Sams Story

  • June 2020
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  • Words: 4,323
  • Pages: 8
“Sam’s Story” La escena me recordaba algo que había sucedido incontables veces en España, sólo que esta vez no me encontraba en el galpón, ni rodeada de actores agotados. Sin embargo, la idea seguía siendo la misma. “Vamos, arriba” me decía Sam, sólo faltaba que el sillón dónde había estado dormida comenzara a moverse debido a aquel chico. Y así fue, sólo que el movimiento fue mucho menor al que había sido en aquel país peninsular. “¿Nani?” Pregunté, todavía adormilada mientras abría los ojos con pesar y me encontraba con el rostro de Samuel a escasos centímetros del mío, sonriendo de satisfacción al haberme despertado. “¿Sabes? Has perdido la percepción del espacio personal” le dije intentando hundir mi cabeza más en el suave y cómodo sillón, el chico comenzó a reír mientras su proyección se levantaba para darme espacio. Volteé alrededor y vi a Dea y a Lara, sentadas y riendo ante lo que acababa de ocurrir. Me senté, resignada a mi momento de vergüenza y me estiré “¿Y ahora? ¿Por qué tanto sueño?” Me preguntó Lara una vez dejó de reír, pero con una sonrisa todavía en el rostro. “Nada en particular, tal vez sea Costa de Conejos” respondí mientras me ponía a saltar frente a las exorcistas y Sam, el gólem, comenzaba a tocar el piano, su proyección había desaparecido por un momento. “¿Cuándo ha llegado?” les pregunté a las chicas sentadas frente a mí mientras me paraba de manos para calentar, si el chico gólem estaba ahí, significaba que íbamos a cantar y actuar. “Hace como 5 minutos, vino de inmediato para acá a buscarte” me contestó Dea y luego sacó un libro para ponerse a leer. “¿Van a cantar?” Me preguntó Lara, con unos ojos que mostraban emoción y sus manos cerradas en un puño que me impedían ver su boca. “Eso depende de si vos querés cantar también” le contesté y me volteé a ver al piano, Sam había vuelto a proyectarse y me miraba fijamente, parado junto a mí, me hice hacia atrás del nuevo susto que me dio y Lara volvió a reír. “Y vos” le dije al gólem “Podés dejar de hacer eso, gracias” eso no evitó que se botara de la risa junto con la exorcista, con el rabillo del ojo noté que Dea tenía una sonrisa muy amplia en su rostro. “¿Qué querés cantar?” Me preguntó Sam con las manos detrás de él y el gólem calentando en el piano junto a la pared. “Has mejorado” le dije, notando la nueva habilidad que había desarrollado, la proyección se inclinó, haciéndome una reverencia “Un honor viniendo de usted, general” me dijo en un tono respetuoso, como si le estuviera hablando a la reina, se levantó y mientras me miraba continuó “¿O debería decirle ángel?” Entorné los ojos y caminé lejos de él. “Lazy Daisy” le dije, para cambiar el tema, sería una buena forma de molestar a Lara y hacía años que no la cantaba. “Lazy Daisy será” me dijo y en el instante comenzaron los acordes de la canción. “Vamos, Lara” le dije a la chica y la guíe a una mesa, necesitábamos un escenario para esa canción. “There’s a boy who fell in love one day” comenzó a cantar Samel mientras su proyección y yo nos poníamos a los lados de Lara.

