Rizoma 10 | Octubre-diciembre 2008

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Rizoma

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[ REVISTA DE CULTURA URBANA ]

Metrópoli - Paisaje Transformación de paisajes urbanos para el desarrollo sustentable Oct. - Dic. 2008

ISSN EN TRÁMITE

PROPUESTA DESDE LA PERSPECTIVA DEL DERECHO URBANÍSTICO Las urbanizaciones privadas en el entorno metropolitano • ÁREA METROPOLITANA DE BARCELONA Un modelo de gestión adaptativo • ÁREA METROPOLITANA DE BARCELONA El Espacio Público y la Construcción Metropolitana • Expectativas del México Metropolitano, los retos de cara al futuro • Competitividad de las ciudades en México • Las diferencias especializadas de las ciudades globales • Hacia una política integral de suelo urbano para la región metropolitana de Monterrey • Más allá de la planeación en un mundo globalizado • Arquitectura de paisaje e identidad metropolitana • GOBERNANZA Y TERRITORIOS DINÁMICOS GLOBALIZADOS La incertidumbre como escenario: crisis y potencialidades • Gobernanza y competitividad en el Valle de México • VALENCIA: CIUDAD VERDE Hacia un desarrollo sostenible • ANÁLISIS CRÍTICO Programa de habilitación física de barrios en Venezuela • Noticias de la APDUNL

Rizoma DIRECTORIO

REVISTA TRIMESTRAL DE LA AGENCIA PARA LA PLANEACIÓN DEL DESARROLLO URBANO DE NUEVO LEÓN - OCTUBRE - DICIEMBRE 2008

DIRECTOR ARQ. JUAN IGNACIO BARRAGÁN VILLARREAL Presidente Suplente de la APDUNL

ARQ. JUAN MANUEL CASAS GARCÍA Catedrático de la Facultad de Arquitectura de la UANL

COORDINADOR EDITORIAL ARQ. LISETTE CÓRDOVA ROBLES Directora de Gestión y Fomento Urbano de la APDUNL COORDINACIÓN TÉCNICA LIC. FELIPE E. ÁVILA RIVERA

ARQ. RENA PORSEN OVERGAARD Catedrática del Departamento de Arquitectura del ITESM DR. HERNÁN VILLARREAL RODRÍGUEZ Director Ejecutivo del Consejo Estatal de Transporte y Vialidad de Nuevo León

CONSEJEROS ING. HUMBERTO LEAL GARCÍA Presidente del Consejo de Participación Ciudadana y la Obra Pública del Estado de Nuevo León

ARQ. ROBERTO CHAPA GARZA Miembro de la Academia Nacional de Arquitectura Capítulo Monterrey

Año 3 - Núm. 10 - 2008. 3,000 ejemplares. Certificado de Licitud de Título en trámite; Certificado de Licitud de Contenido en trámite; Certificado de Derechos de Autor en trámite. Esta es una publicación de la Agencia para la Planeación del Desarrollo Urbano de Nuevo León, ubicada en Washington 648 Ote., Centro, 64000 Monterrey, N.L., México. Tel. +52(81)2020-6736. Impresa en Monterrey, Nuevo León.

El contenido de los artículos y sus fotografías son responsabilidad exclusiva de los autores y Rizoma no acepta necesariamente como suyas las ideas de artículos firmados. Todos los derechos están reservados. Queda prohibida la reproducción parcial o total del material publicado sin consentimiento por escrito de los editores. La información contenida ha sido obtenida de fuentes que se consideran fidedignas.

DISEÑO Y EDICIÓN LINEACUATRO [email protected]

Consúltela en línea en: http://www.nl.gob.mx

ÍNDICE

Propuesta desde la perspectiva del derecho urbanístico Las urbanizaciones privadas en el entorno metropolitano Por: Lic. Pablo Molina Alegre

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Área Metropolitana de Barcelona Un modelo de gestión adaptativo Por: Dr. Josep Bernis Calatayud

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Área Metropolitana de Barcelona El Espacio Público y la Construcción Metropolitana Por: Arq. Xavier Segura Grau y Arq. Josep Antoni Megias Grau

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Expectativas del México metropolitano, los retos de cara al futuro Por: Arq. José Luis Llovera Abreu Competitividad de las ciudades en México Por: Dr. Gustavo Garza Villarreal

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Las diferencias especializadas de las ciudades globales Por: Dra. Saskia Sassen

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Hacia una política integral de suelo urbano para la región metropolitana de Monterrey Por: Arq. Juan Ignacio Barragán Villarreal

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Más allá de la planeación en un mundo globalizado Por Dr. Alfonso Vegara y Arq. Judith Ryser

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Arquitectura de paisaje e identidad metropolitana Por: Arq. Laura Alonso Lutteroth

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Gobernanza y territorios dinámicos globalizados La incertidumbre como escenario: crisis y potencialidades Por: Dr. José Núñez Castain

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Gobernanza y competitividad en el Valle de México Por: Lic. Alfonso Navarrete Prida

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Valencia: ciudad verde Hacia un desarrollo sostenible Por: Arq. Juan Antonio Altés Martí

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Análisis crítico Programa de Habilitación Física de Barrios en Venezuela Por: Lic. Claudia Giménez Mercado, Arq. Elfide Mariela Rivas Gómez y Arq. Juan Carlos Rodríguez Vásquez NOTICIAS DE LA APDUNL

Fotos de portada: The Montjuic fortress. Foto: Marshall Manson., Palacio de Gobierno. Foto: APDUNL., L’Umbracle. Foto: Boccalupo., Torre Mayor, Ciudad de México. Foto: F. Hanneorla., Ciudad de Bogotá, Colombia., Foto: Fernando Jiménez., Obelisco, Buenos Aires, Argentina. Foto: Álvaro Fonta.

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Metrópoli y Paisaje Estas dos palabras que parecieran contradictorias ante la observación cotidiana de nuestras ciudades, señalan sin embargo una dialéctica que puede ser resuelta al contar con una visión integral de la metrópoli.

Esta problemática fue precisamente el tema de reflexión central del XIII Congreso Iberoamericano de Urbanismo, desarrollado en Monterrey en octubre de 2008, y cuyos principales aspectos se abordan en este número de RIZOMA. Ciertamente, para la mayoría, los problemas de nuestras ciudades siguen rondando los aspectos funcionales, físicos, ambientales y sociales. Así, la mayor parte de las ponencias giraron en torno a la movilidad, las políticas de suelo, la competitividad, la sustentabilidad y el equipamiento, cuestiones que aún distraen la mayor parte de nuestro tiempo y esfuerzo en el ámbito del urbanismo y la planeación urbana. Empero, el objeto del congreso fue más allá: si bien no podemos soslayar los temas cotidianos, sí podemos tener siempre presente que la metrópoli objetivo puede ser una ciudad bella, no únicamente como objeto construido, sino en congruencia y relación con su entorno natural. Constituyendo así un paisaje. Un ideal que en ocasiones pareciera inalcanzable, pero que constituye hoy día un nuevo paradigma en los países de la comunidad europea. En la presente revista se incluye una síntesis de algunas de las ponencias más importantes que se presentaron en el Congreso, en espera de la edición más completa que se concluirá dentro de unos meses. Una parte sustancial del trabajo se relaciona con la metrópoli analizada en el ámbito global, temas que fueron objeto de las conferencias magistrales de Gustavo Garza Villarreal sobre la competitividad de las metrópolis en el mundo; de Saskia Sassen sobre las diferencias entre las metrópolis globales; de Alfonso Vegara sobre los territorios inteligentes; y de José Núñez Castain sobre el principio de incertidumbre para pensar las ciudades del Siglo XXI. En estos artículos vemos la confrontación de posiciones y predicciones que van desde el énfasis de la ciudad como lugar de desarrollo del hombre, pasando por la necesidad de propiciar espacios competitivos, hasta la predicción de un Siglo XXI dominado por las ciudades-región. Adicionalmente, diversos artículos tratan problemas puntuales de índole metropolitana, en particular sobre temas como las expectativas legislativas e institucionales

del México metropolitano y los problemas de política de suelo urbano, así como el programa de barrios en Venezuela. A través de estos artículos podemos conocer visiones y propuestas para temas metropolitanos puntuales. El tema de la gobernanza, como esquema que permita dar salida a las confrontaciones urbanas del Siglo XXI está presente en dos artículos: un estudio sobre Barcelona y otro más sobre el Valle de México. En cuanto a la integración urbana y paisaje, esta síntesis ofrece visiones diversas en artículos sobre el espacio público en Barcelona, una propuesta para Valencia como ciudad verde, así como un estudio sobre las urbanizaciones privadas y su impacto sobre el entorno metropolitano en Cataluña, además, se presenta una reflexión general sobre arquitectura del paisaje e identidad metropolitana. Si bien esta síntesis sólo muestra algunos de los aspectos más importantes del XIII Congreso Iberoamericano de Urbanismo, donde se reunieron más de 70 ponencias provenientes de 13 países, las ponencias que se presentaron en extenso serán publicadas próximamente. Sin embargo, esta visión general de la temática nos permite darnos una idea de los aspectos que principalmente preocupan hoy día a los urbanistas y planificadores en relación a la metrópoli: el alcance del tema metropolitano en el ámbito global; soluciones innovadoras a problemas específicos en materia de coordinación y política urbana; y la necesidad de contar con una visión integradora que incorpore al paisaje urbano como un objetivo a lograr en la metrópoli del Siglo XXI.

Arq. Juan Ignacio Barragán Villarreal Presidente Suplente de la Agencia para la Planeación del Desarrollo Urbano de Nuevo León

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EDITORIAL

RIZOMA

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PLANEACIÓN URBANA

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Propuesta desde la perspectiva del derecho urbanístico

Las urbanizaciones privadas en el entorno metropolitano Las urbanizaciones privadas presentan dos situaciones patológicas principales, las denominadas urbanizaciones irregulares y las urbanizaciones cerradas. Las dos situaciones requieren solución desde la normativa del derecho urbanístico. En el primer caso, para lograr su plena integración y la ejecución de obras de urbanización. En el segundo caso, para mitigar los perjuicios sociales y ambientales y las incoherencias con la normativa que generan estos fenómenos de autoexclusión. Por: Lic. Pablo Molina Alegre

Lic. Pablo Molina Alegre Abogado asociado de Garrigues, Abogados y Asesores Tributarios. Diplomado Técnico Urbanista. Diplôme d’Études Approfondis en Droit Européen por la Universidad de Liège (Bélgica). Master d’Estudis Territorials i Urbanístics por la Escuela de Administración Pública de la Generalitat de Cataluña. Codirector del Máster en Derecho Urbanístico impartido por el Colegio de Abogados de Barcelona. Docente en el Curso de Urbanismo Avanzado de la Asociación Catalana de Municipios y Comarcas y en el Postgrado de Gestión Local de la Escuela de Administración Pública de Cataluña.

Urbanizaciones oscuras de noche porque la iluminación pública es inexistente o ha desaparecido víctima del vandalismo que pudo con lo que el promotor dejó instalado, y que nunca se ha reparado. Barrizales o zonas inundadas cuando llueve. Suministros de energía eléctrica precarios, al albur del grado de virulencia de cada tempestad. Núcleos con servicio de telefonía deficiente y sin Internet. Sin servicio de correos porque los trabajadores de la empresa pública se niegan a arriesgar sus vehículos en “esa” vialidad. Fosas sépticas a modo de alcantarillado. Este es el panorama de un gran número de urbanizaciones en el entorno metropolitano de Barcelona. Una cara de la moneda. Urbanizaciones con servicios urbanísticos excelentes. Televisión por cable. Acceso a Internet de banda ancha. Control de acceso. Homogeneidad social. Núcleos vallados donde se ignora quién es el vecino del chalet contiguo, elementos de discontinuidad en el territorio. La otra cara de la misma moneda. La moneda de las urbanizaciones privadas. En el presente artículo se propone una reflexión sobre estos dos fenómenos bajo el epígrafe común de “urbanizaciones privadas”. El término “urbanización privada”, que hace referencia a una mera cuestión jurídica de tenencia del derecho de propiedad sobre infraestructuras de acceso o servicio a un núcleo habitado, no es de por sí negativo, más bien descriptivo. Sí que resulta negativo el fenómeno de las urbanizaciones privadas cuando se muestra en su forma patológica, cuando se identifica con las urbanizaciones irregulares o con las urbanizaciones cerradas. Por urbanizaciones irregulares se entiende aquellos núcleos habitados que resultan de procesos urbanísticos incontrolados o abiertamente ilegales, y que, en el Área Metropolitana de Barcelona, han surgido como resultado de procesos de división desordenada de terrenos para la configuración de parcelas que, posteriormente, han sido ocupadas y construidas inicialmente como segundas resi-

dencias para acabar convertidas en primeras residencias. Los problemas que afectan a estas urbanizaciones son de índole diversa en función de su origen y situación patrimonial y urbanística. En el caso del Área Metropolitana de Barcelona, casi todas las urbanizaciones carecen uniformemente de servicios urbanísticos o sociales válidos y tienen una pésima calidad de la obra urbanizadora inexistente o extremadamente precaria, o ésta no ha sido objeto de la adecuada conservación y se ha deteriorado hasta hacerse inservible. Los problemas físicos suelen acompañarse de problemas jurídicos. Los límites entre propiedades suelen ser inciertos y las superficies derivadas de las sucesivas segregaciones suelen ser irreales, de manera que, si se respetasen, la finca resto, que suele ser la destinada a vialidad, ostentaría dimensiones ridículas. Son frecuentes transmisiones no inscritas en el Registro de la Propiedad y supuestos de dobles ventas. La adaptación de estas urbanizaciones a las exigencias de la normativa es frecuentemente un problema sin solución para las administraciones públicas, para los profesionales del sector o para los propios afectados. El elemento que dificulta la regularización de estos ámbitos no es sólo el elevado costo de las obras de urbanización, sino también la imposibilidad física de crear los terrenos dotacionales a cuya cesión obliga la normativa, o la imposibilidad jurídica de clarificar la situación de los diversos propietarios. La primera solución debe venir desde el planeamiento, que debe contemplar mecanismos para la integración de los núcleos que lo merezcan en las redes dotacionales propias de los municipios donde se sitúan estas urbanizaciones. Con carácter complementario, el Gobierno de la Generalitat de Cataluña ha adoptado dos iniciativas interesantes, más allá del alcance de la normativa urbanística.

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Las urbanizaciones cerradas son conflictivas en su configuración jurídica dado que la normativa aplicable en la materia, heredera de la tradición de inmuebles de propiedad horizontal, es estrictamente patrimonialista y no está diseñada ni concebida para hacer frente a la necesidad de control de comportamientos individuales.

Así, la Ley 2/2004, de 4 de junio, de Mejora de Barrios, Áreas Urbanas y Villas que Requieren una Atención Especial, arbitra una fórmula de cofinanciación de actuaciones de restauración de barrios desde un enfoque pluridisciplinar, así como contempla también la necesidad de regeneración desde una perspectiva social. En esta Ley los municipios afectados postulan a sus barrios a efecto de que califiquen para la obtención de la subvención, en función de la concurrencia de los indicadores de degradación que determina la propia normativa. La siguiente medida es la Ley de Mejora de Urbanizaciones con Déficits Urbanísticos, cuyo anteproyecto fue aprobado por el Gobierno de la Generalitat el pasado 25 de junio de 2008. Este proyecto de ley prevé la existencia de urbanizaciones que deben ser conservadas y regularizadas y otras que deben ser extinguidas, y que pueden ser objeto de expropiación, habitualmente a precio de suelo rural, a tenor de la nueva normativa en materia de valoraciones, o de inclusión en situaciones de fuera de ordenación, que implica limitaciones relevantes en cuanto a las posibilidades de reparación de edificaciones con el objetivo de que las existentes se agoten físicamente al término de su vida útil. Este proyecto contempla además la creación de mecanismos de ayuda humana y financiera, así como la posibilidad de flexibilizar los sacrosantos estándares urbanísticos, especialmente cesión de zonas verdes y equipamientos. En el otro extremo de las patologías que presentan las urbanizaciones privadas se sitúan las urbanizaciones cerradas, baluartes de la autoexclusión social. La aparente justificación de estas urbanizaciones es la inseguridad de los núcleos urbanos. En el entorno de Barcelona estas urbanizaciones han surgido como resultado de la inseguridad que amenazaba a las urbanizaciones no cerradas, como se puso de manifiesto en el año 2006, donde un conjunto de asaltos a viviendas, de factura violenta, se centró en las edificaciones habitadas de las urbanizaciones dispersas.

“Casas aisladas, casas amenazadas” rezaba entonces el titular del diario barcelonés “La Vanguardia” de 25 de mayo de 2006, que reseñaba la ola de asaltos que ponía en cuestión el modelo urbanístico disperso de Cataluña. El modelo de casas unifamiliares, reflejo del individualismo, la prosperidad y un suelo más barato, es muy vulnerable a las bandas criminales organizadas. Las urbanizaciones cerradas son conflictivas en su configuración jurídica dado que la normativa aplicable en la materia, heredera de la tradición de inmuebles de propiedad horizontal, es estrictamente patrimonialista y no está diseñada ni concebida para hacer frente a la necesidad de control de comportamientos individuales, que a sus vez surge en las urbanizaciones cerradas y cuyo gobierno va más allá de la regulación de las reparaciones físicas de los elementos comunes. La normativa civil para la gestión de complejos inmobiliarios, además, se sitúa fuera del elenco de garantías que el ordenamiento jurídico ha creado a lo largo de la historia para la defensa del particular frente a las actuaciones del poder público como legítimo gobernador de comportamientos individuales. Esta incoherencia encuentra su fundamento en la concepción del espacio público como lugar donde se ponga de manifiesto la normativa destinada a asegurar la convivencia pacífica de los ciudadanos y que, en estas urbanizaciones cerradas, se convierte en un mero lugar transicional entre el espacio personal y el espacio público. Debe destacarse la pluralidad de dificultades prácticas que se producen en las urbanizaciones cerradas. Así, en materia de seguridad, las dificultades para retirar un vehículo mal estacionado en la vialidad, o el acceso de la policía salvo supuestos de delito flagrante. Desde una perspectiva jurídica, las urbanizaciones cerradas son anómalas en la medida en que sus espacios “públicos” no son los lugares donde se produce el ejercicio de potestades públicas de promoción de la convivencia ciudadana, ni donde se confieren las garantías propias de la relación de los particulares con el poder público.

La Mallola, colonia privada en el Área Metropolitana de Barcelona, España.

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Mas-Ram, sector residencial, al Norte de Barcelona, España.

Desde una perspectiva social, las urbanizaciones cerradas condicionan toda posibilidad de control social o difuso, y contribuyen a generar precisamente la inseguridad que les sirve de justificación. El problema no reside en la titularidad de estos espacios públicos, sino en si su uso es efectivamente público. La anormalidad territorial y urbanística que genera el fenómeno de las urbanizaciones cerradas debe solucionarse mediante un cambio de paradigma en la aplicación de la normativa urbanística y patrimonial de los poderes públicos. El cambio de la normativa en materia de gestión de complejos inmobiliarios mitigaría el problema jurídico, pero no el social o el ambiental. Desde el planeamiento debería plantearse el problema sobre la base de la dicotomía urbanización dispersa (de cualquier tipo) vs. ciudad compacta. En el segundo tipo, más eficiente desde un punto de vista ambiental, debe recuperarse la teoría del control difuso que incrementa la seguridad de las ciudades ya propugnado por Jane Jacobs.

Ciudad jardín extensiva Ciudad jardín semi-intensiva Parque urbano / deportivo escolar Zona comercial Zonas verdes Estacionamiento

PLAN PARCIAL DE ORDENACIÓN -MAS RAM-

La normativa patrimonial y urbanística debe, en consecuencia, priorizar opciones de alta densidad y compacidad, junto con una elevada complejidad de usos. En segundo lugar, debe establecerse una obligación universal en todas las urbanizaciones que se desarrollen, de ceder cuando menos el uso de los sistemas de servicios urbanísticos a la administración, sin perjuicio de a quién corresponda la conservación de estas infraestructuras. En el entorno urbanístico actual no deben ser admisibles actuaciones de exclusión ni de autoexclusión, que además de resultar ineficientes ambientalmente y de dar lugar a graves situaciones de inseguridad, generan discontinuidades en el territorio y elementos de resistencia que impiden la planificación de cualquier política urbana coherente. Debe recuperarse, desde el planeamiento y desde la normativa sectorialmente aplicable, la idea central de ciudad resumida en las tres “C” tradicionales: Compacta, Cohesionada y Compleja.

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PLANEACIÓN URBANA

Área Metropolitana de Barcelona

Un modelo de gestión adaptativo Gobernanza metropolitana: ¿top-down o bottom–up? una breve reseña de la adaptación producida en la infraestructura institucional ante los cambios radicales propiciados en Cataluña, a finales de los ochenta, con la introducción de un nuevo marco regulador del estatus jurídico de las administraciones públicas.

Por: Dr. Josep Bernis Calatayud El intento recentralizador a nivel autonómico se vio contrarrestado de forma casi fulminante mediante el establecimiento de un entramado organizativo emergiendo, básicamente, de las administraciones locales implicadas e indirectamente de la propia sociedad civil (sindicatos, patronales del comercio y de la industria, asociaciones vecinales, colegios profesionales...), encuadrada en órganos consultivos diversos entre los que destaca el “Plan Estratégico”, un instrumento de propuesta y seguimiento que es objeto de sucesivas actualizaciones. A partir de aquel hecho singular que el paso del tiempo no ha hecho sino consolidar, se pretende aquí, desde una perspectiva de análisis académico, presentar el caso de forma que pueda ser útil para afrontar situaciones parecidas. Lo que estaba, y está, en liza es el suculento fondo, el equivalente en aquel momento a unos 70 millones de euros por año, con los que el Estado Español compensa al Área Metropolitana de Barcelona para equiparar de algún modo su hacienda con la del municipio de Madrid. Mientras éste, en 1951, había anexionado numerosos e importantes municipios colindantes, Barcelona, con una conurbación periférica de extensión y demografía similares a las del Gran Madrid, sigue aún hoy con los mismos estrechos límites de hace un siglo, con infraestructuras, servicios, constricciones ambientales y necesidades de suelo y vivienda que desbordan en mucho las fronteras estrictas de la ciudad y se proyectan en “spillover” sobre los municipios vecinos. Un planteamiento racional por parte de los funcionarios de la Corporación Metropolitana de Barcelona, organismo multifuncional receptor del fondo de cooperación aludido y que de hecho se extinguía, junto a una hábil negociación política a distintos niveles, permitieron salvar tales ingresos, al amalgamar diferentes entidades forzosas, substitutoriamente creadas por ley para aspectos finalistas o especializados: transporte público, abastecimiento de agua y otras competencias en medio ambiente, en una única Mancomunidad de Municipios del Área Metropolitana de Barcelona, donde los municipios se integran voluntariamente, compartiendo una misma estructura administrativa y manteniendo la posibilidad de

recibir encargos por delegación de los propios municipios integrantes en supuestos de supramunicipalidad o limitaciones de capacidad técnica. Una transformación que se presenta, en definitiva, como una reacción adaptativa a una actuación típica de corte liberal, de fraccionamiento y debilitación funcional de un organismo público de perfil plurifuncional.

Dr. Josep Bernis Calatayud Doctor por la Universidad Politécnica de Cataluña. Ingeniero Industrial, Técnico Urbanista. Licenciado en Ingeniería Sanitaria. Director del Master de Estudios Territoriales y Urbanísticos, organizado por la Escuela de Administración Pública de Cataluña (EAPC) y las universidades Politécnica de Cataluña (UPC) y Pompeu Fabra (UPF). Director de los Servicios Territoriales del Departamento de Política Territorial y Obras Públicas del Gobierno Autónomo de Cataluña. Director adjunto del Plan Territorial Metropolitano de Barcelona (PTMB) Asociación Española de Técnicos Urbanistas (AETU). Miembro del Permanent International Working Party (PIWP) del European Council of Town Planners (ECTP).

