Ruleta Rusa Capítulo I: Situación Abstrusa Soy Raúl Román, tenía 14 años de edad, me gustaban el anime y las películas, también era alguien calmado, a veces bromista y a veces emocionalmente inestable, bueno en los estudios, con pocos amigos y vivía en Venezuela (si, el país que está sumamente jodido), Cumaná estado Sucre, en un departamento con mis dos abuelos, mis padres habían muerto en un accidente junto con mis 2 hermanos. Estudiaba en 3er año de bachillerato, más específicamente en la clase “C” del liceo bolivariano “Antonio Lemus Pérez”, físicamente era alguien alto, el segundo más alto de mí clase; delgado; con mucho cabello que parecía un remolino de algas; ojos tan marrones como si fueran dos tazas de café con azúcar. todo esto cuando en dicha clase estaban pasando cosas imposibles de creer por la mente de una persona promedio, cosas horrorosas, muy de película, como si fuera sacado de una novela de terror escrita por alguien psicológicamente mal de la cabeza. Todo comenzó el 16 de junio de 2019, cuando en la institución donde estudiaba, toda la clase estábamos viendo una normal clase de biología, casi todos habían asistido, de entre los que faltaron estaba Rafael Ramírez, un chico normal, ni destacaba mucho ni era antisocial, buen amigo nuestro, era muy raro que faltara. Jesús Ocque que aparte de ser un amigo mío era alguien… ¿cómo describirlo?... No muy normal, no hablaba mucho, era tranquilo, no le gustaba que lo fastidiaran porque se alteraba… físicamente era alguien enano, tanto que cuando se ponía al lado mío parecíamos un edificio y una garrapata; también era alguien delgado y con cabello largo y de color negro, recuerdo que también tenía una especie de atracción por otra compañera, lo que era raro ya que este no se veía como alguien que pudiera enamorarse, antes creía que era asexual o algo así, en fin, el y yo nos preocupamos de que Rafael faltara a esa clase porque las clases anteriores el estaba presente, no sabíamos a donde se había metido ese idiota. Pasaron los minutos y no sabíamos nada de Rafael hasta que la profesora mandó a Ángela Rodríguez a ir a la biblioteca para que buscara unos libros debido a que teníamos que analizar un artículo. Ángela era una persona con raros cambios de humor, a veces estaba feliz, a veces estaba triste, a veces no quería que le molestara, etc. Tenía una bonita sonrisa y unos ojos llenos de vida, su cabello era entre amarillo y marrón, como si de oro en bruto se tratase. Me acuerdo que un año antes me había invitado a su “fiesta” de cumpleaños (digo fiesta entre comillas porque en realidad fue una reunión con unos amigos de ella y otras personas que conocía), vimos películas de terror y me pude dar cuenta que ella es muy propensa a asustarse así que lo que pasó al ir a la biblioteca no fue fácil para ella. Continúo, ese día no había nadie en la biblioteca porque surgió una reunión de empleados en otra institución (pero nuestra profesora no quiso asistir a esa reunión por querer hacer esa evaluación), debido a que no había nadie en la biblioteca todo estaba oscuro, Ángela al entrar se dio cuenta de que olía muy mal, como si algo muerto estuviera ahí. Intentando buscar el interruptor para encender la luz se resbaló con un líquido, se levantó rápidamente, encontró en interruptor y encendió la luz. Lo que vio con sus ojos no lo olvidaría jamás, lo que producía tal olor era un cadáver humano, había sido descuartizado, sus entrañas estaban disueltas por toda la habitación haciendo que esta estuviera llena de sangre, justo arriba del cadáver estaba escrita con sangre una frase que marcaría un antes y un después en la vida de todos nosotros, dicha frase era: “¿Seguirás tú?”. Ángela al ver tal escena gritó, pero no era un grito normal, era un grito de esos que te provocaba el susto que esa persona había sentido, fue tan fuerte que se escuchó en el salón de clases en donde estábamos por lo que sin pensarlo dos veces la profesora corrió hacia donde estaba Ángela, al ver lo que provocó ese grito, la profesora tomó a Ángela de la mano y fue directo al baño para tratar de tranquilizarla. Ángela no se veía como antes, su expresión facial no decía nada, sus ojos no desprendían ese brillo que hacía que se alegrara tu día, al parecer ver eso la marcó. Todos en la clase nos preocupamos, no quisimos salir por el miedo, hasta que no tuve opción que ir a ver qué pasaba, corrí con todas mi fuerzas y Jesús me siguió
