14 / Galicia
A Chave
20 de xuño de 2008
“El internet es un profesor en casa”
Mª Amelia se muestra encantada con este invento del siglo XXI que le permite compartir su vida con todo el mundo María Remuiñán A GOULLA Parece increíble que una señora de 96 años haya ganado el premio al mejor blog en español en los BOBs (los Óscar de internet) frente a miles de bitácoras con autores de todas las edades. Mª Amelia López Soliño tiene unas ansias impresionantes por seguir aprendiendo y siempre ha sido así. Declara que “era una pollita despierta y ya con 16 años sabía que era de izquierdas” a pesar de que su padre no le permitía afiliarse. Ese espíritu la llevó a sacarse el carnet de conducir a los 60 años y a viajar en un Seiscientos por España y Portugal durante 4 meses con su marido recién jubilado. Aunque es admiradora de Zapatero no dudaría ni un instante para convertirse en su rival creando “un partido político que velase por los intereses de las ancianitas”. -¿Qué cambios supuso Internet en su vida diaria? -Fue el mejor regalo que me pudieron hacer. Al principio me reí porque un blog yo creía que era una libreta, aunque ya estaba loca por tener el internet. En mi vida supuso un cambiazo; fue volver a los 15 y tengo 96. Ahora sí me entero de todo lo que me interesa. Es el mejor invento que hicieron desde que nací, porque tengo amigos, puedo oír ópera, ver naciones. Se aprende geografía, historia… Es un profesor en casa. -¿Quedó cautivada ya la primera vez que se adentró en el cibermundo o le fue co-
Mª Amelia muestra la fuerza y la templanza de una mujer luchadora. / M. B. R.
giendo el gusto poco a poco? -No, fue en el momento. Entramos mi nieto y yo en casa, pasé para el salón, oí una voz que me hablaba y dije yo: “¿Pero esto qué es? Daniel, ven que hay una cosa del demonio dentro de la habitación”. Me explicó que era el internet y dije: “yo quiero el internet”. El día de mi cumpleaños me regalaron un blog y me explicaron
-Le reporta todo. Es lo mismo que tú estés sentada en un sofá, como que te pongan en una residencia, te dan una pastilla para que no molestes y quedas dormida toda la tarde. Esa es la educación que lleva un anciano: sin saber lo que pasa en el mundo. Algunas no saben ni que hay internet. Para mí es el mejor invento y entretenimiento para una vieja. A mí me sacó
“Me regalaron un blog. ¡Vaya invento el internet! Yo ya me contentaba con esto a los catorce años y me reía yo de todas las universidades. Sería mi gran profesor” que sirve para comunicarse con la gente de todo el mundo. Eso es un milagro. ¡Vaya invento! Yo ya me contentaba con esto a los catorce años y me reía yo de todas las universidades. Sería mi gran profesor y buscaría lo que quisiera y no lo que me quisiera enseñar el profesor. -¿Qué ventajas puede aportar Internet a la vida de un jubilado?
40 años, me rejuveneció. Ayer estaba malísima, me puse en el internet y me pasó el dolor. Tan pronto dejé el internet ya estaba mala otra vez y dije yo: ¡Pero esto es magia! -¿Está reñida la edad con la tecnología? -No. Si hay mente no está reñida, porque a mi edad hay muchas que ya no pueden, pero es que tampoco les trabajaron
la mente. No se atreven ni les explican. Una vieja de las de antes lo más que podía estudiar era el grado tres; se estancaron, no se relacionaron y en casa los hijos tampoco las empujaron para que salieran adelante. Y, claro, si nadie les ayuda y les explica cómo va esto del internet no pueden. Yo tuve la suerte de que mi nieto me explicó. Pobrecito, lo que tiene que aguantar. A veces me amenaza con quitarme el internet. -¿Cómo hacían antes para estar informados de lo que ocurría en el mundo y para divertirse? -Durante nuestra guerra cuando llegó la radio vino un cabo y nos la sacó. No nos podíamos comunicar pero algún periódico siempre traían escondido. El cine estaba prohibido y así con todo. Yo de atrevida me fui a Coruña a pedirle la radio al gobernador, pero éste no estaba y hablé con el secretario sin conseguirlo. A veces me entretenía cuidando a una niña de una vecina mía, pero diversión no había. No era como hoy. Estábamos en guerra y no se podía hacer nada. Ahora ya es demasiado. Yo estoy muy contenta con la libertad pero con el libertinaje no lo estoy. Porque hay que respetar. -¿Cómo se debe responder desde la sabiduría de sus 96 años a comentarios ofensivos que pueden dejar en su blog? -No hacerles caso. El desprecio es lo mejor. ¿Que disfruta insultando? Pues que insulte. Si es tan imbécil, que siga
20 de xuño de 2008 siéndolo. Ahora el que viene a insultar me lo retiran y yo no me entero. Pero a un niño hay que prepararlo. Antes lo malo no se le podía decir. Pero a los niños hay que hablarles claro y contarles también lo malo de internet. -¿De qué forma impide internet a la gente relacionarse directa y personalmente con los demás como se hacía hasta ahora? -Para mí es un entretenimiento y no vicio. Esto no impide relacionarse con otras personas presencialmente. Pero yo no tengo casi relaciones porque quedo aquí sola. Y ahora en cambio si me relaciono y si tengo este encuentro con vosotras es gracias al blog. Si no, estaba yo aquí sola. Entonces me voy al internet. Es peligroso porque tira mucho. Yo también estoy algo enganchada. También miro la televisión pero con esos periodistas nuevos que parece que están en la plaza vendiendo pescado no me interesa. Un periodista gusta por su seriedad y no por ponerse a chillar. -¿Si tuviera que escoger entre ir a tomar un café con sus amigos o quedarse en Internet qué preferiría y por qué? -Si me invitaran yo iba a cumplir con ellos porque les quiero. Aunque, después tendría interés por ir a ver lo que pasaba en internet. A mí me trae cogido el internet. Es mi compañero. Yo a los blogueros les quiero como si fueran mis parientes. El internet es una alegría en una casa, mujer, estás hablando con una que está enganchada totalmente a él. Deberían regalar internets a todas las viejecitas.
