbo. (s.t) Si risolve ben poco / con la mitraglia e col nerbo. / L’ipotesi che tutto sia un bisticcio, / uno scambio

di sillabe è la più attendibile. / Non per nulla in principio era il Verbo.

(s.t) Los poetas difuntos duermen tranquilos bajo sus epitafios y sólo tienen un sobresalto de indignación cuando un inútil escriba recuerda sus nombres. Así sucede también a las flores botadas en la basura si acaso por ventura alguno las rescata. Estaban viajando hacia su madre ahora hacia ninguno o hacia un mazo ligado con un cordón o con un papel plateado y la cestica de cerca sin, ni siquiera, la alegría de un niño o de un loco. (s.t) I poeti defunti dormono tranquilli / sotto i loro epitaffi / e hanno solo un sussulto d’indignazione / qualora un inutile scriba ricordi il loro nome. / Così accade anche ai fiori gettati nel pattume / se mai per avventura taluno li raccatti. / Erano in viaggio verso la loro madre / ora verso nessuno o verso un mazzo / legato da uno spago o da una carta argentata / e il cestino da presso senza nemmeno la gioia / di un bambino o di un pazzo.

Duermevela El sueño tarda en llegar despues me alcanzará sin preaviso. Afuera debe suceder cualquier cosa para demostrarme que el mundo existe y que los sedicentes vivos no están todos muertos. ¡Los aculturados, los poetas, los locos las máquinas los negocios las opiniones como nauseabunda olla podrida! ¡Y yo allí dentro incrustrado hasta los cabellos! Esta vez la piedad vence a la risa. Dormiveglia. Il sonno tarda a venire / poi mi raggiungerà senza preavviso. / Fuori deve accadere qualche cosa / per dimostrarmi che il mondo esiste e che / i sedicenti vivi non sono tutti morti. / Gli acculturati, i poeti, i pazzi / le machine gli affari le opinioni / quale nauseabonda olla podrida!/ E io lì dentro incrostato fino al capelli! / Stavolta la pietà vince sul riso.

De Diario póstumo (1996) Exabrupto Un espacio de años nos separa, pero rápido un gesto tuyo anula la distancia. Emerge un librito del bolsillo de una gran cartera, y límpido resuena un verso que debo juzgar. Es el saberte igual en un tiempo diverso que tal vez me duele. Una leve brisa entre brotes de luces levanta nubes de arena y espuma. Y lo que sale a flote exabrupto es que yo soy la musa y tú el cantor. Noticia alegre, sentirse al mismo tiempo maestro e inspirador. Da Diario postumo (1996). Ex Abrupto. Uno spazio di anni ci separa, / ma rapido un tuo gesto / annulla la distanza. / Fuoriesce un libricino / dal magazino di un grossa borsa, / e limpido risuona un verso / che devo giudicare. / È il saperti uguale / in un tempo diverso che forse / m’addolora. Una lieve brezza / tra barbagli di luce solleva / nugoli di sabbia e spume. E / ciò che viene a galla ex abrupto / è ch’io sono la musa e tu il cantore. / Notizia lieta, sentirsi al tempo stesso / maestro e ispiratore. / Il vate è morto, evviva l’estintore.

Mañanica En la puerta se perfila una aérea figura. Hete aquí con el girasol de tus aureolas. Ninguna presencia podrá turbar esta alegría que nos repropones. En cada aparición haces florecer vegetaciones nuevas. No tienes un cliché: emerges singular. Es el signo que sacude a los humanos. A nosotros, en este anfiteatro de fealdades, no nos queda más que recuerdo y dulía· cuál doble consuelo.

Mattinata. Sulla porta si profila / un’aerea figura. / Eccoti col girasole / delle tue aureole. / Né alcuna presenza potrà / turbare questa gaiezza / che ci riproponi. // Ad ogni apparizione / fai rifiorire vegetazioni nuove. / Non hai un cliché: / emergi singolare. È il segno / che travalica gli umani. / A noi, in questo anfiteatro / di brutture, non resta / che ricordo e dulia / qual duplice ristoro. ·(Culto de dulía, servidumbre)

En el jardín Desciendes del gran camino y te domina un cielo azul estivo. Una nube blanca de linos refresca la canícula a tu arribo. Nos sentamos en la banca habitual. Después de un rato un soplo de viento y tu sombrero de paja comienza a remolinear. Lo sostienes, te vuelves a sentar. El ala del gran pino marino como vela desplegada nos arrastra. Quisiéramos bordear de este litoral toda la costa, llegar en un dueto de nombres, de recuerdos, hasta Nervi. Pero el sol ya declina, difunde su esplendor en rayos oblicuos, dispar, regresa, y la memoria de tardes iguales duplica los horizontes, traduce en otros días aquel momento fugaz que desaparece. Ahora también el viento calla. Nel Giardino. Discendi dal gran viale / e ti sovrasta un cielo / azzuro estivo. Una nuvola / bianca di lini rinfresca / la canicola al tuo arrivo. / Ci sediamo sulla solita panchina. / Poi d’un tratto un soffio di vento / e la tua paglia comincia a turbinare. / L’afferri, ti risiedi. / L’ala del grande pino marino / come vela spiegata ci trascina. / Vorremmo bordeggiare / da questo litorale tutta la costiera, / giungere in un duetto di nomi, di ricordi / fino a Nervi. / Ma il sole già declina, / diffonde il suo lucore in raggi obliqui, / dispare, torna, e la memoria di sere / uguali raddoppia gli orizzonti, / traduci in altri giorni / quel momento fugace che scompare. / Ora anche il vento tace.

Recuerdo Ella sola percibía los sonidos de mis silencios. Temía, a veces, que huyese el tiempo hostil mientras hablábamos. Después de lo cual he perdido la memoria y ahora me reencuentro hablando de ella contigo, entre espirales de humo que velan nuestra conmoción. Y es esta la parte de mí que reencuentro cambiada: el sentimiento, de por sí informe,

en este hoy que es sólo de lamento. Ricordo. Lei solo percepiva i suoni / dei miei silenzi. Temevo / a volte che fuggisse il tempo / ostile mentre parlavamo. / Dopodiché ho smarrito la memoria / ed ora mi ritrovo a parlare / di lei con te, tra spirali di fumo / che velano la nostra commozione. / Ed è questa la parte di me che ritrovo / mutata: il sentimento, per sé informe, / in quest’oggi che è solo di rimpianto.

(s.t) Te llevarás contigo el último soplo de poesía; después una nube hinchada de presagios funestos oscurecerá la luz que nos fue concedida. No fuiste un simple resplandor, llegaste inesperada, voz de salvación. Un sonido límpido emiten los cristales cuando el viento los roza, la claridad los hace brillar como incandescentes arcobalenos que iluminan en torno. Alrededor el mundo se descolora. (s.t) Porterai con te l’ultima ventata / di poesia: poi una nube gonfia / di presagi funesti oscurerà / la luce che ci fu concessa. / Non fosti un semplice bagliore, / giungesti inaspettata, voce di salvazione. / Un suono limpido emettono / i cristalli quando il vento / li sfiora, il chiarore li fa splendere / come incandescenti arcobaleni / che illuminano d’attorno. / Intorno il mondo scolora.

(s.t) Tu palidez me hizo estremecer, se te leía en el rostro aquel abandono de la vida. Y, como agua límpida, tu mirada dijo la separación de las cosas humanas, portabas tu sufrir contigo, y respondías apenas; después de un rato saludaste, breve, y te fuiste dejándome con mi dolor, mudo. (s.t) Il tuo pallore / mi fece trasalire, / ti si leggeva in volto / quell’abbandono della vita. / E, come acqua limpida, / il tuo sguardo / disse il distacco / dalle umane cose, recavi / il tuo soffrire con te, / e rispondevi appena; / poi d’un tratto salutasti, / breve, e scivolasti via / lasciandomi col mio dolore, muto.

(s.t) Un día no lejano asistiremos a la colisión de los planetas y el diamantino cielo terminará sumergido en cráteres. Entonces recogeremos rutilantes flores y estrellas en neón. Mira, he aquí la señal, un fuego se cuelga en el cielo, se confrontan Júpiter y Orión ¿y en el terrible ruido donde ha terminado el hombre? Cierto, basta un soplo al mundo en que vivimos para desaparecer. Quedará, tal vez, un grito, aquél de la tierra que no quiere acabarse. (s.t) Un giorno non lontano / assisteremo alla collisione / dei pianeti e il diamantato cielo / finirà sommerso in avvalli. / Allora coglieremo rutilanti fiori / e stelle al neon. / Guarda, ecco il segnale, un fuoco / s’appicca in cielo, si scontrano / Giove con Orione e nel terribile / frastuono dov’è finito l’uomo? / Certo basta un soffio al mondo / in cui viviamo per scomparire. / Rimarrà forse un grido, quello / della terra che non vuole finire