Figura 1

Figura 2 Figura 1: Mapa autonómico de España. Figura 2. Las siete comarcas de la Región Metropolitana de Barcelona.

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Configuración geográfica de la Región Metropolitana de Barcelona.

Definición del ámbito territorial El territorio central metropolitano queda claramente definido. Es, a grandes trazos, el espacio comprendido entre el mar, la montaña (sierra de Collserola) y los márgenes de los ríos Llobregat y Besòs hasta las elevaciones que cierran sus deltas. En su origen como ciudad metropolitana es necesario recordar que el limitado término municipal de Barcelona (101 km2, prácticamente invariables desde los inicios del Siglo XX) provocó que buena parte de los crecimientos demográficos, sobretodo los de carácter más intenso, basados en la fuerte atracción migratoria de los períodos 1920-30 y 1950-75, se hubiesen de trasladar a las localidades vecinas, configurando así progresivamente este espacio supramunicipal. Esta zona central es la que ha sido institucionalizada como área metropolitana y abarca un total de 36 municipios con una extensión de 633 km2 y una población de 3.2 millones de habitantes (2007). Actualmente, se trata de una realidad equivalente al término municipal de Madrid, tanto en superficie como en población.

Cronología del Área Metropolitana de Barcelona Año 1974 Las áreas metropolitanas fueron reguladas en España a partir de los años setenta, porque en las grandes ciudades del País se repetían en el entorno del municipio central, el mismo tipo de relaciones de segundo nivel que hemos enunciado para Barcelona en las infraestructuras, el transporte o las relaciones de trabajo, de comercio, de enseñanza, de ocio, etc. con la necesidad de abordar la prestación de servicios comunes como el urbanismo, el transporte, el suministro de aguas, la recolección de residuos, etc. Así nacieron las áreas metropolitanas de Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao y Sevilla. El Área Metropolitana de Barcelona quedó regulada mediante el Decreto Ley 5/1974, del 4 de agosto, donde se creaba la Corporación Metropolitana de Barcelona, como “municipio de municipios”, de la que formaban parte el Municipio de Barcelona y 26 municipios de su entorno. Se trataba de garantizar una adecuada redacción y gestión del Plan General Metropolitano, aún vigente desde 1976, y el ejercicio de un listado de competencias de nivel me-

tropolitano, listado de carácter abierto, pues quedaba establecida la posibilidad de delegación de funciones desde los municipios integrantes. Año 1978 Con la aprobación de la Constitución Española, surgió una nueva organización del Estado mediante la creación de las 17 comunidades autónomas, con plenas facultades legislativas en relación con sus competencias. Año 1979 Se aprueba el Estatuto de Autonomía de Cataluña, por el Real Decreto Ley 14/1979, del 14 de septiembre, regulando en el Título Primero las competencias del Gobierno Autónomo, Generalitat de Cataluña, para ejercer en todo el territorio de Cataluña, entre ellas, la ordenación del territorio y el urbanismo, la vivienda, los transportes, la depuración de las aguas y el saneamiento, la protección del medio ambiente, etc., que en el territorio metropolitano se venían desarrollado por la Corporación Metropolitana de Barcelona. Año 1987 Al cabo de nueve años de la aprobación de la Constitución Española y de ocho años del Estatuto de Autonomía, el Gobierno de la Comunidad Autónoma, la Generalitat, propuso al Parlamento de Cataluña la aprobación de varias leyes con la intención de reformar radicalmente el régimen jurídico local y la organización administrativa del territorio; una de estas leyes correspondía a la creación de las Comarcas y otra contemplaba una nueva regulación especial del Área Metropolitana de Barcelona. La Ley 6/1987, del 4 de abril, sobre organización comarcal de Cataluña, ante la dificultad de abordar directamente el “minifundismo” municipal, estableció la figura de la comarca como organismo local de segundo nivel para el encaje de las funciones supramunicipales. De un total de 41, las comarcas del Barcelonés, el Baix Llobregat, el Maresme, el Vallès Occidental y el Vallès Oriental, contienen algunos municipios que pertenecían a la Corporación Metropolitana de Barcelona. La Ley 7/1987, del 4 de abril, en primer lugar, estableció y reguló las actuaciones públicas especiales en la Conurbación de Barcelona y en las comarcas comprendidas dentro de su zona de influencia directa. En segundo lugar, extinguió en su Disposición Adicional Primera la Corporación Metropolitana de Barcelona, creada por el Decreto Ley 5/1974, del 4 de agosto. En tercer lugar, creó dos nuevas entidades metropolitanas, de carácter especializado, y de ámbito no coincidente, denominadas Entidad Metropolitana del Transporte y Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos y Tratamiento de Residuos. Bajo el efecto combinado de estas dos disposiciones legales, el conflicto estaba servido. Con el paso del tiempo, sólo algunas comarcas más dinámicas han asumido a fondo el papel que el legislador les confería; la falta de financiación y un tipo de representatividad indirecta y, por tanto, a menudo discutida, siguen siendo un freno para su pleno éxito.

Para el traspaso de servicios se creó una comisión mixta. Al Gobierno de la Generalitat de Cataluña, se le traspasaron los servicios de planificación territorial y urbanismo, al igual que las competencias referentes a la planificación del transporte y la planificación de los servicios hidráulicos. En su conjunto, las nuevas entidades metropolitanas tienen menos competencias que las que tenía la extinta Corporación Metropolitana. Dada la fuerte polémica política que se generó por la nueva regulación del “Área Metropolitana de Barcelona”, este nombre se substituyó por el de “Conurbación de Barcelona”, y por “zona de influencia directa” en el título de la Ley. La nueva regulación del Área Metropolitana de Barcelona

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ya que algunos de los servicios, la propia Ley 7/1987, los devolvía a los municipios, como por ejemplo, la limpieza de playas o la gestión de los parques metropolitanos, así como otros servicios que no estaban considerados en esta Ley, pero que eran necesarios para vertebrar y articular todo el territorio de la conurbación de Barcelona, como las vías intermunicipales, los Parques Forestales de Collserola, Garraf y la Marina, las obras de ejecución del Plan de Costas, la promoción de ejes industriales, etc. La Mancomunidad de Municipios del Área Metropolitana de Barcelona quedó constituida el 28 de abril de 1988, un año después de la aprobación de la Ley 7/1987. Los estatutos de dicha mancomunidad se publicaron en el Boletín Oficial de la Provincia en fecha 29 de noviembre de 1988 y han sido modificados posteriormente en fecha 22 de julio de 2004 y publicados en el Boletín Oficial de la Provincia en fecha 29 de julio del mismo año.

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Tanto el área metropolitana como la Mancomunidad de Municipios pueden crear organismos que dependan de ellos, pero que puedan actuar con personalidad jurídica propia para prestar servicios específicos. En este caso, se crearon:

Área Metropolitana de Barcelona, dentro de la región metropolitana.

Las actuaciones públicas singulares que establece la Ley 7/1987 y que dan contenido al régimen especial son las relativas a las materias siguientes: a) La ordenación del territorio y del litoral y el urbanismo b) El transporte público de viajeros c) Los servicios hidráulicos d) El tratamiento y eliminación de residuos Respecto a la ordenación del territorio, del litoral y el urbanismo, son competencias que sólo ejercerá el Gobierno de la Generalitat de Cataluña, aunque los municipios y los Consejos Comarcarles podrán participar en su elaboración. El Gobierno de Cataluña ha de elaborar el Plan Territorial Parcial que ha de comprender las 7 comarcas del Barcelonés, el Baix Llobregat, el Maresme, el Vallès Occidental, el Vallès Oriental, el Garraf y el Alt Penedès. Este plan aún no está aprobado. En lo que se refiere al transporte de viajeros, se creó la Entidad Metropolitana del Transporte, aunque corresponde al Gobierno de la Generalitat elaborar el Plan Intermodal del Transporte. Respecto a los servicios hidráulicos y el tratamiento de residuos se creó la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos y del tratamiento de Residuos, pero también corresponde al Gobierno de la Generalitat, la planificación de los servicios hidráulicos de las diferentes zonas de Cataluña, entre ellas las de la conurbación de Barcelona. La planificación de la recolección y tratamiento de residuos de la conurbación de Barcelona se coordina con los planes del propio gobierno Catalán. La Mancomunidad de Municipios del Área Metropolitana de Barcelona Mientras en el Parlamento de Cataluña se tramitaba la aprobación arriba comentada de la Ley 7/1987, del 4 de abril, la Corporación Metropolitana de Barcelona, un mes antes de dicha aprobación, en la sesión de su Consejo Metropolitano del 12 de marzo de 1987, acordó promover la constitución de la Mancomunidad de Municipios del Área Metropolitana de Barcelona, para prestar servicios a los ayuntamientos metropolitanos que formaban parte de dicha corporación que se iba a extinguir de inmediato,

• Instituto Metropolitano del Taxi, que depende de la Entidad Metropolitana del Transporte • Instituto Metropolitano de Promoción del Suelo y Gestión Patrimonial que depende de la Mancomunidad de Municipios del Área Metropolitana de Barcelona El conjunto formado por la Mancomunidad de municipios, las dos entidades y los dos institutos, constituyen un complejo institucional en el que comparten y optimizan recursos humanos, patrimoniales y administrativos con interesantes economías de escala. La tozudez de las necesidades sobre el terreno ha sido el acicate para superar los inconvenientes de la fragmentación y, en cierto modo, suplir con remarcable eficiencia el papel histórico de la Corporación Metropolitana de Barcelona.

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Área Metropolitana de Barcelona

El Espacio Público y la Construcción Metropolitana El Área Metropolitana de Barcelona abarca 36 municipios de los cuales 31 conforman la Mancomunidad de Municipios, asociados voluntariamente desde 1988. Entre las razones de su ideario están la de compartir un ámbito territorial y funcional común, así como la necesidad de armonizar propuestas e intervenciones institucionales optimizando los medios públicos. Así pues entre las actuaciones de la Mancomunidad tiene una notable transcendencia la estructuración y vertebración del territorio a través del espacio público, concebido en sí mismo como programa.

Por: Arq. Xavier Segura Grau y Arq. Josep Antoni Megias Grau

Arq. Xavier Segura Grau Arquitecto por la ETSAB con la especialidad de Edificación y Urbanismo. Ejerce como profesional liberal en su estudio de arquitectura junto a dos socios. Jefe de la Sección Técnica en el servicio de Deportes de la Diputación de Barcelona. Jefe del Servicio de Obras e Instalaciones Deportivas en el Ayuntamiento de Barcelona, con vistas a la preparación de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Trabajó como arquitecto especialista en instalaciones deportivas y piscinas para el grupo DiR. Director de Servicios Técnicos del Distrito de Sant Andreu de Barcelona. Coordinador de los Servicios del Espacio Público de la Dirección de Servicios Técnicos en la MMAMB.

En la vertebración metropolitana, el espacio público le confiere carácter, estructura y lo ordena. También crea los puntos de confluencia en los que la ciudad se hace más ciudad porque los habitantes se encuentran en ellos sintiéndolos como propios. También hay una filosofía de ciudad en la forma de construir el espacio público: la opción por la calidad, sin distinciones tanto si se refiere al centro o la periferia. Uno de los objetivos, y honestamente creemos de los logros, de nuestras intervenciones ha sido la superación del viejo debate entre el centro y la periferia, al conseguir una similar calidad urbana en cada uno de los lugares de la metrópoli; consiguiendo una equidad armónica y cohesionada integral. Además de las grandes obras de carácter supramunicipal, la acción de la Mancomunidad se centra también en un gran número de pequeñas obras de carácter local, de una escala física reducida, casi doméstica, las cuales esparcen una nube de actuaciones que dan un sello de calidad y homogeneidad al conjunto, otorgando dignificación y recalificación. Entre este tipo de obras de dimensión menor están las calles, plazas, parques, jardines, e incluso, barrios enteros que se transforman para conseguir el objetivo de proximidad y apropiación ciudadana de los mismos. Ejemplos de intervenciones han sido desde la recuperación del antiguo castillo como signo de identidad de la ciudad, pero que se encontraba en un estado precario, hasta la torre señorial rodeada casi siempre de espaciosos jardines, a menudo en el extrarradio de las poblaciones, pero hoy ya incorporados en los núcleos de expansión urbanos; pasando por la recuperación de esa riera, que un urbanismo agresivo casi hizo desaparecer del mapa,

e incorporándola como paseo ciudadano con elementos que le confieren el carácter que tuvo y que personas mayores pueden recordar paseando. En la mayoría de los ejemplos anteriormente citados se partía casi siempre de un punto de inicio difícil y desalentador: un urbanismo nefasto que ni siquiera merecía tal nombre, con una acumulación de déficits históricos de infraestructuras, equipamientos y servicios, así como de una frecuente suburbanización y ocupación discontinua de espacios muy extensos del territorio con elevados costos energéticos y ambientales. El objetivo final es una ciudad sostenible, cohesionada, completa y diversa. Los parques metropolitanos En la construcción metropolitana un elemento de cohesión es sin duda la red de parques metropolitanos. Elemento importantísimo en esta filosofía del espacio público, donde disponer de parques en condiciones agradables y cercanas contribuye decisivamente a la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas que viven en el área metropolitana. Actualmente la red de parques metropolitanos abarca una extensión de más de 200 hectáreas repartidas en 31 espacios públicos. Estos parques se sitúan básicamente en espacios límite, en zonas de tensión, conflicto o déficit, en lo que denominaríamos periferias urbanas. Periferias que no debemos entender como espacios faltos de sentido, porque prevalece la discontinuidad de las formas construidas o predominan los vacíos, sino que hay otro sentido de lugar característico: el de la sensación expectante, el de la periferia extendida como espacio de ocasión y oportunidad;

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son los nuevos territorios arquitectónicos y del paisaje que siempre se han imaginado en los límites de la ciudad. Espacios de límite porque están en la frontera de la urbanización, de los ámbitos residenciales, de la infraestructura o del espacio natural. Son aquellos espacios no caracterizados como ciudad tradicional, pero que en unas aglomeraciones sin límite preciso configuran el paisaje de la ciudad metropolitana en esta ciudad difusa. En la práctica se han ido creando a partir de las oportunidades de restaurar y configurar espacios liberados por el planeamiento en los pocos lugares, que por diferentes motivos, no habían sido ocupados por la edificación. En algunos casos nos encontramos con una fuerte presencia de elementos naturales preexistentes en aceptable estado de conservación, y la intervención tenderá a reconocerlos y a facilitar su acceso. Pero abundan más aquellos espacios que podríamos considerar más indignos, los más escabrosos, los terrenos yermos y obsoletos, que son los más comprometidos para reconducir procesos y reconvertirlos en protagonistas. Estos son los espacios de proyecto que deben ser afrontados, sin adjetivaciones previas, no son por sí mismos ni buenos ni malos, ni centro ni periferia, ni bellos ni feos, sino una diversidad de actuaciones en un panorama de realidades contradictorias, al menos aparentemente. Un caso diferente es la recuperación de jardines históricos en función de su estado de conservación, la intervención se puede limitar a dignificar lo que era preexistente o a restaurar elementos con más intensidad. Es a partir de los valores propios del lugar, así como de su característica de límite, que se afronta el proyecto como elemento de intervención en el territorio. Intervención que

vertebra, articula o equipa la ciudad metropolitana. De ahí el concepto de red de parques metropolitanos, aunando a parques aislados, sin conexión aparente entre ellos ni con otras zonas verdes, pero que desempeñan un importante papel de unión y continuidad de las tramas urbanas. Para la proyectación de todos estos espacios se necesitan equipos pluridisciplinares, los cuales unen las lógicas propias de diferentes especialidades profesionales versus el objetivo de vertebrar y caracterizar el territorio, valorando los cambios de uso derivados de la rápida variación de hábitos sociales con relación al ocio. Analizando los costos de implantación y mantenimiento como consecuencia de enfatizar valores paisajísticos y de estructura por encima del detalle y de la intervención arquitectónica construida. Así se ha conseguido convertir esta red de parques en una marca de calidad de gestión del espacio público reconocida tanto por los ayuntamientos como por usuarios. Los parques metropolitanos se gestionan de manera conjunta con el fin de aplicar unas lógicas comunes, a pesar de la diversidad de situaciones y de rentabilizar esfuerzos e inversiones. Las playas metropolitanas La situación del Área Metropolita Barcelonesa, contigua al litoral metropolitano, le proporciona un elemento de espacio natural extraordinario, nos referimos a las playas. En un clima benigno como el Mediterráneo, bañarse en el mar y tomar el sol en la playa representa un atractivo de primer orden para la población local y foránea, especialmente en la temporada de verano.

Duchas, bancos y papeleras de la MMAMB en las playas metropolitanas. Foto: Archivo gráfico de la MMAMB.

Arq. Josep Antoni Megias Grau Arquitecto por la ETSAB. Trabajó en la Oficina de Proyectos Urbanos del ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs. Arquitecto responsable del departamento de Urbanismo y Espacio Urbano del mismo ayuntamiento. Jefe del Servicio de Urbanismo. Coordinó en representación del ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs, el desarrollo del planeamiento y la ejecución posterior de éste en el Fórum de las Culturas. Jefe de Servicios de Proyectos y Obras III de los Servicios del Espacio Público de la Dirección de Servicios Técnicos en la MMAMB. Arquitecto en su despacho profesional.

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Ordenación del margen izquierdo del río Besòs en el municipio de Sant Adrià de Besòs. Foto: Aleix Baguè

La Mancomunidad de Municipios propuso y ha llevado a cabo la gestión conjunta de las playas metropolitanas, con lo cual dispone de una extensión casi continua de 30 Km. de litoral desde Castelldefels hasta Montgat, sólo interrumpida por el gran puerto de Barcelona y algunos puertos deportivos. Playas extensas, con una superficie total de unos dos millones de metros cuadrados de arena, que juegan un papel de primer orden en el ocio ciudadano veraniego, tiene una utilización masiva que lo convierte en el espacio público más utilizado de la metrópoli. La gestión tiene el objetivo de poner las playas en las mejores condiciones posibles y abarca como aspectos principales el mantenimiento de limpieza en la arena, así como mantener el estado sanitario de la misma, labrándola en profundidad a principios de temporada y limpiándola de forma constante durante el periodo de uso intensivo. Otro aspecto es la dotación de mobiliario adecuado que cumpla los requisitos de calidad, estética y funcionalidad tanto en señalización, duchas, torres y sillas de vigilancia, pasarelas, bancos, áreas de juego, papeleras, sanitarios, como en elementos de seguridad. Aspecto que también se tiene en consideración es el cuidado en la conservación de los valores naturales del espacio, con actuaciones encaminadas a favorecer la presencia de la vegetación propia de los ecosistemas dunares y de las playas, a la vez de preservar áreas de nidificación de aves.

Grandes parques naturales Un tercer ámbito de intervención es en los grandes espacios naturales como Collserola, parque central de la metrópolis, flanqueado por los ríos Besòs y Llobregat, y por los parques del Garraf y de la Serralada de Marina respectivamente. Parque con una extensión de 8,400 hectáreas, 6,500 de las cuales son territorio forestal. Siendo éste el pulmón verde de la metrópoli. Bosque que ya estaba ahí y que nos hemos limitado a protegerlo, cuidarlo y ponerlo al alcance de los ciudadanos. Parque promovido por la Mancomunidad en cuanto a gestión y actualmente gestionado de una manera compartida con la Diputación de Barcelona. En resumen El espacio público en el cual trabajamos, a menudo nos lo hemos de reinventar y concebirlo con los siguientes objetivos: • Articulación de la metrópolis en un verdadero entramado de pueblos y ciudades en dónde el espacio público es el elemento fundamental de vertebración, confiriendo orden interno, consistencia, organización y carácter. • Reconversión de espacios residuales efectuando el tránsito desde la marginalidad hacia la centralidad, pasando de lugares perdidos a puntos de confluencia que dan excelencia a los barrios circundantes y los vinculan entre sí.

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• Apuesta decidida por el reequilibrio entre el centro y la periferia, poniendo alto el listón de la calidad constructiva y del diseño de todas y cada una de las partes de la metrópolis, sin distinción, con el fin de conseguir una ciudad igualitaria, armónica y cohesionada. • Continuidad entre el espacio urbano y el natural, partiendo de la singularidad de cada una de las intervenciones, desde los pequeños espacios abiertos urbanos, pasando por la red de parques metropolitanos, corredores fluviales, hasta llegar a los grandes sistemas naturales montañosos y del litoral. • Diseminación del espacio público por todo el ámbito ciudadano con el fin de facilitar su uso. Esto se consigue aplicando el criterio de proximidad de la implantación de los distintos espacios públicos urbanos y periurbanos, de acondicionamiento y facilidad de acceso en los sistemas territoriales como los grandes parques o playas.

Disponer de parques en condiciones agradables y cercanas contri-

Parque de la Solidaritat en el municipio de Esplugues de Llobregat. Foto: Archivo gráfico de la MMAMB.

buye decisivamente a la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas que viven en el área metropolitana.

Promoción de viviendas Els Maiols en el municipio de Cerdanyola del Vallès. Foto: Lourdes Jansana.

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Expectativas del México metropolitano, los retos de cara al futuro La coordinación y suma de esfuerzos son fundamentales para planear y regular la expansión metropolitana. Este es el reto de la acción gubernamental hacia un futuro inmediato que le exige retomar la planeación en una dimensión metropolitana y la capacidad para definir políticas de común acuerdo, así como las estrategias y acciones a desarrollar de manera conjunta, con el objetivo de disminuir las graves diferencias en las condiciones urbanas, a la par de alcanzar la competitividad urbana en un ambiente de gobernabilidad.

Por: Arq. José Luis Llovera Abreu

Arq. José Luis Llovera Abreu Arquitecto por la Universidad Autónoma de Yucatán. Tesis en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Tulane, Nueva Orleans. Maestría en Arquitectura en la especialidad de Conservación. Coordinador de Obras Públicas, Coordinador de Desarrollo Urbano e Imagen Urbana, Director de Obras de la Coordinación Estatal de Sitios y Monumentos Históricos del Patrimonio Cultural del Gobierno del Estado de Campeche. Secretario Técnico de la Asociación Nacional de Ciudades Mexicanas Patrimonio Mundial A.C. Actualmente es el Director General de Desarrollo Urbano y Suelo adscrito a la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Ordenación del Territorio de la SEDESOL. Ganador del concurso para el diseño arquitectónico del edificio “Centro Coordinador Empresarial”. Miembro del organismo internacional ICOMOS y editorialista del Diario de Yucatán. Escritor y editor del libro: “Voces Paralelas”. Ha desarrollado diversos proyectos de diseño, construcción y ampliación de casas y edificios.

