Hombres y estrellas
by judijasa
La tierra... la tierra a través de esta ventana. Es hermoso, asombrosamente hermoso. Aún vibra en mi cabeza el ajetreo del despegue; somático recuerdo que me indica: en realidad observo una sola América. Mis ojos se posan sobre tan colosal criatura como observando a la más voluptuosa de las amantes - cosa ridícula, espeluznante... sublime-. Esta noche en el planetario mis recuerdos reviven. Ya hace años que parece un sueño, un bonito sueño. Sino fuese por las placas y fotografías que exhibo en la repisa no tuviese forma de probarlo, ni a mis nietos, ni a mí mismo, porque me cuesta creerlo. Solo esos objetos separan mi recuerdo de la ficción. Me pregunto por que han de hacerlo, incluso mi nieto menor tiene una fotografía de él en traje de astronauta junto al transbordador. Parece incluso más real que la mía, donde ni siquiera se ve el transbordador, sino un fondo azul como el de cualquier estudio fotográfico. Es curioso como un objeto externo a nosotros puede constituir un nexo tan íntimo con nuestra memoria, con nuestra identidad. Ayer, la realidad del presente la buscaba en el pasado, en mi memoria, al intentar anteponer el recuerdo del despegue sobre la maravillosa e irreal visión del planeta tierra. Hoy la realidad de mi pasado, la busco en mi presente, en el inmutable presente de los objetos... me pregunto en que momento cambiaron las cosas.