Breve Noticia sobre Giuseppe Ungaretti Giuseppe Ungaretti nace el 10 de febrero de 1888 en Alejandría, Egipto. Sus padres habían emigrado de Lucca; en la ciudad sin forma definitiva sobrevivirán de los ingresos provenientes de una panadería. Era apenas un niño nuestro poeta cuando el padre muere durante la construcción del canal de Suez. Alejandría está en el desierto, donde no hay permanencia en el tiempo, donde no se alza un monumento y donde todo cambia incesantemente. Permanecerá allí hasta los 24 años asistiendo al espectáculo que su amigo Pea permite en la “Baracca Rossa”, punto de confluencia de jóvenes anarquistas y socialistas del mundo entero. Siente nostalgia por la lejana Italia, tema de sobremesa de la madre viuda, y por un eventual país adoptivo, Francia. Estudia en los mejores colegios y descubre los mejores escritores, Leopardi, Baudelaire, Mallarmé, Racine y Nietzsche; Mallarmé lo marcará y Nietzsche lo hará descubrir insólitas perspectivas. En 1912 viaja a París. Lleva la ventaja de no tener referencia alguna de aquello que podría influir sobre algún joven poeta italiano que por aquella época estuviese radicado en Italia. En la mente lleva, eso sí, los sonidos de la noche, los cantos árabes, los gritos de los animales del desierto y todos reaparecerán en su poesía. Durante este viaje ve por vez primera a Italia y se pone en contacto con los grandes artistas de la época. En 1915 es alistado y va a la guerra como simple soldado; resulta aplazado en un curso de formación de oficiales por evidente incapacidad para el comando; terminará escribiendo poemas en las trincheras. Cuando en 1921 va a Roma ya ha publicado sus primeros versos. Asiste a un Congreso del PEN Club en Buenos Aires y recibe una invitación para hacerse cargo de la Cátedra de Lengua y Literatura Italiana en la Universidad de Sâo Paulo. En Brasil estará hasta 1942. Aquella larga permanencia lo marcará, también por razones ajenas a la literatura: allí entierra a su joven hijo. Traduce al italiano a numerosos poetas brasileños. En 1942 regresa a Italia donde, por “chiara fama”, le es conferida la Cátedra de Literatura Italiana Contemporánea en la Universidad de Roma. Muere en Milán en 1970. El nacimiento de Ungaretti en Egipto le permite, ya lo hemos dicho, carecer de las referencias de cualquier otro poeta joven italiano; está, pues, libre de monstruos como D´Annunzio o Pascoli. Si bien no escribe poemas hasta los 26 años bien puede decirse que su poesía nace en el desierto. A pesar de ser Mallarmé una influencia determinante en sus inicios no puede decirse que Ungaretti sea un poeta de formación francesa. En realidad su mérito es haber propuesto “una lengua poética” del siglo XX que procurara no parecerse a ninguna otra, popular lo suficiente como para resistir el tiempo y oscura, como música del desierto. En este poeta se entremezclan esa música, las lecturas, el delirio barroco del Brasil, el paisaje al fin conquistado. Escribe como si de un diario se tratara, marcando de manera tajante la relación entre recuerdo y poesía. Durante su permanencia en París había escuchado a Bergson impartiendo lecciones en La Sorbona y había quedado marcado, admitiendo posteriormente que el filósofo, a quien catalogó como el más grande del siglo, había tenido una influencia determinante en su poesía. Quizás esta influencia donde se note mejor sea en la tendencia de Ungaretti a la “ausencia”, es decir, a basarse en las implicaciones anagramáticas que cada palabra tiene. De Leopardi admira la agudeza con que aquel ve la relación entre forma e inspiración. Los términos inseparables de la poesía de Leopardi son memoria e

inocencia. Es obvio que Ungaretti no es un poeta romántico -en cualquier caso le molestaban las etiquetas- pero tiene algunas cosas del romanticismo, como ese entremezclarse del conocimiento y la religiosidad. Para Leopardi la memoria es sufrimiento corporal. La concepción que Ungaretti tiene de “memoria” es bastante parecida, con el aditivo de Bergson. No olvidemos, finalmente, que Leopardi ambicionaba el tono íntimo de Petrarca. Cada vez que Ungaretti escribe prosa encontramos el análisis de Petrarca, a Leopardi, a Pascal, en fin, una búsqueda permanente de la relación memoria-sueño. En L´Allegria están recogidos los poemas del frente y los recuerdos del desierto. Está formado por publicaciones de diferentes épocas, como Il Porto Sepolto (1919), propiamente las experiencias de las trincheras, folleto editado en 80 ejemplares y que provocó un artículo de Papini, el primero que jamás se escribiera sobre Ungaretti. También incluye, por ejemplo, Naufragi (1919) donde aparecen algunos textos de la época milanesa. El título mismo es irónico, aunque puede también implicar el reconocimiento y aceptación del camino humano, el camino común a todos los hombres. Pueden encontrarse numerosos versículos quebrados al máximo. Los primeros poemas de este volumen están influenciados por Laforgue y Mallarmé. La expresión es dictada por la guerra, realidad que acaba todo con su presencia trágica. La naturaleza es representada cruelmente y el lenguaje es lacónico. Il sentimento del tempo es un canto a la edad apenas madura, al amor y al paisaje y muestra ya una inquietud religiosa que no se opone, sin embargo, a la explosión de los sentimientos. Es el aclimatamiento a la vida en un nuevo paisaje, en una nueva edad y experiencia. El paisaje es el del Lazio -sustituto de aquel egipcio- el mito que vive alrededor de Roma. Con L´Allegria Ungaretti dice que buscaba “una perfecta coincidencia entre la tensión rítmica del vocablo y su calidad expresiva...”, lo que lo portaría hacia posteriores y más complejos intentos de unidad verbal. Quería que el verso reconquistara el ritmo tal como había sido marcado en el oído italiano por la naturaleza fónica de la lengua y por la tradición sintáctica y armónica que a través de los siglos había sido trasmitida a las formas. Señalaba como suprema aspiración de la poesía la de cumplir el milagro, en palabras, de un mundo resucitado en su pureza originaria. El objetivo perseguido no era otro que reaccionar contra la hinchazón florida del d’annunzianismo, contra la palabrería futurista y el empequeñecimiento de la supuesta poesía de vanguardia. Volver a llevar la palabra, ese austero signo de la dignidad humana, a su esencialidad, es decir, a su escabrosa importancia y autoridad. Il sentimento del tempo está marcado por el arribo a Roma, ciudad barroca. Ungaretti siempre insistirá en que fue Miguel Angel quien le reveló el misterio del barroco. Explica que no es ésta la afirmación que pueda definirse con proposiciones lógicas, siendo más bien un asunto de vida interior. Il sentimento se escribe observando a Roma bajo los cambios de las estaciones. Quien alguna vez haya visto la campiña romana podrá ayudarse a entender al poeta nacido en Alejandría. La primera parte de este poemario describe precisamente paisajes del verano, estación del barroco. Al otoño pertenece, con mayor propiedad, La terra promessa. En todo caso hay que destacar que en este momento del diario ungarettiano Petrarca y Leopardi siguen firmes en el cielo. De Leopardi destaca el sentimiento de la decadencia, del fin de la civilización a la cual estuvo ligado. De manera que este libro tiene dos momentos: la toma de posesión de Roma, de una ciudad que estaba impelido a hacer suya ya que había nacido en una extranjera, y del Lazio, ya que podemos encontrar numerosas referencias a la mitología de esta región, y un segundo, que todavía conserva a Roma en

el centro, que es el de la experiencia religiosa. Roma transpiraba el sentimiento de lo eterno. Libro de sol, de verano, estación de violencia. El hombre está inmerso en su fragilidad. Y, como siempre, el sueño de inocencia preadánica, aquella del Universo antes del hombre. Aquí a la naturaleza se le da un valor histórico, aunque, al mismo tiempo, un valor mítico. También aparece el deseo, el regreso del estado edénico, la aurora, no de perfecta felicidad y en cualquier modo contaminada por la historia; además, la muerte, la nada. En La terra promessa, especialmente en Le Canzoni, que abre el poemario, surge el conocerse, pascalianamente, ser de la nada. Puede decirse que este poema pasa de una inspiración en la realidad de los sentidos a una en la realidad intelectual. La terra promessa es escrito con mucha lentitud, había una tragedia en el mundo y una tragedia personal en el poeta. Aquí la naturaleza, conservando un carácter mítico, intenta transformarse en un motivo de reflexión metafísica sobre las condiciones del hombre en el universo. Aquí está la poesía del hombre que deja la juventud y entra en la madurez. Ungaretti había concebido este libro como la tercera estación de su canto, pero suceden hechos dramáticos en su vida que dan origen a Il dolore. El viaje a Brasil y la muerte de su hijo de nueve años lo marcarán, produciendo, fundamentalmente, los poemas que hemos seleccionado del último libro mencionado. En Un grido e Paesaggi recoge textos que dejó fuera de Il dolore por considerar entonces que debían permanecer privados. En Il Taccuino del vecchio aparece, entre otros, un recuerdo para su esposa recientemente fallecida. Apocalissi, Proverbi, Dialogo, sus poemas en francés (Derniers jours), todos, incluyendo los anteriormente mencionados, aparecerán en Vita d´un uomo, la antología total de su obra poética. Cuando apareció el volumen, Ungaretti dijo que aquello era simplemente un diario, el desarrollo de su vida. Tenía razón. Todo en esta obra suya es una relación entre poesía y experiencia biográfica, un recíproco condicionarse entre empeño humano y experimentación formal. El primero en escribir sobre Ungaretti fue Giovanni Papini, en 1917. Dejó dicho: “Hay aquí una calidad de visión que es toda italiana, y un dejarse andar a la deriva de la propia imaginación que es casi oriental y una movible electricidad de recuerdos y disonancias que es francesa moderna...” Carlo Bo, en 1938, se manifestó de acuerdo con Ungaretti en llamar diarios a sus libros de poesía y destacó como una necesidad “entender que son el período esencial de las formas esenciales de la poesía”. Críticas sobre Ungaretti que merecen destacarse son las de Giuseppe de Robertis (1945) y el ensayo de Carlos Ossola, de 1974. Inclusive existe una Antología de la crítica, la recopilada por Giuseppe Taso bajo el título La crítica a Ungaretti (Cappeli, 1977). Así mismo son recomendables Materiale per uno studio su Giuseppe Ungaretti (Academie e Biblioteche d´Italia, 1977), de Renzo Frattarolo y Atti del Convegno Internazionale su Giuseppe Ungaretti (Edizioni Avanti, 1981) de Carlos Bo, M.Petrucciani y otros. En materia de biografías destaca la de Leone Piccioni, Vita di un poeta (Rizzoli, 1970). Una frase muy apropiada es pronunciada por Pietro Citati, en 1970, ante la muerte del poeta: “Todos aquellos en estos años lo encontraban y lo frecuentaban, todos aquellos que hablaban con este hombre agudo, preciso e inteligente por detrás de apariencias embriagadas, cavernosas y ligeramente demoníacas, habían aprendido de él que cosa eran la adolescencia, la juventud, la madurez y la vejez de la poesía... Habían conocido y amado en sus versos, como en los de Apolinaire, y en los cuadros cubistas, la adolescencia de nuestro siglo”. Como traductor Ungaretti dejó excelentes versiones de Saint John Perse, Willian Blake, Góngora, Mallarmé, Homero, Pound, Racine y

Shakespeare. Igualmente de los poetas brasileños Drumond De Andrade, Bandeira y Vinicius de Moraes, entre otros. El mismo ha sido traducido a numerosos idiomas. Como prosista, Ungaretti dejó numerosos ensayos, por ejemplo, sobre Virgilio, sobre La Divina Comedia y sobre Leopardi. Tiene un discurso sobre “Don Quijote”, análisis de los sonetos de Shakespeare, sobre Góngora y sobre varios poetas brasileños. También se ocupó de Ginsberg. Por supuesto hay que mencionar las reflexiones sobre sus obras recogidas en Razones de una poesía, texto reelaborado en numerosas ocasiones. Ungaretti, uno de los primeros poetas herméticos, se inicia en una revuelta contra las formas poéticas tradicionales y termina reconquistando, renovando, el endecasílabo, forma de siempre de la poesía italiana. Ungaretti constata la soledad y el dolor del hombre y termina con la fe y el convencimiento de haber recorrido simplemente el camino humano. Dentro de los módulos tradicionales introduce el rescate del valor de la palabra. Constatado lo humano, comprueba que “el acto poético es un acto de liberación... no se tiene la noción de libertad sino por el acto poético que nos da la noción de Dios”. Buenas respuestas a sí mismo.

