Stevenson

Universidad del Valle Escuela de Estudios Literarios Literatura Y Metamorfosis Nathalia Tabares Garzón – 1324263 Taller N° 4 (El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, de Robert-Louis Stevenson)

1. La metamorfosis en El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde; es un evidencia de la dualidad propia del ser humano, sin embargo lo que potencia la transformación es la negativa al aceptar que dos entidades del ser, que se proponen como opuestas en el pensamiento del protagonista, convivan dentro del mismo cuerpo. Como escape, Dr. Jekyll, valiéndose de sus conocimientos decide ‘liberar a la bestia’ creando una pócima que transforma física y psicológicamente a su ser en ‘otro yo’, llamado Mr. Hyde, quien posee libertad absoluta para rendirse antes las pasiones humanas mezquinas sin que el buen nombre del aclamado y bondadoso Dr. Jekyll sea perturbado.

El elemento catalizador que genera la tensión dentro de la historia, es que aquella imposibilidad de aceptar ambas pulsiones dentro de sí mismo, termina siendo un error del cual el Dr. Jekyll, en sus propias palabras, no sale bien librado.

Si me hubiese acercado a mi descubrimiento, con un espíritu más noble, si me hubiera arriesgado al experimento mientras estaba bajo el dominio de generosas y elevadas aspiraciones, todo abría resultado diferente y de esas agonías de muerte y alumbramiento habría surgido como un ángel y no como un demonio. (Stivenson, 2013:102)

Es necesario, en éste punto acotar que dicha negación no es una cuestión netamente semántica, en sí los dos ‘yo’ de Dr. Jekyll no son puramente opuestos sino, más bien, incomodos para el presupuesto moral de la época victoriana en la cual Stevenson,

enmarca la obra. Se evidencia, entonces una cuestión casi patológica en el desarrollo del personaje que reside en dicha resistencia a compartir con su ‘yo’ falso, y por lo cual termina decidiendo escindir su personalidad creando una parte: Dr. Jekyll totalmente bueno y otra Mr. Hyde, algo más contrecho y puramente malo, quién termina realizando una sustitución metamórfica absoluta del cuerpo, explicada por la no adquisición de uno de los elementos que integraban la pócima que utilizaba Dr. Jekyll para crear o revertir su efecto.

En conclusión, dentro de la historia, el sentido de la metamorfosis es de escapatoria, ante la incapacidad del protagonista de aceptar las dos partes de sí. Mientras, en cuanto al hilo narrativo, dicha incapacidad presenta la tensión perenne que necesita la ficción para mantener el misterio de quién es quién, acotando la condición humana atrapada dentro de una sociedad puritana, que exige cierto comportamiento y rigor, y que se potencian en un personaje con cierta patología que no le permite, aún en su adultez, escindir las dos personalidad que coexisten en su ser.

2. Pensar en la lógica que sigue Dr. Jekyll y Mr. Hide puede generar una división entre sus motivos profundos; ¿será capricho?, ¿Una casualidad puesta a prueba por deseos del ego?, ¿una liberación? Tal vez, todas ellas. Desde luego, inicialmente podemos descartar de forma tajante que sea una transformación impuesta; Dr. Jekyll, deliberadamente decide poner a prueba el objeto transformador — la pócima creada por él mismo— en su propio cuerpo.

Podría decir, inicialmente, que hay un impulso intelectual, pues es un científico que acaba de encontrar la forma de dividir dos personalidades, escindir un cuerpo en dos y no puede controlar el deseo de comprobar si es, o no, efectiva. Lo anterior podría intuirse cuando, por primera vez Hyde, se transforma delante de Lanyon: (…) Y ahora, tú que has estado durante tanto tiempo atado a las ideas más materiales y mezquinas; tú, que has negado las virtudes de la medicina trascendental; tú, que te has burlado de los que eran tus superiores… ¡mira! (Stivenson, 2013:93)

