Estado Del Arte Final.docx

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NOMBRE: Sofia O. Pérez Erazo CODIGO: 1625460

GUÍA No. 2. PRIMERA REVISIÓN DEL ESTADO DEL ARTE UBICACIÓN TÍTULO

AUTOR (ES)

Libro “El poder y sus disfraces. Capítulo VI (De la macroestructura al microproceso: análisis antropológico de la práctica política) y VIII (¿La sociedad contra el estado moderno?: la política de los movimientos sociales)” John Gledhill

Citando a Gilsenan, Gledhill, dentro del debate clientelar sostiene que en el proceso de mediación entre los “niveles locales y los niveles superiores” son el resultado de dos elementos centrales: por una parte, se encuentra el fraccionamiento de sociedades, a causa de la intermitencia del estado; y por otra, responde a los débiles vínculos “horizontales”. Así mismo, el autor presenta la “teoría transaccionista” de Frederick Barth como un elemento fundamental para entender las relaciones de poder que dirigen el actuar de los sujetos, aun cuando ellos no los conocen en su totalidad o no son conscientes de sus efectos. En este sentido, el autor expresa que la comprensión de las acciones realizadas por los actores políticos solo puede ser entendidos a partir de “marcos sociales y culturales específicos” De igual manera, observa cómo la “teoría de la representación política” de Pierre Bourdieu, sugiere que la acción social se construye sobre la persecución de intereses determinados culturalmente que no solo se remiten a elementos materiales o económicos, sino que están atravesados por las esferas simbólicas y de reconocimiento. En este sentido, Bourdieu sugiere que el liderazgo político genera “prácticas políticas” que desembocan en la exclusión del “hombre común”, es decir que se convierte en un sistema jerárquico al que solo un sector privilegiado puede acceder. Por tanto, según el autor, “dispensar puestos de trabajo dentro del aparato pasa a ser más importante que ganar “las mentes y corazones”, y la tarea de hacer política se convierte en una cuestión cerrada y profesionalizada”, de tal manera que, en vez de representar las “voluntades de sus bases”, terminan restringiéndose solamente a acciones de movilización sin conciencia. En cuanto al capítulo VIII, el autor plantea que los movimientos sociales se caracterizan por la heterogeneidad de sus bases y de sus propósitos, así pues, los movimientos no solo se determinan por las clases y/o identidades, sino más bien, por diversas motivaciones que los llevan a colectivizarse. Sin embargo, en algunos casos estos procesos organizativos tienden a unirse para trabajar alrededor de una causa común, pero tienden a debilitarse debido a las dualidades “políticas o de derechos”. En esta línea de ideas, Gledhill concluye que los movimientos no siempre son coherentes con sus visiones y acciones, sino que, por el contrario, tienen contradicciones y ambigüedades desde sus propias conformaciones. Según el autor, Touraine sostiene que los movimientos sociales están en una constante negociación sobre la participación del estado en la resolución de sus conflictos, más que en la

recuperación de su “historicidad” y de sus orígenes como colectividad. Sin embargo, retomando la critica a Laclau, Gledhill sostiene que las organizaciones se basan más en responder a las necesidades inmediatas de sus agentes, que a las construcciones discursivas que de los mismos grupos. Ahora bien, Gledhill retoma de Hellman el concepto de la fetichización de la autonomía, para argumentar que los actores políticos de los movimientos tienen distintos marcos de referencia sobre la ideal sociedad. De esta manera, las organizaciones tienden a pensar la autonomía, sin dejar de lado, la visión asistencial del estado como un ente que debe solventar sus requerimientos. Para lo cual, el autor menciona que no se debe ver a los agentes como individuos desprovistos de “contradicciones internas y tendencias contradictorias”, que se encuentren aislados y poco permeados de los ámbitos sociales, culturales y políticos de mayor amplitud. Sin embargo, menciona que el trabajo de Stun revela que aun cuando existan estas prácticas contradictorias, los actores tienen capacidad de agencia, que desde su contexto pueden emprender alternativas y crear propias estrategias para solucionar sus conflictos. PALABRAS CLAVE Poder, movimientos sociales, liderazgo, contradicciones, capacidad de agencia

OBSERVACIONES ADICIONALES

UBICACIÓN TÍTULO AUTOR (ES)