Antología de Giuseppe Ungaretti Índice Aburrimiento (Noia); Tal Vez Nace (Nasce Forse); El Puerto Sepulto (Il Porto sepolto); Nostalgia (Nostalgia); Mañana (Mattina); Inicio de Tarde (Inizio di Sera); Junio (Giugno); Vanidad (Vanità); Desde el Camino de Valle (Dal Viale Di Valle); Vagabundo (Girovago); Soldados (Soldati); Retorno (Ritorno); El Africano en París (L'Africano a Parigi); Ironía (Ironia); Un sueño sólito (Un Sogno Solito); Oración (Preghiera); Silencio en Liguria (Silenzio in Liguria); Juno (Giunone); Cada Gris (Ogni Grigio); Con Fuego (Con Fuoco); He Perdido Todo (Tutto Ho Perduto); En Las Venas (Nelle Vene); Secreto del Poeta (Segreto del Poeta); Apocalipsis (Apocalisse); El Relámpago de la Boca (Il Lampo della Bocca); Sobreviviente Infancia (Superstite Infanzia); Babel (Babele); Soldado (Soldato); Noche (Notte).

De La alegría (1914-1919) Aburrimiento También esta noche pasará Esta soledad de ronda titubeante sombra de los cables tranviarios sobre el húmedo asfalto Miro a los conductores medio dormidos cabecear. Da L’allegria (1914-1919) Noia. Anche questa notte passerá / Questa solitudine in giro / titubante ombra dei fili tranviari / sull’umido asfalto / Guardo le teste dei brumisti / nel mezzo sonno / tentennare.

Tal vez nace Hay una neblina que nos borra Tal vez aquí arriba nace un río Oigo el canto de las sirenas del lago donde estaba la ciudad. Nasce forse. C'è la nebbia che ci cancella / Nasce forse un fiume quassú / Ascolto il canto delle sirene / del lago dov’era la cittá.

De El puerto sepulto El puerto sepulto (Mariano, 29 de junio de 1916) El poeta arriba allí y luego vuelve a la luz con sus cantos y los dispersa De esta poesía me queda aquella nada de inagotable secreto Da Il porto sepolto (1917). Il porto sepolto (Mariano il 29 giugno 1916). Vi arriva il poeta / e poi torna alla luce con i suoi canti / e li disperde / Di questa poesia / mi resta / quel nulla / d’inesauribile segreto

Nostalgia (Locvizza, 28 de septiembre de 1916) Cuando la noche está desfalleciendo poco antes de primavera y rara vez alguno pasa Sobre París se adensa un oscuro color de llanto En un ángulo de puente contemplo el ilimitado silencio de una muchacha tenue Nuestras enfermedades se funden Y como transportados se permanece Nostalgia (Locvizza il 28 settembre 1916). Quando / la notte è a svanire / poco prima di primavera / e di rado / qualcuno passa / Su Parigi s’addensa / un oscuro colore / di pianto / In un canto / di ponte / contemplo / l’illimitato silenzio / di una ragazza / tenue / Le nostre / malattie / si fondono / E come portati via / si rimane

De Naufragios Mañana (Santa María La Longa, 26 de enero de 1917) Me ilumino de inmenso Da Allegria di Naufragi (1919) Mattina (Santa Maria La Longa il 26 gennaio 1917). M’illumino / d’immenso

Inicio de tarde (Versa, 15 de febrero de 1917) La vida se vacía en diáfana ascensión de nubes llenas pespunteadas de sol Inizio di sera (Versa il 15 febbraio 1917). La vita si svuota / in diafana ascesa / di nuvole colme / trapunte di sole.

Junio (Campolongo, 5 de julio de 1917) Cuando se me muera esta noche y como otro pueda mirarla y me adormezca al rumor de las olas que terminan de enrollarse a la cinta de acacias de mi casa Cuando me despierte en tu cuerpo que se modula como la voz del ruiseñor Se extenúa como el color reluciente del grano maduro En la transparencia del agua el oro de seda de tu piel se encarnecerá de moreno Librada de las lajas sonoras del aire serás

como un pantera A los cortes móviles de la sombra te deshojarás Rugiendo muda en aquél polvo me sofocarás Después entornarás los párpados Veremos nuestro amor reclinarse como tarde Después veré serenado en el horizonte de alquitrán de tus iris morirme las pupilas Ahora el sereno está cerrado como a esta hora en mi país de África los jazmines. He perdido el sueño Oscilo a orillas de un camino como una luciérnaga ¿Se me morirá esta noche? Giugno (Campolongo il 5 luglio 1917) Quando / mi morirá / questa notte / e come un altro / potró guardarla / e mi addormenteró / al fruscio / delle onde / che finiscono / di avvoltolarsi // alla cinta di gaggie / della mia casa // Quando mi risveglieró / nel tuo corpo / che si modula / come la voce dell’usignolo // Si estenua / come il colore / rilucente / del grano maturo // Nella trasparenza / dell’acqua / l’oro velino / della tua pelle / si brenerá di moro // Librata / dalle lastre / squillanti / dell’aria sarai / come una / pantera //Ai tagli / mobili / dell’ombra / ti sfoglierai // Ruggendo / muta in / quella polvere / mi soffocherai // Poi / socchiuderai le palpebre //Vedremo el nostro amore reclinarsi / come sera //Poi vedró / rasserenato / nell’orizzonte di bitume / delle tua iride morirmi / le pupille / Ora / il sereno è chiuso / come / a quest’ora / nel mio paesed’Africa / i gelsomini / Ho perso il sonno / Oscillo / al canto d’una strada / come una lucciola / Mi morirà / questa notte ?

Vanidad (Vallone, 19 de agosto de 1917) De improviso está, alto, sobre las ruinas el límpido estupor de la inmensidad Y el hombre encorvado sobre el agua sorprendida por el sol se descubre una sombra Mecida y despacio rota Vanità (Vallone il 19 agosto 1917) D’improvviso / è alto / sulle macerie / il limpido / stupore / dell’immensitá // E l’uomo / curvato / sull’acqua / sorpresa / dal sole / si rinviene / un’ombra // Cullata e / piano / franta

Desde el camino del valle (Pieve Santo stefano, 31 de agosto de 1917) Limpiedumbre de montaña reascendida en el globo del tiempo amansado Dal viale di valle (Pieve Santo Stefano il 31 agosto 1917). Nettezza di montagna / risalita / nel globo / del tempo / ammansito

De Vagabundo 1918 Vagabundo (Campo di Maily, mayo de 1918) En ningún lugar de la tierra me puedo aposentar A cada nuevo clima que encuentro compruebo languideciente que alguna vez ya me le había avezado Y me aparto siempre extranjero Naciendo de vuelta de épocas demasiado vividas Gozar un solo minuto de vida inicial Busco un país inocente Da Girovago( 1918). Girovago (Campo di Maily maggio 1918). In nessuna / parte / di terra / mi posso / accasare // A ogni / nuovo / clima / che incontro / mi trovo / languente / che / una volta / già gli ero stato / assuefatto // E me ne stacco sempre / straniero // Nascendo / tornato da epoche troppo / vissute // Godere un solo / minuto di vita / iniziale // Cerco un paese / innocente

Soldados (Bosco di Courton, julio de 1918) Se está como de otoño sobre los árboles las hojas Soldati (Bosco di Courton luglio 1918) Si stà come /d´autunno /sugli alberi /le foglie

Breve noticia sobre Salvatore Quasimodo Salvatore Quasimodo nació en Módica, Sicilia, el 20 de agosto de 1901. Es así como se comienza una biografía: lugar de nacimiento, fecha y quizás color de los ojos, como si se tratase de una reseña para la oficina de Registro Civil. Sin embargo, este poeta siciliano, como todos los poetas, no tiene biografía, su vida es simple, con algunas fechas destacables: un viaje, un encuentro importante. La biografía de un poeta es su obra, dejó dicho, con verdad, Octavio Paz. Es pues allí donde debemos ir- a los poemas, prosa y traducciones- en procura de páginas donde informar. No obstante, algunas cosas es necesario decir, para entenderlo. De su pobreza, por ejemplo. El padre era Jefe de Estación de los Ferrocarriles y así el niño Salvatore va de estación en estación, viviendo algún tiempo en un viejo vagón abandonado. A los 18 años deja Sicilia, físicamente se entiende, pues él será siempre el poeta de aquella isla maravillosa donde se juntaron tantas civilizaciones, especialmente la griega, de la cual reivindicará un origen en verdad vago y sólo adquirido con el estudio y las traducciones de los poetas. Quasimodo estudia en el Politécnico de Roma y, por su cuenta, latín y griego. Para procurarse el sustento hizo un poco de todo: dibujante técnico, empleado en una ferretería, geómetra en Reggio Calabria, Liguria, Sondrio y Milán. En esta última ciudad establece bases definitivas; allí le conceden, “per chiara fama”, la Cátedra de Literatura Italiana en el Conservatorio de Música “Giuseppe Verdi”, donde ejercerá como profesor hasta cuatro meses antes de su muerte ocurrida en 1968. Quasimodo altera sus datos biográficos y nada le importan las demostraciones que los adversarios hacen de la falsedad de aquellas indicaciones. Son inocentes mentiras necesarias a la máscara que pretende de “griego siciliano”. Por esta razón se proclama nacido en Siracusa y a su abuela como “una verdadera griega”, buscando así un parentesco, o una relación de origen, con las fuentes clásicas, mientras los adversarios comprueban que la vieja “nonna” era sólo una humilde descendiente de prófugos. Tal vez Quasimodo era, propiamente, un producto de las “dos Sicilias”, con todo lo que ello implica. En todo caso, sus traducciones del griego son verdaderas recreaciones en medida tal que Edoardo Sanguineti lo representa exclusivamente con ellas en su antología de la poesía italiana del 900. Quasimodo es un poeta de isla que llega a convertir aquella tierra en el “paraíso perdido” del hombre; como todo poeta que se precie, universaliza la “pequeña casa”, con todas las cosas que sus ojos vieron, desde las viviendas destruidas y los cadáveres y los soldados que fusilan saqueadores ante su sorpresa de niño refugiado en un vagón en una vía muerta, hasta las lecturas y recreación de la poesía griega y de los clásicos latinos. Hay una amistad importante, la de Giorgio La Pira, compañero de escuela que se convertirá en el famoso Alcalde de Florencia. En 1917 funda con él, y otros, una revista literaria. Un importante período, entre 1929 y 1930, lo pasa en Florencia, donde se introduce en el ambiente de “Solaria”, revista de notable importancia en la historia de la literatura italiana; allí comienza a conocer personalmente figuras relevantes de la literatura, lo que le servirá de mucho en su ubicación definitiva en Milán. Traduce a los clásicos. Se inscribe en el Partido Comunista del cual se alejará casi inmediatamente, aunque siempre se proclamará como un hombre de izquierda. En 1959 gana el Premio Nobel en medio de una dura polémica sobre la calidad de su poesía y de algún artículo mordaz que lo llena de tristeza. Su obra poética se puede catalogar en