La evolución del fenómeno metropolitano ha requerido de la estrecha coordinación de la SEDESOL, el INEGI y del CONAPO, para establecer la delimitación sistemática de las zonas metropolitanas del País, en plena convergencia de intereses y políticas sectoriales de cada institución. Así, de manera conjunta han publicado la segunda edición de la Delimitación de las Zonas Metropolitanas de México, 2005, en donde se identifican las 56 zonas metropolitanas en el País. Algunos de los aspectos relevantes de las zonas metropolitanas en México son la concentración del 56% de la población total, el 79% de la población urbana y, en cuanto a las actividades económicas, el 75% del Producto Interno Bruto. Esto implica una transformación del perfil demográfico y económico de México con un carácter metropolitano y sus efectos consecuentes. La condición esencial de la vida urbana es lograr una alta concentración de la población para así reducir la distancia del traslado de los insumos y las personas, de las redes de infraestructura y la prestación de los servicios, con un efecto de proximidad para la gran diversidad de las actividades humanas productivas, sociales y culturales. Paradójicamente, la tendencia generalizada de las metrópolis es un crecimiento generador de concentraciones humanas desmesuradas, con una alta polarización de condiciones y nivel de vida que ofrecen. Adicionalmente, al crecer por sobre otras ciudades, circunscripciones o territorios vecinos, la atención de los problemas y la determinación de las acciones a realizar mediante una planeación y gestión urbanas, se ven fragmentadas. Este patrón de ocupación expandida con nuevas áreas implica costos adicionales por la construcción de una infraestructura básica con baja eficacia en cuanto al tamaño

de la población atendida y el mantenimiento permanente de los servicios públicos, así como por los elevados costos de traslado de la población hacia sus centros de actividades. Asimismo, la ‘priorización’ del uso del automóvil particular, soslaya el desarrollo de sistemas de transporte público insuficientes para satisfacer la demanda de las áreas y desplaza sustancialmente el uso de la bicicleta, la calle peatonal, y con ello, al peatón. Una nueva dirección para las políticas metropolitanas Lo anterior exige una renovada concepción y valoración para afrontar la cuestión metropolitana. Un primer paso sería establecer como política prioritaria un freno a la tendencia de expansión urbana, a fin de recuperar la escala de las relaciones humanas haciendo posible la ubicación de equipamientos locales dentro de una distancia “caminable”, incluyendo espacios abiertos y plazas públicas. Reconocer la necesidad de elevar la densidad poblacional y de la construcción, tanto para el uso habitacional, como para los demás usos, no implica prescindir de áreas abiertas y verdes, sino recurrir a soluciones óptimas de diseño arquitectónico y urbano, a través de un uso más eficiente del espacio, la variedad en los usos del suelo y la planeación funcional de las zonas. Actualmente existen sistemas de transporte público que responden a las características viales, topográficas y económicas de las ciudades, que pueden articular funcionalmente a la ciudad, principalmente las áreas habitacionales y de empleo, con tiempos de traslado saludables y bajo costo, que contribuirán, en un futuro inmediato, a la reducción de emisión de contaminantes.

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Desarrollo en Rosarito, Tijuana, B.C. Foto: Alvaro Alve

En el mismo sentido, deben aprovecharse los vacíos urbanos que cuentan con infraestructura y servicios públicos financiados por el erario público, con una localización favorablemente próxima a otras áreas urbanas y dentro del plan de la ciudad. Desde el enfoque normativo, el desarrollo de las zonas metropolitanas exige una planeación urbana efectiva, donde la regulación sea el complemento de la estrategia de acción del propio plan de la ciudad concebido como el mejor esquema de funcionamiento urbano de la misma. La competitividad urbana implica la creación del entorno físico, tecnológico, social e institucional idóneo para el fomento del desarrollo de las actividades productivas, que a su vez generan la dinámica económica necesaria para elevar el nivel de vida urbana. Ahora la atención se dirige tanto a lograr una eficiencia urbana que garantice su desarrollo, como a la atracción de las inversiones foráneas que amplíen las actividades productivas, lo que ha llevado a la competencia entre las propias ciudades para atraer mayores inversiones. Esta contienda se ha centrado en una mejor oferta de eficiencia en el funcionamiento urbano para el logro de ciudades con la infraestructura y diversidad de servicios urbanos, educativos, de salud y especialmente de comunicación, que aseguren la disponibilidad del capital humano, social y financiero requerido para garantizar a corto y mediano plazos el desarrollo de las actividades productivas. Cabe mencionar que para fines de ordenamiento territorial y dinámica económica, se ha acudido a la planeación estratégica que promueve un modelo de ciudad acorde a las condiciones territoriales de cada lugar, a partir de la definición de una estrategia de implementación de acciones dirigidas a la competitividad en una concepción más amplia que el desarrollo económico. Para su consecución, es necesario definir la participación de los diversos actores que hacen la ciudad, cuyos acuerdos son fundamentales para la concreción de un objetivo común, determinante para la dirección de la misma.

Procedimiento para la constitución de Zona Metropolitana Se deberán seguir los pasos señalados en la legislación de cada entidad federativa, que en algunos casos establecen que sólo mediante decreto emitido por el gobernador en turno se declara y formaliza la conurbación, en otros casos mediante los congresos locales. Cuando se trata de una zona conurbada interestatal, se procederá a la firma de un Acuerdo de Conurbación, donde intervienen: la Federación a través de la SEDESOL, los Gobiernos de los Estados y los Municipios involucrados. En él se declara la zona conurbada, se establecen las bases para planear y regular coordinadamente el desarrollo urbano de la misma y, a su vez, se constituye una Comisión de Conurbación. Esta última, ordenada por un reglamento interior, tendrá el carácter de permanente y será integrada por el titular de la SEDESOL como presidente y los gobernadores de los estados involucrados, como vicepresidente y vocal ejecutivo; los delegados de la SEDESOL, de manera colegiada como secretarios técnicos y los presidentes municipales como vocales. Dentro de las funciones de la Comisión destaca la revisión y aprobación del Programa de Desarrollo Urbano de la Zona Metropolitana, que es el instrumento legal de planeación en materia de desarrollo urbano, en el marco del cual deberán formularse los programas estratégicos, las prioridades y los proyectos más importantes. En el caso de la conurbación interestatal el programa deberá ser aprobado por la Comisión de Conurbación, publicado en el periódico oficial del estado e inscrito en el Registro Público de la Propiedad y de Comercio, para tener vigencia legal.

Bibliografía - Cabrero, Enrique, Orihuela, Isela y Ziccardi, Alicia, 2007. Competitividad de las ciudades mexicanas 2007. La nueva agenda de los municipios urbanos. CIDE y SE, 2008. Ciudad de México, México. - Campaign to Protect Rural England. Comunidades compactas y sostenibles. Segunda edición, noviembre 2006. Inglaterra. - Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Título Quinto. De los Estados de la Federación y del Distrito Federal. Artículo 115. - Diario Oficial, 28 de marzo de 2008. Acuerdo por el que se emiten las Reglas de Operación del Fondo Metropolitano. Poder Ejecutivo/SHCP, 2008. México. - Duhau, Emilio. Doctrinas de planeación y gestión del desarrollo urbano; en Los pobres de la ciudad y la tierra. Coedición del Lincoln Institute of Land Policy y El Colegio Mexiquense, A. C. 2000. México. - Kunz Bolaños, Ignacio. Instrumentos fiscales: elemento fundamental en la implementación de políticas urbanas; en Instrumentos para el Desarrollo Urbano. PUEC/ UNAM, 2000. México. - Ley General de Asentamientos Humanos. Capítulo Cuarto. De las Conurbaciones. - [email protected]

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Vista aérea de un sector del Área Metropolitana de la Ciudad de México. Foto: Quade Hermann

El Fondo Metropolitano Ante la rápida evolución metropolitana de México, desde el ámbito del Gobierno Federal se definió un esquema de atención que considera la delimitación de las zonas metropolitanas que las identifica y clasifica, y a partir del Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2008 se estableció un Fondo Metropolitano con recursos destinados a la mitigación de la vulnerabilidad o riesgos ante fenómenos naturales, ambientales y los propiciados por la dinámica demográfica y económica, así como al desarrollo de estudios, programas, proyectos, acciones y obras públicas de infraestructura y equipamiento, encaminados a impulsar la competitividad económica y capacidad productiva de las zonas metropolitanas. El objetivo central es lograr la consolidación urbana, aprovechando al máximo las ventajas competitivas del funcionamiento regional, urbano y económico en el territorio metropolitano. Para la asignación de recursos del Fondo Metropolitano, deberá constituirse un Consejo para el Desarrollo Metropolitano, que como órgano colegiado será el encargado de definir los objetivos y prioridades, las políticas y las estrategias para el desarrollo de cada zona. Así, las inver-

siones deberán responder a un plan elaborado y acordado de antemano por el Consejo como instancia de interés público y beneficio social que de manera permanente, y a partir de la planeación, la promoción y la gestión del desarrollo, conocerá de las necesidades, ventajas y oportunidades en esta escala de análisis y dará seguimiento a los resultados y avances de las acciones. Para esta función se prevé que los Consejos puedan derivar de las Comisiones de Conurbación. Los acuerdos de los Consejos para el Desarrollo Metropolitano deberán ser del conocimiento del Ejecutivo Federal, por conducto de la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Ordenación del Territorio de la SEDESOL y del Poder Legislativo Federal representado por la Comisión de Desarrollo Metropolitano de la Cámara de Diputados. La coordinación y suma de esfuerzos son fundamentales para planear y regular la expansión metropolitana. Este es el reto de la acción gubernamental hacia un futuro inmediato que le exige retomar la planeación en una dimensión metropolitana y la capacidad para definir políticas de común acuerdo, así como las estrategias y acciones a desarrollar de manera conjunta, con el objetivo de disminuir las graves diferencias en las condiciones urbanas, a la par de alcanzar la competitividad urbana en un ambiente de gobernabilidad.

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Competitividad de las ciudades en México El grado de competitividad de las ciudades depende de la magnitud cuantitativa y cualitativa de sus determinantes económicos y estratégicos, entre los que sobresalen: la eficiencia del trabajo y el capital como factores de producción, la infraestructura y equipamiento como condiciones generales de la producción, la ubicación geográfica, la estructura económica y la dotación de amenidades urbanas, la efectividad gubernamental, la estrategia de planeación urbana, la cooperación entre el sector público y el privado, así como la flexibilidad en las gestiones institucionales. Dr. Gustavo Garza Villarreal

Por: Dr. Gustavo Garza Villarreal El problema que existe para medir el grado de competitividad de las ciudades en México es determinar qué variables utilizar para cuantificar los diversos determinantes económicos y estratégicos, así como la técnica estadística más adecuada. El propósito de este breve artículo es sintetizar los estudios existentes del grado de competitividad de las ciudades en México, de lo que se deriva que los resultados deben considerarse con las precauciones del caso pues cualquier sistema taxonómico es siempre relativo.

actividades económicas generadoras de riqueza y empleo” (Cabrero, Orihuela y Ziccardi, 2007: 3). La jerarquía de las ciudades se obtuvo aplicando la técnica de análisis factorial según cuatro componentes (económico, sociodemográfico, urbano-ambiental e institucional), cada uno definido por un grupo de variables. Las 15 ciudades más competitivas en orden decreciente, resultaron las siguientes: Monterrey, Chihuahua, Ciudad de México, San Luís Potosí, Ciudad Juárez, Tijuana, Aguascalientes, Hermosillo, Saltillo, Toluca, Guadalajara, Querétaro, Durango, Mexicali y Reynosa.

Competitividad de 70 ciudades mexicanas Jaime Sobrino mide la competitividad de las ciudades de México utilizando cinco variables que aplica a 70 ciudades mexicanas que en 2000 tenían más de 100 mil habitantes, utilizando el análisis factorial con el método de componentes principales. El resultado muestra que las 15 ciudades más competitivas del país entre 1998 y 2003 fueron: Monterrey, Chihuahua, Ciudad de México, Saltillo, Ciudad del Carmen, Aguascalientes, Tijuana, Cancún, Torreón, León, Querétaro, Mexicali, Ciudad Juárez, Hermosillo y Guadalajara (Sobrino, 2009). Competitividad integral de 60 ciudades Cabrero, Orihuela y Ziccardi parten de un universo de 60 ciudades con el fin de cuantificar su grado de competitividad. Por ello entienden la capacidad de los actores gubernamentales, económicos, sociales y políticos de la ciudad para crear “un entorno físico, tecnológico, social, ambiental e institucional propicio para atraer y desarrollar

Competitividad en 71 ciudades con elevada producción El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) consideró 71 ciudades representativas de todas las entidades federativas y que en su conjunto aportan 80% de la producción nacional, con las cuales calculó su grado de competitividad. El IMCO define la competitividad urbana como “la capacidad de un municipio o zona metropolitana para atraer inversiones” (IMCO, 2007: 40). El índice de competitividad urbana se obtuvo calculando la media ponderada de 10 factores cada uno estimado con una serie de indicadores expresados en valores relativos que hacen un total de 116 variables (IMCO, 2007: 44-51). La construcción del índice se basó en datos municipales para 2005, fundamentalmente del INEGI. Con todo este andamiaje de más de un centenar de indicadores, el IMCO considera que las 15 ciudades con mayor productividad en México, de mayor a menor índice, son: Monterrey, Guadalajara, Chihuahua, Aguascalien-

Economista por la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Maestría y Doctorado en Economía, planeación y políticas económicas, por El Colegio de México, la Universidad de Cambridge, Inglaterra, y la Universidad Nacional Autónoma de México. Investigador en la Universidad de California, San Diego; en el Centro Brasileño de Análisis y Planeación (Cebrap), en Sao Paulo, Brasil; en la Universidad de Texas, Austin, E.U.A.; en la Universidad de Cambridge, Inglaterra; y en la London School of Economics and Political Sciences, Inglaterra. Director del Centro de Estudios Demográficos y de Desarrollo Urbano de El Colegio de México. Director fundador del Instituto de Estudios Urbanos de Nuevo León. Miembro del panel sobre Dinámica Urbana de la Academia de Ciencias de los Estados Unidos de América. Premio Nacional de Economía, la Medalla “Gabino Barreda” de la UNAM por la excelencia universitaria en estudios de doctorado y le fue concedida la beca Guggenheim de los Estados Unidos. Conferencista Magistral del XIII Congreso Iberoamericano de Urbanismo. Actualmente se encuentra realizando el proyecto de investigación titulado Estructura y dinámica económica del sector terciario en la Ciudad de México, 1960-2003, del cual se han publicado: • La organización espacial del sector servicios en México, (2006). • Macroeconomía del sector servicios en la Ciudad de México, 1960-2003 (2008). • Evolución del sector servicios en ciudades y regiones de México (en prensa).

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tes, Reynosa, Mérida, Ciudad Juárez, Manzanillo, Tijuana, Tampico, León, Torreón (La Laguna), Querétaro, La Paz y Zacatecas. Competitividad sistémica en 91 ciudades La consultora Aregional realiza una medición del índice de competitividad en 91 ciudades mexicanas, divididas en 55 zonas metropolitanas y 36 ciudades con más de 100 mil habitantes en 2005. El concepto de competitividad empleado es una adaptación a escala urbana del concepto de competitividad sistémica elaborado por el Instituto Alemán para el Desarrollo (IAD). La metodología utilizada fue la elaboración de un índice a partir de 84 indicadores. Éstos se refieren a 29 factores, agrupados en seis niveles de análisis (empresario, empresa, sector regional, nacional, valores sociales e internacional). El resultado es una jerarquía obtenida con valores globales del índice y de cada uno de los niveles de análisis. Sin especificar cuales son los 84 indicadores empleados, ni las fuentes de los datos, las ciudades con los 15 primeros rangos según competitividad son: Monterrey, Chihuahua, Guadalajara, Querétaro, Mexicali, Cancún, Ciudad de México, Hermosillo, Morelia, Cuernavaca, Veracruz, Saltillo, San Luis Potosí, Tampico y Coatzacoalcos.

Competitividad en 32 ciudades según desempeño gubernamental El Banco Mundial analizó a 31 municipios de la ciudad principal de los correspondientes estados de la república y al Distrito Federal, cuyos resultados se consideraron representativos de la ciudad y del Estado. El concepto de competitividad para la atracción de empresas se centró en el desempeño de los gobiernos locales en materia de protección de la propiedad y el tipo de regulaciones económicas (The World Bank, 2006). El grado de competitividad se construyó calculando el promedio de los rangos obtenidos por las ciudades en relación con el desempeño de los gobiernos locales en cuatro aspectos de su competencia: el tiempo y el dinero necesarios para realizar los procedimientos legales para empezar un negocio y el nivel de complejidad de estos procesos; los procedimientos legales a realizar para registrar la propiedad; la facilidad de obtener créditos; qué tan expedito es lograr el cumplimiento de un contracto. Las ciudades que alcanzaron los 15 primeros rangos, en ese orden, son: Aguascalientes, Celaya, Monterrey, Hermosillo, Campeche, Zacatecas, Querétaro, Morelia, Culiacán, Ciudad de México, Colima, Durango, Saltillo, Chihuahua y Pachuca (The World Bank, 2006). Una jerarquía unificada de competitividad urbana Existe una obvia relatividad en los ejercicios de medición del grado de competitividad de las ciudades en México, pues los cinco estudios anteriores utilizan diferentes indicadores, aunque se refieren básicamente a 2005. Considerados en conjunto, sin embargo, es posible derivar la posición jerárquica de las ciudades según su competitividad por la frecuencia en la que aparecen en ellos. Se trataría de alcanzar una clasificación unitaria según la frecuencia que presenten las primeras 15 ciudades en cada una de las investigaciones en cuestión.

Centro de la ciudad de Chuhuahua. Foto: Ali Eminov

Primer cuadro de la ciudad de Querétaro. Foto: fenix fm

Centro de la ciudad de Monterrey. Foto: APDUNL

Monterrey, Chihuahua y Querétaro son las únicas ciudades de las 15 consideras que aparecen en los cinco estudios, por lo que existe consenso en que son de las más productivas del país, aunque no en su rango jerárquico. Sumando los cinco rangos que presentan, Monterrey tiene siete, Chihuahua con 23 y Querétaro con 47, por lo que quedan como las ciudades 1°, 2° y 3° relativamente más productivas (Cuadro 1).

En segundo lugar se tienen las ciudades que aparecen en cuatro de los estudios, ordenadas según la menor suma de sus rangos: 4°, Aguascalientes; 5°, Ciudad de México; 6°, Guadalajara; 7°, Hermosillo; y 8°, Saltillo (Cuadro 1). En tercer lugar, se encuentran las que están clasificadas como las 15 principales según su competitividad en tres ocasiones, con su correspondiente lugar: 9°, Tijuana; 10°, Ciudad Juárez y 11°, Mexicali (Cuadro 1). Destaca que todas se localizan en la región Oeste de la frontera Norte de México.

Cuadro 1 México: posición competitiva de las 15 principales ciudades en los cinco estudios considerados Sobrino

Cabrero, et al.

Monterrey

1

Chihuahua

2

3

Querétaro

4

Aguascalientes

5

Cd. de México

6

Guadalajara

7

Hermosillo

14

8

Saltillo

4

9

Tijuana

7

R

Ciudad

1 2

WB

IMCO

Aregional

Veces

Suma

1

3

1

1

5

7

2

14

3

2

5

23

11

12

7

13

4

5

47

6

7

1

4

-

4

18

3

3

10

-

7

4

23

15

11

-

2

3

4

31

8

4

-

8

4

34

9

13

-

12

4

38

6

-

9

-

3

22

10

Cd. Juárez

13

5

-

7

-

3

25

11

Mexicali

12

14

-

-

4

3

30

12

Cancún

8

-

-

-

6

2

14

13

S.L. Potosí

-

4

-

-

13

2

17

14

Morelia

-

-

8

-

9

2

17

15

Reynosa

-

15

-

5

-

2

20

16

Zacatecas

-

-

5

15

-

2

20

17

Torreón

9

-

-

12

-

2

21

18

Tampico

-

-

-

10

14

2

24

19

Durango

-

13

12

-

-

2

25

20

Celaya

-

-

2

-

-

1

2

21

Campeche

-

-

5

-

-

1

5

22

Cd. del Carmen

5

-

-

-

-

1

5

23

Mérida

-

-

-

5

-

1

5

24

Manzanillo

-

-

-

8

-

1

8

25

Culiacán

-

-

9

-

-

1

9

26

Toluca

-

10

-

-

-

1

10

27

Cuernavaca

-

-

-

-

10

1

10

28

Colima

-

-

11

-

-

1

11

29

Veracruz

-

-

-

-

11

1

11

30

La Paz

-

-

-

14

-

1

14

31

Coatzacoalcos

-

-

-

-

15

1

15

32

Pachuca

-

-

15

-

-

1

15

Fuente: Referencias bibliográficas.

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En cuarto lugar, se tienen ocho ciudades que aparecen únicamente en dos investigaciones, enlistadas según su ubicación jerárquica: 12°, Cancún; 13°, San Luís Potosí; 14°, Morelia; 15° Reynosa; 16°, Zacatecas; 17°, Torreón; 18° Tampico; y 19° Durango (Cuadro 1). Con la excepción de Cancún y Morelia, las restantes ciudades son de estados norteños, pero solamente Reynosa está en la franja fronteriza. Finalmente, en quinto lugar, se observan 13 ciudades que únicamente aparecen en uno de los cinco estudios, y la primera se ubica en el 20°, Celaya, y la última, Pachuca, el 32° (Cuadro 2). El hecho de que 13 ciudades sólo hayan sido clasificadas dentro de las 15 más competitivas por uno de los estudios considerados, evidencia la relatividad de este tipo de ejercicios, por lo que deben considerarse con las precauciones correspondientes. El número de ciudades que aparecen más de tres veces en cada uno de los cinco estudios, así como el rango en la jerarquía de la posición de cada ciudad, también muestra las diferencias entre estas investigaciones. Destaca, en primer lugar, que Sobrino (2009) y Cabrero, Orihuela y Ziccardí (2007), tienen cada uno 11 ciudades que apa-

recen tres o más veces en todos los estudios, esto es, cuatro que no lo hacen. Podrían considerarse desde esta perspectiva, como las investigaciones más consistentes (Cuadro 2). En segundo lugar se encuentra el trabajo de Aregional (2007), con siete ciudades fuera de las de mayor frecuencia y, en tercero, las del IMCO (2007) y The World Bank (2006), en los cuales ocho ciudades quedan en ese caso (Cuadro 2). Existe, por ende, cierta consistencia en los rangos de competitividad de las ciudades en México, siendo posible considerar razonable asignar los lugares que presentan en el Cuadro 1 en el cual Monterrey se ubica en el 1° puesto y Pachuca en el 32°. Importa destacar que estas posiciones tienen como marco de referencia los valores nacionales de los diversos indicadores utilizados en los cinco proyectos analizados. Para conocer el grado de competitividad de las ciudades del País en el contexto internacional, será necesario cambiar a los estándares existentes con datos estadísticos de las principales ciudades del mundo.

Cuadro 2 México: jerarquía de la competitividad de las principales 15 ciudades, según cinco estudios realizados

 

Sobrino

Cabrero, et. al.

I.M.C.O.

Aregional

The World Bank

1

Monterrey

Monterrey

Monterrey

Monterrey

Aguascalientes

2

Chihuahua

Chihuahua

Guadalajara

Chihuahua

Celaya

3

Cd. de México

Cd. de México

Chihuahua

Guadalajara

Monterrey

4

Saltillo

San Luis Potosí

Aguascalientes

Querétaro

Hermosillo

5

Cd. del Carmen

Ciudad Juárez

Reynosa

Mexicali

Campeche

6

Aguascalientes

Tijuana

Mérida

Cancún

Zacatecas

7

Tijuana

Aguascalientes

Ciudad Juárez

Cd. de México

Querétaro

8

Cancún

Hermosillo

Manzanillo

Hermosillo

Morelia

9

Torreón

Saltillo

Tijuana

Morelia

Culiacán

10

León

Toluca

Tampico

Cuernavaca

Cd. de México

11

Querétaro

Guadalajara

León

Veracruz

Colima

12

Mexicali

Querétaro

Torreón

Saltillo

Durango

13

Ciudad Juárez

Durango

Querétaro

San Luís Potosí

Saltillo

14

Hermosillo

Mexicali

La Paz

Tampico

Chihuahua

15

Guadalajara

Reynosa

Zacatecas

Coatzacoalcos

Pachuca

Fuente: Referencias bibliográficas.