Este texto me condujo a pensar que más allá de las relaciones que se construyen entre los líderes sociales y el grupo de base de los movimientos sociales tales como el CIMA, sería importante observar cómo los marcos de interpretación de la organización influyen en las formaciones organizativas y discursivas de los procesos de base. Articulo “Hegemonía y lenguaje de controversia” William Roseberry

Willan Roseberry elabora un trabajo sobre la hegemonía, considerándola no como un elemento acabado, sino más bien como un proceso “problemático, disputado y político de dominación y lucha”. En este sentido, el autor argumenta que los procesos de dominación se encuentran dentro de un campo de fuerza definido por dinámicas conflictivas entre los grupos dominados y los dominantes, donde los primeros no aceptan el sometimiento de los segundos, sino que, por el contrario, rechazan estas formas a través de dinámicas construidas desde el mismo proceso que enfrentan: “Propongo que utilicemos el concepto no para entenderlo como consenso sino para entenderlo como lucha; las maneras en que las palabras, imágenes, símbolos, formas, organizaciones, instituciones y movimientos utilizados por las poblaciones subordinadas para hablar, entender, confrontar, adaptarse o resistir su dominación son moldeadas por el mismo proceso de dominación. Lo que construye la hegemonía, entonces, no es una ideología compartida sino un marco material y cultural común para vivir en, hablar de y actuar sobre los órdenes sociales caracterizados por la dominación”

PALABRAS CLAVE

Hegemonía, lucha, dominación, ideología.

OBSERVACIONES ADICIONALES

Esta mirada de la hegemonía desarrollada por Rosberry, me proporciona un nuevo horizonte para comprender, en gran parte, porqué los actores sociales se articulan a movimientos sociales. En este sentido, me ofrece una primera cercanía teórica a las motivaciones que tienen las mujeres de AMURA para pertenecer al CIMA.

UBICACIÓN TÍTULO AUTOR (ES)

Libro “Los dominados y el arte de resistencia. Capitulo II: Dominación actuación y fantasía” James C. Scott

El autor se remite a dos tipos de lenguajes políticos: lenguaje público y lenguaje oculto. El primero hace alusión al lenguaje que los grupos subordinados manejan frente a los dominantes; mientras el segundo se remite a los escenarios más internos de los dominados, en los que pueden expresarse, actuar, dialogar, etc., sin que se ejerza poder externo. Estos espacios sirven de focos disidentes ante los procesos de dominación, pues al no estar definidos por la rígida vigilancia del dominio político imperioso, crean alternativas que mitigan y responden al dominio. Así pues, las alternativas fijadas como métodos de resistencia son clasificadas por el autor como “infrapolítica de los grupos dominados”, las cuales se entienden solo por los espacios cerrados en los que se construyen. A diferencia del lenguaje público que reserva ciertos pensamientos, el discurso oculto, por los grados de relativa libertad que adquiere un grupo lejos de quienes les dominan, se caracteriza principalmente por representar un lenguaje de “gestos, actos, que normalmente el ejercicio del poder excluye del discurso de los subordinados”. Sin embargo, el autor no desconoce que entre los mismos dominados existan relaciones de poder, pero estas dualidades están marcadas por la huella de una esfera más amplia de poder, es decir que, se convierte en un escenario jerárquico de dominio, establecido desde posiciones privilegiadas dentro de los grupos. Así pues: “La diferencia en las relaciones de poder cuando se va hacia la parte del discurso oculto del espectro es que dichas relaciones se generan entre aquellos que están mutuamente sujetos -muchas veces en el mismo nivel de sujeción- a un sistema más amplio de dominación. Aunque el esclavo pueda ser más libre con respecto al amo en esta situación, eso no significa que entre los esclavos no existan relaciones de poder.” PALABRAS CLAVE

Lenguajes políticos, lenguaje público, lenguaje oculto, subordinación, procesos de dominación, infrapolítica

OBSERVACIONES ADICIONALES

Sobre todo, el concepto de infrapolítica me aporta un análisis al cómo de la construcción de las formas de resistencia desde los lenguajes ocultos. De tal manera que me da una perspectiva más local a cerca de marcos de interpretación que pueden conformar las dinámicas de acción colectiva de AMURA.

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