ocho libros, aunque algunas de sus partes fueron editadas separadamente y otros corregidos y aumentados con poemas nuevos, lo que hace un poco engorrosa la enumeración total, prefiriendo, repito, remitirme a esos ocho libros tal como los presentó Mondadori. Hay que destacar que de esta época “solariana” sale con alguna influencia d’annunziana y pascoliana, fácilmente detectable en sus primeros poemas, pero también con un lenguaje elíptico que será suyo por largo tiempo, y con los signos primeros del hermetismo. Hace traducciones muy importantes de Catulo, Virgilio, Esquilo, Shakespeare, Cummings, Neruda, Ovidio y Molière, entre otros. También discurre, mereciendo mención su trabajo sobre “El poeta y el político” y sus “Discursos sobre la poesía”. El inicio del siglo XX de la poesía italiana está marcado por el futurismo, de Marinetti sí, pero también de los compañeros de movimiento, entre los cuales Gian Pietro Lucini, considerado por algunos como el mejor poeta del grupo. Como es obvio, esta centuria no se puede separar drásticamente de la anterior, en cuyos albores existieron poetas de notable influencia sobre la poesía inicial de ésta, como Novaro, Maestri, Negri, Gaeta y el propio D’Annunzio. Si una nota dominante se puede mencionar en la poesía italiana del siglo XX es el intimismo, sin olvidar el aluvión realista ocasionado por la II Guerra Mundial, en el cual cabe destacar a Pasolini y Sanguineti. Los poetas trascendentes de esta centuria son muchos y diversos, como Campana- corrosivo-, Ungaretti - ejemplar por muchas razones, en especial por su trabajo sobre la palabra -, Montale - de gran complejidad-, Pavese - autor de la apertura de un ciclo que cierra con Pasolini y Sanguineti-, el primero caracterizado por una poesía llana y coloquial, y el segundo por la corrosión y lo grotesco, anunciador del ocaso de la vanguardia. Entre ellos, Quasimodo, un poeta importante por muchas razones, como veremos, donde se entremezcla la herencia clásica, la guerra, una profunda religiosidad y el bagaje poético de todo lo que ha sido la isla siciliana en la historia del Mediterráneo. Quasimodo comienza la aventura en su época de geómetra en Reggio Calabria. Louis Aragon advierte, en 1959, en “Les lettres francaises”, que el realismo de este poeta “es distinto del neo-realismo, como de cualquier forma de naturalismo, aún de aquellos enmascarados bajo la etiqueta socialista”. Los poemas escritos entre 1917 y 1929 están recogidos en Acque e terre, libro que sería sometido posteriormente a una profunda revisión por el autor. Allí están las líneas maestras de la poesía de Quasimodo. 1930, año de la edición, bien puede considerarse una fecha clave para el hermetismo. La polémica se inicia apenas el volumen aparece y se acentuará dos años después con la edición de Oboe sommerso; se dice que nuestro poeta está influenciado por modelos estilísticos típicamente ungarettianos y por la “negación” de Montale. Hay que recordar que Quasimodo se encuentra con el hermetismo en Florencia, aunque las tendencias herméticas no sean exclusivamente florentinas, sólo que en aquellos momentos es la maravillosa ciudad toscana la que impone tono y medida a esta tendencia; además, allí se registran las propuestas tardo-decadentistas y neo-simbolistas y giran las inclinaciones europizantes, especialmente de origen francés (Apollinaire, Valèry, Eluard). Es en Florencia donde se pone en evidencia el nacimiento de una nueva crítica y se desarrolla lo que Oreste Macrí llama, en prólogo a Quasimodo, “la poética de la palabra”. En ambos libros pueden encontrarse naturales errores de sintaxis, pero también la esencialidad y la pureza que serán características a este poeta. Sicilia es ya un “país inocente”, en la concepción que de tal tenía Ungaretti. Quasimodo convierte la infancia en una edad mítica y a la isla en una prospectiva encantada. También está la religiosidad, alcanzando alguno de estos poemas tono de oración. Quasimodo escribe inmerso en los mitos sicilianos, especialmente aquellos de proveniencia griega y llora

por una naturaleza que tal vez sólo sirve para colorear un poco las ilusiones. Es permanente la identificación que hace Quasimodo entre naturaleza y búsqueda interior. Algunos críticos encuentran, en estos dos primeros libros, la presencia de D’Annunzio y del decadentismo. Algunos poemas de Acque e terre, especialmente aquellos de la época más juvenil, habían sido publicados en revistas y periódicos, moviendo a la crítica a señalar la presencia, además de D’Annunzio, de Pascoli. Es normal que en todo libro primerizo se encuentre inseguridad en el lenguaje, y éste no es una excepción. Aquí cohabitan formas libres y métrica tradicional. Entre los primeros poemas y aquellos finales, se puede encontrar a Pascoli como responsable del retardo de Quasimodo en descubrir a Montale y Ungaretti. Oboe sommerso, editado como hemos dicho en 1932, recoge algunas poesías ya publicadas en “Solaria” y nos revela la presencia de un léxico extraño. Gianfranco Contini (“Letteratura dell’Italia unita”, Sansoni, Firenze, 1968) hace notar que “el deseo de eterno se muestra en una infalible señal luminosa: sustantivos no `actualizados’ o, en cualquier caso, no determinados por artículos”. En este libro danzan voces astrales, no humanas, el viento y la muerte, en un retorno al caos original donde todas las cosas se reencuentran. Erato e Apòllion, el libro más representado en nuestra labor de traducción, representa en Quasimodo la cumbre del hermetismo. Es un bello libro, lleno de misticismo y fuerza, donde pienso que se recogen los mejores poemas escritos por el siciliano. Es en Nuove poesie (1936-1942) donde se puede señalar ya una aproximación definitiva, una casi identidad, entre Quasimodo y las traducciones-recreaciones que hace del griego. Aquí el paisaje se humaniza. Por lo demás, el propio poeta declaró que no estaba en su intención restituir a la poesía griega ritmos y formas originales, y sí revestir el canto de los antiguos de formas gratas a su concepción poética. Ya hemos dicho que Edoardo Sanguineti (“Poesia del novecento, Torino, 1969) representa a Quasimodo sólo con sus traducciones, en un modo de hacer, a mis ojos, exagerado e injusto, aunque comparto la explicación del antologista en cuanto señala esas traducciones como uno de los documentos más significativos del hermetismo. También tiene razón Giacinto Spagnoletti (“La letteratura italiana del nostro secolo”, Mondadori, Milano, 1985) cuando señala que en los versos finales de este libro Quasimodo muestra ya mayor disposición al diálogo consigo mismo y con los demás. En 1942 es publicada una antología bajo el título Ed è subito sera (incluye Acque e terre, Òboe sommerso, Erato e Apòllion, Nuove poesie), donde la visión de conjunto permite detectar la prevalencia del endecasílabo, verso tradicional de la lírica italiana, aunque se encuentran también medidas diversas. Constituye una representación del neoclásico, como en el poema “Ride la gazza, nera sugli aranci”, donde encontramos muchachos que danzan a la luz de la luna. Giorno dopo giorno, de 1947, es para el crítico Carlos Bo uno de los libros más discursivos de Quasimodo, sin lo que se pudiera llamar correcciones al mundo inicial, pero sí con la presencia de un modo de resistir en la propia verdad contra las sugestiones del tiempo. Aquí aparece ya la experiencia traumatizante de la guerra y, con ella, un deseo de mayor participación en el destino común. Con Il falso e vero verde, de 1954, vuelve a la temática de la isla, esta vez con profundas marcas surrealistas, en suma, la reaparición de viejos módulos adaptados a la evolución más reciente. En La terra impareggiabile, de 1958, manifiesta, en cambio, una sostenida voluntad de experimentación que lo lleva hacia la multiplicidad de motivos así como a estilos desiguales. En este libro se encuentra desde lo elegíaco-meditativo hasta el dato biográfico, todo dentro de una seria reflexión ética.