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Las diferencias especializadas de las ciudades globales Necesitamos urgentemente innovar en el frente del gobierno urbano, puesto que las viejas maneras burocráticas no lo lograrán. Esto es completamente una nueva era urbana con su parte de potenciales positivos y su parte de miserias. En nuestras ciudades los desafíos del gobierno llegan a ser concretos y urgentes. Los estados nacionales pueden guardar el hablar pues la dirección urbana necesita actuar.

Por: Dra. Saskia Sassen No hay entidad tal como “la” economía global en el sentido de una economía sin complicaciones y con jerarquías claras. La realidad consiste en un número extenso de circuitos globales altamente particulares: algunos son especializados y algunos son mundiales, mientras que otros son regionales. Diferentes circuitos contienen diversos grupos de países y de ciudades. Por ejemplo, Mumbai es hoy pieza de un circuito global para el desarrollo inmobiliario que incluye las firmas de las ciudades tan diversas como Londres y Bogotá. El negociar en materia global “commodities” como el café incluye Nueva York y São Paulo como centros neurálgicos importantes. Buenos Aires está en un circuito que negocia globalmente “commodities”, en un circuito que incluye Chicago y Mumbai. Otros “commodities” negociados, como oro, mantequilla, café, aceite, semillas de girasol, se redistribuyen en un número extenso de destinaciones, sin importar qué tan escasos sean los puntos de origen en algunos casos. Adicionalmente, el derrumbamiento actual de las instituciones financieras importantes involucra sistemas muy particulares de circuitos globales y por lo tanto no afecta todas las ciudades globales de la misma forma. No solamente las fuerzas económicas globales alimentan esta proliferación de circuitos. La migración, el trabajo cultural, y la lucha de la sociedad civil para preservar los derechos humanos, el ambiente y justicia social, también alimentan la formación y el desarrollo de circuitos globales. De esta manera, las ONGs que luchan para la protección de la selva en los circuitos que incluyen Brasil e Indonesia; los centros globales de los medios en Nueva York y Londres, así como los lugares en donde establecen su jefatura las principales compañías forestales y los compradores principales de la madera, son en ciudades tan diversas como Oslo, Londres y Tokio. El otro lado de todas estas tendencias es un aumento del urbanismo de redes globales. Adoptar la perspectiva de una de estas ciudades revela la diversidad y la especificidad de su localización en alguno, o muchos, de estos circuitos. Estas geografías inter-ciudad inesperadas comienzan a funcionar como una infraestructura para las formas múltiples de globalización. El primer paso es identificar los circuitos globales específicos en los cuales una ciudad está situada. Éstos

variarán de ciudad en ciudad, dependiendo de las fuerzas particulares de cada metrópoli, de la misma forma como las agrupaciones de ciudades varían en cada circuito. Todo esto también nos demuestra que, en efecto, sí importan las diferencias especializadas de las ciudades, y que haya menos competencia entre ellas y más de una división global o regional de funciones que se reconozca comúnmente. Por ejemplo, las economías del conocimiento de São Paulo, Chicago, Monterrey y Shangai comparten una historia larga de mantener sectores de manufactura pesada. Sus historias económicas son tan específicas que ciudades globales tales como Nueva York y Londres nunca las desarrollaron. De estas diferencias especializadas viene una división global de funciones. Así, una fábrica de acero, una firma de la explotación minera, o un fabricante de maquinaria que quieren ser un jugador global, irían a São Paulo, a Shangai, a Monterrey o a Chicago (dependiendo a que país pertenezca) para sus servicios legales, contables, financieros, de seguros, pronóstico económico, entre otros. No iría a Nueva York o Londres para este servicio altamente particular. El reconocimiento del valor de las diferencias especializadas de ciudades y de las regiones urbanas en la economía global actual, demuestra cómo la historia económica de un lugar importa para el tipo de economía del conocimiento que una ciudad o una región termina desarrollando. Esto va contra la opinión común que la globalización homogeneiza economías. ¿Cuánto de esta historia económica profunda varía y depende en parte de los detalles de una economía de la ciudad o de una región? Importa más de lo que se asume comúnmente, e importa de las maneras que no se reconocen generalmente. La globalización homogeneiza estándares, para administrar, para la contabilidad, para construir estándares avanzados en las oficinas, y así sucesivamente. Pero necesita capacidades económicas especializadas diversas. Las capacidades necesarias para negociar, financiar, mantener, e invertir globalmente requieren ser generadas. No son simplemente un subproducto del poder de firmas multinacionales y de avances en las telecomunicaciones.

Dra. Saskia Sassen Licenciada en filosofía y en ciencias políticas en la Universidad de Buenos Aires. Maestría, doctorado y posdoctorado en sociología, economía y filosofía, por la Universidad de Notre Dame, Indiana, E.U.A., la Universidad de Poitiers, Francia, y la Universidad de Harvard, E.U.A. Su investigación y escritos se centran en los temas de la globalización (incluyendo dimensiones sociales, económicas y políticas), la inmigración, ciudades globales (incluyendo ciudades y terrorismo), las nuevas tecnologías conectadas a una red, y cambios dentro del estado liberal que son resultado de las condiciones transnacionales actuales. Ha publicado diversos libros: Territorio, Autoridad, Derechos: Hacia nuevos ensamblajes globales (2008), Una Sociología de la Globalización (2007), La Globalización y sus Espectros (2004), La Ciudad Global (1999) y La Movilidad del Trabajo y del Capital (1993). Sus libros han sido traducidos en 16 idiomas. Reconocimientos, como Doctor Honoris causa de la Universidad Delft (Países Bajos). Primer premio de ex-alumno distinguido graduado de la Universidad de Notre Dame. Primer premio de Mentor de Futuro de la Universidad de Chicago. Profesora de Sociología y Miembro del Comité sobre Pensamiento Global (Committee on Global Thought ) en la Universidad de Columbia, Nueva York, y profesora visitante en la London School of Economics, Inglaterra. Conferencista Magistral del XIII Congreso Iberoamericano de Urbanismo.

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La ciudad global es una plataforma para producir estos tipos de capacidades globales, aun cuando se requiere una gran cantidad de firmas extranjeras, como es el caso en las ciudades tan diversas como Beijing y Buenos Aires. Cada una de las 70 ciudades globales principales y de mayor y menor importancia en el mundo contribuye a la producción de estas capacidades en su país de origen, de tal modo que funcionan como puente entre su economía nacional y la economía global. En esta geografía interconectada de la multi-ciudad, la mayor parte de las 250,000 corporaciones multinacionales en el mundo han mantenido sus oficinas generales en sus países de origen, sin importar los números extensos de afiliados, subsidiarias o sitios ubicados fuera de su ciudad origen que pueden tener alrededor del planeta. Como muestra están las multinacionales latinoamericanas ampliándose a operaciones regionales y globales. Brasil tiene más de 1,200 firmas multinacionales, la mayor concentración para la región, y la mayoría de las cuales han mantenido sus oficinas centrales en casa con una concentración muy fuerte en Sao Paulo. Dentro de una región extensa y tan diversa como Latinoamérica es claro que varias ciudades funcionan como los centros neurálgicos dominantes y cada uno representa una mezcla distintiva de fuerzas. En el nivel superior encontramos São Paulo, Ciudad de México y Santiago, y en un segundo escalafón Buenos Aires, Bogotá, Caracas, Montevideo, Monterrey, Quito y Lima. Finalmente, hay una economía latinoamericana global del espacio que incluye ciudades fuera de la región geográfica: Miami y Madrid son prominentes en este espacio. Por ejemplo, los 20 bancos más importantes cuyas oficinas centrales están establecidas en Centroamérica tienen más de 200 ligas correspondientes con Miami, comparadas con sólo 35 con Nueva York. En una encuesta que pregunta a los negocios en Latinoamérica ¿Cuál es la mejor ciudad para hacer negocios en Latinoamérica?, “América Economía” encontró que Miami apareció regularmente en las respuestas.

El otro lado de esta dinámica radica en que para que una firma se haga global tiene que colocar sus pies en las ciudades múltiples que funcionan como puntos de entrada en economías nacionales. Esta capacidad de tener puentes es crítica: los múltiples circuitos que conectan las ciudades globales importantes y las de menor importancia son la infraestructura viva de la economía global. Esto indica que las ciudades no compiten simplemente entre sí. Una firma global no desea una ciudad global, aunque sea la mejor del mundo. Diversos grupos de ciudades serán deseables, incluso aunque tengan aspectos negativos serios. Esto ayuda a explicar por qué no hay ciudad global perfecta y por eso la fase global hoy no funciona a través de un capital global imperial que lo tenga todo. Un estudio amplio de 75 ciudades clasifica las ciudades superiores para el comercio mundial. Ninguna de ellas clasifica en lo más alto en todos los 100 factores y ninguna consigue la cuenta perfecta de 100 en algún indicador. GRADUACIÓN DE LAS CIUDADES PARA EL COMERCIO MUNDIAL2 Ranking

Dimensión 2: Crecimiento Económico y Desarrollo

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 ... 30 31 32 33 34

Shanghai Beijing Shenzhen Chongqing Tianjin Guangzhou Xian Harbin Hangzhou Wuhan Chengdu Nanjing Dalian Qingdao Xiamén ... Coimbatore Sao Paulo Monterrey Beirut Río de Janeiro

Las mejores ciudades latinoamericanas para HACER negocio1

Tablas: Saskia Sassen (Columbia University). Mastercard Worldwide Centers of Commerce Report 2008.

Ranking

Indicador 1: Ambiente Económico y Comercio

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 ... 24 25 26 27 28

Santiago Kuala Lumpur Budapest Bangkok Johannesburg Cape Town Durban Tunis Warsaw Shanghai Beijing Guangzhou Shenzhen Xiamen Chengdu ... Harbin Ciudad de México Monterrey Montevideo Sofía

Londres y Nueva York, dos ciudades globales por excelencia, fueron calificadas bajas en varios aspectos, y ninguna de ellas aparece entre las líderes para comenzar o cerrar un negocio. Si consideramos una variable crítica “la facilidad de hacer negocios” parte de la cual es “facilidad de entrada o salida de un negocio”, Londres se ubica 43 y Nueva York 56. Tal vez más sorpresivo es el hecho de que Londres está en el lugar 37 en la variable “aplicación del contrato” y 21 en la “protección del inversionista”. Singapur es la ciudad que logra el número uno en lo referente a las tres variables. Menos sorprendente es que Nueva York esté en la posición 34 en la variable “calidad de vida: salud y seguridad”. En el sur global, las ciudades como Mumbai y São Paulo están en el grupo superior para los servicios financieros y económicos, pero son ubicadas bajo en su cuenta total por sus calificaciones en los factores relacionados con la facilidad de hacer negocio y calidad de vida, dados sus niveles especialmente bajos del bienestar para los sectores extensos de la población.

1- Esta lista de las ciudades latinoamericanas para hacer negocio ubica la “competitividad urbana” según lo medido por un compuesto de los indicadores que comparan la capacidad de una ciudad de atraer y de mantener a compañías para hacer negocio en su ciudad. Fue preparado por América Economía y analiza las estructuras económicas de cada ciudad, las ventajas geoestratégicas, las industrias de servicio disponibles para los negocios, capital intelectual y humano y los servicios para los ejecutivos. 2- El estudio recientemente lanzado en 2008 Estudio Mastercard de Centros de Comercio Global compila 100 factores que cubren una gama muy amplia de condiciones, de factores del macronivel como marcos políticos y jurídicos, hasta detalles cómo si es fácil ejecutar una operación de importación o exportación, cuántos días toma para abrir y para cerrar una firma, qué tan bien es la calidad de vida y el reconocimiento global de una ciudad.

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Determinar si todo esto es bueno o malo para el tejido social más grande de estas ciudades y de sus Países es una cuestión compleja y tema de muchas discusiones. Pero el hecho de que las firmas globales necesitan ciudades, y de hecho grupos de ciudades, debe permitir a la dirección política, corporativa y cívica en esas ciudades tener la capacidad de negociar más ventajas para sus ciudades por parte de las firmas globales. Esto podría conducir a resultados positivos totales si las clases que gobiernan pueden considerar que estas funciones económicas globales crecerán mejor en un contexto de una clase media fuerte y próspera. Las ciudades globales europeas han hecho más que las de los Estados Unidos precisamente por esa razón3. Finalmente, mi panorama más pesimista es que el conflicto ahora está ligado con el espacio urbano por sí mismo, en parte debido a la desubicación y las políticas que resultan para el espacio. En algunas ciudades, por ejemplo Nueva York y Los Ángeles, esto toma la forma de criminalidad y sobre todo de una violencia pequeña difusa de delitos comunes. En otras ciudades, las europeas, pero también el creciente Shanghai, toma la forma de nuevo racismo que puede conducir a la violencia física. El comercio de las drogas ha traido su propia clase de violencia en el tejido urbano de las ciudades de México, de Tijuana a la capital. Pero en otras, quizás Sao Paulo o Río de Janeiro, en su extremo, toma la forma de guerra urbana esporádica, incluyendo la guerra en el espacio de las prisiones. En mi opinión necesitamos urgentemente innovar en el frente del gobierno urbano, puesto que las viejas maneras burocráticas no lo lograrán. Esto es completamente una nueva era urbana con su parte de potenciales positivos y su parte de miserias. En nuestras ciudades los desafíos del gobierno llegan a ser concretos y urgentes. Los estados nacionales pueden guardar el hablar pues la dirección urbana necesita actuar.

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En este número creciente de ciudades globales y sus diferencias vemos la historia más grande de un cambio a un mundo multi-polar. La pérdida de posición de las ciudades de los Estados Unidos comparadas con el estudio de 2006 es parte de este cambio: Los Ángeles ha caído del 10 al 17, y Boston del 12 al 23, mientras que las ciudades europeas y asiáticas se ubicaron en las filas superiores: Notablemente Madrid pasó del 17 al 11. Estos cambios dan contexto a la pérdida de posición de los Estados Unidos como el poder económico y militar dominante. No es que los Estados Unidos sea repentinamente más pobre, lo que sucede es que se están levantando otras regiones del mundo y hay factores múltiples que alimentan estas fuerzas económicas, políticas y culturales multi-localizadas. Mientras mucho se ha dicho sobre la economía global que homogeneizaba las economías nacionales, estos hechos realmente apuntan en la dirección opuesta: diversas ciudades tienen diversas fuerzas. Las firmas globales y sus mercados, pero también las empresas culturales, desean más ciudades globales, porque de esta manera expanden su plataforma global de operaciones y porque cada una es un puente entre lo global y las particularidades de las economías nacionales y de cada sociedad en particular. Esto también subraya que las ciudades globales se construyen, desarrollan y hacen. La reconstrucción de áreas centrales que está ocurriendo en todas estas ciudades, ya sea en el centro, en sus bordes o en ambas áreas, es parte de este nuevo papel económico. La reconstrucción de las partes dominantes de estas ciudades como plataformas para un crecimiento de actividades y flujos globales, en aspectos económicos, culturales o políticos, también explican por qué la arquitectura, el diseño urbano y la planeación urbana se han vuelto más importantes y visibles en las dos décadas pasadas. También explica la competencia cada vez mayor por el espacio en estas ciudades y la aparición de un nuevo tipo de política centrada en el derecho de la ciudad.

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Shanghai, China. Foto: Linconl B.

Manhattan, Nueva York. Foto: David Robert Bliwas 3- Para una de las cuentas más detalladas en cuatro favelas en Sao Paulo y cómo están conectados con las nuevas tendencias económicas vea el capítulo de Simone Buechler Descifrar lo global: Sus escalas, espacios y temas (Routledge 2007).

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Hacia una política integral de suelo urbano para la región metropolitana de Monterrey1 Monterrey y su región metropolitana atraviesan por una crisis de orden urbano que impactará su futuro inmediato, su competitividad industrial y logística, y la calidad de vida de la población. Los Planes de Desarrollo Urbano existentes están rebasados, debido, fundamentalmente, a que no son respetados por autoridades municipales y desarrolladores urbanos. Es urgente reactivar los instrumentos de planeación, dotándolos de candados que impidan que se les ignore.

Por: Arq. Juan Ignacio Barragán Villarreal Monterrey y su región metropolitana, carece en la actualidad de una política de suelo. Quizás en el pasado hubo una, antes de las reformas legislativas de 1999 que diluyeron entre los municipios el manejo del desarrollo urbano. Ciertamente no se trató de una política específicamente definida como tal, pero la conjunción de la Ley de Desarrollo Urbano vigente hasta 1999, la Ley de Hacienda de los municipios, los reglamentos de Agua y Drenaje de Monterrey (que limitaba la disponibilidad de agua potable), y las acciones de la Comisión de Planificación se dirigían hacia ciertos objetivos concurrentes:

Arq. Juan Ignacio Barragán Villarreal Arquitecto por el Tec de Monterrey. Cuenta con diversos postgrados en Francia. Fue Director de Fomento Urbano de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas del Estado de Nuevo León. Ha publicado múltiples libros de investigación urbana en México y Francia, así como ha sido colaborador en diversas publicaciones del ramo de la construcción, desarrollo urbano y arquitectura. Fue Secretario de Desarrollo Urbano y Ecología del Gobierno Municipal de San Pedro, Garza García, N.L. Colaboró como Director General de Proyectos y Gestión Urbana de la APUNL. Actualmente es Presidente suplente de la Agencia para la Planeación del Desarrollo Urbano del Gobierno del Estado de Nuevo León.

1. Contener el crecimiento explosivo de la ciudad, confinándolo dentro de unos ciertos límites de área urbanizable. 2. Orientar el desarrollo urbano a través de la vivienda, con densidades bajas. 3. Promover la urbanización de los baldíos interiores mediante una carga predial mayor. 4. Generar una zonificación especializada del suelo, distinguiendo en particular lo industrial de lo habitacional, y procurando integrar áreas de equipamiento comercial y de servicios en corredores y subcentros urbanos, para dar servicio a las áreas residenciales. Esta política no era aplicada con el rigor requerido debido a la gran cantidad de situaciones irregulares que existían en el ámbito del desarrollo urbano. Basta recordar que aproximadamente el 50% de la ciudad se desarrollaba ya sea en forma irregular o mediante una urbanización parcial. La Ley de 1999 y la explosión de la construcción de vivienda Las reformas constitucionales al artículo 115, que otorgaron a los municipios las facultades en materia de pla-

neación, administración y control del desarrollo urbano, condujeron a una nueva Ley para el Desarrollo Urbano en Nuevo León (la Ley de Ordenamiento Territorial de los Asentamientos Humanos y Desarrollo Urbano de 1999), en donde se perdieron la mayoría de los ingredientes de aquella política de suelo emanada del Plan Director de 1988. El principal componente ha sido la facultad del ayuntamiento de cambiar los usos de suelo de rústico a urbano, modificando el Plan. De esta forma se han dado factibilidad y lineamientos de desarrollo urbano en numerosas parcelas totalmente desligadas de cualquier planeación, ya sea regional o municipal. Esto ha sucedido en todas las zonas, pero con mayor intensidad en los municipios periféricos a la zona conurbada, que son precisamente los que cuentan con menos equipamientos públicos y sociales. Con ello, la estrategia de contención de la expansión urbana se perdió por completo. Igualmente, al estar fuera de los planes, dichas autorizaciones carecen de la necesaria complementaridad con otros usos de suelo. Incluso se han dado casos de cambios de uso de suelo a viviendas en zonas industriales previamente establecidas2, lo que ha suscitado conflictos con los empresarios manufactureros. Aquello se ha hecho muy notorio a partir del año 2003, a causa de la explosión que ha tenido la construcción de vivienda en Nuevo León. En efecto, en estos últimos 5 años la construcción habitacional ha tenido un auge sin precedentes en Nuevo León, pasando entre 2002 y 2007 de 24,000 a 52,000 casas construidas anualmente3. Ello ha implicado un aumento en la cantidad de reservas territoriales incorporadas a la ciudad, pasando de 1,000 hectáreas anuales a inicios de este siglo, a la cifra récord de 1,900 hectáreas en el año 2006. Desgraciadamente, la coyuntura inmobiliaria ha favorecido el esquema de dispersión urbana. Esto debido a que el incremento en la demanda de suelo provocó un

1- Nos referimos a la región metropolitana de Monterrey, para definir el área constituida por la zona conurbada de Monterrey, legalmente establecida por un decreto de conurbación y que está formada por nueve municipios, además de la zona periférica, constituida por 11 a 13 municipios en proceso de conurbación, pero que no tienen hasta ahora ningún vinculo legal formal. 2- Algunos casos se han llevado a los tribunales debido a las afectaciones a los industriales, como el caso de la empresas Koholer, que había cumplido con todas las normas ambientales, pero que al modificar el uso de suelo a un lado de ella, repentinamente se encontraba fuera de norma. 3- INSTITUTO DE LA VIVIENDA DE NUEVO LEÓN, CIDOC “Estado actual de la vivienda y el desarrollo urbano en Nuevo León, México, 2007”, CIDOC, 2008.

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aumento súbito en los precios de la tierra en aquellas áreas que contaban con accesibilidad a una vía de comunicación y agua potable. En esas áreas el precio del suelo ha aumentado alrededor de un 700% entre 2003 y 2007. Tal incremento en el precio del suelo ha tenido un impacto negativo sobre la producción de vivienda de bajo costo, denominada Económica Infonavit, la cual está dirigida a las personas con ingreso entre 2 y 3 veces el salario mínimo, y que constituye alrededor del 44% de la demanda de derecho-habientes de ese instituto; que financia el 70% de la vivienda que se construye en Nuevo León. Para lograr edificar vivienda de ese valor, $180,000 pesos, se requiere un precio de la tierra, considerando las densidades acostumbradas en la actualidad, del orden de $75 a $100 pesos por metro. Por lo tanto, los promotores de vivienda que desean atender ese mercado, fuertemente impulsado por el Infonavit, tienen que buscar reservas territoriales alejadas entre 8 y 14 kilómetros de la ciudad, ocasionando entonces el fenómeno de dispersión antes mencionado.

Consecuencias sobre la competitividad urbana y la calidad de vida El fenómeno de la dispersión urbana y abandono de los espacios centrales ha tenido graves efectos sobre la competitividad de Monterrey, y sobre la calidad de vida de la población. En términos de competitividad, el valor de las reservas territoriales se ha incrementado en forma tal que las empresas manufactureras encuentran cada vez más difícil instalarse en Monterrey debido al alto costo de la tierra. De hecho, la ciudad ha crecido en ineficiencia en lo general, al disminuir su densidad bruta de 67 habitantes por hectárea detectados en 2003 a 42 habitantes por hectárea en el análisis actual4. Esto se refleja en vías más saturadas, particularmente las carreteras que acceden a la ciudad, tiempos muertos por tráfico vehicular, tanto de trabajadores como de los transporte de carga, mayor costo en las instalaciones de infraestructura básica, tanto eléctrica como de agua, entre otros.

4- APDUNL, Dirección General de Planeación Urbana y Regional “Plan de Desarrollo Urbano de la Zona Conurbada de Monterrey”, documento para consulta pública, Monterrey, agosto 2008.