“And his music used to sound this way” cantamos juntos, mientras Lara analizaba la canción para entonces seguirnos “But the lady was a lazy thing” cantamos juntos “Didn’t care about the ring” siguió Lara junto con nosoros “So this is what he used to sing” cantamos y le hice una seña a Lara de que escuchara el cambio antes de continuar. “Be my lazy daisy, you’re my perfect set” cantamos Sam y yo, junto con el cambio de acordes y a un ritmo más rápido y alegre al cual Lara se adaptó casi al instante “Be my lazy daisy, be my pet” canto con nosotros y aplaudimos “Don’t be mean, ‘cause you’re my queen” cantamos en una extraña coreografía improvisada, moviéndonos de lado a lado. “Come on, more yourself” cantamos y sin que Lara lo notara, Sam y yo nos dirigimos una mirada de complicidad, asintiendo levemente. “Be my lazy daisy doing what you do” cantamos, siguiendo la coreografía los tres “I’m completely crazy” en lo que Lara aplaudía, en la coreografía que habíamos marcado Sam y yo dimos un paso hacia atrás, ocasionando que Lara nos mirara extrañada y yo me riera a carcajadas “Just for you” cantamos y Sam y yo volvimos a la altura de Lara “But don’t forget we have to” comenzamos a hacer sonidos extraños, tal como estaba marcado en la canción “Keep it your style, you’re just fine Lazy Daisy oh my” cantamos y Lara siguió al ritmo con nosotros, hubo un solo con el piano. “Don’t be mean, ‘cause you’re my queen Come on, more yourself” Sam y yo aplaudimos y Lara nos miró a ambos, confundida “But don’t forget we have to” Lara comenzó a hacer los mismos sonidos de antes, pero Sam y yo aplaudimos “Keep it your style, you’re just fine” cantamos y en ese momento, antes de continuar, Lara nos empujó a ambos, o al menos a mí y comenzó a improvisar un baile como si trajera un sombrero de copa y un bastón. Regresé junto a ella y justo cuando simulaba que se recargaba con el bastón, pateé su bastón imaginario y la chica se dejó caer hacia mí, la agarré y luego se levantó para seguir cantando. La gente comenzó a aplaudirnos aunque la canción aún no hubiera terminado. “Keep it your style, you’re just fine Lazy Daisy oh my” cantamos, recuperando la canción “Lazy Daisy” seguimos cantando y volvimos a improvisar con sonidos, callando a Lara en plena canción, ocasionando que me tapara a mí la boca, ya que no podía con la de Sam. Dudé un momento, pero luego la mordí, ocasionando que la exorcista gritara y Sam y yo siguiéramos cantando. “Lazy Daisy” Lara me volteó a ver, como queriendo que parara la tortura y la miré también, sonriendo de oreja a oreja.

“Lazy Daisy oh my” cantamos y luego Sam y yo dimos una reverencia, que Lara dio unos momentos después mientras todos aplaudían y varios reían, incluyendo a Dea que estando en primera fila del espectáculo notó cómo Sam y yo nos pusimos deacuerdo. “¡Ven acá Samuel!” La particularmente melodiosa voz de Lara se escuchó a mi lado cuando la exorcista comenzó a perseguir al gólem por media sala. Me senté para descansar un momento, seguía cansada. Tal vez el sincronizar al 100% me cansaba más además de darme más hambre. “Krea-chan” Me llamó Dea sentada a mi lado, aún leyendo su libro de cocina. “¿Sí?” Le respondí, dejando que la gravedad me dejara pegada al colchón. “¿Cuál es la historia de Sam?” me preguntó y levantó la vista para ver al gólem volando demasiado alto como para que Lara lo alcanzara, y luego, la exorcista se aparecía en un lugar más alto para intentar agarrarlo y Sam simplemente se le huía. “¿A qué te refieres?” le pregunté, algo confundida, Dea conocía el por qué Sam era un gólem, era básicamente mi culpa... “Sí, yo sé que él te encontró después de la muerte de tu abuelo pero ¿por qué él estaba con el resto del grupo?” Me preguntó la exorcista y bajé mi mirada. Se refería a ésa historia. Era algo muy triste y podíamos venderle la idea a un escritor ya que creíamos que se volvería famoso publicando la vida de Sam, pero era una de esas cosas que se quedan en puros planes. “Pues...” comencé, aunque no sabía qué decir. No era un secreto lo que le había pasado, todos en el grupo de España conocíamos las historias de todos, pero era extraño tener que contarla. “Sam vivía con sus padres, ellos no eran muy ricos pero tampoco pobres, ahí la llevaban, mas o menos como mi abuelo. Creo que tampoco se la pasaba muy bien en su casa y se la vivía en las calles cerca de ahí. Hasta que un día, él estaba jugando con una pelota con sus amigos cuando los caballos de una carroza enloquecieron y comenzaron a correr como si los persiguiera un Akuma... Sus padres iban saliendo de la casa y los caballos... bueno, podrás imaginártelo. Sam lo vio todo y fue hasta el hospital con su madre, por qué su padre no llegó hasta ahí, tengo entendido que se puso de escudo para proteger a su esposa pero no estoy del todo segura. La madre de Sam murió en el hospital un par de horas después”. Hice una pausa y miré a Dea, estaba mirando el suelo frente a ella, era una historia muy triste. “Fue algo trágico” me dijo. Yo asentí, en verdad lo fue. “En aquella época, él ya llevaba unos años tocando el piano, su padre lo había obligado a aprender. Después de saber que su madre también había muerto, Sam regresó a su casa y se sentó enfrente del piano. Comenzó a tocar una canción llamada “Para Elisa” de Beethoven, que según tengo entendido, su madre adoraba verlo tocar esa canción. Sam se pasó el resto del día y noche tocando esa canción, llorando así a sus padres” hice otra pausa, ¿tal vez sería demasiada información para Dea? Estábamos acostumbradas a los dramas, digo, con la vida que teníamos y las misiones era suficiente para escribir una serie de libros, pero Sam siempre se había visto como un chico fuerte y alegre, conocer esas cosas te hacía verlo de otra forma. “¿Y después?” Me preguntó la voz que intentaba no quebrarse de Dea. La volteé a ver, que me miraba esperando que continuara la historia.

