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Del DELEGADO del Lunes Santo ... D. Claudio Espejo Garrido (Consejero Delegado del Lunes Santo)

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ace solo unos días el Secretario de la Hermandad solicitó amablemente mi colaboración para el presente boletín, a modo de presentación en el mismo como nuevo Delegado del Lunes Santo, colaboración que rápidamente acepte y agradecí como forma de poder dirigirme por primera vez a todos los hermanos de esta señera y señorial Cofradía. Aunque he de reconocer que no sin cierto pudor, pues hasta ahora nunca había tenido que realizar unos apuntes autobiográficos como se me pidió, más es justo que si yo os conozco desde hace tiempo, como todos los cofrades sevillanos, lógicamente en reciprocidad debéis también conocerme a mí. Sevillano nacido en la Plaza de la Encarnación y bautizado en San Juan de la Palma, mi infancia e incipiente juventud, por obligaciones laborales paternas, transcurre en Madrid en el seno de una familia cofrade vinculada con las Hermandades de Pasión y de la Amargura, viviendo, con la especial intensidad que da la nostalgia de la emigración,

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todos los avatares de nuestra ciudad y sus cofradías en un tiempo donde no existía la actual proliferación de información cofrade y solo quedaba entre una y otra Semana Santa releer una y otra vez las revistas de Pasión y escuchar un día y otro el disco grabado por la Banda Municipal de Música de Sevilla, donde por cierto se reproducía en su portada la imagen de la Virgen de los Dolores de la Hermandad de las Penas y se recogía entre otras marchas muy clásicas la genial composición de D. Antonio Pantión, con la que se celebra en este año el 50 aniversario de la salida de Nuestro Padre Jesús de las Penas con la misma. Una vez finalizada la diáspora, regresamos a Sevilla con la ansiedad de recuperar todo el tiempo perdido incorporándome activamente a mi Hermandad de las Cigarreras de la cual ya me había hecho hermano al poco tiempo de trasladarse al barrio de los Remedios, donde vivía y continuo viviendo, ya que por mi corta edad aún no podía realizar la estación de Penitencia en las Hermandades familiares.

Marzo 2009

Es ahí donde en los años 70 viví, en época aperturista y coincidiendo con otros importantes cambios sociales de nuestra nación, los comienzos de la Juventud Cofrade, hito histórico de las Hermandades que marcó un antes y un después de las mismas y de donde procede buena parte de los actuales dirigentes de nuestras Cofradías. Dicha época coincide, asimismo, con la creación de las primeras cuadrillas de costaleros no profesionales incorporándome en las primeras cuadrillas de hermanos de las Hermandades de San Gonzalo, Carretería y Gran Poder a la cual pertenecí durante 18 años. Tras ser uno de los fundadores del grupo joven de mi Hermandad fui en la misma Diputado Mayor de Gobierno, Secretario, Teniente de Hermano Mayor y Hermano Mayor, última etapa en la que coincidí siendo Delegado del Jueves Santo con José Carlos Orta, un gran cofrade de las Penas, y no lo digo por su estatura, que me mostró que el sello y la impronta de una gran Hermandad se lleva incluso fuera de ella. Médico de profesión, casado y padre de dos hijos, en la actualidad pertenezco a las Hermandades del Amor, donde también fui costalero de la Virgen del Socorro, Estudiantes, donde acompaño al Señor de la Buena Muerte desde hace 35 años, Gran Poder y, cómo no, de la Hermandad de la Columna y Azotes (Las Cigarreras), mi Hermandad con mayúsculas. Una vez que, transcurrido un tiempo que ya consideraba dilatado al servicio de las Cofradías, entendía que había llegado el momento del descanso me encuentro, por las circunstancias del destino y sin duda porque Dios así lo ha querido, como Consejero Delegado de las Hermandades del Lunes Santo en la Junta Superior del Consejo General de Hermandades y Cofradías de la ciudad de Sevilla. En cuanto a mi incorporación a la nueva tarea encomendada viene a ser una continuación de lo ya realizado, pues el servir a una Hermandad es el servir a todas y viceversa, todo ello dentro del contexto de nuestra Iglesia Local y la necesaria vocación de servicio a Dios, quien nos llama a ello. No obstante, la misma supone una gran responsabilidad. Responsabilidad por pertenecer a una institución del prestigio y la importancia del Consejo de Cofradías, por estar vinculado a nueve espléndidas Hermandades de Penitencia del mismo, por haber sido elegido democráticamente entre un elenco de grandes cofrades de Sevilla y por suceder en el cargo a magníficos delegados como fueron en su momento D. Manuel Yruela, D. Manuel Rodríguez, D. Antonio Ríos, D. Julio Acal o D. Jacinto Pérez Rey entre otros. Es pues Marzo 2009

obligado mi agradecimiento a los Hermanos Mayores de las Corporaciones del Lunes Santo que depositaron su confianza en mi persona para ser su Delegado en la Junta Superior esperando no defraudarles en la tarea para lo cual mi voluntad y empeño nunca faltarán. Una vez comenzada la misma me he encontrado con un magnifico grupo humano de cofrades entregados al ser vicio de sus Hermandades. Cofrades preparados, entusiastas y comprometidos con su tarea, que conforman un importante patrimonio humano que junto con el patrimonio espiritual, histórico y artístico componen el Lunes Santo como una de las jornadas más señeras de la Semana Santa de Sevilla. Si el Domingo de Ramos es el día de la ilusión, con la satisfacción de dar rienda suelta a toda el ansia cofrade acumulada en el año, el Lunes Santo es el día de la confirmación cuando, conscientes de que nuestro tiempo ha llegado y tras la eclosión del día anterior, comenzamos a disfrutar sosegadamente de esta fiesta de los sentidos y los sentimientos que es nuestra Semana Mayor y lo hacemos con un día completo de la primera a la última Hermandad, con cofradías de barrio y de centro, con nuevas y antiguas Hermandades, con Cofradías populares y Cofradías clásicas. En definitiva, con un día admirado por todos los cofrades de Sevilla y que sigue en crecimiento, aunque considero que ya ha tocado techo, con la incorporación de una nueva Hermandad, la del Cautivo y Rescatado del Polígono de San Pablo, que tras su exitosa prueba de la pasada Semana Santa entiendo que, con toda probabilidad y merecimiento, se incorpore de forma definitiva en la nómina de las Hermandades del Lunes Santo y que, como ya esta demostrando, sea una más del día en los objetivos comunes del mismo. Pero siendo consciente de la importancia del día de nuestra salida procesional, que además es el nexo de unión entre las Hermandades de la jornada, sobre todo me he encontrado con un Lunes Santo que destaca, y es un hecho bien conocido a nivel del Consejo y de la Iglesia Diocesana, con el compromiso de sus Hermandades con la Caridad y la Formación, todo lo cual hace que me sienta orgulloso de poder estar con vosotros. Solo puedo reiterar mi agradecimiento y manifestar que las Cofradías de Sevilla, las Hermandades del Lunes Santo, la Hermandad de las Penas y todos y cada uno de sus cofrades me tienen a su entera disposición.

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