Vista del área poniente de Santa Catarína. Foto: Javier Orozco

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Más grave es la situación de los nuevos pobladores de los fraccionamientos ubicados en áreas alejadas de la ciudad. El primer problema al que se enfrentan es el de la movilidad, pues la distancia se incrementa notablemente lo que repercute en un precio del transporte público entre 30% y 60% más alto que en la zona urbana5. Asimismo, el tiempo de traslado a su trabajo se incrementa en casi un 100%. Como solución de emergencia, un porcentaje creciente de estas familias adquieren un auto usado, frecuentemente de muy mala calidad, lo que incrementa aún más los problemas de tráfico. El decremento en la calidad de vida conduce a la exasperación social, y a generar un clima de conflicto y violencia creciente6. Abandono de los espacios centrales Si bien el problema de la dispersión urbana y la caída en la densidad parece ser el más grave que enfrenta la región metropolitana de Monterrey existen otros temas relacionados a la política de suelo. El centro de los municipios más antiguos, principalmente el de la ciudad de Monterrey, pero también en Guadalupe, San Nicolás y San Pedro, sufren un creciente abandono, a pesar de los esfuerzos por provocar su regeneración7. Las inversiones privadas para vivienda y servicios están presentes, pero fluyen con extrema lentitud, no por carencia de interés, sino por las dificultades que representa el redesarrollar el centro urbano por razones desde jurídicas hasta de infraestructura. Cabe además indicar que la desertificación de los centros urbanos de los municipios, empieza ya a manifestarse en las colonias aledañas al centro, es decir aquellas que fueron urbanizadas antes de 1960. Encontramos asimismo el problema de los baldíos interurbanos, lo que propicia que grandes zonas bien servidas de infraestructura y equipamientos no sean aprovechadas, y beneficien únicamente intereses especulativos. La combinación de ambas situaciones han provocado una caída en la densidad en las zonas centrales, las cuales se ven abandonadas de vivienda. En Monterrey, la población radicada en el centro cayó de 115,000 habitantes en 1980 a sólo 21,000 en 2005. Consecuencias sobre la movilidad urbana Ambos fenómenos antes señalados se orientan hacia una ciudad con muy baja eficiencia urbana, provocada por la baja densidad general, y con grandes problemas de movilidad. En efecto, con 42 habitantes por hectárea, Monterrey es probablemente la metrópoli intermedia menos densa de Latinoamérica, si comparamos con la densidad del orden de 200 a 250 habitantes por hectárea que podemos observar en Bogotá, Ciudad de México o Río de Janeiro. La baja densidad conduce a una ineficiencia urbana, pues las líneas de infraestructura maestra deben recorrer dos o tres veces más distancias, para servir a la misma población. Igualmente, el transporte público deja de funcionar con eficiencia, pues la población se desplaza sólo de 300 a 500 metros para tomar una unidad de transporte, por lo que en Monterrey, como en los Estados Unidos, la tendencia es a cada vez más transporte privado; con lo que ello representa en problemas de infraestructura y excesivo tráfico vehicular.

El número de pasajeros por kilómetro recorrido en las unidades del transporte público se ha reducido a un 25% entre 1960 y la actualidad8 y la velocidad promedio del transporte privado se ha reducido un 45%. También debemos considerar el impacto negativo que esta tendencia tendrá sobre el transporte de carga. Pues en los últimos 5 años se han aprobado alrededor de 200,000 viviendas nuevas para ser construidas en los municipios de la región periférica9, las cuales están en su gran mayoría conectadas a la ciudad por vías que no tienen capacidad para absorber ese incremento del tránsito vehicular. Por todo lo anterior, una preocupación esencial de esta nueva política de suelo deberá estar asociada en brindar al sistema los instrumentos que fomenten una densificación ordenada y equilibrada de la ciudad; que propicien el uso de sistemas colectivos y sustentables de movilidad, y que permitan a la ciudad recuperar su eficiencia y competitividad. Hacia una política integral de suelo urbano Nuestra propuesta de política integral de suelo urbano considera el empleo de tres tipos de instrumentos: primeramente, estrategias de planeación concertada intergubernamental, sustentadas en una legislación que prohiba los cambios indiscriminados de uso de suelo fuera de las áreas de planeación. En segundo término, una serie de instrumentos financieros de carácter metropolitano, con participación de los tres niveles de gobierno y del sector privado. Y en tercer lugar la aplicación de instrumentos de gestión urbana con participación pública y privada, para obtener los objetivos de los planes metropolitano, regional y municipales de desarrollo urbano. Con ello se persiguen varios objetivos: • Lograr una ciudad eficiente y competitiva, con una densidad poblacional promedio de por lo menos 150 habitantes por hectárea, en el mediano plazo. • Dar prioridad a la movilidad sustentable, con una fuerte participación del transporte público en todas sus modalidades hasta recuperar un 60% de los viajes en transporte público o no motorizado. • Generar áreas de crecimiento integralmente planeadas, y con densidad promedio superior a la actual, es decir por lo menos 90 viviendas o 300 habitantes por hectárea, y con un financiamiento especializado en el desarrollo urbano; independiente de las construcciones que en ellas se eleven. Estas deberá representar por lo menos el 70% de las reservas territoriales necesarias para la expansión de la ciudad, es decir alrededor de 15,000 hectáreas para los próximos 20 años. • Construir una red vial maestra y de drenaje pluvial que permita el desarrollo sustentable de la ciudad, y la región metropolitana. • Establecer un desarrollo justo y equilibrado, compartiendo las cargas y los beneficios económicos de la urbanización entre zonas y municipios, y compensando a quienes ofrezcan servicios ambientales a favor de la metrópoli.

5- Según datos no publicados del Consejo Estatal del Transporte. 6- El caso más conocido, aunque no es el único, se ubica en diversos desarrollos localizados en los municipios de Zuazua y Ciénega de Flores, al norte del Área Metropolitana de Monterrey, donde en los últimos 5 años se han construido más de 30,000 viviendas, lo que ha representado multiplicar por 6 el tamaño de dichas poblaciones. 7- Durante el período 2004-2008 el gobierno del Estado de Nuevo León ha invertido más de 1,600 millones de pesos en regeneración del centro de la ciudad de Monterrey, a través de los proyectos Paseo Santa Lucía, y Parque Lineal Río Santa Catarina, los cuales sientan las bases para un despertar inmobiliario en el centro. 8- Cifras del Consejo Estatal del Transporte. 9- Cifras contenidas en el Plan de Desarrollo Urbano de la Región Periférica, actualmente en consulta pública.

Esta propuesta parte de algunos principios básicos: • Evitar la urbanización en zonas sujetas a riesgo, o que impliquen subsidios futuros a desarrolladores o habitantes. • Evitar urbanizar en zonas que presten a la ciudad un elevado servicio ambiental, por su belleza, aportación a la recarga de acuíferos o ayuda para combatir la contaminación del ambiente. • Compensar a los propietarios de áreas potencialmente urbanizables, que presten servicios ambientales a la ciudad. • Establecer mecanismos financieros metropolitanos, para la construcción de las obras requeridas de carácter regional. • Focalizar los esfuerzos públicos en apoyar la urbanización de polígonos estratégicos, tanto perimetrales como en zonas centrales, mediante la definición de “polígonos de actuación”, previamente indicados en los Planes, como zonas de urbanización o redesarrollo prioritario. Para esto se aplicarían los instrumentos de gestión urbana que señala la nueva ley (en proceso de consulta) tales como el impuesto de mejoría específica, el reagrupamiento parcelario y la definición de normas especiales para aplicar dentro de los polígonos de actuación. Los esquemas de gestión serían desarrollados por una corporación pública para el desarrollo de proyectos urbanos específicos, sustentada en inversiones públicas estratégicas y la participación del sector privado, tanto en el desarrollo de proyectos, como en la inversión. Uno de los instrumentos financieros fundamentales para lograr lo anterior sería el establecimiento de un fondo metropolitano, y otros derivados de este, que actúe con recursos de los tres niveles de gobierno. Las áreas de oportunidad a desarrollar se encuentran en los siguientes rubros: Zonificación primaria para el desarrollo urbano sustentable La política de suelo debe partir del establecimiento de una zonificación primaria que permita evitar que la ciudad crezca en áreas no aptas para el desarrollo, mediante la prohibición expresa del desarrollo principalmente en zonas de alto riesgo hidrológico y geológico, áreas impactadas por industrias contaminantes, tiraderos de desechos domésticos o tóxicos, o zonas de alto valor ambiental. Plan de mitigación de riesgos en zonas afectadas Como complemento al esquema de zonificación primaria sustentable, dados los atrasos e incongruencias actuales, la política de suelo contempla el establecer obras de mitigación de riesgo en zonas ya urbanizadas actualmente afectadas, mediante el establecimiento de polígonos de actuación que sirvan para la formulación de proyectos integrales y financiamiento de las obras necesarias en dichos espacios. Creación del fondo metropolitano para proyectos de infraestructura de carácter metropolitano Un fondo metropolitano sería un mecanismo destinado a la ejecución de proyectos especiales de infraestructura y equipamiento de carácter metropolitano; por lo tanto un soporte fundamental en la política de suelo. Sería estable-

cido a partir de recursos del Fondo Metropolitano Federal, recursos estatales, recursos municipales en la misma proporción que los estatales, además de derechos o cuotas que puedan recaudarse a partir de los propios proyectos de infraestructura. Las prioridades del Fondo deberán ser concertadas por la autoridad estatal, y los municipios, pero teniendo como referencia los Planes de Desarrollo Urbano, de Vialidad y Transporte, y de Mitigación de Riesgos. Creación de un fondo especial para la adquisición anticipada de reservas territoriales estratégicas El fondo para la adquisición de derechos de vía y reservas para equipamiento se formará con recursos provenientes, por una parte del Fondo Metropolitano, y por la otra, del presupuesto anual del Gobierno del Estado. Deberá adquirir anualmente por lo menos un 10% de las reservas requeridas para lograr el establecimiento de los derechos de vía viales y pluviales de carácter metropolitano, establecidos en los Planes, así como de las reservas para equipamientos regionales; dando prioridad a las zonas donde se prevea mayor densidad y un uso más intenso del trasporte público. Establecimiento de un fideicomiso de compensaciones metropolitanas Con el fin de establecer una justa repartición de las cargas y beneficios del desarrollo urbano, se establecerá un mecanismo de compensación entre los municipios y propietarios de terrenos que sean afectados por los servicios ambientales que le brindan a la región metropolitana. Esto particularmente en los casos de servicios que afecten temporal o definitivamente a una zona, a causa de la instalación de tiraderos de desechos sólidos, plantas de tratamiento de substancias contaminantes, o por el contrario de zonas que sean indispensables para la recarga de acuíferos, o la preservación de espacios verdes para la recreación ciudadana. Desconcentrar concentrando Se trata de ordenar el desarrollo a través de la gestión urbana, mediante proyectos de desarrollo urbano integral ubicados en la región periférica, con la finalidad de lograr zonas de vivienda, dotadas de equipamiento regional y barrial, y de infraestructura adecuada a sus necesidades y aforos. Estos desarrollos quedarán establecidos por los Planes de Desarrollo Urbano Regionales, y deberá contar con una interrelación hacia las zonas de empleo. Se procurará lograr una densidad media de por lo menos 90 viviendas o 300 habitantes por hectárea; y establecer como elemento central del sistema urbano una vía de transporte público preferencial, además de vías para bicicletas y peatones. Redensificación estratégica Los planes, basados en análisis de movilidad y de capacidad de la infraestructura, deberán establecer los corredores o zonas donde se promoverá la densificación, con densidades que podrán alcanzar hasta 250 viviendas por hectárea, y usos mixtos, con comercio y servicios en planta baja, en dos modalidades: • Corredores de transporte. Donde la población pueda beneficiarse del sistema de transporte público, con proyectos de usos mixtos, comercial y habitacional.

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• Zonas estratégicas. Donde el análisis considere que existen condiciones de movilidad e integración de comercio y servicios, adecuado para el desarrollo de un polígono de actuación integral. Estos podrán ser en la zona central de los municipios, o en áreas deterioradas o con una tendencia al abandono poblacional. Desarrollo concertado de proyectos estratégicos La autoridad, coordinadamente con propietarios e inversionistas, promoverán proyectos estratégicos de beneficio para el desarrollo económico o social de la ciudad. Entre ellos se encuentra: • El centro de logística e interpuerto, ubicado al Norte de la ciudad, con la finalidad de permitir a empresas nacionales y extranjeras un desarrollo óptimo en cuanto a sus posibilidades exportadoras, mejorando los tiempos y costos por el traslado de mercancías, y facilitando las gestiones aduanales para la exportación. • La Aerotecnópolis, ubicada en la periferia del Aeropuerto Internacional de Monterrey, con la finalidad de fomentar el desarrollo y la innovación tecnológica en la zona metropolitana. • El corredor residencial de la región citrícola. Integralmente planeado para el establecimiento de zonas residencial suburbanas y campestres, integradas a áreas de equipamientos. Dentro de estos proyectos puntuales podrá visualizarse una o varias áreas que puedan acoger proyectos residenciales destinados a extranjeros.

can los planes, y el Consejo de Desarrollo Urbano, estas reservas podrán ser desarrolladas por la corporación para el desarrollo coordinadamente con la autoridad municipal y los propietarios e inversionistas privados, mediante el establecimiento de polígonos de actuación. Mejoramiento y densificación perimetral a los centros urbanos históricos En los perímetros exteriores de los centros urbanos históricos, se establecerán proyectos específicos de redesarrollo, destinados a reactivar la vida económica y social de dichos centros, sin alterar las cualidades estéticas e históricas de los inmuebles históricos. Redesarrollo de edificios y zonas abandonadas Como un proyecto especial, la política de suelo podrá detectar zonas o edificios específicos que se encuentren en estado de deterioro, o abandono, y que puedan ser rehabilitados por el sector privado mediante la aplicación de instrumentos de gestión o de fomento. Necesidad de contar con un plan estratégico de suelo urbano La política integral de suelo urbano debe de quedar claramente establecida en un documento o plan estratégico de suelo urbano, congruente con los planes de desarrollo urbano de la región metropolitana y de los municipios. Con una participación multisectorial, este plan deberá establecer prioridades, mecanismos e instrumentos a aplicar para lograr la implementación gradual del mismo. Conclusión

Desarrollo concertado de subcentros urbanos Conforme a las estrategias del Plan Metropolitano, se debe promover el desarrollo de nuevos subcentros para la concentración de equipamientos regionales, ubicados cerca de los circuitos de transporte principales. Estos subcentros estarán destinados a proveer de servicios a las zonas alejadas del centro metropolitano, para acortar los desplazamientos y favorecer la estrategia de movilidad sustentable. Para ello, la corporación establecerá polígonos de actuación en dichas zonas, para promover los equipamientos indicados de manera coordinada con la autoridad municipal y el sector privado. Asimismo, podrán emplearse recursos del Fondo Metropolitano. Desarrollo concertado de baldíos urbanos Dentro de la ciudad existen reservas territoriales privadas que pueden servir para el desarrollo de equipamientos estratégicos, o de zonas habitacionales de alta o muy alta densidad. Conforme a las prioridades que establez-

Monterrey y su región metropolitana atraviesan por una crisis de orden urbano que impactará seguramente su futuro inmediato, su competitividad industrial y logística y la calidad de vida de la población. Los Planes de Desarrollo Urbano existentes están rebasados, debido, fundamentalmente, a la falta de respeto de los mismos por las autoridades municipales y los desarrolladores urbanos. Es urgente reactivar los instrumentos de planeación, dotándolos de candados que impidan que se les ignore. Al mismo tiempo, es urgente aplicar una política de suelo urbano, con sus componentes financieros, fiscales y de gestión, para frenar en primera instancia, y luego revertir los problemas generados en estos últimos años. Sólo con una intervención estatal más directa y decidida podrá recuperarse la vocación de gran metrópoli regional que Monterrey y su región han alcanzado en décadas recientes, y que la proyectan como una de las capitales latinoamericanas más influyentes a nivel global.

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Más allá de la planeación en un mundo globalizado La globalización ha cambiado totalmente la escala de la intervención territorial. La economía global ha generado espacios continentales de cooperación económica y comercio. Con esto las regulaciones internacionales fueron creadas paralelamente1. De manera semejante, una nueva cultura espacial es necesaria para acomodar estas mutaciones macroeconómicas. Este artículo comparte algunas reflexiones de lo que podría exigir una nueva cultura espacial y cómo influenciaría a profesionales que se ocupan del ambiente ya construido.

Por Dr. Alfonso Vegara y Arq. Judith Ryser La industrialización y la urbanización trajeron un cambio sin precedente en la estructura del desarrollo urbano y su administración. El crecimiento de la población por la migración a las ciudades generó una demanda exponencial de espacios habitables, que dio lugar a la suburbanización, densificación y a la sobrepoblación. Los organismos de gobierno siguieron este crecimiento con ciudades que buscaban, teniendo éxito a menudo, incorporar autoridades locales adyacentes. Esta base territorial extendida afectó la administración del espacio. La planeación como la conocemos se convirtió en un instrumento dominante del desarrollo espacial. Esto tiene, aunque discutible, sus orígenes en el Siglo IX cuando los planes para las ciudades enteras fueron ideados para acomodar su transformación.2 Muchas nuevas concepciones de las ciudades han surgido desde que el postmodernismo se desligó del modernismo. Estos conceptos fueron influenciados por la revolución post-industrial de las tecnologías de información y su introducción de la virtualidad por un lado,3 y adicionalmente, por la demanda democrática de los ciudadanos para tener una mayor participación en el desarrollo y el funcionamiento de su ambiente urbano.4 Alimentada por la naturaleza contradictoria de la globalización, la revolución digital está afectando la estructura y la función de las ciudades, al igual que lo ha hecho el déficit democrático provocado por una alta concentración del poder en materia de planeación urbana alejado de los ciudadanos.

Problemáticas de planeación en un mundo globalizado Cambio del clima Además de las disfunciones espaciales y socioeconómicas que provienen de la fragmentación y la polarización, las preocupaciones más recientes de las estrategias del desarrollo son el calentamiento global y el cambio climático. El ambiente, ecología y ahora la sustentabilidad se han convertido en un aspecto crucial en la planeación, lo cual requiere un cambio de esquema de conocimiento. A este respecto, los científicos que estudian estas problemáticas desean tener un mayor acceso en los temas de planeación y en el entendimiento de cómo ésta y la infraestructura construida, pueden aliviar algunas de estas preocupaciones. Desde hace algún tiempo la problemática de la planeación se ha ramificado hacia afuera, más allá de temas puramente espaciales, para tocar preocupaciones económicas, sociales y ambientales, los tres pilares de la sustentabilidad. Tal acercamiento requiere una gran comprensión de la interacción entre estos sectores y sus efectos en diversas escalas sobre el espacio urbano. Migración y cohabitación cultural Con la globalización se esperaba un aumento en la prosperidad por todo el mundo, sin embargo, hay evidencias confirmadas por los eruditos de la economía,5 que las nuevas riquezas están distribuidas muy irregularmente a través del mundo y que la brecha entre los que están siendo más ricos y los que están bajando su nivel eco-

1- Para nombrar solamente algunos: Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y los bancos regionales equivalentes tales como EBRD, el banco europeo de la reconstrucción y desarrollo; libre comercio: Organización del comercio mundial de WTO (regulador), de NAFTA, tratado de libre comercio del América del Norte, Área de libre comercio de FTAA de las Américas, mercado de la unión europea, la Asociación de Naciones del sureste Asiático AFTA, área de libre comercio asiático; telecomunicaciones: Unión de telecomunicaciones internacional de ITU (regulador), organización internacional de la ISO para la asociación competitiva europea de la estandardización (regulador), de las telecomunicaciones de ECTA, el comercio internacional y el desarrollo económico. 2- e.g. Barcelona de Idelfonso Cerda (Teoría General de la Urbanización); Viena de Otto Wagner, Reinhard Baumeister,1876. Stadterweiterung en Technischer, Baupolizeilicher y Wirtschaftlicher Beziehung. Ernest y Kron, 1907. Ciudades y ciudades de la planeación: Principios abogados por las autoridades alemanas para el crecimiento, los cuadrados, los distritos de la clase y los edificios futuros. En: Diario e ingeniero municipal 22, Sociedad Incorporada de Arquitectos e Ingenieros de Alemania). Plan de la comisión para Manhattan, Nueva York, 1811, plan para desarrollar y vender la tierra (por el gouverneur Morris, Juan Rutherfurd y Simeon De Witt). 3- e.g. ciudades digitales, ciudades invisibles, ciudades networked, ciudades inteligentes, ciudades móviles, espacios para la sociedad del conocimiento. 4- e.g. ciudad convival, ciudad ocultada, ciudades para la gente, ciudades de la supervivencia, ciudades habitables, ciudades sanas, ciudades creativas. 5- e.g. Eric D Beinhocker. 2006. El origen de la abundancia, de la evolución, de la complejidad y de rehacer radical de la economía.

Dr. Alfonso Vergara Presidente de la Fundación Metrópoli. Presidente del Grupo Taller de Ideas, Centro de Estudios Urbanos. Presidente de Asociación Internacional de Urbanistas. Cónsul Honorario de Singapur en Madrid. Arquitecto Urbanista (Universidad de Navarra, Pamplona). Licenciado en Economía. Rama Economía Regional y Urbana, (Universidad de Valencia). Licenciado en Sociología. Área Sociología Política. (Universidad Complutense, Madrid). Doctor en City and Regional Planning. (Universidad de Navarra, Pamplona). Profesor de Urbanismo en las Escuelas de Arquitectura de Madrid y Navarra y profesor visitante en diversas universidades Europeas y de Estados Unidos. Profesor visitante de City and Regional Planning en la Universidad de Pennsylvania. Ha escrito diversos manuales y libros sobre temas urbanísticos y territoriales, entre ellos: “El Proyecto Urbano”, “Introducción al Análisis Demográfico. Un enfoque para Urbanistas”. Ordenación Urbana”, “Urbanismo de Ideas”, “Madrid Metrópoli”, “El Triángulo Alicante-Elche-Santa Pola”, “Logroño. Programa Ciudad”, “Innovación y Desarrollo de Ciudades y Regiones”. En 2005 publicó el libro “Territorios Inteligentes” un compendio que recoge años de estudio en investigación sobre el desarrollo de las ciudades. Ha publicado también diversos libros monográficos sobre Planes Regionales y Proyectos Urbanos. Conferencista Magistral del XIII Congreso Iberoamericano de Urbanismo.

