UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS LICENCIATURA EN BÁSICA CON ÉNFASIS EN CIENCIAS SOCIALES LEBECS ESPACIO ACADÉMICO: Historia de la Ilegalidad. FECHA: 26 de Septiembre de 2018. GRUPO: 155-2. NOMBRE COMPLETO: Erick F. Betancurt Ramírez. CÓDIGO: 20132155160. TIPO DE TRABAJO: Reseña. REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA: OSORIO, L. J, A. (1950). Fuera de la Ley. Banco de la Republica. Bogotá. En el libro de José Antonio Osorio Lizarazo, se nos presentan las anécdotas de dos de los bandidos iconos de la historia colombiana. Partiendo de la vida de José del Carmen Tejeiro, quien entro al mundo del bandolerismo, por un error. El autor nos cuenta como el Mayor Cuevas, hace responsable a Tejeiro, por el incendio ocurrido es su casa, en este momento se da inicio a las aventuras de José del Carmen Tejeiro. En el texto se presenta a Tejeiro como el proyecto de hombre que la sociedad (principalmente liberal) admiraba, primero por tener una actitud imponente, pero sobre todo por defender las luchas y reivindicaciones de quienes apoyaban al partido liberal. Después de escapar muchas veces de la fuerza pública, y usar como escarmiento contra sus perseguidores y sus enemigos los azotes que el mismo Tejeiro que daba con el manatí que cargaba en su cintura. Su padre fue traicionado por el Capitán Sánchez, un militar que, en la época de la Guerra de los Mil Días, se crearon un fuerte lazo de amistad, pero por traicionar su palabra y capturar a Tejeiro recibió la venganza que tanto le correspondía. Al momento del primer encuentro entre José del Carmen Tejeiro y Antonio Jesús Ariza, la tensión en el ambiente transporta al lector al sitio del evento. Mostrando la actitud imponente de ambos, y no solo por la descripción que se realiza de ambos personajes, sino que a su vez evidencia la forma en como eran visualizados, a partir de un imaginario social preestablecido, en donde el bandidaje reflejaba la postura de (principalmente) hombres fuertes, con coraje y posturas “claras” frente a las intenciones de su bandidaje, y las causas de entrar al mundo del bandolerismo social. En conclusión, el texto de Osorio Lizarazo nos lleva a entender no solo las practicas cotidianas de dos de los bandoleros más resaltantes de Colombia, sino también a aclarar que, a pesar de las posturas del autor, la claridad de la persecución a la que fueron sometidos los dos bandidos fue cruenta e imparable, a pesar de la gran astucia que presentaban ambos bandidos. Y no podemos terminar, sin mencionar la forma en como el autor hace mención indirecta a dos de las categorías que Hobsbawm usa, describiendo a los bandoleros en: Tejeiro como el Ladrón Noble y Ariza como el Ladrón Vengador.