VIDA COFRADE vista por un dibujante esde el pasado 14 de febrero y hasta la próxima Semana Santa tiene lugar en nuestra Casa de Hermandad, una exposición del dibujante D. JAVIER GARCÍA, de 16 cuadros donde se recogen viñetas diseñadas en clave de humor de temática cofrade.
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Las mismas, realizadas con técnica de acuarela y tinta, recogen en imágenes experiencias personales a través de dibujos alegres y coloristas, momentos y situaciones sobre el mundo cofrade en general. Desde el pavero rodeado de monaguillos que necesita medicación para su estación de penitencia, hasta el “palquillo” de la Campana, donde sus integrantes están mas pendientes del reloj y del teléfono que del paso de las Hermandades. O los complementos playeros del buen capillita. D. Javier García es colaborador de El Correo de Andalucía entre otros periódicos y publicaciones. Alcalareño comprometido con las labores asistenciales de las Hermandades, hasta el punto de donar todos los beneficios de la venta de los
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LAS PENAS
cuadros a la Bolsa de Caridad “JESUS DE LAS PENAS”. Vaya desde este Boletín nuestra mas sincera enhorabuena por su trabajo, así como el agradecimiento de la Hermandad por su inestimable donación.
Marzo 2009
PARA PENSAR En la CRUZ arbolea de Nuestro Padre JESUS DE LAS PENAS y en su MIRADA hallamos el ejemplo de todas las VIRTUDES N.H.D. Ramón Moreno Sánchez (Diputado de Pastoral)
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ue en una de mis muchas visitas a nuestro Señor de las Penas, con la luz mortecina de la tarde iluminando su altar, antes de que la fría noche me estremeciera aún más al contemplar la pena con que El la afronta desde la altura de su trono. Le miré como un sueño recurrente: Su figura… su cara… sus ojos… su cruz. Y me di cuenta de su mirada bajo el peso de esa cruz de madera. ¿Qué encierran esos ojos? ¿Con qué color brillan? ¿Cómo es su mirada? Asaltado por estas preguntas, abandoné su altar para volver a mi vida diaria, pero sucedió que cada vez que iba a verle para rezarle una oración, de nuevo sus ojos me miraban y me traspasaban, invitándome a descubrir cómo acarician el alma. Sin embargo no descubría la paz que Él nos trasmite. Mas bien mi corazón quedaba maltrecho ante esta visión, intentando comprenderla y solucionar lo que solo a través de su poder, guiándonos, se puede arreglar. ¿Era necesario que el Hijo de Dios padeciera por nosotros? Lo era, ciertamente, y por dos razones fáciles de deducir: la una, para redimir nuestros pecados; la otra, para darnos ejemplo de cómo hemos de obrar. Para redimir nuestros pecados, en efecto, porque en la Pasión de Cristo encontramos el remedio contra todo los males que nos sobrevienen a causa del pecado. La segunda razón tiene también su importancia, ya que la Pasión de Cristo basta para servir de guía y modelo de toda nuestra vida. Pues todo aquel que quiera llevar una vida perfecta no necesita hacer otra cosa que despreciar lo que Cristo despreció en la cruz y apetecer lo que Cristo apeteció. En la Cruz hallamos el ejemplo de todas las virtudes. Si buscas un ejemplo de amor, Nadie tiene más amor que el que da la vida por sus hermanos y amigos. Esto es lo que hizo Cristo en la cruz. Y por esto, si Él entregó su vida por nosotros, no debemos considerar gravoso cualquier mal que tengamos que sufrir por Él. Marzo 2009
Si buscas un ejemplo de paciencia, encontrarás el mejor de ellos en la cruz, Dos cosas son las que nos dan la medida de la paciencia: sufrir pacientemente grandes males, o sufrir sin rehuir unos males que podrían evitarse. Ahora bien, Cristo, sufrió grandes males y los soportó pacientemente, ya que en su pasión no profería amenazas; como cordero llevado al matadero, enmudecía y no abría la boca. Grande fue la paciencia de Cristo en la cruz: Corramos en la carrera que nos toca, sin retirarnos, fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe: Jesús, que renunció al gozo inmediato, soportó la cruz, despreciando la ignominia. Si buscas un ejemplo de humildad, mira al Señor de las Penas: él, que era Dios, quiso ser juzgado bajo el poder de Poncio Pilatos y morir. Si buscas un ejemplo de obediencia, imita al Señor de las Penas que se hizo obediente al Padre hasta la muerte. Si por la desobediencia de uno es decir, Adán- todos nos convertimos en pecadores, así por la obediencia de Uno todos nos convertiremos en justos. Si buscas un ejemplo de desprecio de las cosas terrenales, imita a aquel que es Rey de reyes y Señor de señores, en quien están encerrados todos los tesoros del saber y el conocer. Le desnudaron en la cruz, se burlaron, le escupieron, le flagelaron, lo coronaron de espinas, le dieron a beber hiel y vinagre y finalmente traspasaron su costado con una lanza. No te aficiones a los vestidos y riquezas, ya que se repartieron sus ropas, ni a los honores, ya que experimentó las burlas y azotes, ni a las dignidades, ya que le pusieron una corona de espina, que habían trenzado; ni a los placeres, ya que para su sed le dieron vinagre. Y así al ver cada día la mirada del Señor de las Penas bajo el peso de la cruz, he descubierto el color de sus ojos. No son marrones, ni verdes, ni negros, ni azules. Son de color ESPERANZA, de AMOR, de TERNURA y de PAZ.
Esta es la mirada del Señor de las Penas, y así me mira cada vez que lo veo en el altar.
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