“Después siguió su camino” proseguí “Él sabía que lo mandarían a un orfanato y que el dinero de sus padres pasaría a algún tutor, así que agarró sus cosas y se fue, escondiendo el piano en el sótano ¿para qué? No lo sé, me dijo que en ese momento tenía sentido hacerlo. Estuvo caminando mucho, él vivía en las afueras de Madrid y nunca había estado tan lejos de casa antes y llegó a la Plaza Mayor cuando comenzaba a oscurecer, digo, como a las 10 u 11 de la noche. Un chico alto y mucho mayor que él lo vio, bien vestido y con su maleta y se preguntó qué haría ahí tan tarde. Su nombre era Kevin y era el chico responsable del grupo de teatro antes que Samuel. Le dio un lugar donde quedarse y le enseñó a actuar, siendo un músico no tenía mucho problema pero el ajuste siempre es complicado, en especial por qué el galpón es frío en algunas ocasiones y si estas acostumbrado a una casa con una cama y cobijas... pues es un cambio drástico. Después de un tiempo regresaron a la casa de Sam, sin él, para que nadie lo viera ni lo reportara, y sacaron el piano del sótano y lo llevaron al galpón, es el que está ahí aún ahora. Él tenía 6 ó 7 años cuando esto sucedió, así que la mayor parte de su vida ha sido en el teatro callejero. 5 años después me encontró y Kevin ya se había ido, se casó con alguna chica pero yo nunca lo conocí, se mudó a Francia me parece. Con los años, cuando Sam cumplió 15 se convirtió en el responsable de los pequeños del grupo y yo lo ayudé con eso, entonces éramos como los dos padres que cuidaban a sus hijos adoptados” me reí, era una idea graciosa, pero cubría lo esencial de lo que había sucedido. Dea y yo miramos a Sam, que seguía huyendo de Lara por toda la sala. “Quiero un peluche de Sam” dijo de repente y sin previo aviso Dea, la miré con una ceja levantada y ella me miró a mí. Pasaron dos segundos y comenzamos a reír. “Ya veremos qué podemos hacer al respecto, podríamos sacar una serie de figuras, Sam el Akuma, Sam el gólem, Sam el ser humano, Sam el cantante, Sam el pianista, Sam el actor” Dea siguió riendo con cada Sam que mencionaba hasta que llamamos la atención del chico y la exorcista que lo perseguía, ocasionando que Sam se distrajera y Lara finalmente lo atrapara entre sus manos. “¿Por qué me cambiaban la coreografía?” le preguntó la exorcista al gólem que tenía atrapado, debajo de una lámpara como si lo interrogara un policía. “Es la idea de Lazy Daisy, Krea es la que quería cantarla” dijo y sentí la mirada con los ojos entrecerrados de Lara mirándome y luego corría hacía mí, mientras yo saltaba por el sillón para alejarme de ella. “Why should I care about my bad reputation?” canté mientras corría entre los sillones “You’re living in the past, there’s a new generation” Sam me alcanzó y volaba a mi lado mientras le huía a Lara que comenzó a aparecerse frente a mí para alcanzarme y apenas tenía oportunidad de escaparme. “And I don’t really care if I’m strange, I ain’t gonna change” canté y active Costa de Conejos en nivel Alfa para volar lejos de la chica, aunque seguía apareciéndose frente a mí. “I don’t give a damn for my bad reputation” canté justo cuando Lara se apareció frente a mí y se agarró como pudo de mis piernas ocasionando que bajara de altura. “¿Por qué lo hiciste Krea-chan?” me preguntó e intenté zafarme de la chica inútilmente. “Everyone says what they wanna say, it doesn’t get better anyway” canté y salté para ver si Lara se soltaba con eso, mala idea.

