Boletin El Grito Mankell

  • Uploaded by: Juan Prieto
  • 0
  • 0
  • November 2019
  • PDF

This document was uploaded by user and they confirmed that they have the permission to share it. If you are author or own the copyright of this book, please report to us by using this DMCA report form. Report DMCA


Overview

Download & View Boletin El Grito Mankell as PDF for free.

More details

  • Words: 1,974
  • Pages: 4
ENTREVISTA: HENNING MANKELL

"La experiencia africana me ha convertido en un europeo mejor" AURORA INTXAUSTI - Madrid - 15/03/2008 http://www.elpais.com/articulo/cultura/experiencia/africana/ha/ convertido/europeo/mejor/elpepicul/20080315elpepicul_5/Tes

El inspector Kurt Wallander, personaje literario creado por el escritor sueco Henning Mankell (Estocolmo, 1948), ha arrastrado a la Suecia menos idílica que uno puede imaginar a millones de lectores en todo el mundo. Su próxima obra, Moriré, pero mi memoria sobrevivirá (Tusquets), se editará en España en abril y es una reflexión sobre el devastador impacto del sida en África. El escritor lleva al lector a través de sus palabras por algunos poblados de Uganda. Habla del terror de los occidentales a esa enfermedad, pero sobre todo del dolor y la angustia de los africanos. Mankell estuvo ayer en España para recibir el Premio Reina Cristina de Suecia que le han otorgado por la promoción cultural que hace de su país en España, en donde ha vendido un millón de libros. El escritor reparte su vida entre Suecia y Mozambique, país al que destina importantes ayudas económicas para la educación. Pregunta. ¿Qué ha aprendido de sus años en África? Respuesta. Especialmente sobre la condición humana. Cuando llegué a África estaba buscando las diferencias y lo único que he encontrado son similitudes. Hoy sé que todos estamos relacionados, pero con algunas diferencias destacables. En África uno se topa con mucha pobreza que lleva a diferencias en las formas de vivir. La experiencia africana me ha convertido en un europeo mejor. La democracia en Europa es el me"Los crímenes y delitos de mis novelas jor sistema político que existe. Hay todavía muchos problemas son espejo de la sociedad" en África por la falta de democracia. En Europa tenemos una importante falta de comprensión sobre nuestra historia. Las generaciones jóvenes saben muy poco sobre la historia y eso es muy peligroso porque eso nos podría llevar a una repetición de los errores del pasado. En África, por el contrario, la gente cuida más de su historia. P. ¿Su vida en ese continente le ha hecho mejor persona? R. Sé que sé más de lo que hubiera sabido si tan sólo hubiese vivido en Europa. P. En abril se edita en España Moriré, pero mi memoria sobrevivirá, una reflexión sobre el sida. R. Uno de los grandes problemas de África es el sida. En Europa hoy no es una enfermedad mortal, pero allí sí y tenemos que considerar que sigue siendo nuestro problema y estar dispuestos a ayudar a esa gente en nombre de la solidaridad y humanidad. Ayudamos, pero podríamos ayudar mucho más. Todo lo que hacemos llega demasiado tarde. Hagamos lo que hagamos, podemos hacer más y esto es