porque también estaba preocupado y más si se trataba de Ángela ya que esa era la compañera que mencioné anteriormente que la atraía. Nosotros al ver la escena no tuvimos la misma reacción que tuvo Ángela, estábamos más asqueados que asustados. Nos acercamos al cadáver para identificar quién era, fuera que estuviera cubierto de sangre tenía el uniforme de la institución por lo que se trataba de un estudiante, estaba boca abajo así que no podíamos ver su rostro, para voltearlo utilizamos un trapeador y para nuestra sorpresa era él, si, era Rafael. Ahí fue donde quedamos paralizados, su cara estaba toda cubierta de sangre con un gran cuchillo rojo en su frente haciendo que sea aterrador y repugnante verlo, y además no pudimos entender el significado de la frase que estaba escrita con sangre. pensamientos como “No, no puede ser él”, “¿cómo se lo diremos a sus padres?”, y “esto no puede estar pasando” no nos permitieron asimilar lo que habíamos visto. Rápidamente reaccionamos y llamamos a emergencias para que trajeran una ambulancia, nos devolvimos al salón y les explicamos a los demás lo que pasaba y lo que habíamos visto. Algunos se alegraron porque no les agradaba Rafael, otros se quedaron pensando y no nos creyeron por lo que les dije que fueran y comprobaran ellos mismos que no mentía. Cuando los demás fueron ya había llegado el equipo médico para recoger el cadáver, algunos querían ver la escena, pero los paramédicos no les permitieron el paso ya que no querían que los estudiantes vieran tal cosa. Un obrero que estaba mirando hacia nosotros nos preguntó qué había pasado, ese hombre se veía de unos 55 años, tenía una gran barba que le llegaba al pecho y una mirada que te daba el significado de la palabra “tétrico”. Rápidamente le expliqué lo sucedido a lo que susurró lentamente “no otra vez”, le pregunté “¿otra vez qué?, nos dijo que allá ya había pasado algo así. La profesora nos interrumpió, nos dijo que nos fuéramos a nuestras casas y que actuáramos como si eso no hubiera pasado, le dije al señor que quería seguir hablando con él a lo que me dijo que no podía ahora mismo, tenía que ir a buscar unas cosas, por lo que a las diez de la noche en la biblioteca nos esperaría para hablar y que no nos preocupáramos por toda la sangre del lugar porque él iba a limpiar todo, como no tenía nada que hacer acepté y Jesús y yo fuimos camino hacia mí casa para hablar sobre lo que había sucedido. Al salir aproximadamente a las seis de la tarde, Hyllaryd Bervin nos detuvo y dijo que vio que hablamos con aquel misterioso hombre por lo que preguntó de qué hablábamos después de aquel suceso. Le dije que si quería saber nos tendría que acompañar a mi casa, ella aceptó y una vez allá le comentamos lo que pasaba. Ella era alguien amigable y se llevaba bien con todos, personas como ella hacían que te pasaras un rato agradable, nunca me trataba mal y si te decía un insulto era jugando, gente como ella solo existían pocas. Era la más enanita de toda la clase, era adorable sin duda, su hermoso cabello de color marrón le llegaba a la cintura y con unos ojos preciosos. Quiso acompañarnos para hablar con el señor y no le vi problema alguno. Una vez que eran la diez de la noche fuimos camino hacia la institución la cuál quedaba como a tres minutos desde mi casa. Una vez que llegamos a la institución nos dirigíamos directamente a la biblioteca, todo el lugar se veía muy oscuro, como si de un cementerio abandonado se tratase, se escuchaban sonidos extraños debido al viendo que también hacía que las puertas de los salones se abrieran y cerraran con fuerza. Mientras caminábamos una mano tocó a Hyllaryd en la espalda a lo que sin pensar ella gritó fuertemente para llamar nuestra atención, nos volteamos rápidamente y vimos una sombra, mientras Hyllaryd se colocaba atrás de nosotros dicha sombra caminaba hacia nosotros, una vez que la intensa luz de la luna reflejó la cara de aquella sobra con apariencia humana nos calmamos porque se trataba del señor, Hyllaryd se molestó, con un alto tono de voz le dijo al señor que se dejara de estupideces y que diga lo que nos tiene que decir, a lo que el señor nos dijo que lo siguiéramos hacia la biblioteca. La biblioteca se veía más aterradora que de costumbre, lo único que se podía ver era una mesa con un mantel negro y una gran vela roja en el centro junto con cuatro sillas alrededor, el señor nos dijo que nos sentáramos y que no interrumpiéramos, solo teníamos que escuchar. Antes de que empezará Jesús le
