Reporte de lectura LA PANZA DEL TEPOZTECO La panza del Tepozteco Este libro trata acerca de dioses y seis personas los cuales llevan por nombre “Héctor, Homero, Erika, Alaìn, Selene y Yanira. Cada fin de semana ellos se reunían en alguna casa de ellos para salir a pasear, pero los padres de Alaìn también tenían ese tipo de costumbre. Un día los papás de Alaìn decidieron irse de vacaciones a Tepozteco, y como no iba a haber nadie en casa de Alaìn los muchachos aprovecharon pero Alaìn ya les había pedido permiso para llevar a sus amigos a la casa, una noche en viernes decidieron salir. Se dirigían rumbo a una montaña, caminaron y caminaron, durante largo tiempo hasta ver una cueva y se detuvieron en aquél lugar, ya que tenían curiosidad sobre ese lugar, todos decidieron entrar a la cueva para ver que había en ese lugar, entre más caminaban se encontraban con imagines talladas en piedras, eran imágenes de serpientes, iban sorprendidos de ver tales imágenes y no dieron cuenta de que ya estaban muy adentro de aquel lugar, hasta que se encontraron con dos caminos uno para la derecha y el otro guiaba hacia la izquierda, algunos decidieron tomar la derecha y otros por la izquierda, uno de ellos escuchó una voz que le indicaba que no siguiera ese camino, y todos voltearon a ver quien había dicho eso, pero nadie vio nada, luego de unos minutos apareció una persona anciana semidesnuda, todos se quedaron perplejos y se preguntaron entre sí quien era ese señor y de donde había salido, el señor les comentó que con que permiso habían entrado a ese lugar, y los muchachos no contestaron nada ya que ellos no sabían si tenían que pedir permiso o no, el anciano les dijo que los dejaría pasar solo con una condición, la condición era que ellos debían emborracharse con el y solo así podrían pasar. Por supuesto que los muchachos no aceptaron, y el anciano no les dijo nada y los dejo ir, conforme seguían caminando a lo lejos se veía una señora, su nombre era Tona. Ellos podían percibir el olor de la comida que estaba la señora Tona cocinando y como ellos estaban hambrientos se dejaron llevar por el olor tan agradable que percibían, cuando llegaron donde estaba la señora, les ofreció de comer, después de platicar un rato con esta señora, escucharon un ruido fuertísimo, como si algo muy grande viniera sobre ellos. Los muchachos se asustaron y la señora les dijo que no se preocuparan, que no pasaba nada grave, eso que se había escuchado era Chalch, y ese ruido era el canto de Chalch (Chalch era una diosa). Pero Erika entró en duda y siguió cuestionando a la señora acerca de Chalch, pero la señora Tona al verla demasiado preocupada que no era nada más que una buena persona pero mientras iban pasando los minutos cada vez se escuchaba mas y mas, Chalch era una mujer joven, alta, morena y bonita. Todos se quedaron sorprendidos y Alaìn se preguntó así mismo -¿Dónde estamos? Y Chalch respondió –Estamos en la panza del Tepozteco. Un rato después se fue Chalch, y ellos se quedaron argumentando sobre lo que habían visto, y cuando iban en busca de la salida, empezaron a escuchar otra vez un ruido muy fuerte, pero esta vez era como de unos paso muy fuertes, pero Tona les dijo que se apresuraran porque se acercaba Coatlicue, y los muchachos se preguntaron entre si y a la señora “¿Quién es esa persona? Y se empezaron a asomar para ver algo, pero cuando se dieron vuelta se quedaron asombrados, ya que nunca habían visto una cosa tan espantosa, Alaìn le preguntó a Tona que de quien se trataba, Tona respondió – Es Coatlicue, una mujer muy mala. Y Coatlicue le dijo a Tona que le entregara a los muchachos, pero Tona ya los había escondidos y le dijo que no tenia a nadie, Coatlicue con insistencia le decía que se los diera, pero Coatlicue le dijo sino me los das ya sabes cual será el castigo y también sabes que es muy doloroso, Coatlicue al ver que Tona no quería dárselos, Coatlicue empezó con sus poderes y levanto la mano e hizo aparecer unas esferas sobre el aire donde aparecían los muchachos y Tona, pero como Tona también tenia poderes, empezó a luchar
con Coatlicue mientras uno de los muchachos encontraba como salir de ese lugar, pero como ellos no teni9an poderes, fue en vano su búsqueda. Hasta que Tona finalmente pudo romper las esferas, y todos salieron corriendo y Coatlicue se quedo perdida un instante, mientras iban corriendo los muchachos Coatlicue iba tras ellos, y a mitad de camino cuando iban corriendo, encontraron un señor que también era algo feo, de ojos rojos, fuerte, llevaba un calzoncillo puesto, al igual que antes los muchachos se quedaron perplejos al verlo y empezaron a preguntar si era un juego o sueño lo que estaba pasando y el señor les dijo que no perdieran el tiempo en hacer preguntas tontas y súbanse a mi carro, pero ellos no veían ningún carro, y de repente el señor hizo que apareciera un carro, era como un telón de llamas y los muchachos se asustaron y argumentaron que como se atrevía a pedirles semejante cosa si era un aro de llamas y se iban a quemar, el señor les dijo que sino se apresuraban iba a llegar Coatlicue los iba a encontrar y les iba a hacer mucho daño. Tal y como dijo el señor, como no se apuraran llego Coatlicue, pero el señor logro que ellos se subieran rápido al carro de llamas, mientras tanto el señor iba luchando con Coatlicue tratando de salvar a los muchachos. Finalmente lograron salir de ese lugar y esconderse de Coatlicue, y cuando llegaron a una sala donde se encontraron con la presencia de varias personas tanto de hombres como de mujeres, eran los famosos dioses aztecas y una mujer dijo que había que sacrificarlos a todos ya que habían descubierto ese lugar, pero otro dijo que no, que se les diera otra oportunidad porque ellos no sabían, hubo una serie de discusiones y estuvieron a punto de sacrificarlos porque pensaban que si los dejaban ir volvería a pasar lo mismo y nunca acabarían con las visitas, pero uno de ellos le hizo recordar a todos que tuvieran el corazón como Quetzlcoatl, meditaron dichas propuestas y decidieron dejarlos ir.