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Arq. Judith Ryser Es arquitecta, urbanista y periodista. Maestría en Ciencias Sociales. Ha dedicado su vida profesional al estudio de ambientes construidos y su sustentabilidad, en ámbitos como la academia, el sector público y privado, así como con grupos comunitarios. Sus investigaciones en Londres, París, Estocolmo, Ginebra (O.N.U.) y Madrid se enfocan en el futuro de las ciudades con énfasis en el continente europeo. Miembro del Instituto de Periodistas del Reino Unido. Escritora y editora de libros, artículos e informes para organizaciones internacionales.

nómico está aumentando dramáticamente. Aunque se afectan países y regiones de diversas maneras, estos efectos contradictorios son más visibles en las ciudades que tienen que resolver las consecuencias de estas tendencias, entre las que destaca como lo más perceptible, la migración. Debido a la inmigración, muchas ciudades se están transformando en ciudades más cosmopolitas, con una creciente segregación social y espacial. Tal diversidad étnica, cultural y económica puede traer tensiones y conflictos sociales, por lo que el enfoque que se debe buscar por los protagonistas dominantes de la planeación y las autoridades6 es precisamente transformar estas diferencias en activos para la ciudad. Base de conocimiento para la planeación Los ejemplos del cambio y de la migración del clima demuestran la necesidad de planear para colaborar recíprocamente cada vez más con áreas que hasta ahora se encontraban fuera de su ámbito. ¿Cómo establecer acoplamientos entre estos campos especializados del conocimiento? Aún está en el proceso de definirse, así como el análisis del capital intelectual de planificadores que no ha definido en qué medida o con qué propósito se ha convertido en un asunto de presión. Esta situación plantea preguntas sobre la base de conocimiento de la planeación urbana.7

Una nueva cultura espacial La aparición de Meta-Regiones Las iniciativas tempranas en los Estados Unidos concibieron las relaciones entre las ciudades existentes como entidades regionales de gran escala, por ejemplo de Boston a Washington. América 2050 prevé que la mayoría de las áreas urbanizadas se estará integrando en megaregiones, federadas en un plan espacial nacional. Cuando Japón entró en un desarrollo económico impresionante, floreció el movimiento del diseño metabólico que amplió ciudades subterráneamente, debajo del agua, sobre tierra ya reclamada, en conglomerados metropolitanos grandes dentro Tokio en el corredor de Osaka. Combinando el Oeste y el Este –el dualismo tradicional con el pluralismo dinámico– en un mundo cada vez más nómada, Kisho Kurokawa propuso una simbiosis mejor entre el hombre y la naturaleza, basado en los conceptos metabólicos que él expresó en sus ideas sobre ciudades y super-regiones del futuro, tales como los super-corredores multimedia.9 En Europa, la unión europea refiere a la perspectiva espacial europea del desarrollo (ESDP), elaborada para el Consejo de Europa, para fundamentar su estrategia regional de desarrollo espacial equilibrado, mientras que incluye concentraciones competitivas globalmente.10 Ecosistemas urbanos de la innovación

Urbanismo del futuro Territorios Inteligentes8 es una visión del urbanismo futuro, proyecto que se enfoca en apoyar e impulsar a aquellos que buscan reinventar las ciudades a través del diseño urbano, pero que, a pesar de tener las ideas, necesitan el soporte de las autoridades, las estructuras institucionales apropiadas, así como el impulso emprendedor para lograr implementar sus proyectos. El trabajo de Fundación Metrópoli ha analizado más de 30 ciudades para identificar sus componentes de excelencia. Basados en la herramienta analítica Proyecto CITIES que se desarrolló en foros ciudadanos, se ha concluido que las ciudades tienen que recurrir a la innovación y a la creatividad para concretar su máximo potencial. La investigación indicó que las ciudades y las regiones con un futuro prometedor son las que son capaces de imaginar un “proyecto urbano”, basadas en un equilibrio bien ponderado entre una estrategia de desarrollo económico impulsada por activos propios y contextualizados a la ciudad, el respeto por el ambiente, así como el diseño innovador del paisaje. Esta sucinta revisión pretende fijar la escena para las ideas actuales de la dimensión espacial de un nuevo urbanismo y su gobernanza. El desarrollo económico desigual significa que las ciudades en diversas etapas del desarrollo económico están sujetas a diversas fases de estos procesos. Todavía los que se han rezagado pueden tener la oportunidad de aprender de otras ciudades y dar un gran salto directamente a las ideas más contemporáneas sobre el desarrollo espacial sustentable y cómo planearlo y hacerlo sustentable.

Acerca de los ecosistemas En un mundo cada vez más interdependiente donde la tecnología de comunicación provee acceso inmediato a la información con impactos potenciales en todas partes o en cualquier cosa, es necesario tomar prestada la noción de “ecosistema” 11 de las ciencias naturales, para lograr entender el concepto de una situación tan interactiva. Transportado a la dinámica de los procesos espaciales de desarrollo, el contexto de los ecosistemas urbanos de “globalización de la innovación” significa la interacción y diálogo entre tres pilares: • Estrategias espaciales en una escala regional. • Gobierno que inventa a instituciones para el propósito. • Capacidad de ciudades y de regiones de innovar. Desde este punto es posible identificar los componentes de la excelencia, los lugares geométricos de cada ciudad, cada nodo del genio en las redes de ciudades, junto con los acoplamientos que entrelazan espacios grandes entre ellos. Estos nodos y flujos están permitiendo al sistema funcionar como un todo flexible y siempre cambiante. El dinamismo de este sistema está generando material así como cadenas virtuales o clusters para eslabonar la sinergia de sus energías innovadoras en respuesta a la globalización.

6- El estudio en ciudades abiertas es un ejemplo de avanzar este asunto. Greg Clark (ed). 2008. Abra las ciudades. 7- Isocarp ha compuesto un cuerpo considerable del conocimiento en planear durante su existencia sobre cuatro décadas en la cual se sintetiza: Judith Ryser, Ng de Waikeen (eds). 2005. Cuatro décadas de la creación y de compartir el conocimiento. 8- Alfonso Vegara y Juan Luis de las Rivas. 2004. Territorios Inteligentes. Fundación Metrópoli, Madrid. 9- Kisho Kurokawa. 2001. Arquitectos y asociados de Kisho Kurokawa. La filosofía de la simbiosis de las edades de la máquina a la edad de la vida. 10- Consejo de ministros de planeación espacial. 1999. ESDP. Perspectiva espacial europea del desarrollo. Potsdam. http://ec.europa/regional_policy/sources/docoffic/official/reports/som)en.htm 11- Según Arturo Roy Claham, que ha acuñado esta expresión en el ecosistema del “de los años 30” es: “los componentes físicos y biológicos de un ambiente considerado en lo referente a cada otro como unidad”.

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Convirtiendo ciudades en innovadores ecosistemas urbanos En términos más concretos, las ciudades no están más en una posición de competir en aislamiento. Tienen que confiar en su cultura de la innovación para asegurar su sustentabilidad en el largo plazo. En este sentido, se convierten en la solución, no en el problema del Siglo XXI para temas como por ejemplo el cambio climático, al contrario, comparten la responsabilidad de contribuir a la sustentabilidad del planeta. Son también espacios privilegiados para consolidar la creatividad, así como la solidaridad y tolerancia, como la esencia de la sociedad civilizada en un mundo cosmopolita. Mientras aprenden de su pasado, estas ciudades forman redes espaciales y virtuales, y al establecer mayor conectividad amplían su oportunidad de supervivencia en la economía global, a la vez que se están beneficiando de una nueva área de influencia. Cuando las ciudades se han desarrollado como entidades metropolitanas por naturaleza, logran operar en una escala regional creciente.

12- Manuel Castells. Volumen II. de Op.cit.

La capacidad de ciudades de convertirse, de desarrollarse y de adaptarse se arraiga profundamente en su identidad.12 Las interacciones continuas entre su espacio físico y la capacidad de adaptación están forjando la identidad única de ciudades. Una constelación de su historia, cultura, especificidades físicas y formas de vida, junto con su capacidad de cambiar y su capacidad de reinventarse, caracteriza a las ciudades con un futuro sostenible. Estas metrópolis de manera rápida y sucesiva se han acomodado a la industrialización, al cambio a una economía de servicio y, más recientemente, a la era de la información. Como cunas de una generación de creatividad y conocimiento, las ciudades idean nuevas visiones de su futuro. Mejoran su urbanidad explotando las oportunidades de la tecnología y adaptando su sistema de gobierno a las nuevas circunstancias. Mientras que la movilidad de la gente, del capital, de mercancías y de servicios tiene un acelerado crecimiento a través del mundo, sólo las ciudades con la más alta calidad podrán atraer, conservar y consolidar el talento de clase mundial. Su ambiente tiene que resolver el desafío de la atracción global, que exige mezclar y acomodar diversos usos, creando los espacios que facilitan la simbiosis entre las “ecologías” de negocio y la vida urbana, en la que vivir, trabajar, jugar y aprender coexisten con facilidad.

Maqueta de como será Shanghai en el futuro. Foto: Grape J. G.

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Ciudades inteligentes, ciudades como sistemas de innovación Ilustración: Cortesía del autor

Perfiles urbanos innovadores que entienden La manera en que las ciudades están aprovechando sus componentes de excelencia para capturar a instituciones innovadoras, tecnologías avanzadas y la creatividad artística, es objeto de la investigación actual sobre ecosistemas de innovación en la Fundación Metrópoli. Esta fundación examina actualmente las ciudades de diversos tamaños y en diversas etapas del desarrollo en cuatro continentes, para identificar sus cadenas de excelencia y cómo los utilizan para constituir los clusters que les permitan mantener una posición principal en los ecosistemas de la innovación. La aplicación de la metodología del Proyecto CITIES se desarrolló por Fundación Metrópoli para este propósito. Los perfiles urbanos derivados del estudio sobre 20 ciudades demuestran que las ciudades están confiando cada vez más en los mismos componentes “necesarios” de la excelencia para ampliar y sostener su competitividad. Los otros componentes “suficientes” que se requieren para funcionar como clusters de excelencia y ecosistemas eficaces de la innovación, provienen de las especificidades de cada ciudad y su capacidad de convertirlas en ventajas competitivas. Debido a lo único del contexto, del momento en que se presenta y del tamaño de los ecosistemas de éxito en la innovación, no es factible tener como objetivo una combinación finita de los aspectos “necesarios” y “suficientes” en un plano integral. Lo que es relevante, es que están operando como ecosistemas de la innovación: Ya sea creando sinergia entre los varios cubos de la innovación situados en la ciudad o constituyendo ecosistemas en su propio derecho, o formando parte de un ecosistema supraregional de la innovación, o combinando las tres estrategias espaciales.

Entendiendo los procesos complejos de tal cultura de la innovación y cómo las ciudades los escalan para arriba o para abajo, buscando satisfacer sus componentes y clusters de excelencia, se espera que hagan una contribución útil a la base de conocimiento del desarrollo urbano, y en el largo plazo, hacia la construcción de un futuro sostenible. Fundación Metrópoli está aplicando estos resultados a sus proyectos que van desde las amplias escalas regionales, por ejemplo Cataluña o el País Vasco, hasta las aproximaciones del paisaje que abarcan un cambio innovador, como en los proyectos del Paisaje de Vino en La Rioja, así como en áreas urbanas de la innovación a nivel ciudad, tal como el Isla de la Innovación en Avilés. ¿Nuevos desafíos para los planeadores urbanos? ¿Cuáles son las implicaciones de los progresos espaciales meta-estructurales para los planeadores urbanos? Incluso los acercamientos imaginativos al desarrollo sostenible que hemos bosquejado en este artículo ocurren dentro de los sistemas existentes de gobierno, que regulan el desarrollo y la administración del espacio. Los nuevos avances en modelos alternativos del desarrollo urbano sostenible, incluyendo los concebidos como ecosistemas de la innovación y conducidos por las ciudades en diversas escalas interactivas, o por la gente en sus actividades y usos diarios de las ciudades, están inscritas en un ambiente impulsado por su propio ímpetu o inercia. Establecer los puentes entre las soluciones y las visiones existentes para las ciudades y las regiones de Siglo XXI puede ser un desafío de gran mérito para los planeadores urbanos en todas las partes del mundo.

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Arquitectura de paisaje e identidad metropolitana Es importante plantear la imagen urbana junto con tareas de promoción, difusión y valorización de los recursos culturales, ambientales y de identidad de la ciudad para protegerlos de la transformación y destrucción en el tiempo. Dentro de estas propuestas es importante aprovechar el reciclaje urbano y la refuncionalización de espacios públicos para corregir las carencias y reforzar la identidad.

Por: Arq. Laura Alonso Lutteroth La imagen de la ciudad vista a través de la arquitectura de paisaje, una breve reflexión de su entorno natural que es parte importante de su lenguaje. Entorno La ciudad se inserta en un medio natural específico que tiene unas características propias en donde se arraiga la identidad regional y cultural, basándose en cuestiones morfológicas y de carácter. Existen diversas razones para que los asentamientos se ubiquen en un paisaje específico, cuerpos de agua, explotación de recursos naturales, apreciación del paisaje, turismo y descanso. Estos asentamientos en principio se integran a los procesos naturales del sitio y respetan e integran a la vida de la ciudad, zonas de escurrimientos. Se ubican también buscando el mejor asoleamiento, usan el terreno con la vocación adecuada para zonas productivas, así como respetan los diferentes ecosistemas internos que le dan una identidad específica a cada una de las regiones que se relacionan con estos ecosistemas, como por ejemplo bosque de galería, barrancas, humedales, entre otros. Además, la ciudad se relaciona culturalmente de diversas maneras con el entorno, como montañas o cenotes. Emplazamiento Partiendo de que la percepción humana pasa por un proceso de reestructuración, que configura a partir de esa información una forma, entonces el paisaje no es la suma del árbol, la montaña, el río, los valles, sino un elemento distinto, subjetivo, formado por una serie de ideas, sentimientos y sensaciones elaboradas a partir del lugar. Paisaje es lo que se ve, no lo que hay. Es una construcción mental y cultural. Parte importante de este paisaje está en el espíritu del lugar.

Los Cabos, Baja California. Foto: Cortesía del autor.

Patrimonio El patrimonio cultural, reflejado en el patrimonio arquitectónico, urbano y paisajístico, es para cada comunidad la memoria de su pasado, su conciencia como comunidad define una identidad, que la relaciona con dicho pasado desde el presente. En el tiempo, la ciudad se transforma modificando sus condiciones y equilibrio ecológico. Hoy en día el entorno natural es muy vulnerable a ser modificado, a tal grado que se destruye el ecosistema original junto con su imagen, sin embargo, la necesidad de un equilibrio ecológico ya forma parte de las decisiones de planeación. Es importante plantear la imagen urbana junto con tareas de promoción, difusión y valorización de los recursos culturales, ambientales y de identidad de la ciudad para protegerlos de la transformación y destrucción en el tiempo. Dentro de estas propuestas es importante aprovechar el reciclaje urbano y la refuncionalización de espacios públicos para corregir las carencias y reforzar la identidad.

Arq. Laura Alonso Lutteroth Arquitectura por la Universidad Iberoamericana. Diplomado Arquitectura de Paisaje. Landscape School of the South, USA. y Federación Mexicana de Jardinería y Arreglo Floral Cursos de Arquitectura de Paisaje. IDAU - SAPM Módulo 2. Manifestación de Impacto Ambiental. Minneapolis oct 06. Roof Garden Design 101 Pertenece a la Sociedad de Arquitectos Paisajistas de México, A. C. International Federation of Landscape Architects. Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México CAMSAM Comisión Mexicana para la Acreditación de la Arquitectura. Maestra en la Universidad Iberoamericana. Paisaje Urbano. Actualmente trabaja en TIERRA VIVA, despacho particular Arquitectura y Arquitectura de Paisaje, además de presidir la Asociación Mexicana de Arquitectos Paisajistas.

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Utopía de la Ciudad de México, proyecto de la Sociedad de Arquitectos Paisajistas de México. Ilustración: Franzisca Goebel.

La concepción de patrimonio que centraba su análisis exclusivamente en valores estéticos y simbólicos de las obras consideradas, debe incluir hoy distintos elementos culturales (sociológicos, productivos, tecnológicos, entre otros) e incorporar el contexto urbano y ambiental, conformándose de este modo conjuntos y áreas de interés. Estos sitios, áreas y edificios, tienen significación e interés para la comunidad y la población se identifica con ellos en el “hoy”. Básicamente no se pretende detener el proceso de transformación de la ciudad, sino orientarlo, encontrando un equilibrio, ya que no es tampoco razonable convertir a la ciudad en una unidad estática, sin relación con las necesidades y expectativas reales de la población. Por otro lado, incorporar a la vida contemporánea inmuebles pertenecientes al patrimonio arquitectónico urbano, áreas significativas o estructuras integradas conlleva además de la racionalización que significa, la continuación en servicio de un recurso material, el valor agregado en la consideración como bien patrimonial. Utilizar estas estructuras como organismos vivos (su uso por parte de la sociedad) propicia su permanencia y salvaguarda. Es necesaria la creación de un instrumento legal dinámico y articulado que identifique los bienes inmuebles, junto con su entorno urbano paisajístico, que se consideren patrimonio, e instrumente las acciones para su inventario, tutela y salvaguarda; así como que se enfoque a estudiar los organismos que planifiquen la gestión, instrumentación y mantenimiento de las acciones. Filosofía, función y forma Filosofía, función y forma van de la mano en el proceso de diseño y conforman la imagen de la ciudad, que se define por los principios generales que organizan la vida comunitaria, satisfaciendo formalmente sus necesidades a través de programas y acciones que responden a intereses de esa comunidad y representan los valores de la sociedad.

Vivimos en una sociedad capitalista, preocupada de verse afectada por decisiones tomadas por otros, que busca una democracia y siente una gran incertidumbre sobre el futuro. Las decisiones están en manos de algunos, principalmente se mueven por intereses económicos. El individualismo impera en gran parte de las ciudades donde es escaso el espacio público para resolver problemas de comunidad y para fomentar la cohesión social. Copiando patrones americanos urbanos y económicos, que se ven reflejados en la forma de la ciudad, se da lugar a zonas no incluyentes donde se afectan los intereses de diversos grupos sociales. La economía capitalista necesita espacios en los que se desarrolle el mercado, lo que genera grandes procesos de urbanización. Las ciudades crecen y se desbordan, se pierden los límites y las diferencias con el campo se desarrollan en la periferia y alteran notablemente su paisaje. Para definir una imagen de ciudad habrán de modificarse las normas y programas de acuerdo a la imagen objetivo, que deberá estar apoyada con acciones de difusión donde se exponga la justificación de las normas. Importante debe ser el conocimiento e integración del entorno a la vida de la ciudad. Las áreas verdes en la ciudad deben estar integradas de la siguiente forma: Parques lineales, en ríos y escurrimientos; zonas recreativas, en presas, lagos, bosques, barrancas; ciclopistas, en sistemas de áreas verdes; áreas verdes de compensación urbana, en azoteas verdes y terrazas jardinadas; ecotécnias. En todas las áreas debe prevalecer la normatividad y la incentivación fiscal. Si estas áreas están administradas y son de utilidad para la ciudad y sus ciudadanos, dejarán de estar abandonadas y vulnerables a ser invadidas y destruidas. Repartidas por toda la ciudad, dan como resultado una imagen de ciudad más equitativa.

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Campos de arroz en la Universidad de Shenyang, China. Foto: Arq. Kongjian Yu.

Identidad-contenido-significado La idea de paisaje como un inventario, (un conjunto de elementos), cambia para ser una unidad integrada por todo lo que se ve. Si analizamos cada elemento por separado las cualidades del paisaje no se aprecian, si no que son fruto de la relación de dichos elementos y por tanto son propias y únicas de esa porción de territorio. Podemos ver el paisaje como naturaleza disponible para el hombre; paisaje como producto social; paisaje como construcción simbólica. Lo significante es que independientemente de si estamos hablando de lugares, espacios o paisaje, lo que queda en evidencia es la relevancia que se le da a la significación del territorio, al simbolismo que tiene determinada porción de terreno, el cual está cargado por nuestras relaciones sociales y que no podemos mirarlo exclusivamente desde la perspectiva de ser un pedazo de tierra geográfico,

esto es importante en cuanto poder poner en valor aquellos espacios, lugares o paisajes dentro de la ciudad que reúnen mayor cantidad de simbolismos, mayor carga de identidad para los habitantes de determinado territorio. En el manejo de una imagen con identidad local perdurable se busca desarrollar trabajos contemporáneos con raíces mexicanas y endémicas, atendiendo las necesidades actuales, reconociendo la flora mexicana como un recurso de identidad que responde a las condiciones ecológicas del sitio. El significado de estos espacios promueve la apropiación y por lo tanto su conservación. Si en esta preocupación de atender las necesidades de identidad de la ciudad nos preguntamos ¿cuál será la imagen objetivo que se persigue? Los elementos son variados y en su conjunto modifican la imagen reflejando el pensamiento de la sociedad.

Bibliografía Garré Fabián; Patrimonio arquitectónico urbano, preservación y rescate: bases conceptuales e instrumentos de salvaguarda; Revista del Centro Nacional de Conservación y Restauración; 2001 Navarro Bello; Galit; Una aproximación al paisaje como patrimonio cultural, identidad y constructo mental de una sociedad; Facultad de Arquitectura y Paisaje Universidad Central de Chile; 2003

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Gobernanza y territorios dinámicos globalizados

La incertidumbre como escenario: crisis y potencialidades Hemos de pasar de un pensamiento urbano normativo restringido a las ciudades, a otro más amplio sobre un territorio globalizado que es un complejo rompecabezas donde hemos de insertar nuestra pieza. Ni los clásicos instrumentos del planeamiento urbanístico

municipal

ni

las

estrategias

territoriales

voluntaristas

son

ya

suficientes.

Por: Dr. José Núñez Castain

Dr. José Núñez Castain Doctor Arquitecto por la Universidad de Sevilla. Profesor Titular de Urbanística y Ordenación del Territorio. Universidad de Sevilla. Maestro en la Escuela de Arquitectura, Director del Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio. Concejal Teniente-Alcalde de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla. Miembro del gobierno Andaluz. Consejero de Turismo y Deporte, de la Junta de Andalucía. Diputado electo al Parlamento español donde ejerce como portavoz andalucista. Profesor responsable de planeamiento urbano, y de tercer ciclo en diversos programas de doctorado. Creador junto a otros profesores del grupo de investigación TIC 90513 sobre “Dinámica urbana y ordenación del Territorio” del que es responsable. Actualmente prepara la creación de un Master oficial sobre “Urbanismo, Planeamiento y Diseño Urbano” en la Universidad de Sevilla, a impartir a partir del 2009-2010. Autor de planes y proyectos, ha publicado libros, artículos, participado en congresos sobre temas diversos, colabora en la actualidad como analista en prensa, radio y televisión. Conferencista Magistral del XIII Congreso Iberoamericano de Urbanismo.

La situación de encrucijada está marcada por la primera gran crisis de la globalización. Por otro lado, la agotabilidad del modelo actual, imposibilita la inercia y genera incertidumbre. Nada volverá a ser como antes, y debemos ser capaces de progresar dentro de un desarrollo sostenible basado en renovados principios e instrumentos. Nuestra disciplina debe emplear como hilo conductor de la reflexión al territorio, que es, ha sido, y será siempre el soporte físico de la cultura. Debemos adoptar una nueva cultura de desarrollo sostenible en un escenario de cooperación, donde aparece la necesidad de “gobernanza”. El territorio no puede ser entendido ni resuelto desde una visión y acción pública meramente municipal. Se precisa más que nunca la planificación a escala supramunicipal, tanto para ordenar el territorio (definición del modelo) como para el desarrollarlo (gestión eficaz del mismo). Para la consolidación de la nueva escala, será imprescindible tanto la cooperación vertical entre administraciones como las redes de cooperación entre ciudades y la articulación con la sociedad civil. Develar el futuro del territorio global nos obliga a una reflexión sobre el territorio en que nos asentamos. El Territorio Global Territorio y cultura urbana en el origen El territorio es diverso y heterogéneo y por tanto singular. Es y ha sido históricamente el soporte de cada cultura. Históricamente cultura, ciudad y territorio eran interdependientes y buscaban la armonía. Cada cultura se adapta a “su territorio”. La superposición de sucesivas culturas urbanas a lo largo de la historia unida a los procesos de dominaciónintegración conformaron la diversidad territorial (ciudades y territorios históricos) de nuestro planeta con sistemas urbanos singulares. La ciudad industrial se desliga del territorio La Revolución Industrial introduce un modelo homogéneo de organización urbana, independiente del territorio. La cultura urbana contemporánea de la sociedad industrial en tanto se extendía unificaba el modo de vida, y consecuentemente las ciudades. El modelo urbano se define

de forma aislada al territorio. El suelo rústico, se convierte en no urbano y su control se desliga del urbanismo. La urbanística fue generando nuevos modelos urbanos que al superponerse a las existentes producen la dialéctica (centro histórico singular)-(periferia unificada) en paralelo a la de renovación-rehabilitación. Explosión urbana, crisis y globalización En el último tercio del siglo pasado, en que nace la sociedad post-industrial, se inicia un nuevo escenario de dinámicas inmobiliarias con fenómenos como la metropolización de periferias. Crece la competitividad y se producen cambios de jerarquía entre metrópolis y países. Estamos frente a una etapa diferente, de utilización extensiva del territorio, con una acentuada movilidad, en estructuras espaciales de jerarquías multipolares. Se origina una realidad urbana-territorial diferente (comarca metropolitana, región urbana, ciudad dispersa), caracterizada por interdependencias y un alto grado de fragmentación y heterogeneidad. Se rompe el orden de la ciudad tradicional compacta. En Europa, y sobretodo en España, denominamos a este periodo explosión urbana en vez de expansión, porque se produce paradójicamente en un escenario de escaso crecimiento demográfico. En vez de construir un modelo, el modelo era construir. En contraste con la extensión e importancia del proceso urbanizador está la ausencia de control territorial. La crisis del modelo de territorio globalizado, se manifiesta en la insostenibilidad ambiental, económica y social. Gobernanza y ordenación territorial Nueva gobernanza en metrópolis La necesidad de afrontar los retos del territorio globalizado nos obliga a una revisión del concepto de gobernanza. Se emplea para implicar a múltiples actores públicos y privados en la decisión política. Surge en el escenario complejo del territorio metropolitano y su gobierno. El concepto de gobernanza metropolitana se refiere a: • Proceso de toma de decisiones (reglas desde iniciativa a aprobación).