preguntó el por qué había cuatro sillas si solo nos había dicho a él y a mi para hablar, a lo que contestó que nos vio hablar al salir de la institución por lo que asumió que me acompañarían esa noche. Aproveché para preguntarle qué cosas iba a buscar antes que no podía atendernos, dijo con una sonrisa que necesitaba tiempo para buscar la mesa, las cuatro sillas, el mantel y la vela, que estúpido, nos hizo esperar hasta las diez de la noche solo para eso. Una vez finalizadas las preguntas comenzó a contar, hace cuarenta años cuando él estaba en 3er año de bachillerato en esa misma institución y que también estaba en la sección “C”, empezaron a ocurrir sucesos parecidos a la muerte de Rafael, un espíritu poseyó a un compañero suyo e hizo que dicho compañero tuviera necesidad de matar, pero la cosa está en que no quería matar a toda persona que se encontrara, sino a todos los estudiantes de la clase y qué además ese espíritu hacía que al que poseía olvidara todo. Todo sonaba a como una típica serie de terror que vería un adolescente que se cree la gran cosa solo por ver series sangrientas. Entre más contaba más nos convencía, y en especial por el hecho de que en la escena del crimen de Rafael estaba escrita la frase “¿Seguirás tú?”, haciendo como referencia que cualquiera podría ser el siguiente en ser asesinado. Jesús le preguntó cómo sobrevivió, el dijo que descubrió quién fue el asesino de su época junto con su mejor amigo, cuando lo acorralaron para matarlo su amigo se sacrificó, el asesino tenía una especie de guadaña, justo cuando su amigo se lanzó para atacarlo de frente, el asesino estiró la mano y atravesó su cuerpo con la guadaña, mientras le enterraba la guadaña cada vez más, se acercaba más a la cara del asesino, con sus últimas fuerzas tomó un cuchillo que tenía en su bolsillo y le cortó la garganta, acabando así con la vida de los dos y con el asesino poseído por el espíritu. El señor llegó a la conclusión de que el espíritu solo puede poseer a una persona cada cierto tiempo, ese tiempo es cada veinte años y que para parar la matanza que estaba por llegar debíamos descubrir quién era el asesino y rápido. Él terminó trabajando como obrero en la institución debido a que quería ayudar a los estudiantes en caso de que el espíritu regresara, ayudó a los alumnos que estuvieron en la clase de 3er año “C” hace 20 años y ahora nos iba a ayudar a nosotros. Hubo ciertas cosas que nos parecieron extrañas como por qué no nos habían advertido que algo así pasaría, en internet tampoco había registros de sucesos parecidos, o también cómo es qué las cámaras no grabaron el asesinato de Rafael. El señor dijo que no tenía idea de nada de esto, era muy tarde, por lo que también dijo que ya debíamos irnos y que en otra ocasión nos seguiría contando, así que una vez contada toda esa historia le agradecimos al señor y nos retiramos. Seguí mi camino hacia mi casa, Hyllaryd y Jesús me seguían, les pregunté por qué y me dijeron que pidieron permiso para quedarse en mi casa a dormir, les dije que no porque cualquiera podía ser el asesino y debido esto no podía confiar en nadie. Con un nudo en la garganta les pedí perdón y salí corriendo casi a la velocidad del viento que pasaba por ese camino reflejado por la suave luz de la luna en ese entonces. Esa noche no pude dormir, pensamientos de preocupación, ansiedad, miedo, angustia y demás hicieron imposible una noche tranquila. “¿Quién podría ser el asesino?”, “¿cómo lo descubriría?”, “¿cómo ayudaría a mis amigos?” Así fue toda la noche hasta que amaneció, cualquiera que estuviera envuelto en algo tan siniestro no iría a su posible escena del crimen, pero no tuve de otra que ir a clases ya que si quería parar todo eso tendría que averiguar quién era el asesino. Justo cuando salí recibí una llamada de Jesús, alguien más había muerto, no lo podía creer, toda esa situación parecía… una ruleta rusa.