Dare e avere, de 1966, recoge los últimos años del poeta, con natural predominio del sentimiento de la muerte y de una aceptación calma de este final común a todos los hombres. Eugenio Montale fue uno de los primeros en escribir sobre Quasimodo. En la revista “Pegaso” (No.3, Firenze, marzo de 1931), comentó el entonces recién aparecido Aque e terre, señalando un salto de la habilidad a la poesía en el siciliano, de quien, evidentemente, conocía poemas sueltos publicados en revistas y periódicos. Insistía Montale en que Quasimodo había pasado del artificio a la verdadera expresión y que, para él, había en el libro la dignidad de una búsqueda que bien merecía reconocimiento. El segundo libro de nuestro poeta, Oboe sommerso, hizo decir a Elio Vittorini (“Il lavoro”, Genova, 15 de septiembre de 1932) que encontraba una poesía por eliminación, que se realizaba aligerándose y separándose de algo que la aprisionaba. Oreste Macrí (en Prólogo, Milano, 1958) asevera que en Quasimodo se cumple la última crisis del simbolismo. S.F.Romano (“Poesia e poetica di S.Q-Poetica dell’ermetismo”, Sansoni, Firenze, 1942), habla de un sentimiento de bienes perdidos, de dolores solitarios y pánicos vividos en un clima de mitos eternos, todo en figuras poéticas de belleza helenística. Así, Giancarlo Vigorelli encuentra en nuestro poeta un estallido de locura griega. Carlos Bo recuerda que Quasimodo tiene necesidad de probarse a cada momento entre la verdad de ayer y los datos probables de hoy. Giorgio Barberi Squarotti (“Quasimodo entre mito y realidad”, Udine, 6 de noviembre de 1958) explica como nuestro poeta queda en el límite de la oposición de dos esquemas, el dato y el mito, resaltando el lenguaje con dicción desnuda de los hechos y como creación de ejemplaridad universal, todo bajo la presencia del demonio de un clasicismo alimentado del mito de la “grecitá sicula”. Francesco Flora habla de una metáfora de los elementos primordiales y Gianfranco Contini de un sueño de sensaciones y sentimientos declaradamente ligados a los mitos mediterráneos trasladados a un lenguaje incorruptible, lapidario y lúcido. Algunos críticos limitan el análisis de Quasimodo al hermetismo, considerando éste como un “extrañarse” de todo contacto con la realidad, como un cerrarse a las ansias humanas de un tiempo. Esta crítica peca de desvinculación total con el contexto histórico. A la hora de los juicios no podemos olvidar la situación de Europa en los años 30 y 40, aquella de Hitler y Mussolini. El hermetismo no es otra cosa que una reacción dolorosa de encerramiento en sí mismo, un planteamiento de rescate de los valores morales y la exigencia de una relación más profunda- en lo posible- entre arte y vida. Como muy bien lo señala G.Zagurrio (“Quasimodo, la nueva Italia”, Firenze, 1964), era ésta la única forma posible de heroísmo para la literatura en aquellos tiempos oscuros. Era natural un escape a la identificación con aquella negra realidad, de Italia en particular, y del hombre contemporáneo en general. El hermetismo procuraba reducir la vinculación del yo con los sucesos históricos para tratar de conquistar una libertad interior metahistórica. Cuando la guerra termina, Quasimodo canta la terrible experiencia y entonces los mismos críticos se lanzan contra él por, supuestamente, haber abandonado el hermetismo. Como quedó dicho, Quasimodo encuentra esta tendencia en Florencia y se siente a gusto, procura adecuarla a sus necesidades poéticas y a su angustia de siciliano en fuga. En el hermetismo encuentra la libertad, más allá de la máscara autoimpuesta. No es en la división entre una época hermética y otra supuestamente anti-hermética donde la crítica puede aproximarse con justicia a este poeta. El mismo dejó dicho que no buscaba otra cosa que disonancias, algo más que la perfección. Friedrich (“La struttura della lirica moderna”, Garzanti, Milano, 1971) dejó dicho que “las tensiones de disonancias son una característica de la poesía moderna”. Disonancia implica rechazo en los órdenes

espacial, temporal, objetivo y espiritual y de aquellas distinciones que son necesarias a un orden normal (vecino y lejano, luz y sombra, dolor y alegría). Quasimodo parte- y por allí continúa- con la ruptura entre la imagen de la adolescencia y la de hombre. Quasimodo publicó también importantes trabajos en prosa, siendo el primero de ellos Petrarca y el sentimiento de la realidad. Merece también destacarse Scritti sul teatro, de 1960, donde recoge la correspondencia mantenida con los lectores a través del semanario “Tempo”. Un ensayo interesante es Leonida di Taranto, un escrito sobre este poeta griego considerado por muchos un autorretrato, una especie de testamento espiritual. En 1969 fueron publicadas Las cartas de amor (dirigidas a la Cumani). Mención aparte merece El poeta y el político (y otros ensayos), donde están incluidos sus conocidos “Discursos sobre la poesía”; en éstos se encuentra una referencia constante a T.S.Eliot, cuyos ensayos sobre Virgilio y Dante llaman especialmente la atención del siciliano, así como la poética, en general, del celebrado autor. Como hemos visto, la labor de traductor es tan importante en Quasimodo que es considerada como parte esencial de su obra de creación. Sin duda, la más importante es la referida a los “Lirici greci”, de 1940. También tradujo a Virgilio y a Catulo, El Evangelio según San Juan (1945), La Odisea (el mismo año), a Shakespeare y Neruda (1952), a E.E.Cummings(1958), a Ovidio(1959), a Conrad Aiken( 1963), a Tudor Arghezi (1966), La Ilíada (1968) y a Paul Eluard (1970). Escribió también libretos para música. Para esta versión en español hemos seleccionado entre los poemas de Quasimodo que más nos gustan personalmente; como siempre sucede, legítimamente, en estos casos; hemos procurado, sí, representarlo en todas sus etapas, dos si se quiere, y en las diferentes modalidades adoptadas por su poesía. Abrimos con “Ed é subito sera”, un poema de difícil traducción a pesar de su brevedad; era, originalmente, apenas la parte final de un largo poema titulado “Soledad”, y reducido por el poeta a estas tres expresivas líneas, a esta “fulguración”, a un viaje instantáneo y fulminante de la luz a la sombra, de la alegría a la desesperación, de la vida a la muerte. De este brevísimo poema se han hecho centenares de traducciones no del todo satisfactorias; ensayamos la nuestra, con la protección de las deidades griegas que pululan por el cielo de Sicilia. En “Antico inverno” salimos de un interior oscuro a un mundo exterior leve y aéreo. “Rifugio di uccelli notturni” es una recurrencia quasimodiana: la relación yo-árbol, siempre éste uno torcido que escucha las voces del abismo. “L’autunno” tiene la virtud de soldar, aunque provisionalmente, pasado y presente, permitiendo la posesión total del yo, mediante el alivio del abismo quasimodiano entre el pasado adolescente y la realidad del hombre. Como hemos dicho, Erato y Apòllion representa el clima del hermetismo en Quasimodo; en los poemas seleccionados orfismo y cristianismo medieval se dan la mano. Apòllion, feroz dios del ascetismo medieval, “amado destructor”, premia a sus fieles seguidores con atroces martirios. El tema fundamental es el de la muerte, que cumple una función de permanencia, sustrayendo al tiempo los rostros de las personas amadas y dotando, así, a los sentimientos, de un carácter permanente. En este libro queda proclamado que sólo la muerte plena, el límite del dolor, permite superar la no-vida, la aridez, y alcanzar la purificación de un espíritu liberado de la materia, criatura- como ha sido señalado-que retorna angelicalmente al Edén. Este poema, “Airone morto”, es un esfuerzo por interiorizar la realidad externa. La garza muerta es símbolo de la maceración de un dolor que el poeta hace suyo. En “A tuo lume naufrago” encontramos una permanente antinomia quasimodiana, aquella entre la noche y el nacimiento (en este poema en medio de un dulce paisaje) que no autoriza la superación de la pena, pero sí una agudización de la conciencia de desterrado a la cual se agrega la maldición-don de la

poesía (“Tu donación/de palabras, Señor, descuento asiduamente”). El destierro interior es un tema frecuente en Quasimodo, pero también en toda la poesía italiana del 800 y del 900; ésta imposibilidad de dar un centro a la propia vida podemos encontrarla en Ungaretti y Montale, por ejemplo. Los demás tienen un rol asignado en la sociedad, mientras el poeta deambula, aislado en la soledad. En “Isola di Ulisse” se habla de Sicilia, no de Itaca, en tiempo de abejas, esto es, de imperceptible viaje de una estación a otra. La urraca es una presencia hostil que bien puede disolver el encanto de la memoria, aquella de los muchachos que juegan en el prado, como en la poesía griega. Este poema, “Ride la gazza, nera sugli aranci”, es un canto ritual dentro de la mejor tradición clásica. “Strada di Agrigentum” nos muestra caballos al galope, hace sentir un espacio interior inmenso y desolado. “La dolce collina” es una suma de la poesía quasimodiana, una combinación de viento, noche y lluvia, cruzados por pájaros, un recuerdo que fija imágenes en posibilidad de mutación. En fin, “Le morte chitarre”, como ejemplo de Il falso e vero verde, delirio de sonidos y colores. Hemos incluido, por supuesto, los poemas representativos de la época de postguerra. Salvatore Quasimodo, un poeta que encontramos y amamos y que hemos traducido por la insatisfacción de las versiones conocidas en nuestra lengua. El lenguaje de Quasimodo, cruzado de expresiones sicilianas y de otras casi sólo suyas, así como su hermetismo, nos han exigido un sostenido esfuerzo. Es nuestra esperanza que esta nuestra versión lo haga más auténtico para los lectores del español. Conocerlo hasta la intimidad, amanecer con él en busca de una palabra adecuada que nos permitiese hacerlo asequible con justicia, ha sido un aprendizaje y una muy bella aventura poética.

Antología de Salvatore Cuasimodo Índice Y de Repente la Noche (Ed è subito Sera); Invierno antiguo (Antico Inverno); Refugio de Pájaros Nocturnos (Rifugio di Uccelli Notturnui); Oboe Sumergido; Otoño (Autunno); En la Antigua Luz de las Mareas (Nell'Antica Luce delle Maree); Apólion (Apólion); Garza Muerta (Airone Morto); A tu Lumbre Náufrago (Al tuo Lume Naufrago); A Menudo una Ribera (Sovente una Riviera); Isla de Ulises (Isola di Ulisse); En el Sentido de Muerte (Nel Senso di Morte); Ríe la Urraca, Negra Sobre Los Naranjos (Ride la Gazza, Nera sugli Aranci); Camino de Agrigentum (Strada di Agrigentum); La Dulce Colina (La Dolce Collina); Ya vuela la flor Magra (Giá vola il Fiore Magro); Escrito Quizás sobre una Tumba (Scritto Forse su una Tomba); Día Tras día (Giorno dopo Giorno); Carta (Lettera); Color de Lluvia y de Hierro (Colore di Pioggia e di Ferro); Epitafio para Bice Donetti); Las Guitarras Nuertas (Le Morte Chitarre); El Falso y Verdadero Verde (Il Falso e Vero Verde); Qué Larga Noche (Che Lunga Notte); Un Arco Abierto (Un Arco Aperto); Ancla del Infierno (Ancora dell'Inferno); Dar y Tener (Dare e Avere); No he Perdido Nada (Non ho Perduto Nulla); Basta un Día para Equilibrar el Mundo (Basta un Giorno a Equilibrare il Mondo); Tengo Flores y de Noche Invito a los Álamos (Ho Fiori e di Notte Invito i Pioppi).

De Aguas y tierras (1920-1929) Y de repente la noche Cada uno está solo sobre el corazón de la tierra traspasado por un rayo de sol: y de repente la noche. Da Acque e terre (1920-1929) Ed è Subito Sera. Ognuno sta solo sul cuor della terra / trafitto da un raggio di sole: / ed è subito sera.

