ALGUNAS TRADICIONES DE SANTA CRUZ -
Los
Sepelios.
Costumbre
esta
donde
los
familiares y otras personas que contrataban oraban por la muerte del difunto (a) mencionando muchas
cosas,
para
luego
también
comer
opíparamente todas las personas asistentes a dicho acto. Cuando lo llevaban al cementerio para enterrarlo, el difunto iba en hombros de sus familiares y conocidos, quienes sollozaban muy continuamente y hacían la venia con el cadáver donde éste en vida solía llegar. - El Nacimiento De Un Niño (A), era esperado con bastante preocupación, pero cuando el parto era bueno en la noche le preparaban a la madre buenos caldos bien de gallina o de pata de res con la finalidad de que logre tener leche en las mamas para alimento del bebé y el esposo se amarraba la cabeza con una cinta
blanca para ir a la cama.
Cuando el bebé llegaba a al edad de un año buscaban
los
padrinos
para
el
bautismo
y
aprovechar con el corte de pelo, era una gran
fiesta con bebidas y bailes donde los padres se preparaban con buenas comilonas y los padrinos muy generosamente hacían sus obsequios de dinero en efectivo o ganado vacuno. Para el corte de pelo del pequeño había padrinos y también participaban los asistentes, al son de la canción “pasen las tijeras a don (nombre de la persona) para que deje su cuota (decían la cantidad)”, y así con la tijera iban cortando a pocos el pelo de bebé. - El Enamoramiento. Cuando una pareja se conocía empezaban a tirarse piedritas unos a otros lo que indicaba que se estaban enamorando, aunque, con la oposición de los padres, ellos persistían en lograr comprenderse más para formar un hogar, el cual solía concretarse mediante el “robo” de la mujer por el varón, o también por medio del pedimento donde el interesado buscaba personas amigas tanto de él como de los padres de la chica para que anticipadamente les hacían conocer de este acto. En la fecha señalada, el pretendiente junto con su comitiva iba a la casa de la chica llevando
aguardiente, quesos y bizcochos para el rebanado (mezcla de queso y bizcocho cortado) y luego los padrinos solicitaban la mano de la chica a lo que el padre le preguntaba si quería casarse con el pretendiente, pero cuando la chica decía que sí, le castigaba con una penca para luego empezar la comilona y seguir la fiesta. Al siguiente día los padres entregaban a la chica al interesado para que lo ponga a prueba. Si en caso se comprendían durante el tiempo fijado se llevaba a cabo el matrimonio. Para el matrimonio eclesiástico tenían que viajar a la ciudad donde estaba el sacerdote a fin de que los preparase y luego casarlos; los novios venían en bestias bien enjatadas con banda y una numerosa caravana. Finalizado el acto en la iglesia, regresaban a continuar con la celebración con comidas y baile. - La Vestimenta. Anteriormente la vestimenta de las mujeres de la campiña consistía en: primero un camisón, luego un pollerón (tejido por ellas mismas), esto les daba mucho abrigo, luego una
blusa y finalmente una bayeta para cubrir su cuerpo; servía también para llevar sus cosas o de lo contrario usaban la alforja. Llevaban además un sombrero en la cabeza para defenderse del sol y del
aire,
no
usaban
zapatos
ni
llanques;
posteriormente empezaron a usar zapatos y cambiaron por el sombrero por el gorro o kepiz. En cuanto a sus viajes lo realizaban a pie cargando sus quesos para venderlos, otras veces en burritos o en acémilas, a medida que ha transcurrido el tiempo ahora se viaja en vehículos motorizados. Actualmente ya no usan el pollerón sino vestidos de algodón, de lana, de fibra sintética con otros implementos de adorno tanto hombres como mujeres. Otras Fiestas. Llevaban a cabo fiestas religiosas donde en cada comunidad tenían su patrón(a), una imagen muy venerada y que daba lugar a que se expanda
nuestra
religión
católica;
en
estas
festividades habían quema de cohetes, castillos, globos, y en algunos lugares corridas de toros y
pelea de gallos, algunos profesores o interesados preparaban veladas con alumnos y personas que gustaban de ello poniendo en escena muy buenas obras y dramas que el público salía satisfecho.