Capítulo 2: Exoneración Al escuchar lo que me había dicho Jesús me había quedado impactado, colgué el teléfono y fui directo a la institución sin pensarlo dos veces, eran aproximadamente las seis y media de la mañana por lo que sol apenas había salido. Mientras corría, mi vecino Maximiliano Farias me detuvo, me dijo que tuviera cuidado para después preguntarme el por qué iba corriendo. El era una buena persona, le gustaba hacer bromas y casi no se tomaba nada enserio; Bastante alto, pero no tanto como yo, con cabello marrón y piel que te hacía recordar a la canela. No quería involucrarlo así que le dije que se apartara y seguí corriendo. Al llegar a la institución me encuentro con que todos estaban en el aula, callados, un raro silencio junto con una suave brisa hacía del salón un lugar raro, como si estuvieran en un funeral, un escenario perfecto para darse cuenta de que alguien había muerto. En una esquina estaban Hyllaryd y Jesús, fui directamente hacia ellos y les pregunté quién había muerto. Me dijeron que no había muerto solo una persona, sino tres, y que Jesús me había dicho que murió una sola persona porque no quería que me alterara tanto. Habían sido Juan Vázquez, Ángeles Bernal y Nicole Vázquez, estudiantes genéricos que no valen la pena ser descritos. Rápidamente me alivie de que no habían sido alguno de mis amigos, puede sonar cruel, pero si, no me importaba que muriera alguien aparte de alguno de mis amigos. Seguí hablando con ellos y me dijeron que los lanzaron a la fuerza de la azotea de la institución antes de que sonara el timbre de entrada. Paro aquí para mencionar que la institución era de 6 pisos por lo que tenía sentido que murieran al caer de tal altura. Pedí más detalles, dijeron que cuando estaban en el suelo los paramédicos pudieron notar que los cadáveres tenían una apuñalada en la espalda cada uno, muy cerca de la nuca. También les pregunté cómo sabían que habían sido lanzados a la fuerza y no un suicidio colectivo, a lo que Hyllaryd con una cara sin ánimo me dijo que era imposible porque oportunamente las cámaras grabaron lo que pasaba. Para que ella no perdiera el tiempo contándome lo que había en la grabación le dije que me enseñara el video para verlo personalmente, así que una vez dicho eso, fuimos camino a la sala de grabación. Una vez allá, al abrir la puerta de la sala de grabación salió una fría brisa que venía de una de las ventanas que estaba abierta, por lo que inmediatamente la cerramos para después encender la computadora que contenía la grabación. Al encenderla se empezaron a escuchar ruidos extraños que provenían de ella, era comprensible ya que dicha máquina era muy antigua por lo que no le dimos importancia alguna, buscamos la carpeta que contenía la grabación y una vez encontrada reproducimos aquél misterioso video. Efectivamente, se veía una perspectiva de la azotea, el vídeo se veía extraño, como si fuera una grabación en VHS de los años 80, estaba en blanco y negro, se escuchaba el sonido de el fuerte viento que pasaba en aquella ocasión, la fecha marcaba que era el 17 de junio del 2019, todo normal, pero en la hora decía que eran las seis de la mañana, hace casi treinta minutos de que yo llegara. De repente salían ellos tres, Juan, Ángeles y Nicole, estaban riendo, al parecer uno de ellos había contado algo gracioso, se apoyaron en una de las barandas que estaban allí y se quedaron viendo la hermosa vista que se podía apreciar en aquel entonces por la salida del sol, se notaba que su plan era ver el sol salir. Pocos minutos después de que saliera el sol se veía una gran sombra monstruosa, cuando dicha sombra se se acercaba lentamente hacia ellos pude ver que era una bestia con forma humanoide, tenía mucho pelo, poco más se pudo apreciar por las cámaras que grababan horriblemente mal. Sacó un gran cuchillo cubierto de algo rojo, como si fuera sangre, ¿será posible qué ese era el cuchillo que usó para matar a Rafael? Cuando estaba justo de tras de ellos, apuñaló a cada uno en la espalda con una velocidad sobrehumana, ¿Será qué el espíritu otorgaba a los que poseía una especie de “poderes”? Ellos no se pudieron defender porque se retorcían de dolor debido al ataque, después de apuñalarlos prosiguió a empujarlos hacía el vacío donde finalmente morirían.