• De los actores públicos y privados (intereses divergentes). • Sobre el territorio metropolitano (usos e infraestructuras): • En la definición del modelo y su sostenibilidad. • En los instrumentos para desarrollarlos. • En la gestión del proceso. • En el que se procura llegar a un doble consenso: - Horizontal, articulando la participación de los agentes económicos y sociales, de los ciudadanos con las administraciónes metropolitanas. - Vertical entre las distintas esferas de las administraciones públicas. • Para realizar acciones conjuntas mediante la cooperación. El concepto de gobernanza en el contexto específico del desarrollo territorial sostenible, implica una cultura política participativa, sentimiento identitario de pertenencia, nuevos instrumentos de gestión, y coordinación cooperación y concertación intergubernamental. Es imposible gobernar y ordenar el territorio de la ciudad dispersa desde la perspectiva limitada y fragmentada del planeamiento urbanístico municipal. Por otro lado la consciencia de nuevos límites territoriales, nos obliga a realizar reformas a nivel institucional, para superar el divorcio existente entre los ámbitos del gobierno del territorio y los de su ordenación. Es necesario que coincidan los nuevos límites de ordenación del territorio metropolitano: • Con la organización administrativa política y social del territorio, que dé legitimidad democrática a esta escala para relacionarse con la escala suprametropolitana (regional o estatal) y con la intrametropolitana (municipios y distritos). • Con el cuerpo social, reforzando sus sentimientos identitarios como “su nuevo territorio”. Nuevos instrumentos Se citan a continuación algunas características básicas de los diferentes instrumentos de planificación territorial que operan con un marcado enfoque supramunicipal y que, con grados diferentes, están anclados en la gobernanza: • Planes territoriales subregionales por la vía de mancomunidades. Los municipios tienen una mayor implicación y corresponsabilidad en todas las fases del proceso de planificación. La idea es establecer una nueva vía de planificación subregional intermunicipal a falta de un nuevo “gran municipio”, manteniendo la administración superior su competencia para la articulación con el plan regional. • Instituciones supramunicipales. Para afrontar el planeamiento a escala supramunicipal, y cuestiones sectoriales como grandes infraestructuras, transporte público, movilidad o agua. Con la constitución de organismos metropolitanos o comarcales se trata de lograr la coherencia entre el espacio geográfico-funcional y el ámbito territorial en el que se adopta la decisión político-administrativa. • Acuerdos o contratos intermunicipales de ordenación territorial y urbanística. Encaminados a coordinar y compatibilizar su planeamiento urbanístico con el respectivo planeamiento de los municipios de su entorno inmediato o, en su caso, más amplio.

• Estrategias supramunicipales de desarrollo territorial. A diferencia de un plan territorial (integral con efectos vinculantes), se trata de un instrumento informal (estratégico de carácter voluntario) acordado entre municipios. • Mecanismos financieros para el reparto intermunicipal de cargas y beneficios. Entre otros destacaremos: Incentivos financieros a la sostenibilidad, compensaciones correctoras centroperiferia y compensación financiera intermunicipal. • Redes de cooperación entre ciudades. Creadas por iniciativa de los propios municipios y, con frecuencia, reforzadas por la política de ordenación del territorio se trata de un instrumento informal, es decir, pactado y de carácter voluntario, basado en relaciones de confianza mutua. Frente a otras formas de cooperación intermunicipal, el carácter informal les da una mayor flexibilidad. El binomio cooperación-competencia es una de las características de las redes de cooperación entre ciudades. Conclusiones La encrucijada de la primera gran crisis de crecimiento de la globalización, refleja la crisis del modelo territorial provocado por la misma. Para romper la inercia de crecimiento insostenible hemos realizado las reflexiones y señalaremos unas intuiciones sobre la construcción de la gobernanza metropolitana como: 1. Determinar los nuevos ámbitos territoriales de cada metrópoli. 2. Constituir órganos político-administrativos coincidentes con los nuevos ámbitos: - Reforzando la identidad de los ciudadanos con su territorio. - Con legitimidad democrática directa. - En cooperación horizontal y vertical que supere los conflictos. - Incorporándose a redes para su mejor integración en el territorio global. 3. Redactar nuevos planes de ordenación del territorio intermunicipales: - Normativo y estructural. - Determinando las zonas protegidas. - Precisión de las limitaciones que permitan la sostenibilidad. - Abierto y flexible buscando la máxima compatibilidad entre usos. - Buscando la calidad ambiental de ciudades y territorio. - Fácilmente revisables. - Con un diagnóstico urbanístico “on line”. - Que permita respuestas ágiles a la dinámica de cada territorio. - Con mecanismos permanentes de reparto de cargas y beneficios. - Bajo principios de gobernanza permanente. - Predominio de los intereses generales. - Búsqueda del consenso. - Participación estable en todas las fases de las decisiones. - Que marquen las pautas para la ordenación pormenorizadas del planeamiento municipal.

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Gobernanza y competitividad en el Valle de México Las metrópolis son una expresión compleja para la gestión metropolitana, es decir, para generar soluciones en términos de equidad a problemas comunes como la dotación de agua, la construcción de infraestructura, el transporte de personas y mercancías, las relaciones con su área de influencia o cuestiones medioambientales, así como los problemas de marginación, exclusión social y pobreza, no es conveniente atenderlos desde una visión localista y sin considerar a la sociedad en la toma de decisiones DEL desarrollo metropolitano.

Por: Lic. Alfonso Navarrete Prida

Lic. Alfonso Navarrete Prida Secretario de Desarrollo Metropolitano del Gobierno del Estado de México. Licenciado en Derecho en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México. Subsecretario de Estado. Subsecretario de Población y Servicios Migratorios de la Secretaría de Gobernación. Subprocurador General de Control de Procesos. Subprocurador General de Procedimientos Penales “B”. Subprocurador de Coordinación General y Desarrollo en la Procuraduría General de la República. Secretario Particular del Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Secretario Particular del Procurador General de la República. Secretario Particular del Secretario de Gobernación. Director General de Asuntos Jurídicos y Contralor General de la Secretaría de Salud. Asesor en diversos organismos descentralizados como en órganos desconcentrados. Confederación Nacional Campesina (CNC), CONASUPO, S.A. (LICONSA), la Comisión Nacional del Deporte (CONADE) y el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ). Subsecretario de Seguridad Pública y Procurador General de Justicia del Estado de México.

Gobernanza y competitividad están estrechamente ligadas, sobre todo en el contexto metropolitano. En el contexto mundial el fenómeno metropolitano es considerado prioritario para las economías de los países que lo presentan. De acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas, en el planeta existen 414 aglomeraciones urbanas o metrópolis de un millón de habitantes o más distribuidas en 107 países1, de éstas la Zona Metropolitana del Valle de México ocupa el segundo lugar de habitantes, sólo por debajo de Tokio, Japón. Lo anterior no sería tan relevante sino es por el hecho que las metrópolis del mundo presentan una clasificación conforme a su liderazgo en la economía global, en este sentido, el Valle de México es considerado una metrópoli “Beta” por el liderazgo que representa en la región latinoamericana. Sin embargo, si no se toman acciones consensuadas, integrales e incluyentes, ascender en la escala de valor será aún más difícil. La metrópoli que no aspire a ser decisoria del acontecer mundial deberá aceptar presiones del exterior que podrían agravar su ya compleja gobernanza, e incluso, a ver el declive de sus fortalezas y el menoscabo en la calidad de vida de sus habitantes. Es en este sentido que es preciso lograr una gobernanza eficaz que genere las oportunidades necesarias e indispensables para hacer de las metrópolis espacios territoriales competitivos en el ámbito nacional y mundial. En el Estado de México, se considera a la gobernanza como el elemento armónico y legítimo que permite ofrecer espacios no sólo de participación sino también de oportunidad a todos los actores involucrados, pero también como el mecanismo para promover el desarrollo territorial y social del Valle de México. Esta visión se debe en gran medida a que nuestra entidad es la única en el País que concentra dos zonas metropolitanas con más de un millón de habitantes, la Zona Metropolitana del Valle de Toluca y la Zona Metropolitana del Valle de México, esta última compartida con el Estado de Hidalgo y con el Distrito Federal2.

En particular, la Zona Metropolitana del Valle de México no sólo representa la concentración demográfica y economica más importante del País, sino que también representa una metrópoli con múltiples retos y oportunidades compartidas. De acuerdo a la declaratoria, firmada el día 17 de junio del presente año, el Valle de México se conforma por las 16 delegaciones del Distrito Federal, 59 municipios del Estado de México y 29 del Estado de Hidalgo3. Este ámbito territorial concentra casi 20.4 millones de habitantes, ocupando una extensión territorial de 12,787 Km2, lo que implica la coordinación del Gobierno Federal, los gobiernos estatales y del Distrito Federal, así como 104 Locales. Por citar un dato importante, en el Valle de México coexisten diversas fuerzas e ideologías políticas, el Partido Acción Nacional desde el Gobierno Federal, el Partido de la Revolución Democrática en el Distrito Federal y el Partido Revolucionario Institucional en los Estados de Hidalgo y de México. Más aún, la diversidad política se acentúa si consideramos que actualmente en los gobiernos locales del Distrito Federal existen 14 Jefes Delegacionales del PRD y dos del PAN; en los 29 municipios metropolitanos del Estado de Hidalgo, coexisten 18 presidentes municipales de filiación priísta, cuatro de origen panista, cuatro de extracción perredista y uno más del Partido Verde. En los 59 municipios metropolitanos del Estado de México, la pluralidad es mayor, ya que actualmente cuenta con 23 Alcaldes provenientes del PRI-PVEM, 14 del PRD, 12 del PAN, 2 de Convergencia y uno del PT, además de siete candidaturas comunes4 que en sí mismas muestran la diversidad ideológica. Como se aprecia, la complejidad en la gestión y la multiplicidad de actores políticos y sociales representan uno de los mayores retos para lograr políticas públicas de impacto metropolitano que atiendan, desde lo local, el desarrollo e interés común de la Zona Metropolitana del Valle de México.

1- United Nations, Department of Economic and Social Affairs, Population Division (2006). World Urbanization Prospects: The 2005 Revision. New York: United Nations. 2- SEDESOL, INEGI, CONAPO (2005). Delimitación de las Zonas Metropolitanas de México. 3- GEM (2008). Primera Declaratoria de Ampliación del Ámbito Territorial de Planeación y Estudio de la Zona Metropolitana del Valle de México. Gaceta del Gobierno publicada el 18 de agosto de 2008. 4- Fuente: www.ieem.org.mx/; www.ieehidalgo.org.mx/; www.iedf.org.mx/

No obstante, para atender las diversas necesidades de esta metrópoli, se han realizado diversos esfuerzos por crear mecanismos y órganos enfocados a la gestión de la metrópoli. En particular, el Estado de México cuenta a partir del año 2001 con la Secretaría de Desarrollo Metropolitano, única en su tipo en el País y la cual tiene como objetivo promover, coordinar y evaluar acciones para impulsar el desarrollo de las zonas metropolitanas de la entidad, así como impulsar y fortalecer los lazos de coordinación con la federación, los estados vecinos, el Distrito Federal, los gobiernos locales y la sociedad civil. Como parte de estos esfuerzos, se han consolidado órganos de gestión y consenso que generan acuerdos para la realización de grandes obras y acciones de impacto metropolitano en la que se ven involucrados todos los actores políticos y sociales, sin menoscabo de la propia soberanía y autonomía de las entidades, pero si con un importante compromiso por generar la integralidad y el desarrollo en igualdad de condiciones. Actualmente se cuenta con la Comisión Ejecutiva de Coordinación Metropolitana, instancia que tiene por objeto fortalecer la colaboración en áreas de interés común y de las Comisiones Metropolitanas sectoriales, entre el Estado de Hidalgo, el Distrito Federal y el Estado de México, en la cual se acuerdan y definen las acciones y directrices que se llevan en las Comisiones Metropolitanas sectoriales de Seguridad Pública, Transporte y Vialidad, Medio Ambiente, Asentamientos Humanos, Agua y Drenaje, así como de Protección Civil, las cuales tienen por objeto promover el desarrollo del Valle de México. De la misma manera, la actuación intergubernamental ha requerido de la conformación de un Fondo Metropolitano que, aunque insuficiente en sus recursos, representa el primer mecanismo de financiamiento en su tipo para abatir el rezago de infraestructura en el Valle de México. A partir del año 2005, se cuenta con el Fondo Metropolitano para Proyectos de Impacto Ambiental. Dicho Fondo, el cual inició con mil millones de pesos, se ha venido incrementando hasta alcanzar en el presente año los 3 mil 550 millones de pesos. En el año 2006, con la primera asignación de recursos al Fondo, se llevaron a cabo un total de 22 obras: 7 de infraestructura vial y de transporte; 13 de infraestructura hidráulica; y 2 de desarrollo urbano. Al año siguiente se asignaron 3 mil millones de pesos a 39 obras: 19 de infraestructura vial y de transporte; 15 de infraestructura hidráulica; 3 de desarrollo social; una de medio ambiente; y una de Protección Civil. Para 2008 se tienen aprobadas 29 obras en diversos sectores del desarrollo. Por otro lado y considerando que la gobernanza implica un proceso de diálogo permanente que otorga legitimidad y fortalece las capacidades institucionales, se ha logrado el vínculo y consenso de la trascendencia de la atención metropolitana desde el ámbito legislativo. La pluralidad política que caracteriza al Valle de México no ha impedido la generación de acuerdos, por el contrario, ha permitido enriquecer la visión y los consensos. Por ello, el Congreso Local del Estado de México y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal mantienen una estrecha relación, a través de las Comisiones encargadas de legislar en materia metropolitana, la cual ha generado importantes acuerdos de carácter interparlamentario, entre ellos:

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• Promover ante el Congreso de la Unión la expedición de la Ley General de Coordinación Metropolitana, para fortalecer la coordinación intergubernamental y ciudadana, así como la obligación de la coordinación metropolitana a los tres ámbitos de gobierno. • Exhortar al Ejecutivo Federal y a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión para que se institucionalice y fortalezca el Fondo Metropolitano. • Fortalecer los trabajos de homologación de los marcos jurídicos de alcance y beneficio metropolitano. • Exhortar a la Cámara de Senadores a efecto de crear una comisión en materia de Desarrollo Metropolitano. No obstante los esfuerzos realizados, aún quedan pendientes otros retos. La complejidad que encierra la Gobernanza y en particular aquella enfocada a la atención de las metrópolis, requiere el compromiso y la visión integral, armónica y sistémica de todos los actores involucrados, por ello es preciso promover la obligatoriedad de la coordinación metropolitana; la asignación de recursos desde los tres ámbitos de gobierno para obras de impacto metropolitano; la implementación de una planeación y políticas con visión metropolitana; el impulso al desarrollo económico y social con igualdad de oportunidades; el equilibrio y la sustentabilidad ambiental y un mayor compromiso de todos los sectores involucrados. Por lo anterior, en el Estado de México la gobernanza democrática también se presenta a través de los Consejos Ciudadanos de Desarrollo Social (COINCIDES), los cuales son órganos de participación ciudadana y que hacen llegar a las dependencias gubernamentales las necesidades de sus municipios a fin de que, sin importar colores partidarios, se hagan llegar los beneficios a todas las comunidades de la entidad, tal y como se comprometió el gobernador, el Lic. Enrique Peña Nieto. Con todo, es imprescindible conciliar y conjugar los intereses de los amplios sectores políticos, sociales y económicos con el firme propósito de alcanzar una plena gobernanza, un desarrollo equitativo y una competitividad sostenida para que el Valle de México se posicione como una de las metrópolis de liderazgo en el contexto nacional, latinoamericano y global.

Congestionamiento en Metro de la Cd. de México. Foto: Ulises García.

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Valencia: ciudad verde

Hacia un desarrollo sostenible El gobierno municipal de la ciudad de Valencia, en los inicios del sIGLO XXI, afronta la Revisión de su planeamiento general desde y hacia un desarrollo sostenible que pretende, sin renunciar al crecimiento y a la modernidad, conseguir un nuevo modelo territorial ajustado a las aptitudes y limitaciones medioambientales que garantice el pleno respeto a aquellas zonas que presenten valores dignos de especial protección.

Por: Arq. Juan Antonio Altés Martí

Arq. Juan Antonio Altés Martí Arquitecto Urbanista por la Universidad de Madrid (España) 1968. Director General de Planeamiento del Ayuntamiento de la Ciudad de Valencia (España). Profesor Asociado de la Universidad Politécnica de Valencia. Miembro de Asociación Española de Técnicos Urbanistas (AETU).

Valencia, capital de la Comunidad Valenciana y tercera ciudad más poblada de España, con algo más de 800 mil habitantes, es hoy una capital moderna, dinámica, con grandes oportunidades para la inversión y un extraordinario potencial de crecimiento económico, cultural y turístico, que crece en calidad de vida, servicios y equipamientos, en la que el futuro se hace presente y, día tras día, genera mayor ilusión, ambición y esperanza. Es además, por su posición estratégica en el centro del Arco Mediterráneo, uno de los principales puertos del Mediterráneo y centro logístico de Europa del Sur, ocupando el primer puesto tanto en tráfico de contenedores como de mercancías. La intensa transformación urbanística, económica y social, que ha experimentado la ciudad, no cabe duda, es fruto del desarrollo y ejecución -la materialización- de las previsiones diseñadas por el Plan General de Ordenación Urbana de Valencia de 1988, redactado tras la llegada de la democracia, que obtuvo un alto grado de consenso y supuso como hechos más destacables: la rehabilitación del centro histórico y la conservación del patrimonio cultural; la creación de importantes espacios libres y equipamientos públicos; la mejora de la circulación viaria; la implantación de la red de transporte público (metro / tranvía); el reequipamiento de los barrios mejorando su calidad urbana; y la transformación del puerto y de las áreas industriales obsoletas implementando usos culturales residenciales y terciarios, forma parte de la estrategia de abrirse definitivamente al mar como: la Valencia Marítima. Avances en el ámbito urbanístico a los que se han añadido estrategias de carácter cultural, deportivo y turístico con la puesta en marcha de grandes proyectos urbanos, únicos en Europa y en el mundo, como el Palacio de Congresos, la Feria Valencia, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el Oceanográfico, el Bioparque o la Marina Real Juan Carlos I, sede de la última edición de la America´s Cup.

cits y disfunciones detectados que aunque ya encauzados están todavía pendientes, impidiendo “acabar” la ciudad, así como en satisfacer las nuevas demandas ciudadanas en materia de viviendas sociales y dotaciones públicas. Para ello, el modelo territorial debe revisarse -redefinirse- adaptándolo a la nueva realidad social, económica, ambiental y legal que permita a Valencia asentarse definitivamente en el lugar que le corresponde dentro del concierto europeo de ciudades medias, si bien teniendo en cuenta factores territoriales y medioambientales tan condicionantes como: • La existencia de un área metropolitana conformada por 28 municipios con una población de 750 mil habitantes, lo que supone un destacado fenómeno de “commuting” o de desplazamientos pendulares, debidos al poder de atracción de una ciudad dinámica económicamente y generadora de empleo. • Las grandes infraestructuras de comunicaciones (terrestres, marítimas y aéreas) de alcance metropolitano que la condicionan fuertemente. • El riesgo de “conurbación” no deseable, y en algún caso casi inevitable por la proximidad de sus núcleos urbanos, con los municipios limítrofes de menor entidad, y en alguna medida tributaria, pero con un elevado grado de desarrollo y expansión urbana. • El aumento progresivo de la emigración, principalmente extracomunitaria, que se da en la Comunidad Valenciana y especialmente en la ciudad de Valencia. • La diversidad y calidad paisajística de los elementos naturales que la circundan: el mar Mediterráneo y la playa; el sistema dunar y el bosque mediterráneo del Parque Natural del Lago de la Albufera; el Parque Natural del Río Turia; la marjal de Rafalell y Vistabella; el arrozal y la huerta tradicional periférica.

Problemática actual

Así, en los inicios del Siglo XXI, desde el gobierno de la ciudad se ha impulsado la revisión del Plan General de 1988 a partir de la asunción de cinco objetivos básicos: - Acentuar la dimensión metropolitana del planeamiento municipal.

Sin embargo, la problemática actual, agotadas sus previsiones, se centra en la necesidad de resolver ciertos défi-

Planteamiento

- Redefinir y completar la estructura general del territorio, mejorando la integración y articulación de la ciudad con su frente marítimo. - Incrementar la red primaria de Parques Públicos, al objeto de mejorar el estándar de metros cuadrados por habitante por encima de la exigencia legal. - Crear nuevos polígonos de expansión urbana que satisfagan las demandas ciudadanas en materia de vivienda sociale y dotaciones públicas. - Integrar los espacios naturales de mayor valor ambiental en el continuo territorial y urbano, favoreciendo un tránsito armónico de la ciudad consolidada en su entorno rural, fomentando además sus valores paisajísticos, ecológicos y culturales. Es decir, incorporándose a las nuevas tendencias del urbanismo actual basadas en los principios de sostenibilidad, la revisión del Plan General se afronta desde y hacia un desarrollo sostenible que pretende, sin renunciar al crecimiento y a la modernidad, conseguir un equilibrio territorial en su contexto metropolitano y un nuevo desarrollo urbano ajustado a las aptitudes y limitaciones medioambientales, mediante la utilización racional del suelo y una ordenación adecuada, proporcionada y sostenible, que garantice el pleno respeto a aquellas zonas que presenten valores dignos de especial protección. Propuesta Consecuentemente, partiendo del planteamiento expuesto, los objetivos perseguidos y la consideración de que los elementos naturales requieren extremar el cuidado en las determinaciones que puedan generar impactos medioambientales más allá de lo admisible, los suelos previstos para nuevas expansiones urbanas quedan limitados a sectores muy concretos en su localización espacial. En resumen, por responder a uno o varios de los criterios siguientes: 1. Constituir espacios periféricos, marginales fuertemente degradados, que han perdido su capacidad productiva original, próximos a una trama urbana consolidada lo que permitirá darles continuidad. 2. Ser porciones de territorio que hayan sido segregadas de la huerta de su entorno por la construcción de grandes infraestructuras de transporte que lo delimiten claramente, o servir de apoyo a la realización de nuevas, lo que permitirá tener fácil acceso. 3. Disponer de superficie suficiente para construir una porción de ciudad con identidad propia, con el fin de favorecer la relación de actividades. Para ello, se ha partido desde el inicio del proceso de un análisis territorial, de un estudio de paisaje y de una evaluación ambiental estratégica, (Fig.1) previa delimitación y valoración de las diferentes unidades ambientales y recursos paisajísticos, que ha permitido conocer la disponibilidad y posibilidades de ocupación del suelo, con el fin de adecuar los usos urbanísticos a las características, potencialidades y limitaciones del medio natural y urbano. La delimitación del ámbito del estudio, basado en el concepto de cuenca visual que, en el caso del término municipal de Valencia, viene marcada por la fisiografía de la llanura costera aluvial del río Túria, que se extiende sobre una amplia superficie con bajo rango de pendientes, ha

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Fig. 1

identificado las unidades de paisaje más características que se engloban dentro de tres grandes tipos generales (Fig. 2): • El paisaje urbano constituido por cascos urbanos, polígonos industriales, vías de comunicación, infraestructuras de transporte, distribución eléctrica, etc. • El paisaje rural constituido básicamente por cultivos de huerta, el arrozal y los cultivos de cítricos. • Los espacios naturales integrados por el lago de la Albufera y sus ambientes asociados, los marjales y los enclaves forestales.