Caí mal y tuve que reaccionar rápido para que otras hojas evitaran que cayera hasta el suelo, Lara junto a mí todavía agarrándome. “Por que ya te tocaba” le dije “Hace milenios que no te molestaba” me sentía agotada de repente, no había descansado bien y ya estaba gastando mis energías de repente. Estaba recostada en la Inocencia y la dirigí al colchón donde había estado dormida antes de la llegada de Sam, me recosté ya con los ojos cerrados y me acomodé entre el cuero. “¡Pero Krea!” escuché a Lara decir y luego Dea la callaba con un “ssshh” mientras Sam se ponía al lado de mi cabeza para dormirse un rato conmigo. Era bueno tenerlo de vuelta. Pero antes de que conciliara el sueño de nuevo, sentí una pequeña bola que golpeaba mi mejilla para despertarme, entonces Sam no había querido que me durmiera después de todo... “Vamos, hace meses que no te veo” me dijo Sam e hice un esfuerzo por abrir los ojos, ya más tarde me dormiría como piedra. Me senté tallándome los ojos para despertarme y miré a la proyección de Sam sentado a mi lado. “¿Y de qué tanto hablaban ustedes dos?” Me preguntó el chico mirándonos a Dea y a mí. “Dea me preguntaba sobre cómo llegaste al galpón” le contesté y Sam cambió su rostro, por un momento se puso serio como si se hubiera molestado, pero sabía que no era así, cedió esa expresión casi al instante y se puso dramático para debrayar. “Es una historia muy larga y muy triste” dijo en un tono demasiado falso que nos hizo reír. “Sí, Krea me estaba platicando” dijo Dea y Sam volteó a verme. Asentí una sola vez. “Vengan” dijo y se paró para dirigirse al piano donde el gólem ya estaba empezando a tocar, era Para Elisa, conocía la canción. “Mi madre adoraba que le tocara esta canción, y a mis hermanas les molestaba que lo hiciera ya que querían estar todo el día con ella” comenzó a decir, había olvidado mencionar a sus hermanas “Creo que no me he presentado lo suficiente con ustedes, si no conocen mi historia. Cuando vi esos caballos matar a mi padre y dejar a mi madre gravemente herida, mis hermanas no estaban en la casa, así que fui el único que estuvo con mi madre cuándo ésta murió” seguía tocando la canción mientras hablaba “regresé a la casa a tocarle esto al alma de mi madre, por que creía que todavía no se había ido. Mis hermanas volvieron en la tarde y me vieron tocando y me echaron la culpa, que debí avisarles, que debía haber hecho algo por ellos. Siendo el menor de los 4 hermanos, no supe qué hacer, a pesar de que me gritaron que dejara de tocar y las ignorara, por que me rehusaba a contestarles, seguí tocando toda la noche hasta que amaneció y empaqué ropa y cosas importantes, escondí el piano y me fui. Al anochecer me encontré con Kevin, que era el líder del grupo del teatro callejero al que me uní, así fue como llegué” dijo terminando de tocar la canción, le había dado un tono tétrico a la historia. “¿Y tus hermanas?” Preguntó Dea, siendo ella la más interesada en la historia de Sam. “No las volví a ver, ellas se quedaron con le herencia me imagino, nunca me buscaron ni yo a ellas. Era mejor así, nunca nos llevamos bien” dijo, yo alcanzaba a distinguir el dolor en su voz, pero no estaba segura de si Lara o Dea también podrían hacerlo. “¿Recuerdas a Mala Gente?” Preguntó de repente con un toque de malicia el gólem. Reí por lo bajo y asentí “Claro, ¿cómo olvidarla?”