No me impacté mucho por el echo de que las defectuosas cámaras no grabaron bien la situación, los trabajadores de la institución si eran imbéciles, en vez de gastar el dinero en concursos, en graduaciones o fiestas, deberían gastarlo en beneficio de la misma institución. Surgieron algunas dudas como: ¿por qué el asesino no dejó un mensaje como el que dejó cuando mató a Rafael?, ¿Por qué el asesino se veía como un monstruo?, tenía sentido que matara a esos tres porque estaban completamente solos y era muy temprano por lo que llamar la atención era imposible, pero ¿cómo sabía que ellos estarían ahí?, preguntas así no pudieron ser respondidas en su momento. Luego de estar analizando la situación que había visto procedimos a retirarnos y seguimos asistiendo a clases. Por estar pensando en lo que había visto no pude prestar atención a ninguna de las clases, estaba distraído y sin poder escuchar a nadie, la repugnancia, el odio y el estrés no me dejaron comer por lo que estuve toda la mañana sin alimentarme causando que estuviera decaído y de mala gana en todo momento. Luego de salir de clases a la hora de siempre estaba pensando en lo que le dije a Hyllaryd y a Jesús la noche anterior por lo que me acerqué lentamente hacia ellos cuando estaban por irse, les pedí perdón, ellos me vieron y me perdonaron al instante. Hyllaryd dijo que lo menos que yo podía hacer por ellos era invitarlos a mi cada esa noche para que se quedarán a dormir, acepté porque al parecer no tenía de otra. Jesús mencionó que antes de que saliéramos de la sala de computadoras guardó el video en una memoria USB, que usáramos esa noche para analizarlo a detalle. Hyllaryd de inmediato respondió que conocía a alguien que podía ayudarnos con el video, a lo que le pregunte que cómo alguien nos podría ayudar con un simple video, dijo que su amigo no era una persona simple que anda en internet para ver videos y así, era alguien que se dedicaba a la edición de audio y video, también mencionó que ayudó a unos militares a descifrar la contraseña de una misil afgano el cual tenía un lanzamiento previsto hacia una empresa que se dedicaba la ayuda humanitaria, nunca supieron el por qué planeaban lanzarlo hacia esa empresa pero menos más que lo detuvieron. Le pregunté que, si eso último acerca del misil era verdad, dijo que no, que solo era jugando, la miré con cara de “¿enserio?”, para después ella decir que quería aliviar todo con algo de comedia, pero no la culpo, carga con mucha presión al saber que en cualquier momento podría morir. Mientras caminábamos hacia mi casa pudimos ver que Ángela estaba en la cima de un edificio, inmediatamente nos pusimos alerta por pensar que ella tenía planeado suicidarse y corrimos lo más que pudimos hacia aquel viejo edificio de 5 pisos de altura. Mientras subíamos esas escaleras de madera Jesús se pudo dar cuenta de que el edificio se podría caer en cualquier momento, por lo que no tuvimos opción que bajar el ritmo. Después de algunos minutos llegamos a la cima y por nuestra suerte Ángela estaba bien, le preguntamos el por qué estaba en un lugar así, dijo que solo quería despejar su mente y ver la puesta de sol tranquilamente, en una esquina se encontraba Guillermo Lugo que también la pudo ver y llegó antes que nosotros. Ese Guillermo era alguien solitario, no hablaba con nadie, claro, antes de que lo conociéramos, cuando ya agarró confianza con nosotros se “liberó” (si se puede decir así) porque empezó a contar chistes estúpidos y no le importaba lo que dijéramos porque al final no le decíamos nada, lo dejábamos que dijera lo que quisiera y a veces le seguíamos el juego, de un día para otro era alguien diferente, cuando decía algo que ya nos molestaba lo insultábamos con que era negro y que tenía poco cabello mediante chistes racistas, no era enserio, simples chistes entre amigos, tampoco llegábamos a extremos, algo que nadie sabía y que solo yo y Jesús sabíamos era que a Guillermo le gustaba Hyllaryd, siempre lo molestábamos con eso, diciéndole cosas como “si sigues así Hyllaryd nunca te va a querer”, “por eso Hyllaryd no te quiere”, o “cállate que Hyllaryd nunca será tú novia”. Dijo que cuando él estaba de camino a su casa se encontró con Ángela justo cuando iba subiendo al edificio y decidió acompañarla para ver que no hiciera algo descabellado. Nos quedamos con ellos para admirar la hermosa puesta de sol que se podía ver en aquel momento, el cielo hizo una bellísima mezcla de colores amarillo, naranja y morado, parecía una pintura que costaría millones, ver algo así con mis amigos fue un momento sumamente especial y me inspiró a seguir investigando para detener toda la masacre sangrienta que se aproximaba. Ángela necesitaba personas que
