CLAVES IGNACIANAS PARA EL “ACOMPAÑAMIENTO PERSONAL” Carlos Vásquez S.I. Una de las características fundamentales que brota de la experiencia espiritual Ignaciana es el acompañamiento personal que se ofrece a quien realiza una experiencia significativa en su vida. Tanto los Ejercicios Espirituales como la tradición apostólica-educativa de la Compañía de Jesús, muestran que éste es un distintivo propio de la experiencia espiritual Ignaciana. La puesta en práctica del acompañamiento personal implica un proceso educativo centrado en la persona y, en consecuencia, deberá desarrollar los siguientes aspectos imprescindibles para que sea posible en una institución educativa: 1. La existencia de una comunidad Educativa que vivencie y fomente los valores ignacianos. Igualmente que responda a los retos de la visión institucional del Colegio o de la Universidad. 2. Maestros que se expresen en su ejercicio educativo como acompañantes en el proceso de formación integral del estudiante de un manera compresiva, justa, cercana y exigente. 3. Un clima de respeto a la individualidad de cada estudiante de acuerdo a su dignidad de hijo de Dios, y que tenga en cuenta su ritmo personal, sus valores, cualidades, dificultades, etc., como punto de partida para ayudarle en el proceso de formación integral. 4. Un reconocimiento claro al papel protagónico del estudiante en su formación integral. 5. La promoción de un clima educativo de alegría y gozo que propicie la excelencia integral y favorezca la participación y las relaciones interpersonales. 6. El que haya una organización del currículo y del plan de estudios centrados en la persona. Documentos fuente: Ejercicios Espirituales, Anotaciones. Ratio Studiorum, 1599 Monumenta Historica Societatis Iesu, vol. I-V Características de la Educación de la Compañía de Jesús, 1986 Paradigma Pedagógico Ignaciano, 1993