“Acabo de recordarla” dijo como envuelto en el recuerdo “Verán” continuó mirando a las otras dos exorcistas “Años después, incluso después de conocer a Krea, me encontré con una chica de la cual me enamoré” seguí riéndome a carcajadas mientras Sam contaba su historia. Dea y Lara me veían perplejas. “Si lo hubieran visto...” les dije “Lo que yo le hago a Therine es poco con lo que Sam le dedicaba a esa chica” me miraron con los ojos como platos, era algo difícil de imaginar. “¿Y qué sucedió?” Preguntó Lara ahora ella interesada por la historia. Sam hizo una proyección de sí mismo que se paró junto a mí mientras yo calmaba mi risa. El gólem comenzó a tocar y a cantar. “Tú me pides que te deje ahora, ahora” cantaba el chico frente a las exorcistas. “Ahora cuando más te necesito” los acordes parecidos a tritonos indicaban la maldad de aquella chica. “Tú me dices que este amor se fue al olvido, ahora cuando yo ya no te olvido” Sam caminó por nuestro alrededor y yo me senté en un sillón, acto que Lara y Dea imitaron. “Tú me dices que este amor ha sido en vano” hizo una pequeña pausa que era casi imperceptible, como si recordara ese momento. “Qué malo que dices eso, pero que bueno que se acabó” cantó y comenzó el coro, en el cual el gólem se emocionó al tocar. “Mala gente” canté yo mientras mis amigas se sacaban de onda con mi entrada en la canción. “Te burlaste de mis sentimientos y ahora te lamentas” en cada estrofa lo interrumpía cantando “Mala gente”. “Vas a pagarla caro por que a mí tú ya no me interesas” siguió cantando Sam, inmutable “Mala gente” Continué. “Por que tú eres una mentirosa y una” cantó el chico y cantamos el final del coro juntos “Mala gente” “Y en el infierno enterita, enterita te vas a quemar”. La canción volvió a la rítmica del principio, casi como si se alentara. “Tú me pides que regrese ahora” cantó Sam mirando a Dea ahora “Y ahora es a mí a quien no le importa” siguió caminando, mirando a Dea como si le cantara a esa chica. “Tú me pides que seamos más que amigos, amigos” hizo un énfasis en la última palabra mientras Dea se hacía un paso hacia atrás debido a cómo parecía cantarle Sam “Y amigos para qué si no hay cariño” cantó el chico y dejó a Dea descansar de él un momento, aunque seguía caminando hacia nuestro alrededor. “Hoy por fin me he dado cuenta de tu engaño, de tu mala calaña y tanto mal que me hiciste tú” “Mala gente” interrumpí y repetimos el coro. “¡Y en el infierno enterita, enterita te vas a quemar!” cantó Sam terminando la canción también en el piano, ocasionando que Lara y Dea aplaudieran con entusiasmo y otros tantos miembros de la Orden que se encontraban en la sala aplaudieran para celebrarle a Sam, que hizo una reverencia y luego se fue a sentar a mi lado. “Fue más o menos así” le dijo a Dea y la chica no supo qué contestar. En ese momento, Therine apareció por el pasillo y Sam gritó su nombre, volando a gran velocidad con ella, sin siquiera dejar que se acercara más, los dos se fueron por el pasillo.

