Cecil F. Quince
Partida Nada tiene sentido. El humor ha cedido ante la pesada incertidumbre. El reloj no se ha detenido aun. Incluso sus ojos continúan inconclusos. Observa sus labios, ganan entre los delirios de las sedas. No te apures. Las rosas mandan, no hay nada por hacer aquí. Acércale tu cobija, el cachorro pasa frío. Observa sus labios, triunfan entre los clamores del rubí. Continúa, anda, el reloj espera. Habiendo desayunado una liebre has finalizado así también con tus especulaciones sobre las golondrinas, sobre las felicidades Has caído, el cachorro ha muerto, el reloj se ha detenido ya. Observa sus labios, se ocultan ante tus ojos. Engulles las rosas, el sitio no es el mismo que ayer. Observa sus ojos, tan llenos que escapan a tus palabras, tan rebosantes. No hay brisa, mi amigo, es hermoso. Aquella pesada incertidumbre ha cedido ante sus labios. “Adiós.”
Copyright © Cecil F Quince 2009