Sintesis Caso Paris.docx

Crozier, michael. “Primera parte: el caso de la Agence Comptable de Paris. Contenida en Fenomeno Burocratico” Buenos Aires- Amorrortu editores, 1974. Los objetivos del autor son EL primero de los dos casos fue vamos a examinar es el de una gran organización tercotipada y muy impersonal, que padece muchas dificultades para enfrentar los problemas que le plantea el acelerado crecimiento de sus tareas y su personal. Su estructura. jerárguica, sus sistemas de promociones y sus principios de organización del trabajo son sumamente sencillos. La conducta de sus diversas categorías de miembros como actores de su <<sistema social>>, son por consiguiente muy fáciles de estudiar, pues aparecen conjuntamente en extremo previsibles, como si obedecieran a reglas de un juego experimental, Su análisis nos permitirá plantear muy bien, en el más concreto de los niveles, uno de los problemas fundamentales que siempre asocian al fenómeno burocrático: el problema de la rutina y de las tensiones correspondientes. Los problemas de personal y locales son especialmente difíciles de resolver. En lo concerniente al personal la creación de puestos nuevos marcha siempre muy a la zaga de las necesidades, lo cual impide formar reservas y dedicar tiempo suficiente a su formación por consiguiente el rendimiento. se ve afectado en forma negativa por la gran cantidad de empleados jóvenes inexpertos, Por el alto porcentaje de rotación. En la Agence la solución ha sido ejercer presión en el personal, por una parte imponiendo una severa disciplina y, por otra; recurriendo, en períodos de crisis, a la, acción autoritaria del personal jerarquico. Por supuesto que las empleadas no sumisas ante la arbitrariedad, pero no pueden discutir el volumen del trabajo de que deben encargarse. La disciplina que las gobierna es enteramente impersonal y de medios muy limitados, pues los despidos son prácticamente imposibles, pero bastantes como para mantener a raya un personal temeroso al que asusta la amenaza de humillación publica que significan los apercibimientos.Y las anotaciones en legajo; se reprime el ausentismo sin miramientos; empleadas deben dar explicaciones y presentar excusas escritas por cualquier error del que reglamentariamente sean responsables. El papel desempeñado por la jerarquía, en cuanto a vigilancia y animación, que apenas si parece tener importancia ordinariamente, se muestra y crece mucho de golpe en casos de crisis. El sistema social mismo de la Agence parece regido por una altenación de largos periodos de rutina y cortos periodos de crisis, Durante los primeros, la estructura autoritaria de la organizáción se borra detrás de su armazón impersonal; las empleadas están libradas a sí mismas y el personal jerárquico cuida preferentemente de sus propias tareas personales. En los momentos de crisis, honda transformación que se cumple en un clima excitación y tensión nerviosa duro de sobrellevar, Todo obedece a la urgencia de las tareas; la jerarquía se ocupa de ello personalmente y las empleadas se ven obligadas a someterse. El origen de las tensiones jerárquicas no parece ser- en fin la relación de autoridad cara a cara de las empleadas con sus jefes inmediatos sino la otra, mucho menos directa, con los jefes superiores. Contrariamente a las ideas corriente apenas si hay rastros de relación de dependencia (ni de los sentimientos emotivos que la acompañan) entre las agentes directas y el pequeño estado mayor de la jerarquia con que tienen que ver toda la jornada, 'dentro de la unidad de un centenar de personas en el trabajo. En cambio, a nivel de la unidad de mil personas, las empleadas parece que hallan enormes dificultades para establecer una relacion satisfactoria con el jefe de división respectivo y padecen mucho. Nuestro razonamiento se apoya, finalmente, en el concepto de que todos los miembros del organismo tienen evidente repugnancia por las situaciones que puedan ponerlos a la vista y control de la escala superior. Iluminadas así, las normas y la rutina parecen tener ante todo una función protectora. Gracias a ellas un superior no puede intervenir en los asuntos de las categorías inferiores y con ellas se asegura una determinada forma de independencia al personal. Este no se siente incitado participar en los asuntos que pueden concernirle, se mantiene aislado y lo padece; pero la independencia que se le ofrece como contrapeso constituye para él una grandísima ventaja. En definitiva, es a esa independencia a lo que nuestras entrevistadas atribuyeron la mayor importancia cuando se les preguntó qué apreciaban más en la función pública. Se quejan sí, y muy amargamente, del precio que deben pagar para obtenerla, pero puede creerse que, en el fondo están dispuestas a pagarlo y que, por «recriminativo» que sea su modo de adaptación, no deja, por el momento, de ser eficaz, todavía.

Natalia valero amortegui

Como nos decía una empleada ya antigua, y sin embargo el momento, de serles eficaz, todavía. muy hostil en general a la administración y agria en sus críticas sobre sus jefes rutinarios: «Yo no querria otro empleo y (aunque fuera más joven) no me gustaría cambiar ya más. Tendría miedo de estar a la merced de un jefe...»

Natalia valero amortegui