Invierno antiguo Deseo de tus manos claras en la penumbra de la llama: sabían a roble y a rosas; a muerte. Invierno antiguo. Buscaban el mijo los pájaros y de repente eran de nieve; tal las palabras. Un poco de sol, una aureola de ángel, y después la niebla; y los árboles, y nosotros hechos de aire en la mañana. Antico Inverno. Desiderio delle tue mani chiare / nella penombra della fiamma: / sapevano di rovere e di rose; / di morte. Antico inverno. // Cercavano il miglio gli ucceli / ed erano subito di neve; / cosí le parole. / Un po’ di sole, una raggera d’angelo, / e poi la nebbia; e gli alberi, / e noi fatti d’aria al mattino.

Refugio de pajaros nocturnos En lo alto está un pino torcido; está atento y escucha al abismo con el tronco doblado cual ballesta. Refugio de pájaros nocturnos, en la hora más alta resuena desde un veloz batir de alas. Tiene pues un nido mi corazón suspendido en la oscuridad, una voz; está también, a la escucha, la noche. Rifugio di uccelli notturni. In alto c’è un pino distorto; / sta intento ed ascolta l’abisso / col fusto piegato a balestra. / Rifugio d’uccelli notturni, / nell’ora piú alta risuona / d’un battere d’ali veloce. / Ha pure un suo nido il mio cuore / sospeso nel buio,una voce; / sta pure in ascolto, la notte.

De Oboe sumergido (1930-1932) Oboe sumergido Avara pena, tarda tu don en esta mi hora de suspirados abandonos. Un oboe gélido resilabea alegría de hojas perennes, no mías, y se desmemoria; en mí anochece: el agua tramonta sobre mis manos herbosas. Alas oscilan en débil cielo, lábiles: el corazón trasmigra y yo soy, yermo, y los días un escombro. Da Oboe sommerso (1930-1932) Oboe sommerso. Avara pena, tarda il tuo dono / in questa mia ora / di sospirati abbandoni. // Un òboe gelido risillaba / gioia di foglie perenni, / non mie, e smemora; // in me si fa sera: // l’acqua tramonta / sulle mie mani erbose. // Ali oscillano in fioco cielo, / labili: il cuore trasmigra / ed io son gerbido, / e i giorni una maceria.

Otoño Otoño manso, yo me poseo e inclino a tus aguas por beber el cielo, fuga suave de árboles y abismos. Aspera pena de nacer me encuentra a tí unido; y en tí me desgarro y resano pobre cosa caída que la tierra recoge. Autunno. Autunno mansueto, io mi posseggo / e piego alle tue acque a bermi il cielo, / fuga soave d’alberi e d’abissi. // Aspra pena del nascere / mi trova a te congiunto; / e in te mi schianto e risano: / povera cosa caduta / che la terra raccoglie.

En la antigua luz de las mareas Ciudad de isla sumergida en mi corazón, desciendo en la antigua luz de las mareas, cerca de sepulcros a la orilla de aguas que una alegría desata de árboles soñados. Me llamo: se espeja un sonido en amoroso eco, y el secreto se endulza, el estremecerse en amplios desprendimientos de aire. Un cansancio de precoces renacimientos se abandona en mí, la habitual pena de ser mío en una hora más allá del tiempo. Y tus muertos siento en los celosos latidos de venas vegetales hacerse menos hondos: un respirar absorto de narices. Nell'antica luce delle maree. Cittá d’isola / sommersa nel mio cuore, / ecco discendo nell’antica luce / delle maree, presso sepolcri / in riva d’acque / che una letizia scioglie / d’alberi sognati. // Mi chiamo: si specchia / un eco in amorosa eco, / e il segreto n’è dolce, il trasalire / in ampie frane d’aria. // Una stanchezza s’abbandona / in me di precoci rinascite, / la consueta pena d’esser mio / in un’ora di là dal tempo. / E i tuoi morti sento / nei gelosi battiti / di vene vegetali / fatti men fondi: / un respirare assorto di narici.

De Erato y Apòllion (1932-1936) Apolión Los montes en oscuro sueño supinos yacen abatidos. La hora nace de la muerte plena, Apòllion; soy aún lerdo de miembros y el corazón pesa desmemoriado. Te alargo mis manos de llagas olvidadas, amado destructor. Apollion. I monti a cupo sonno / supini giacciono affranti. / L’ora nasce / della morte piena, Apòllion; / io sono tardo ancora di membra / e il cuore grava smemorato. / Le mie mani ti porgo / dalle piaghe scordate, / amato distruttore.

Garza muerta En el pantano caliente, clavada en el limo, querida por los insectos, me duele una garza muerta. Yo me devoro en luz y sonido; derrotado, en ecos escuálidos, de tiempo en tiempo gime un soplo olvidado. Piedad, no sea yo, sin voces y figura, en la memoria un día. Airone. Nella palude calda confitto al limo, / caro agli insetti, in me dolora / un airone morto. // Io mi divoro in luce e suono; / battuto in echi squallidi / da tempo a tempo geme un soffio / dimenticato. / Pietá, ch’io non sia / senza voci e figure / nella memoria un giorno.

A tu lumbre naufrago Nazco a tu lumbre naúfrago, tarde de aguas límpidas. De serenas hojas arde el aire consolado. Erradicado de entre los vivos,

corazón provisorio, soy límite vano. Tu dádiva tremenda de palabras, Señor, descuento asiduamente. Despiértame de entre los muertos: cada uno ha agarrado su tierra y su mujer. Tú me has mirado adentro en la oscuridad de las vísceras: nadie tiene mi desesperanza en el corazón. Soy un hombre solo, un sólo infierno. Al tuo lume naufrago. Nasco al tuo lume naufrago, / sera d’acque limpide. // Di serene foglie / arde l’aria consolata. // Sradicato dai vivi, / cuore provvisorio, / sono limite vano. // Il tuo dono tremendo / di parole, Signore, / sconto assiduamente. // Destami dai morti: / ognuno ha preso la sua terra / e la sua donna. // Tu m’hai guardato dentro // nell’oscurità delle viscere: // nessuno ha la mia disperazione / nel suo cuore. // Sono un uomo solo, / un solo inferno.

A menudo una ribera A menudo una ribera irradia de astros solennes, colmenas de azufre sobre mi cabeza bambolean. Tiempo de abejas: y la miel está en mi garganta fresca de sonido todavía. Un cuervo, al mediodía, gira sobre areniscas grises. Aires dilectos: quietud de sol enseña muerte, y noche palabras de arena, de patria perdida. Sovente una riviera Sovente una riviera / raggia d’astri solenni, / bugni di zolfo sul mio capo / dondolano. // Tempo d’api: e il miele / è nella mia gola / fresca di suono ancora. / Un corvo, di meriggio gira / su arenarie bige. / Arie dilette: quiete di sole / insegna morte, e notte / parole di sabbia, / di patria perduta.

Isla de Ulises Detenida está la antigua voz. Oigo resonancias efímeras, olvido de noche llena en el agua estrellada. Del fuego celeste nace la isla de Ulises. Lentos ríos llevan árboles y cielos en el estruendo de orillas lunares. Las abejas, amada, nos aportan el oro: tiempo de las mutaciones, secreto. Isola di Ulisse. Ferma è l’antica voce. / Odo risonanze effimere, / oblio di piena notte / nell’acqua stellata. // Dal fuoco celeste / nasce l’isola di Ulisse. / Fiume lenti portano alberi e cieli / nel rombo di rive lunari. / Le api, amata, ci recano l’oro: / tempo delle mutazioni, segreto.

En el sentido de muerte Cerúleos árboles donde el más dulce sonido emigra y nace gusto por las lluvias nuevas. En una frasca, dócil la luz oscila al casarse con el aire; en el sentido de muerte, heme aquí, asustado de amor. Nel senso di morte. Ceruli alberi / dove più dolce sueno migra / e nasce gusto alle piogge nuove. // Ad una fronda, docile / la luce oscilla / alle nozze con l’aria; // nel senso di morte, / eccomi, spaventato d’amore.

De Nuevas poesías (1936-1942) Rie la urraca, negra sobre los naranjos Tal vez es un signo verdadero de la vida: en torno a mí muchachos con ligeros movimientos de cabeza danzan en un juego de cadencias y de voces a lo largo del prado de la iglesia. Piedad del ocaso, sombras, reencendidas sobre la hierba tan verde, bellísimas al fuego de la luna. Memoria os concede breve sueño; ahora, despertaos. He aquí que cruje el pozo con la primera marea. Esta es la hora:

no más mía, abrazados, remotos simulacros. Y tú, viento del sur, fuerte de azahares, empuja la luna adonde desnudos duermen muchachos, fuerza al potro sobre los campos húmedos de pisadas de yeguas, abre el mar, levanta las nubes de los árboles: ya la garza se adelanta hacia el agua y husmea lenta el barro entre las espinas, ríe la urraca, negra sobre los naranjos. Da Nuove poesie (1936-1942) Ride la gazza, nera sugli aranci. Forse è un segno vero della vita: / intorno a me fanciulli con leggeri / moti del capo danzano in un gioco / di cadenze e di voci lungo il prato / della chiesa. Pietà della sera, ombre / riaccese sopra l’erba cosí verde, / bellisime nel fuoco della luna! / Memoria vi concede breve sonno; / ora, destatevi. Ecco, scroscia il pozzo / per la prima marea. Questa è l’ora: / non più mia, arsi, remoti simulacri. / E tu vento del sud forte di zàgare, / spingi la luna dove nudi dormono / fanciulli, forza il puledro sui campi /umidi d’orme di cavalle, apri / il mare, alza le nuvole dagli alberi: / giá l’airone s’avanza verso l’acqua / e fiuta lento il fango tra le spine, / ride la gazza, nera sugli aranci.

Camino de Agrigentum Allá persiste un viento que recuerdo encendido en las crines de los caballos oblicuos que corren a lo largo de las llanuras, viento que mancha y roe la arenisca y el corazón de los telamones lúgubres, supinos sobre la hierba. Alma antigua, gris de rencores, tornas a aquel viento, olfateas el delicado musgo que reviste a los gigantes arrojados del cielo. ¡Cuán sola al espacio que te queda! Y más te afliges si oyes aún el sonido que se aleja amplio hacia el mar donde Venus ya serpentea matutino: el birimbao tristemente vibra en la garganta del carretero que reasciende el cerro nítido de luna, lento entre el murmurio de olivos sarracenos. Strada di Agrigentum. Lá dura un vento che ricordo acceso / nelle criniere dei cavalli obliqui / in corsa lungo le pianure, vento / che macchia e rode l’arenaria e il cuore / dei telamoni lugubri, riversi / sopra l’erba. Anima antica, grigia / di rancori,torni a quel vento, annusi / il delicato muschio que riveste / i giganti sospinti giú dal cielo. / Come sola allo spazio che ti resta! / E piú t’accori s’odi ancora il suono / che s’allontana largo verso il mare / dove Espero già striscia mattutino: / il marranzano tristemente vibra / nella gola al carraio che risale / il colle nitido di luna, lento / tra il murmure d’ulivi saraceni.