A Chave
Galicia / 15
“Siempre fui una pollita despierta” María Amelia profundiza acerca de su vida personal y el éxito de su blog -¿Cuáles son las claves de su éxito? -No sé, yo no soy ninguna eminencia. Soy una mujer muy simple. Simple no, porque una simple es tonta. Quiero decir, que no tengo una cultura muy esmerada. Aunque yo siempre estuve interesada por aprender. Siempre fui una pollita despierta. Ya desde muy niña leía el Blanco y Negro y El Sol, no como otras muchas niñas que leían el tebeo. Yo siempre iba por delante. -¿Cuáles son los límites de “A mis 95 años”? -Yo eso no lo sé. Llegue a muchos sitios y estoy en ellos pero no los conozco. Eso lo dicen mis blogueros, que si se aburren de mí, me dejan. Yo creo que algunos se aburrirán pero vendrán otros nuevos. Yo a mi blog lo adoro; primero mis nietos y después quiero al blog. Para mí es una familia mi blog,
Mª Amelia (2ª por la izquierda), nadadora en la playa de Corcubión. / M. A. L. S.
empiezo a hablar de política se pone de mal humor. Aparte yo no me dejo influenciar ni dominar por nadie, ni por mi nieto. Mi blog es auténtico y todo lo que está escrito en él salió de mí y de nadie más. -Ahora hasta Zapatero la conoce. Háblenos de su encuentro con él. -Cuando vi que Zapatero venía para hablar conmigo en privado tal sorpresa me llevé que pegué un salto del sillón
las ancianitas. Porque tengo 96 años que si no... -¿Se animará usted con otros artilugios de nueva generación para su próximo cumpleaños? -Sé que hay muchos adelantos, pero yo ya no llego a ellos. No sé manejarlos y deben ser muy caros. Además no tengo edad. Pero atrevida siempre fui porque yo a los 60 años me saqué el carnet de conducir. Yo aprendí en un Seiscientos
“Admiro a Zapatero pero no dudaría en convertirme en su rival creando un partido político que velase por los intereses de las ancianitas” porque me da mucho cariño, mucho aliento y a esta vieja la convirtieron en una mujer joven. -¿Hay alguna influencia por parte del nieto que le regaló el blog en éste? -Él solamente me teclea mientras yo le dicto lo que quiero. A veces me dice: “cuantas tonterías dices”; pero me las pone. Además él piensa distinto que yo: él la política no la puede ver delante y a mí me encanta. Cuando le estoy dictando y
y se me cayó el bastón; entonces él mismo me lo recogió. Ya sin tratarlo me pareció un gran presidente. Pero después de tratarlo: la bondad, la delicadeza, como trata al ciudadano, no vi nunca un presidente como Zapatero. Yo siempre fui socialista, desde los 16 años, aunque mi padre no me dejaba afiliarme. Y aunque admiro a Zapatero no dudaría ni un instante para convertirme en su rival creando un partido político que velase por los intereses de
y después compre un Seiscientos; no quería otro. Mi marido me decía que compráramos uno mas grande pero yo no quería ninguno que no fuese un Seiscientos, le había cogido cariño a ese coche. Y con mi marido que estaba recién jubilado me fui de viaje cuatro meses en nuestro 600 por toda España y Portugal. Cuando le preguntaban a mi madre por mí ésta decía: “La loca esa anda ahora por Barcelona”. Ahí lo pasamos chachi yo y mi marido.