Fig. 2

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Valencia, capital de la Comunidad Valenciana y tercera ciudad más poblada de España, con algo más de 800 mil habitantes, es hoy una capital moderna, dinámica, con grandes oportunidades para la inversión y un extraordinario potencial de crecimiento económico, cultural y turístico.

Fig. 3

Fig. 4

Este diagnóstico paisajístico no sólo ha permitido seleccionar las áreas residuales de menor valor ambiental aptas para nuevas expansiones urbanas sino que también ha identificado los paisajes de mayor calidad al objeto de configurar y delimitar el sistema de espacios abiertos, entendido como aquel conjunto integrado y continuo constituido por la red primaria de espacios libres del entramado urbano y en general los espacios libres de edificación, los espacios naturales de interés medioambiental, cultural, visual y recreativo, y las conexiones ecológicas y funcionales que los relacionan entre sí. Sistema al que hemos denominado “infraestructura verde” que, como propuesta de nuevo modelo territorial y urbano de la ciudad de Valencia, encaminado a la mejora de la calidad de los habitantes presentes y futuros del término municipal, tiene como objetivo deseable la posible introducción de actividades compatibles que permitan la regeneración de la huerta o la renovación de su cultura productiva, dado que en la actualidad el valor agrario del suelo es una de las variables con menor peso y/o la creación de bosques rururbanos de esparcimiento cultural y recreativo en aquellas porciones degradadas que permitan la conformación de una red de “corredores” favoreciendo una conexión armónica con los espacios verdes de la ciudad y de las restantes poblaciones de la comarca. Conclusiones En síntesis, el nuevo modelo territorial y urbano (Fig. 3) para un horizonte de 15/20 años, presenta los resultados siguientes: • La ocupación de nuevo suelo supone tan solo un incremento del 8.5% respecto del actual. Cifra muy por debajo del 20% fijado como umbral de sostenibilidad en la legislación urbanística de la Comunidad Valenciana, lo que confirma un modelo contenido y sostenible en consumo de suelo. • Se preservan de futuros desarrollos urbanos, protegiéndolas especialmente, 8.151 Ha., lo que representa el 60.33% del término municipal. • La reserva de terrenos con destino a espacios libres, sin contar los parques naturales, supone un ratio superior a 10 m2 por habitante. • La reserva obligatoria de edificabilidad con destino a la construcción de viviendas sociales (VPP) se sitúa en un 61.3% del total de la edificabilidad residencial prevista en el conjunto de todos los suelos de nueva expansión urbana. • El incremento poblacional previsto representa aproximadamente sólo un 11%. Nuevo modelo territorial que va a permitir hacer de Valencia una ciudad verde europea y abierta al mar, sostenible, integradora en lo social y activa culturalmente, dentro del sistema de ciudades mediterráneas con una elevada posición competitiva de sus sectores productivos en el mercado internacional (Fig. 4).

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Análisis crítico

Programa de Habilitación Física de Barrios en Venezuela Este programa constituye el intento más ambicioso de intervención urbanística de los barrios urbanos que se haya planteado en Venezuela durante los últimos 50 años, y enmarca cambios importantes con respecto al tratamiento que tradicionalmente se le había dado a la vivienda en ese país.

Por: Lic. Claudia Giménez Mercado, Arq. Elfide Mariela Rivas Gómez y Arq. Juan Carlos Rodríguez Vásquez Se hará un análisis crítico de la que, sin duda, ha sido la más importante iniciativa de intervención pública en los barrios urbanos de Venezuela, parcialmente llevada a cabo durante el período 1999-2005, el denominado Programa de Habilitación Física de Barrios , en adelante PHFB. El análisis lo hacemos desde el enfoque de capacidades, esta aproximación nos permitirá identificar fortalezas y debilidades del programa así como esbozar algunas recomendaciones. Nuestro planteamiento central es que a la luz del enfoque de desarrollo humano, el PHFB/PTEB no representa realmente un cambio de paradigma en materia de desarrollo urbano, ya que en su forma y contenido predominan los elementos del denominado “project approach” o enfoque de proyecto. El desarrollo humano y sus implicaciones en las políticas públicas. Adoptamos el enfoque del desarrollo humano propuesto por Amartya Sen, perspectiva ética centrada en la realización del ser humano que surge en contraste con los aspectos tradicionales o utilitarios del desarrollo. Este enfoque propone la expansión de las libertades humanas como “el fin del desarrollo y su medio principal. Desde este enfoque, el desarrollo consiste en la eliminación de algunos tipos de falta de libertad que dejan a los individuos pocas opciones y escasas oportunidades para ejercer su agencia razonada” (Sen, 2000: 16); se brinda especial relevancia a la elección en las vidas de las personas considerándola como un aspecto central del desarrollo. Para Sen el bienestar no se identifica solamente con un determinado resultado sino con el hecho de poder elegir. Así mismo, la deliberación es crucial en los procesos de desarrollo. De acuerdo esta perspectiva, el propósito de las políticas públicas consiste en aumentar el rango de oportunidades, de capacidades y funcionamientos, y de libertades de las personas. Las políticas públicas pro-desarrollo humano deben procurar ser sostenibles, equitativas, participativas

y productivas. El espacio de evaluación de los esfuerzos de desarrollo desde esta perspectiva se conforma entonces en función del aumento o no de las libertades individuales (lo cual depende de la libre agencia) y requiere se realice la evaluación simultánea de la libertad para llevar una vida apreciada y de la valoración de la vida que se lleva (incluida la libertad de elección) (Sen, 2000). Las limitaciones del racionalismo y el enfoque de proyecto Un enfoque del proceso de desarrollo como el propuesto por Sen implica una praxis distinta del desarrollo y, por ende, demanda metodologías para la elaboración, gestión y evaluación de las intervenciones de desarrollo que superen lo conocido hasta ahora en este campo. Como señalan Ferrero y Zepeda (2007), el propio término intervención “ya nos recuerda que el desarrollo se refiere a las relaciones de poder. Los intervenidos son objeto de métodos y herramientas por parte de los interventores que vienen con conocimientos y aproximaciones desarrolladas en otro lugar y la mayoría de las veces impuestas sobre aquellos” (p.9). En relación con el tema de los barrios urbanos, Rosas (2007) ha conectado la cuestión de la intervención con el racionalismo: “Para algunos investigadores, profesionales

Lic. Claudia Giménez Mercado Socióloga por la Universidad Católica Andrés Bello. Magister en Demografía por la Université Catholique de Louvain. Actualmente es Profesora del Departamento de Planificación Urbana de la Universidad Simón Bolívar de Caracas y de la Escuela de Sociología de la Universidad Central de Venezuela. Es miembro activo del Grupo de Investigación: Observatorio de Vivienda y Hábitat en Venezuela de la Universidad Simón Bolívar. Ha sido coordinadora del Proyecto Promoción del Desarrollo Humano y su impacto en Políticas Públicas (PNUD, 2002-2005) y del Proyecto Sistemas de Información para la Gestión Local (INE-PNUD, 2000-2001).

Barrio “Petare”, Caracas, Venezuela. Foto: Luis Carlos Díaz.

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Barrio “Petare”, Caracas, Venezuela. Foto: Luis Carlos Díaz.

Arq. Elfide Mariela Rivas Gómez Arquitecta por La Universidad de Los Andes. Mérida, Venezuela. Maestría en Diseño Urbano Local, mención Gestión Urbana, Universidad de Los Andes. Mérida, Venezuela. Actualmente es profesora de la carrera de Urbanismo y es investigadora del Grupo Observatorio de Vivienda y Hábitat. Universidad Simón Bolívar. Departamento de Planificación Urbana. Caracas, Venezuela. Ha trabajado en la administración pública como Gerente del Programa de Habilitación Física de Barrios en el Consejo Nacional de la Vivienda. Actualmente es Investigadora acreditada por el Programa de Promoción del Investigador (Nivel Candidato) y Miembro del Centro de Barrios Comunitas - Centro Gumilla.

y funcionarios los sectores populares mantienen una relación de dependencia o condición subalterna respecto a la cultura dominante, ésta representada por el racionalismo urbano moderno, que tiene sus expresiones en la manera de vivir y habitar el espacio residencial, ignorando las lógicas y formas de concebir la vivienda y el hábitat popular, los aportes y la creatividad de los auto productores, por ende, el no reconocimiento de su saber empírico y práctico (…) Esto significa que el saber popular construye al margen de disciplinas tan importantes como la ingeniería, la arquitectura y el urbanismo” (p. 3). Planteada así la cuestión de la intervención del barrio, podemos ahora, siguiendo a Forester (1993: 79-81), señalar que si tratamos la racionalidad como un problema puramente cognitivo, como un problema de cálculo instrumental (medio-fines), enfrentaremos importantes riesgos o dificultades. El enfoque de proyecto (proyect approach) hace parte del racionalismo en planificación. El inconveniente esencial del enfoque de proyecto es “su dificultad para caracterizar los actores del proyecto como seres humanos autónomos y activos que son los verdaderos propietarios y diseñadores de las iniciativas de desarrollo” (p. 10). Limitación que, a su vez, alude al problema de las fronteras de comunicación existentes entre expertos en desarrollo, también llamados “proyectistas” y/o “agentes externos”, y los que se suponen son los “beneficiarios” de la aplicación de sus conocimientos. El Programa de Habilitación Física de Barrios en Venezuela (1999-2005) Constituye el intento más ambicioso de intervención urbanística de los barrios urbanos que se haya planteado en Venezuela durante los últimos cincuenta años. Constituyó un componente clave de la política de vivienda formulada por el gobierno de Venezuela en el año 1999, tanto así

que en aquel momento se hablaba de destinar a dicho programa el 50% de los recursos públicos disponibles para vivienda (Consejo Nacional de la Vivienda, CONAVI, 1999: 4), aunque en la práctica la inversión sólo llegó al 15% aproximadamente. Este programa se enmarca en cambios importantes con respecto al tratamiento que tradicionalmente se le había dado al tema de la vivienda en Venezuela. En lo que respecta a los barrios urbanos, la política de vivienda - expresada en el PHFB/PTEB - se planteó como propósito general: “saldar la deuda social con las personas de bajos ingresos que, en su mayoría sin mayor asistencia del Estado, construyeron una parte sustantiva de las ciudades venezolanas y padecen las deficientes condiciones de urbanización de los barrios donde residen” (Baldó, 2004: 349). Entre las fortalezas del Programa destacan: a) Clara orientación hacia la justicia social y la valorización del barrio como hecho socio-cultural. Se entendió la habilitación física de zonas de barrios como “la planificación, programación, elaboración de proyectos y ejecución de obras de urbanización que permitan una adecuada integración de los barrios en la estructura urbana de la ciudad y su ambiente construido, así como la superación de las carencias internas en cuanto a los niveles de dotación de infraestructura básica y equipamientos comunales” (CONAVI, 2000a: 10). b) Riguroso y sistemático esfuerzo técnico de comprensión del barrio urbano a los fines de su intervención, expresada en lo exhaustivo de los términos de referencia del denominado componente técnico-urbano de los proyectos de habilitación (CONAVI, 2000b). c) Proceso de aprendizaje frente a un aspecto de la realidad nacional que hasta ese momento no había suscitado tanto interés entre los profesionales del área. d) Valorización de las comunidades organizadas como protagonistas del desarrollo: se proponía “incorporar y fomentar la organización de las comunidades residentes en el proceso de habilitación

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Debilidades del Programa de Habilitación Física de Barrios Identificamos las siguientes: a) El carácter intervencionista de su discurso, que cargado de buenas intenciones, se plantea la “transformación de los residentes del barrio en sujetos activos de su propio desarrollo social” (CONAVI 2000b: 2). Transformar a los seres humanos es un propósito muy ambicioso y riesgoso, que lleva a preguntarse: ¿Quién los transforma?, ¿En qué se transforman?, ¿Cómo se transforman?. ¿Bajo qué orientaciones espirituales, filosóficas, políticas o ideológicas se lleva a cabo tal transformación? Tal vez habría que empezar por discutir con la gente si quiere ser “transformada” y/o qué entiende la gente por transformación. b) El sentido de la participación de la población en los proyectos de habilitación física: dada la centralidad del proyecto urbanístico, el proceso de participación de la gente se concibe como un medio o recurso para la implantación del mismo. c) La rigurosidad técnica del programa, claramente reflejada en los términos de referencia tanto del denominado “componente técnico urbano” como del “componente técnico social” de los proyectos de habilitación, se torna en debilidad desde el enfoque de capacidades ya que tiende a minimizar el espacio para la evaluación/deliberación de lo que la gente valora, anhela o prioriza más allá del proyecto urbanístico. d) La intervención urbanística del barrio es ubicada como pivote de la acción estatal y comunitaria, con lo cual se corre el riesgo de ignorar otras dimensiones/situaciones que vive la gente y en torno a las cuales realiza juicios de valor y desea o debe actuar. e) A la fragmentación característica del campo de los saberes profesionales, se suma la tremenda dificultad de reconectar lo técnico con lo ético, traducida en formas viables de compromiso por parte de los profesionales involucrados en los distintos proyectos. f) El arreglo institucional dentro del cual se insertó el PHFB/PTEB, el cual está caracterizado por una tendencia a la (re)centralización político-administrativa del Estado venezolano.

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física integral a través de figuras jurídicas competentes” (Agencias Autogestionarias de Desarrollo Urbano Local, Consorcios Sociales, etc.) (CONAVI, 2000a: 3). Así pues, estamos frente a lo que fue el intento de puesta en práctica de una política pública de muy alto grado de racionalidad técnica y social, cuya concepción queda bien documentada en una reseña realizada a propósito de un importante reconocimiento internacional recientemente otorgado al PHFB/PTEB: “(…) los venezolanos emplearon en gran escala las más avanzadas técnicas disponibles y pertinentes de la planificación urbana, el derecho alternativo, el diseño urbano, la arquitectura, la ingeniería en diversos niveles y las técnicas de ejecución de proyectos desde lo general urbano hasta la ingeniería de detalle (…) al servicio directo de las comunidades organizadas de los barrios (…) Más allá de toda esta riqueza técnica (…) su aporte más destacado lo constituye la forma de participación comunitaria desarrollada (sic), donde las comunidades se transforman en cuentadantes de la República”.

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Barrio “Monte de Piedad”, Caracas, Venezuela. Foto: Lukas Li.

Consideraciones finales ¿Será entonces que debemos renunciar a toda posibilidad de acción racional?, ¿tendremos que abandonar nuestras destrezas profesionales? De ninguna manera, aunque si nos parece necesario un cambio de enfoque y estrategia. A continuación nuestras sugerencias: a) Desarrollar un abordaje de los problemas del barrio como problema de desarrollo, antes que urbanístico. Un marco de desarrollo humano local podría orientar una iniciativa de habilitación urbanística. Amplitud significa apertura mental para aumentar el rango de oportunidades, diseñando iniciativas de desarrollo con la gente, a partir de lo que ésta, a través de la participación deliberativa, decide qué quiere ser y valora. Bajo estas condiciones ninguna disciplina lleva la batuta, la palabra la tiene la gente que en su deliberación interna y con los “agentes externos” define el “marco de desarrollo local” que dará cabida a la actuación coordinada de profesionales, comunidad y otros actores (Giménez y Valente, 2008). b) Los profesionales de las distintas áreas que actúan sobre la realidad del barrio no pueden renunciar a sus destrezas técnicas, pero tienen que reconectarlas con lo ético, en búsqueda de una nueva racionalidad. Parafraseando a numerosos autores que trabajan sobre la reconexión entre la técnica y la ética, podríamos hablar de racionalidad solidaria, racionalidad dialógica o planificación comunicativa. c) Una tercera sugerencia tiene que ver con el papel del Estado y cuál sería el mejor arreglo institucional público para promover y apoyar iniciativas de desarrollo humano local como la que estamos proponiendo. Partiendo del hecho de que “cada barrio es un mundo”, lo ideal sería que la acción estatal se generara autónomamente desde los ámbitos intermedios de gobierno, estados y especialmente municipios, donde es mucho más probable que se pueden dar un trato justo a las diferencias. Naturalmente, también cabe la posibilidad de que estas iniciativas de desarrollo tomen impulso desde la propia comunidad, con el respaldo de instituciones educativas y organizaciones no gubernamentales, en cuyo caso estaríamos ante una situación muy rica en posibilidades.

Arq. Juan Carlos Rodríguez Vásquez Urbanista por la Universidad Simón Bolívar de Caracas. Maestría en Planificación del Desarrollo Urbano-Regional por la Universidad Central de Venezuela. Profesor Titular del Departamento de Planificación Urbana de la Universidad Simón Bolívar de Caracas. Investigador acreditado por el Sistema de Promoción del Investigador (nivel II) de Venezuela. Docente de la licenciatura en Urbanismo y de las maestrías en Ciencia Política y Desarrollo y Ambiente de la Universidad Simón Bolívar. Ha sido Jefe del Departamento de Planificación Urbana, Director de Urbanismo del Parque Tecnológico Sartenejas y Decano de Estudios Generales de la Universidad Simón Bolívar. Actualmente profesor Titular jubilado y miembro activo del Grupo de Investigación: Observatorio de Vivienda y Hábitat en Venezuela de la Universidad Simón Bolívar.

NOTICIAS DE LA APDUNL

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Noticias de la APDUNL XIII Congreso Iberoamericano de Urbanismo El Gobernador del Estado, José Natividad González Parás, inauguró el XIII Congreso Iberoamericano de Urbanismo: “Metrópoli y Paisaje. Hacia una metrópoli más habitable”. En el evento efectuado en el Antiguo Palacio Federal, estuvieron presentes la Subsecretaria de Desarrollo Social a nivel federal, Sara Topelson Fridman; el Gobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo y el Presidente Ejecutivo de la Agencia para la Planeación del Desarrollo Urbano de Nuevo León, Luis David Ortiz Salinas, además de directivos de la Asociación Española de Técnicos Urbanistas. Este Congreso se llevó acabo del 15 al 18 de octubre de 2008 en la entidad, con más de 400 congresistas y en él se compartieron experiencias sobre la problemática urbana, los planes de desarrollo y las tendencias de imagen urbanística de las metrópolis más importantes de los países Iberoamericanos, con el fin de generar ideas creativas que contribuyan a mejorar el entorno de nuestras grandes ciudades y con ello la calidad de vida de sus ciudadanos. Cátedra Urbana Durante la ceremonia de inauguración del XIII Congreso Iberoamericano de Urbanismo, el Gobernador tabasqueño, Granier Melo, dictó la cátedra urbana con el título “Tabasco, un año después”, en donde expuso las acciones realizadas por su gobierno para enfrentar los efectos de las inundaciones que afectaron la ciudad de Villahermosa y los municipios aledaños a finales del año pasado. Exposición “Metrópolis Iberoamericanas 2008” Del 15 de octubre al 18 de noviembre se presentó en el lobby del Antiguo Palacio Federal la exposición “Metrópolis Iberoamericanas 2008”, donde más de 1000 asientes entre autoridades, estudiantes y urbanistas, presenciaron cómo las más importantes ciudades de México, Guatemala, Cuba, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Uruguay, Chile, Argentina, Portugal y España, plasman su historia urbana, los problemas que enfrentan en la actualidad y los planes de desarrollo proyectados a futuro. Cátedra Luis Barragán El pasado mes de octubre la Agencia para la Planeación del Desarrollo Urbano de Nuevo León, mediante un convenio con el Tecnológico de Monterrey, dio apoyo para la realización del concurso universitario para la regeneración de la Plaza de la República ubicada en el extremo Sur del Antiguo Palacio Federal (edificio de correos

resultando ganadores el equipo conformado por Gabriela Mercado, Ana Graciela Rivas, Anabel Paulina Barreda y Daniel Savedra. El concurso formó parte de la XVIII Cátedra Luis Barragán y contó con la participación de universidades locales y de diversos estados del País. En esta edición la Cátedra Luis Barragán contó con la participación magistral del Arq. Mack Scogin quien ha sido desde 1990 profesor de arquitectura en la Escuela de Graduados en Diseño de Universidad de Harvard, profesor visitante en la Universidad de Estado de Ohio, así como director (Chairman) del Departamento de Arquitectura de la Escuela de Graduados en Diseño de la Universidad de Harvard. Ha sido reconocido por el Instituto Real de los Arquitectos Británicos en 2007, así como por las universidades de Michigan, Harvard, Londres, entre otras. Proyectos de Regeneración de Centros Históricos del Estado El pasado mes de noviembre la APUDNL hizo entrega de los Planes Maestros Arquitectónicos y Urbanísticos de sus Centros Históricos, a los municipios de Bustamante, Sabinas Hidalgo, Santa Catarina y Cadereyta. Estos planes considerados de vital importancia, contienen un completo análisis histórico de cada sitio, plantea sus principales problemáticas y establecen las líneas de acción para su solución. Concluye consulta de plan para zona conurbada y región periférica La Agencia para la Planeación del Desarrollo Urbano de Nuevo León, como coordinadora del proceso de la elaboración de los Planes de Desarrollo Urbano de la Zona Conurbada de Monterrey y la Región Periférica del Estado de Nuevo León, informó que, tras haber estado a consideración de la ciudadanía durante un plazo de 30 días, el pasado 29 de octubre de 2008 se cerró el plazo legal de consulta pública de los anteproyectos de los planes referidos, la cual permitió a los ciudadanos interesados ser parte de este proceso, conocer a detalle los anteproyectos de planes y realizar las observaciones que consideraran apropiadas.

Programa de accesibilidad total e integración en espacios públicos Con el objetivo de disminuir las barreras y permitir que se incluyan e integren a las personas con DISCAPACIDAD a los espacios públicos, la Agencia para la Planeación del Desarrollo Urbano de Nuevo León firmó una serie de convenios de colaboración con los principales municipios del Área Metropolitana de Monterrey en el marco del “Programa Estatal de Prevención, Atención e Integración de las Personas con Discapacidad 2006–2009”.

E

l compromiso de la APDUNL es de elaborar un diagnóstico, un proyecto ejecutivo y entregar los recursos para realizar las adecuaciones necesarias en las plazas principales de los municipios, mientras que las entidades municipales se comprometieron a llevar a cabo la construcción y supervisión de dichos proyectos. Este convenio permitirá además contar con un prototipo construido y espacios basados en el concepto de accesibilidad universal, el cual parte de las teorías de participación social activa de las personas con discapacidad, así como de las teorías que promueven la plena autonomía y vida independiente de todos los ciudadanos. El proyecto inició hace unos meses con la idea de mejorar la calidad de vida de la población urbana y rural mediante el diseño y la ejecución de obras de desarrollo urbano en plazas, jardines y espacios públicos, basadas en el respeto, la seguridad, el libre tránsito y la accesibilidad que requieren las personas con capacidades diferentes para poder desplazarse por sí mismos sin riesgo de sufrir accidentes.

El pasado 6 de noviembre, se realizó el evento de inauguración de la primera plaza en el municipio de Guadalupe con la participación de diferentes personalidades, asociaciones y entidades públicas. Mediante este tipo de acciones, se pretende lograr que los espacios públicos del Estado sean un ejemplo de adaptación para las personas con discapacidad, en un entorno que les permita la igualdad de trato y la no discriminación, y así tener la posibilidad de realizar actividades cotidianas. Con este tipo de acciones el Gobierno del Estado y los gobiernos municipales, buscan brindar a la ciudadanía, la oportunidad para que se desarrollen de manera integral.

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