“La historia de Juan” dije, volviendo a la melancolía de su historia. Yo no dejaba de ver el punto donde las alas del gólem habían desaparecido, pero sentí la mirada de las dos exorcistas. “Es una canción que compusimos, yo le ayudé un poco, pero casi todo fue idea suya. Siempre he sentido que así era su vida antes del teatro. Conozco el inicio en el piano” dije y me acerqué a tocar un par de notas. “Esta es la historia de Juan El niño que nadie amó Que por las calles creció Buscando el amor bajo el Sol” comencé a cantar y se hizo el silencio a nuestro alrededor, no era la típica canción alegre que cantaba, no era rápida, y la letra creaba ese silencio. “Su madre lo abandonó Su padre lo maltrató Su casa fue un callejón Su cama un cartón, su amigo Dios” continué cantando y el silencio se fue extendiendo. “Juan preguntó por amor y el mundo se lo negó Juan preguntó por honor y el mundo le dio deshonor” seguí cantando y escuché como Lara se dejaba caer en el sillón detrás de ella. “Juan preguntó por perdón y el mundo lo lastimó Juan preguntó y preguntó y el mundo jamás lo escuchó” Dea también se dejó caer. “Él sólo quiso jugar Él sólo quiso soñar Él sólo quiso amar Pero el mundo lo olvidó” esa parte iba más aprisa, pero la letra seguía siendo melancólica y triste, miré a mis compañeras y estaban ahí mirando el suelo frente a ellas. “Él sólo quiso volar Él sólo cantar Él sólo quiso amar Pero el mundo lo olvidó” no dejaba de suspirar y mirar el suelo, algunas personas me miraban a lo lejos. “Tan fuerte fue su dolor que un día se lo llevó Tan fuerte fue su dolor que su corazón se apagó” las dos chicas levantaron su mirada para verme, sorprendidas y dolidas por lo que acababa de cantar. “Él sólo quiso jugar Él sólo quiso soñar Él sólo quiso amar Pero el mundo lo olvidó” terminé de cantar y varios a nuestro alrededor aplaudieron. “Qué triste Krea-san” dijo un finder sentado a unos sillones de distancia, asentí intentando sonreír y luego miré a las exorcistas frente a mí “¿En verdad crees que fue así?” Me preguntaron. La verdad, guardaba el recuerdo del día en que habíamos terminado esa canción. “¿Sabes Sam?” Le dije al chico apuesto sentado frente al piano del galpón. Todos se habían ido, pero él y yo nos quedamos a trabajar en su canción secreta. La que nada más me había enseñado a mí en particular.

“¿Qué?” Me preguntó y me acerqué a ver el piano. “Te pareces a Juan” le dije, temiendo que se lo tomara a mal. Pasaron unos segundos en los que Sam no se movió, ni siquiera me volteó a ver “Eso es por que soy Juan” me contestó “Pero vos prendiste mi corazón de nuevo, vos y todos aquí” me dijo y sonreí. “Ay Sam” le dije y lo abracé a contra de su voluntad. “No, soltadme Krea” se quejó pero no cedí hasta que se quedó inmóvil, esperando a que me quitara “Vamos, yo sé que vos querés” le dije y me miró “Oh, está bien” dijo al fin y me abrazó de vuelta. “Gracias” le dije. “No, gracias a vos” me dijo. “La verdad, no lo sé” les dije a las chicas, era algo demasiado privado entre Sam y yo como para revelárselos. “Podría serlo ¿no? Pero no puedo estar segura” les dije y asintieron. Unas manos cubrieron mis ojos en ese momento e intenté quitarlas. Pero me movieron de un lado a otro de tal forma que mi cabeza decía ‘no’. “Ther” dije por lo bajo y la chica me soltó. “¿Cómo supiste?” Me preguntó Lara. Comencé a reír. Era algo que Therine sabía perfectamente. “La conozco, nada más” le contesté a Lara “Su tacto es diferente que el de los demás” dije sencillamente y me volteé con la chica que acababa de sentarse a mi lado y me había tomado de la mano con tanto disimulo que ni yo había notado cuándo lo había hecho. “¿Qué quería Sam?” Le pregunté. “Oh, nada que no sepas ya” me contestó y le dio un trago al agua que había traído. Sonreí, la chica confiaba demasiado en mí, bueno, ahora sólo tenía que quitarme de la cabeza el hecho de que estaban planeándome algo para mi cumpleaños. “¿Dónde está?” Le pregunté. “Con Gerry probablemente” me dijo como si no tuviera importancia. Suspiré y me recosté en sus piernas, ya tenía sueño de nuevo. “No has dormido bien” me dijo y Dea levantó la vista, la sentí. “¿No has dormido bien Krea-chan?” Me preguntó, negué con la cabeza “Sólo estoy cansada” repuse “Regresé hace dos días de una misión, denme chance” dije con los ojos cerrados, Therine había empezado a acariciar mi cabello y me estaba durmiendo. “Tampoco la dejé dormir cuando llegó” comentó Therine y dejé de sentir la mirada pesada de Dea LeBlanc. “Entonces es mejor que descanses” dijo la exorcista ahijada de Cross. “Ssshh” escuché a Lara decirle y me quedé dormida.

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