estuvieran con ella para recuperar esa personalidad llena de alegría que tenía antes, Jesús le dijo que pronto haríamos que volvería a sonreír como antes y que no se preocupara por el espíritu, Ángela se veía muy feliz al escuchar esas palabras hasta que Jesús mencionó lo del espíritu. Ángela y Guillermo quedaron confundidos y al mismo tiempo intrigados por lo que había mencionado Jesús, Hyllaryd le dio un fuerte golpe en la cabeza mientras que le decía que eso se lo ganaba por hablador. No tuvimos otra opción que explicarles lo que sucedía y lo que sucedió. Luego de decirles todo lo que nos dijo aquel señor, ellos quedaron impactados, pero rápidamente lo aceptaron ya que no tenían otra explicación coherente, también les dije que después de bajar del edificio iríamos a mi casa a investigar a fondo ese video, Guillermo aceptó, pero Ángela prefirió irse a su casa a descansar, Hyllaryd le dijo que hiciera lo que quisiera siempre y cuando no le dijera nada a nadie. Una vez que bajamos del edificio ya eran las seis y media de la noche y el sol ya se había puesto, la luna era la que reinaba esta vez, se podían ver las estrellas y constelaciones mientras nos separábamos de Ángela, después de unos 3 minutos llegamos a mi casa. Una vez en mi departamento de inmediato (siendo las siete de la noche) acomodé la sala, coloqué colchones y sabanas para que los muchachos durmieran en ellos. Le dije a Hyllaryd que llamara a su amigo para que llegara lo más rápido posible y así poder descansar de una vez, también que le diera la dirección de mi departamento porque obviamente él no la iba a saber. Ella lo llamó, dijo que llegaría en unos quince minutos. Mientras tanto le preguntamos a Guillermo qué si tenía algo que preguntarnos, a lo que preguntó que cómo fue que el señor descubrió al asesino de su época, le respondí que esa fue una de las cosas que no nos dijo. Guillermo era alguien que, a pesar de ser muy inmaduro a veces, cuando se tenía que poner serio se ponía serio y analizaba las cosas a detalle por lo que fue buena idea involucrarlo, estaba seguro de que nos podía ayudar en algo. Habían pasado más de 20 minutos y el amigo de Hyllaryd no llegaba, Hyllaryd dijo que le acababa de llegar un mensaje de él diciendo que se le presentó un inconveniente y que ahora llegaría en dos horas, teníamos que esperar, no teníamos más nada que hacer. Para matar el tiempo vimos una película de terror, también vimos videos de Youtube, hablábamos sobre experiencias que habíamos tenido y cosas así, conversaciones que nunca querrías que terminaran, como si nunca hubieran asesinado a nadie, ojalá que Ángela hubiese estado en ese momento, seguro que hubiera pasado un buen rato. Pasaron las dos horas, eran alrededor de las nueve y media de la noche y alguien había tocado la puerta, debía ser el amigo de Hyllaryd, Guillermo abrió la puerta y había alguien ahí, con una sudadera negra, una capucha que tapaba su rostro que llevaba una máscara de oso panda, una mochila de color verde y unos shorts del mismo color. Preguntamos quién era, la persona respondió que era el amigo de Hyllaryd, en su voz había algo extraño, como si estuviera usando un sintetizador de sonido que usarías para que no te reconocieran en ningún lado, o si querías sorprender a alguien. Hyllaryd le dijo que pasara, nos dijo también que no nos preocupáramos por como se veía y oía, al parecer le gustaba verse así, Guillermo cerró la puerta y le dije al amigo de Hyllaryd que se sentara en una de las sillas que estaban en la sala, la extraña persona se sentó y también le dije que por favor se quitara la máscara y el sintetizador para así poder confiar en él. La persona se quitó el sintetizador que tenía y lentamente se quitaba la máscara, me sorprendí al ver su cara, pero después me reí porque oportunamente, para mi sorpresa era alguien que conocía de toda la vida y que no habría dudas en confiar en él.