La dulce colina Lejanos pájaros abiertos al atardecer tiemblan sobre el río. Y la lluvia insiste y el silbido de los álamos iluminados por el viento. Como toda cosa remota retornas a la mente. El verde leve de tu vestido está aquí entre las plantas abrasadas por los rayos donde se levanta la dulce colina de Ardenno y se oye el azor sobre los abanicos de sorgo. Tal vez en aquel vuelo de espirales cerradas se confiaba mi deludido regreso, la aspereza, la vencida piedad cristiana, y esta pena desnuda de dolor. Tienes una flor de coral en los cabellos. Pero tu rostro es una sombra que no cambia; (tal la muerte). Desde las oscuras casas de tu aldea escucho el Adda y la lluvia, o quizás un rechinar de pasos humanos, entre las tiernas cañas de las orillas. La dolce collina. Lontani uccelli aperti nella sera / tremano sul fiume. E la pioggia insiste / e il sibilo dei pioppi illuminati / dal vento. Come ogni cosa remota / ritorni nella mente. Il verde lieve / della tua veste è qui fra le piante / arse dai fulmini dove s’innalza / la dolce colina d’Ardenno e s’ode / il nibbio sui ventagli di saggina. // Forse in quel volo a spirali serrate / s’affidava il mio deluso ritorno, / l’asprezza, la vinta pietá cristiana, / e questa pena nuda di dolore. / Hai un fiore di corallo sui capelli. / Ma il tuo viso è un’ombra che non muta; / (cosí fa morte). Dalle scure case / del tuo borgo ascolto l’Adda e la pioggia, / o forse un fremere di passi umani, / fra le tenere canne delle rive.

Ya vuela la magra flor No sabré nada de mi vida, oscura monótona sangre. No sabré a quien amaba, a quien amo, ahora que aquí limitado, reducido a mis miembros, en el corrompido viento de marzo enumero los males de los días descifrados. Ya vuela la magra flor desde las ramas. Y yo espero la paciencia de su vuelo irrevocable. Già vola il fiore magro. Non sapró nulla della mia vita, / oscuro monotono sangue. // Non sapró chi amavo, chi amo, / ora che qui stretto, ridotto alle mie membra, / nel guasto vento di marzo / enumero i

mali dei giorni decifrati. / Già vola el fiore magro / dei rami. Ed io attendo / la pazienza del suo volo irrevocabile.

De Día tras día (1947) Escrito quizas sobre una tumba Aquí, lejanos de todos, el sol da en tus cabellos y los reenciende en miel, y a nosotros los vivos, desde su arbusto, nos recuerda ya la última cigarra del verano, y la sirena que ulula profunda la alarma sobre la llanura lombarda. Oh, voces abrasadas por el aire. ¿Que quereis? Todavía sube aburrimiento de la tierra. Da Giorno dopo giorno (1947) Scritto forse su una tomba. Qui lontani da tutti, il sole batte / su i tuoi capelli e vi riaccende il miele, / e a noi vivi ricorda dal suo arbusto / già l’ultima cicala dell’estate, / e la sirena che ulula profonda / l’allarme sulla pianura lombarda. / O voci arse dall’aria, che volete? / Ancora sale la noia de la terra.

Día tras día Día tras día: palabras malditas y la sangre y el oro. Os reconozco, mis símiles, oh monstruos de la tierra. Bajo vuestro mordizco ha caído la piedad y la cruz gentil nos ha dejado. Y no puedo regresar ya a mi elíseo. Alzaremos tumbas a la orilla del mar, en los campos desgarrados, pero no uno de los sarcófagos que señalan a los héroes. Con nosotros la muerte ha jugado muchas veces: se oía en el aire un batir monótono de hojas, como en el matorral si con el viento de siroco la foja palustre sube a la nube. Giorno dopo giorno. Giorno dopo giorno: parole maledette e il sangue / e l’oro. Ti riconozco, miei simili, mostri / della terra. Al vostro morso è caduta la pietà, / e la croce gentile ci ha lasciati. / E piú non posso tornare nel mio eliso. / Alzeremo tombe in riva al mare, sui campi dilaniati, / ma non uno del sarcofaghi che segnano gli eroi. / Con noi la morte ha piú volte giocato: / s’udiva nell’aria un battere monotono di foglie, / come nella brughiera se al vento di scirocco / la folaga palustre sale sulla nube.

Carta Este silencio detenido en las calles, este viento indolente, que ahora resbala bajo, entre las hojas muertas, o remonta a los colores de las banderas extranjeras... tal vez el ansia de decirte una palabra antes que se cierre otra vez el cielo sobre otro día, tal vez la inercia, nuestro más vil mal...La vida no está en este tremendo, oscuro, latir del corazón, no es piedad, no es más que un juego de la sangre donde la muerte está en flor. ¡Oh!, mi dulce gacela, te recuerdo aquel geranio encendido en un muro acribillado por la metralla. Oh, ¿ni siquiera la muerte ahora consuela más a los vivos, la muerte por amor? Lettera. Questo silenzio fremo nelle strade, questo vento indolente, che ora scivola / basso tra le foglie morte o risale / ai colori delle insegne straniere... / forse l’ansia di dirti una parola / prima che si richiuda ancora il cielo / sopra un altro giorno, forse l’inerzia, / il nostro male piú vile...La vita / non è in questo tremendo, cupo, battere / del cuore, non è pietà, non è più / che un gioco del sangue dove la morte / è in fiore. O mia dolce gazzella, / io ti ricordo quel geranio acceso / su un muro crivellato de mitraglia. / O neppure la morte ora consola / piú i vivi, la morte per amore?

De La vida no es sueño (1946-1948) Color de lluvia y de hierro Decías: muerte silencio soledad; como amor, vida. Palabras de nuestras provisorias imágenes. El viento se ha levantado liviano cada mañana y el tiempo, color de lluvia y de hierro ha pasado sobre las piedras, sobre nuestro cerrado zumbido de malditos. Todavía está lejana la verdad. Y, dime, hombre quebrado en la cruz, y tú, el de las manos hinchadas de sangre, ¿cómo responderé a aquellos que preguntan? Ahora, ahora, antes que otro silencio entre en los ojos, antes que otro viento suba y otro rencor aflore.

Da La vita non è sogno (1946-1948) Colore di pioggia e di ferro. Dicevi: morte silenzio solitudine; / come amore, vita. Parole / delle nostre provvisorie immagini. / El il vento s’è elevato leggero ogni mattina / e il tempo colore di pioggia e di ferro / è passato sulle pietre, / sul nostro chiuso ronzio di maledetti. / Ancora la verità è lontana / E dimmi, uomo spaccato sulla croce, / e tu dalle mani grosse di sangue, / come risponderò a quelli che domandano? / Ora, ora: prima che altro silenzio / entre negli occhi, prima che altro vento / salga e altra ruggine fiorisca.

Epitafio para Bice Donetti Con los ojos a la lluvia y a los elfos de la noche, está allá, en el campo quince, en Musocco, la mujer emiliana que amé en el tiempo triste de la juventud. Hace poco fue jugada por la muerte mientras miraba quieta el viento del otoño sacudir las ramas de los plátanos y las hojas desde la casa gris de periferia. Su rostro está todavía vivo de sorpresa, como en la infancia, fulminado por el traga-fuego alto sobre el carro. Oh, tú que pasas, empujado por otros muertos, detente un minuto a saludar a aquella que no se dolió jamás del hombre que aquí está, odiado, con sus versos, uno como tantos, obrero de sueños. Epitaffio per Bice Donnetti. Con gli occhi alla pioggia e agli elfi della notte, / è là, nel campo quindici a Musocco, / la donna emiliana da me amata / nel tempo triste della giovinezza. / Da poco fu giocata dalla morte / mentre guardava quieta il vento dall’autunno / scrollare i rami dei platani e le foglie / dalla grigia casa di periferia. / Il suo volto è ancora vivo di sorpresa, / come fu certo nella infanzia, fulminato / per il mangiatore di fuoco alto sul carro. / O tu che passi, spinto da altri morti, / davanti alla fossa undici sessanta, / fermati un minuto a salutare / quella che non si dolse mai dell’uomo / che qui rimane, odiato, coi suoi versi, / uno come tanti, operaio di sogni.

De El falso y verdadero verde (1949-1955) Las guitarras muertas Mi tierra está sobre los ríos ceñida al mar, ningún otro lugar tiene voz tan lenta donde mis pies vagan entre juncos pesados de caracoles. Cierto, es otoño: en el viento a jirones las guitarras muertas levantan las cuerdas sobre la boca negra y una mano agita los dedos de fuego. En el espejo de la luna se peinan muchachas de pechos de naranjas. ¿Quién llora? ¿Quien azota los caballos en el aire rojo? Nos detendremos en esta orilla

a lo largo de las cadenas de hierba y tú, amor, no me lleves delante de aquel espejo infinito: allí adentro se miran muchachos que cantan y árboles altísimos y aguas. ¿Quién llora? Yo no, créeme: en los ríos corren exasperados chasquidos de una fusta, los caballos oscuros los relámpagos de azufre. Yo no, mi raza tiene cuchillos que arden y lunas y heridas que queman. Da Il falso e vero verde (1949-1955) Le morte chitarre. La mia terra è sui fiumi stretta al mare, / non altro luogo ha voce cosí lenta / dove i miei piedi vagano / tra giunchi pesante di lumache. / Certo è autunno: nel vento a brani / le morte chitarre sollevano le corde / su la bocca nera e una mano agita le dita / di fuoco.// Nello specchio della luna / si pettinano fanciulle col petto d’arance. / Chi piange ? Chi frusta i cavalli nell’aria / rossa ? Ci fermeremo a questa riva / lungo le catene d’erba e tu amore / non portarmi davanti a quello specchio / infinito: vi si guardano dentro ragazzi / che cantano e alberi altissimi e acque. / Chi piange? Io no, credimi: sui fiumi / corrono esasperati schiocchi d’una frusta, / i cavalli cupi i lampi di zolfo. / Io no, la mia razza ha coltelli / che ardono e lune e ferite che bruciano.