Sin embargo, dicha idea es desechada, cuando él mismo reconoce que había una dualidad no conciliable — para sí mismo dentro de sí.— conviven en el mismo cuerpo, dos personalidades que no responden a sus deseos. Dr. Jekyll reconoce como su ‘yo verdadero’ aquel que posee una reputación, un título respetable y de admirar; Aunque dentro de él se mueva otro yo, no absolutamente cuestionable para la sociedad, sino — tal vez– un poco más dicharachero y entregado a placeres que no aportaban a su ‘yo verdadero’ o deseado. Y, en realidad, la peor de mis faltas consistía tan sólo en una disposición alegre, ansiosa de placeres, cualidad que ha hecho muy felices a otros, pero que, a mi entender, era muy difícil de conciliar con mi imperioso deseos de llevar la cabeza muy erguida y de ostentar ante el mundo una actitud más solemne de la habitual. (Stivenson, 2013:95)

Es ese el verdadero motivo que lo lleva a la búsqueda de ésta formula, que termina, claramente siendo el punto de quiebre pues deja libre –por primera vez en la historia del mundo — a un ser absolutamente malo, sin consciencia alguna de esa contraparte; hecho que inicialmente podría generarle cierto grado de asombro y hasta orgullo, pero que termina dominando su yo primario y siendo motivo de miedo y muerte.

Concluyendo, hay presente una lógica volitiva patológica, correspondiente en su último momento a una parabulia; Dr Jekyll al final de sus días pierde su voluntad original y no puede rehacer la fórmula pues el elemento inicial con la cuál lo había creado era, en sí mismo, un error de laboratorio. Mr Hyde, termina apoderándose de él y siendo esa identidad tensa, que Dr. Jekyll reprueba y se inclina hacia lo malvado.

3.

En el capítulo Dos “Capítulo 2. Identidades psíquicas escindidas y metamorfosis” hay una búsqueda por entender lo que ‘la persona es’ tanto el cómo se reconoce como lo que hay detrás y las posibles dificultades para entender o conciliar esas partes de sí mismo. En “Identidad escindida a partir de actitudes y comportamientos contrarios”, hay una primera propuesta sobre esa dificultad de asimilación cuando se enfrentan

dos partes de sí, allí llamadas ‘positiva’ y ‘negativa’ y explican que una de las formas de resolver dicha dualidad en sí mismos — o en otros— es una separación donde prima un ‘verdadero yo’ y un ‘falso yo’; así, el yo verdadero posee las cualidades positivas; mientras que el ‘falso yo’ carga con las actitudes negativas y cuestionables. En “Transmutaciones y funciones de la identidad escindida en la infancia” hay una explicación que se cataliza con la dificultad existente en la infancia de lidiar con dichas personalidades; refiriendo un caso explicado por el psicólogo Bruno Bettelheim, donde una estudiante recuerda que a sus cinco años dividia la personalidad de su madre, de tal forma que cuando la castigaba o estaba de mañ genio pensaba que estaba poseía por un marciano. Era la única explicación que encontraba para los cambios de humor que notaba. Posteriormente, trasladan dicho caso a la literatura con la aparición de dualidades; por ejemplo en “La caperucita Roja”, el famoso cuento infantil, se puede evidenciar que caperucita no reconoce a su abuela, por la apariencia, incluso inicialmente le otorga la justificación de dicho cambio a la enfermedad. Con lo cual hay también una presencia de lo físico anudado a ‘lo malo’; y lo cul se desarrolla más a fondo en el siguiente apartado donde habla, además, de Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Acotando “Metamorfosis y cuestionamientos a la identidad escindida en la adultez”, se presenta otra cara de la moneda. En el apartado anterior explicaron que, en gran parte, una de las dificultades para aceptar esas dos identidades que conviven dentro de un mismo ser se da durante la niñez; motivo por el cual se recurre a la fantasía para explicar y culpar aquello que nos molesta; en ésta clasificación explican que la adultez no asegura el entendimiento y la integración de opuestos. Utilizan, para acotar éste tema Dr. Jekyll y Mr Hyde. Donde ante el reconocimiento de esa dualidad y la imposibilidad personal de conciliarla, entonces decide crear una droga y dicha transformación viene ligada, además, a un cambio físico. Dentro de la historia y en el análisis comentado justifican

dicha apariencia a que es la parte de sí, menos trabajada; más pequeño, joven, y con una clara apariencia malévola. Se explica en “La metáfora en la construcción de la identidad escindida”, que dichas transformaciones se deben, en gran parte a que hay una relación dada por las similitudes, metáforas a las cuales se les puede otorgar ciertas características pues ‘se parece a…’ y de ahí surge esa asociación de lo malo con lo feo o desagradable y lo bueno con lo bonito y entrañable.