un desafío para nosotros. P. ¿Qué piensa cuando contempla las decenas de pateras llegando a España? R. Los países europeos tienen que asumir su responsabilidad para poder ayudar a España. Está absolutamente sola y eso es terrible. No es un problema español sino europeo, y deberíamos ayudar a encontrar las soluciones adecuadas. La solución no es dejar que la gente se muera en sus orillas. Es un hecho terrible. P. ¿Su proyecto en el teatro Avenida, de Maputo, es un paso más para acabar con el analfabetismo? R. El analfabetismo es una enfermedad más. Cuando la gente no puede leer, y es mucha, no puede conseguir la información necesaria para protegerse, por ejemplo, del sida y eso trae consigo otros importantes problemas. Es triste y terrible que en 2008 no se haya resuelto el hecho de que tantas personas no sepan leer y escribir. El teatro vivo y la radio son las únicas formas que tiene la gente para ver una exposición de su vida de forma artística. El teatro es tremendamente importante. Sería magnífico presentar Hamlet. Tenemos los recursos, pero hemos optado por no hacerlo porque hay otras obras más importantes para ellos como las que hablan de la vida cotidiana. Se ha representado La casa de Bernarda Alba, de Lorca, porque en la forma en que vive la familia y la situación de la mujer tiene mucho que comunicar a las mujeres de ese continente. Tenemos que pensar y darnos cuenta de que el 75% de nuestro público no sabe leer ni escribir. P. Tan sólo se ha subido en una ocasión a un escenario. ¿Sentido del ridículo o miedo? R. Tengo mucho respeto por los actores porque creo que es una de las profesiones más difíciles y complicadas en la vida. Sería una hipocresía pensar que yo tengo algo que hacer en un escenario. No me atrevería, y si lo hiciera espero que los actores me echen. Prefiero funcionar como director o como dramaturgo. P. Con su inspector Wallander ha mostrado una Suecia bastante terrible. ¿Le gusta el realismo social? R. Hay que utilizar los crímenes o los delitos como un espejo de la sociedad. Es una tradición antigua en la literatura. Desde el principio los escritores han entendido que la situación dramática que conlleva el delito es una manera muy buena de escribir sobre la sociedad. Tengo que decir que Macbeth es una historia de crímenes magnífica. Hay una parte de las historias de ficción en la que hay crímenes y delitos que no me gusta, es puro entretenimiento. Hay otra en que se relatan historias que me resultan más apetecibles. P. Su personaje Wallander no es el más simpático del mundo. ¿Se lo llevaría de copas? R. Para nada, menudo aburrimiento. Dudo que el inspector Wallander y yo fuéramos buenos amigos. Y para escribir no está mal porque resulta más interesante hablar sobre una persona que no te gusta mucho. Puede resultar más divertido. Lo único que tenemos en común él y yo es la edad, nuestra pasión por la ópera italiana y que somos muy trabajadores. En lo demás, afortunadamente, no tengo ninguna similitud con él. Qué aburrido. P. ¿Tiene intención de recuperarlo como protagonista? ¿Lo llevará a África? R. He dado muchas vueltas a la cabeza sobre ese asunto. Algún día volveré con él y tengo que encontrar una razón para mandarlo a África. Hay que esperar y ver lo que pasa. Dejé de escribir sobre él por respeto hacia mí y mis lectores. No quería escribir algo en poco tiempo y que la gente viera que me estaba cansando un poco o que se había convertido en rutina. Paré de trabajar mientras estaba contento

Kurt Wallander, el inspector que vino del frío Más gordo que delgado, con tendencia a provocar desastres, y cuya vida privada es una especie de ruina, Wallander es, sin embargo, un ser humano del todo creíble y, además, un buen policía, aunque no sea perfecto: comete errores y a veces los árboles no le dejan ver el bosque, pero es persistente, tiene buen olfato y buenos principios, que le dan fuerza para obedecer sus presentimientos y asegurarse de que, al final, se hace justicia. Vulnerable y convertido más bien en antihéroe, Wallander es un tipo descuidado, que duerme poco y mal y se alimenta de la misma manera. Divorciado y con una hija con quien mantiene una difícil relación, es, sin embargo, compasivo, paciente hasta la terquedad, y uno acaba por tomarle cariño, a pesar de sus arenques, sus muebles baratos y su desorden.