El falso y verdadero verde Tú no me esperas ya con el corazón vil del reloj. No importa si abres o fijas el esqualor: quedan horas erizadas, desnudas, con batido de hojas, improvisas sobre los vidrios de tu ventana, alta sobre dos calles de nubes. Me queda la lentitud de una sonrisa, el cielo oscuro de un vestido, el terciopelo color óxido envuelto en los cabellos y suelto sobre los hombros y aquel tu rostro hundido en un agua apenas ondulada. Golpe de hojas toscas de amarillo, pájaros de hollín. Otras hojas ahora cuartean las ramas y ya se sueltan enrolladas: el falso y verdadero verde de abril, aquel guiño desatado del seguro florecer. Y tú ¿no floreces, no agregas días ni sueños que emerjan desde nuestro más allá, no tienes ya tus ojos infantiles, no tienes ya manos tiernas para buscar mi rostro que se escapa? Queda el pudor de escribir versos a diario o de lanzar un grito al vacío o en el corazón increíble que lucha todavía con un tiempo derrumbado. Il falso e vero verde. Tu non m’aspetti piú col cuore vile / dell’orologio. Non importa se apri / o fissi lo squallore: restano ore / irte, brulle, con battito di foglie / improvvise sui vetri della tua / finestra, alta su due strade di nuvole. / Mi resta la lentezza d’un sorriso, / il cielo buio d’una veste, il velluto / colore ruggine avvolto ai capelli / e sciolto sulle spalle e quel tuo volto / affondato in un’acqua appena mossa. /

Colpi de foglie ruvide di giallo, / uccelli di fuliggine. Altre foglie / ora screpolano i rami e già scattano / aggrovigliate: il falso e vero verde / dell’aprile, quel ghigno scatenato / del certo fiorire. E tu non fiorisci / non metti giorni né sogni che salgano / dal nostro al di là, non hai piú mani tenere / per cercare il mio viso che mi sfugge? / Resta il pudore di scrivere versi / di diario o di gettare un urlo al vuoto / o nel cuore incredibile che lotta / ancora con il suo tempo scosceso.

Qué larga noche Qué larga noche y luna rosada y verde a tu grito entre azahares, si tocas a una puerta como un rey de Dios punzante de rocío: “Abre, amor, abre”. El viento, en cuerdas, desde los Iblei desde los conos de las Madonie arranca himnos y lamentos sobre tímpanos de grutas antiguas como el ágave y el ojo del bandolero. Y la Osa todavía no te deja y sacude los siete fuegos de alarma encendidos en las colinas, y no te deja el ruido de los carros rojos de sarracenos y cruzados, tal vez la soledad, también el diálogo con los animales estrellados, el caballo y el perro la rana las alucinadas guitarras de cigarras en la noche. Che lunga notte. Che lunga notte e luna rosa e verde / al tuo grido tra zagare, se batti / ad una porta come un re di Dio / pungente di rugiade: / “Apri, amore, apri”. / Il vento, a corde, dagli Iblei dai coni / delle Madonie strappa inni e lamenti / su timpani di grotte antiche come / l’agave e l’occhio del brigante. E l’Orsa / ancora non ti lascia e scrolla i sette / fiochi d’allarme accesi alle colline, / e non ti lascia il rumore dei carri / rossi di saraceni e di crociati, / forse la solitudine, anche el dialogo / con gli animali stellati, il cavallo / e il cane la rana le allucinate / chitarre di cicale nella sera.

De La tierra incomparable (1955-1958) Un arco abierto El ocaso se fragmenta en la tierra con trueno de humo y el pequeño buho marca el tú, dice sólo el silencio. Las islas altas, oscuras aplastan el mar, en la playa la noche entra en las conchas. Y tú mides el futuro, el principio que no queda, divides con lenta fractura la suma de un tiempo ya ausente. Como la espuma se ciñe a las rocas, pierdes el sentido del escurrir impasible de la destrucción. No sabe la muerte mientras muere del canto cerrado del buho, intenta en torno su caza de amor, continúa

un arco abierto, revela su soledad. Alguien vendrá. Da La terra impareggiabile (1955-1958) Un arco aperto. La sera si frantuma nella terra / con tuono di fumo e l’assiolo / batte il tu, dice solo / il silenzio. Le isole alte, scure / schiacciano il mare, sulla spiaggia / la notte entra nelle conchiglie. / E tu misuri il futuro, il principio / che non rimane, dividi con lenta / frattura la somma di un tempo già assente. / Come la schiuma s’avvinghia / ai sassi, perdi il senso dello scorrere / impassibile della distruzione. / Non sa la morte mentre muore / il canto chiuso del chiú, tenta intorno / la sua caccia d’amore, continua / un arco aperto, rivela la sua / solitudine. Qualcuno verrá.

Ancla del infierno No nos digais una noche gritando en los megáfonos, una noche de azahares, de nacimientos, de amores apenas comenzados, que el hidrógeno en nombre del Derecho quema la tierra. Los animales los bosques se funden en el Arca de la destrucción, el fuego es un muérdago sobre los craneos de los caballos, en los ojos humanos. Después a nosotros los muertos vosotros muertos nos direis nuevas tablas de la ley. En el antiguo lenguaje otros signos, perfiles de puñales. Balbuceará alguno sobre las escorias, inventará todo otra vez o nada en la suerte uniforme, el murmullo de las corrientes, el crepitar de la luz. No direis la esperanza vosotros muertos a nuestra muerte en los embudos de barro hirviente, aquí en el infierno. Ancora dell'inferno. Non ci direte una notte gridando / dai megafoni, una notte / di zagare, di nascite, d’amori / appena cominciati, che l’idrogeno / in nome del diritto brucia / la terra. Gli animali i boschi fondono / nell’Arca della distruzione, il fuoco / è un vischio, sui crani dei cavalli, / negli occhi umani. Poi a noi morti / voi morti direte nuove tavole / della legge. Nell’antico linguaggio / altri segni, profili di pugnali. / Balbetterá qualcuno sulle scorie, / inventerá tutto ancora / o nulla nella sorte uniforme, / il mormorio delle correnti, il crepitare / della luce. Non la speranza / direte voi morti alla nostra morte / negli imbuti di fanghiglia bollente, / qui nell’inferno.

De Dar y tener (1959-1965) Dar y tener Nada me das, no das nada tú que me escuchas. La sangre de las guerras se ha secado, el desprecio es un deseo puro y no provoca ni el gesto de un pensamiento humano, fuera de la hora de la piedad. Dar y tener. En mi voz hay al menos un signo de geometría viva, en la tuya, una concha muerta con lamentos fúnebres. Da Dare e avere (1959-1965) Dare e avere. Nulla mi dai, non dai nulla / tu che mi ascolti. Il sangue / delle guerre s’è asciugato, / il disprezzo è un desiderio puro / e non provoca un gesto / da un pensiero umano, / fuori dall’ora della pietà. / Dare e avere. Nella mia voce / c’è almeno un segno / di geometria viva, / nella tua, una conchiglia / morta con lamenti funebri.

No he perdido nada Aquí estoy todavía, el sol gira a mis espaldas como un halcón y la tierra repite mi voz en la tuya. Recomienza el tiempo visible en el ojo que redescubre la luz. No he perdido nada. perder es andar más allá de un diagrama del cielo en movimientos de sueños, un río lleno de hojas. Non ho perduto nulla. Sono ancora qui, il sole gira / alle spalle come un falco e la terra / ripete la mia voce nella tua. / E ricomincia il tempo visibile / nell’occhio che riscopre la luce. / Non ho perduto nulla. / Perdere è andare di là / da una diagramma del cielo / lungo movimenti di sogni, un fiume / pieno di foglie.

Basta un día para equilibrar el mundo La inteligencia la muerte el sueño niegan la esperanza. En esta noche en Brasov, en Los Cárpatos, entre árboles no míos, busco en el tiempo una mujer de amor. El bochorno quiebra las hojas de los álamos y yo me digo palabras que no conozco,

derramo tierras de memoria. Un jazz oscuro, canciones italianas pasan volcadas sobre el color de los iris. En el crujido de las fuentes se ha perdido tu voz: basta un día para equilibrar el mundo. Basta un giorno a equilibrare il mondo. L’intelligenza la morte il sogno / negano la speranza. In questa notte /a Brasov nei Carpazi, fra alberi / non miei cerco nel tempo / una donna d’amore. L’afa spacca / le foglie dei pioppi ed io / mi dico parole che non conosco, / rovescio terre di memoria. / Un jazz buio, canzoni italiane / passano capovolte sul colore degli iris. / Nello scroscio delle fontane / s’è perduta la tua voce: / basta un giorno a equilibrare il mondo.

Tengo flores y de noche invito a los alamos Mi sombra está sobre otro muro de hospital. Tengo flores y de noche invito a los álamos y a los plátanos del parque, árboles de hojas caídas, no amarillas, casi blancas. Las monjas irlandesas no hablan nunca de muerte, parecen movidas por el viento, no se maravillan de ser jóvenes y gentiles: un voto que se libera en las ásperas plegarias. Me parece que soy un emigrante que vela encerrado en sus cobijas, tranquilo, por tierra. Tal vez muero siempre. Pero escucho gustosamente las palabras de la vida que jamás he entendido, me detengo en largas hipótesis. Ciertamente no podré eludir; seré fiel a la vida y a la muerte en cuerpo y espíritu en cada dirección prevista, visible. A intervalos algo me supera, ligero, un tiempo paciente, la absurda diferencia que corre entre la muerte y la quimera del latir del corazón. (Hospital di Sesto S.Giovanni, noviembre de 1965). Ho fiori e di notte invito i pioppi. La mia ombra è su un altro muro / d’ospedale. Ho fiori e di notte / invito i pioppi e i platani del parco, / alberi di foglie cadute, non gialle, / quasi bianche. Le monache irlandesi / non parlano mai di morte, sembrano / mosse dal vento, non si meravigliano / di essere giovani e gentili: un voto / che si libera nelle preghiere aspre. / Mi sembra di essere un emigrante / che veglia chiuso nelle sue coperte, / tranquillo, per terra. Forse muoio sempre. / Ma ascolto volentieri le parolle della vita / che non ho mai inteso, mi fermo / su lunghe ipotesi. Certo non potró sfuggire; / sarò fedele a la vita e a la morte / nel corpo e nello spirito / in ogni direzione prevista, visibile. / A intervalli qualcosa mi supera / leggero, un tempo paziente, / l’assurda differenza che corre / tra la morte e l’illusione / del battere del cuore. (Ospedale di sesto S.Giovanni, novembre 1965).

Related Documents