¿A quién le importa el asesino? ANTONIO JIMÉNEZ BARCA 02/02/2008 http://www.elpais.com/articulo/narrativa/quien/le/importa/asesino/ elpepuculbab/20080202elpbabnar_4/Tes?print=1 Una noche de aburrimiento comencé a escribir mi primera (y única) novela y no se me ocurrió otra que matar al protagonista en el primer párrafo. "Estupendo", me dije. "¿Y ahora qué? ¿Quién ha sido? ¿A quién le colgamos este muerto?". Yo no había planeado eso, pero, ya con una novela negra entre manos, seguí con el segundo párrafo y el tercero. ¿A quién le importa el asesino? Todo lector de novela policiaca o negra sabe en el fondo que el criminal es lo de menos. La fórmula de revelar su identidad en el último capítulo persiste casi como una norma antigua que conviene respetar, casi una regla de cortesía, como una reverencia o un guiño, pero lo que cuenta es lo que el policía o el detective contemporáneo encuentra y muestra y conoce mientras investiga: por eso, cuanto más larga y poblada sea la investigación, mejor. En eso se diferencian de los policías de verdad, cuyo objetivo es atrapar cuanto antes al culpable y meterlo enseguida en la cárcel: la realidad (bastante tiene ya la pobre) no tiene por qué ser verosímil o atractiva. Tampoco los policías o los detectives de verdad. Pero los detectives o los policías de ficción son eso: de ficción. Y cada quien se inventa el suyo. De ahí que el género negro actual admita tantas variantes como autores. No hay derecho de admisión. No hay límites. Tan sólo el viejo pacto de caballeros de revelar al final quién fue el asesino del cadáver del primer párrafo. Entre medias vale todo. Así, los detectives privados durillos, solitarios e irresistibles como Philip Marlowe han evolucionado, perdiendo encanto pero ganando realismo. Kurt Wallander, el protagonista de las novelas del exitoso escritor sueco Henning Mankell, resuelve los casos a base de largas reuniones con sus colegas de comisaría, gracias a que vuelven una y otra vez sobre minucias olvidadas y pruebas dadas de lado en un principio. Descubrir cómo Mankell consigue que no soltemos ni para comer un tocho de 500 páginas lleno de estratagemas policiales es parte del misterio de la novela. Aunque supongo que tiene que ver con el hecho de que esas 500 páginas constituyen un reflejo potente de la sociedad sueca contemporánea. Hasta que leí a Mankell yo creía, como otros muchos europeos del sur, que los suecos vivían en una estación organizada del paraíso.

Porque gracias a que los detectives son de ficción y dan vueltas por aquí y por allá, con sus propios problemas a cuestas, la novela negra constituye un artefacto ideal para describir la realidad: para mostrarla, para criticarla, para recordarla, para evocarla. Lo dicho: no hay límites. O sólo uno: que las novelas, sean negras o verdes, sean buenas. Por eso, sólo en España y dentro de mi generación, caben autores como Rafael Reig, que se inventa un Madrid inundado por el que navega Carlos Clot, un atolondrado detective que te hace reír y llorar al mismo tiempo y que termina siempre las conversaciones diciendo "no digo más"; o como Lorenzo Silva y su pareja de guardias civiles creíbles, profesionales, eficientes, listos y trabajadores; o como Eugenio Fuentes, que ha dado vida a Cupido, un investigador privado silencioso, educado, misterioso y tratable; o como David Torres, que ha creado a Roberto Esteban, un ex boxeador impetuoso, algo brutote y melómano, condenado a viajar con frecuencia al inalcanzable y bendito territorio de la infancia. Habría que preguntárselo, claro, pero me da que también a ellos el nombre del asesino les importa un rábano. ————————————————— HENNING MANKELL (1948- ) Henning Mankell nació en Estocolmo (Suecia) el 3 de febrero de 1948 y creció en la isla de Sveg. Su padre era juez y su abuelo el compositor y pianista sueco. Ambos con el mismo nombre del autor. En su adolescencia y determinado a ganarse la vida como escritor, Mankell dejó los estudios para trasladarse a Francia, en donde trabajó como reparador de clarinetes en Belleville. También se ocupó, a mediados de los años 60, como marino mercante. Al retornar a Suecia acudió a una escuela teatral de Skara y comenzó a trabajar en el teatro de Estocolmo actuando y dirigiendo. A comienzos de los años 70 escribiría sus primeras piezas teatrales y cuentos infantiles. En esta década también viajó hasta África, enamorándose del continente, en especial de Mozambique, país en cuya capital, Maputo, dirige el Teatro Avenida. Mankell comparte su residencia africana con su hogar en Estocolmo. La esposa de Henning Mankell es la coreógrafa y directora teatral Eva Bergman, hija del famoso director y guionista sueco Ingmar Bergman, con quien Mankell contrajo matrimonio en el año 1998.

Related Documents

Boletin El Grito Mankell
November 2019 23
El Grito
May 2020 7
Grito
October 2019 23
El Grito De Dolores.pdf
October 2019 14
El Grito Seri.docx
November 2019 23

More Documents from "angelito131"

87 Tesoros Y Otras Magias
December 2019 15
84 Voces En Ruidea
December 2019 19
89 La Caza
April 2020 10
86 La Maquina Del Tiempo
December 2019 32