http://www.rtve.es/tve/b/redes/anteriores.htm 22320-1-2002 Cómo actúa la selección natural
El color de la piel nos parece una diferencia importante entre las personas. Pero en realidad es una diferencia muy superficial, comparado con las diferencias que existen entre las demás especies. En realidad, los humanos somos bastante homogéneos: en un principio éramos una población única, relativamente pequeña, que se extendió por todo el mundo desde el este de África, en un tiempo corto en términos de escala evolutiva. Diferencias como el color de piel o los rasgos de la cara responden a la adaptación que cada grupo tuvo que hacer a los distintos climas: donde la intensidad del sol es mayor es más útil una piel oscura; donde sopla más el viento, son más útiles los ojos rasgados. Para explicar la historia de la evolución, tanto desde el punto de vista genético como del de la inteligencia, Eduard Punset entrevista al prestigioso experto en diversidad genética, el profesor emérito de la Universidad de Stanford, Luigi-Luca Cavalli-Sforza. Para este especialista, a pesar de esta homogeneidad, las diversidad entre los humanos existe, porque es una garantía de supervivencia. Lo mismo opinan los entrevistados en plató Máximo Sandín Domínguez, profesor de Bioantropología de la Universidad Autónoma de Madrid, y Antonio Fontdevila Vivanco, Catedrático de Genética de la Universidad Autónoma de Barcelona. Completan el programa tres reportajes sobre el tema: uno de ellos plantea la posible evolución de la inteligencia artificial. Además REDES ofrece, como siempre, el Informativo 3000, sobre los hallazgos que serán noticia dentro de unos meses. En la emisión de este domingo el programa da a conocer el ganador de la tercera etapa del concurso La Cuestión, que plantea la posibilidad de que el universo que conocemos hubiera sido distinto.
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http://www.rtve.es/tve/b/redes/anteriores.htm LUIGI-LUCA CAVALLI-SFORZA
Eduardo Punset: En tu libro sobre los genes y el lenguaje dices que las diferencias genéticas entre dos personas del mismo continente, por ejemplo, no son necesariamente ni más pequeñas ni más grandes, sino similares a las de dos personas de razas diferentes. ¿Es así? Cavalli-Sforza: Sí, esto es exactamente lo que digo: las diferencias entre dos personas de raza diferente -yo prefiero decir de un continente distinto, ya que el concepto de raza no se puede definir con exactitud-, son grandes. Sin embargo, si tomamos personas de dos continentes diferentes, estas diferencias no son más grandes. De hecho, es posible que la media sea un poco mayor, pero básicamente son del mismo orden de magnitud. Son algo mayores cuando se escogen personas que están a distancias mayores. Eduardo Punset: ¿Entonces de dónde proviene ese concepto de diferencia - no lo llamaremos de raza, sino de continentes diferentes? Cavalli-Sforza: Bueno, las diferencias existen desde hace mucho tiempo, y existían ya en una pequeña población que originalmente se encontraba en África, en el Este de África. Esa población se multiplicó y se extendió por todo el mundo, y básicamente acabó reemplazando en buena medida a la población presente en otros lugares. Aumentaron en número al ser más capaces de mantener formas de vida mejores que los habitantes que vivían anteriormente en el resto del mundo. En gran medida esto se debió a que tenían una mejor comunicación entre ellos, puesto que tenían un lenguaje más desarrollado que los de las otras personas. Eduardo Punset: Pero antes de entrar en el lenguaje, hablemos un poco más de las diferencias entre los individuos. Por ejemplo, existen diferentes grupos sanguíneos. Y algunas personas han fomentado la idea de que esas diferencias serían fantásticas, casi de prestigio. ¿Qué hay de eso? Cavalli-Sforza: Sí, en cualquier población de organismos vivos existen muchas diferencias entre los individuos. Estas diferencias son necesarias, porque les proporcionan más posibilidades de supervivencia en el futuro. Eduardo Punset:
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http://www.rtve.es/tve/b/redes/anteriores.htm Diversidad. Cavalli-Sforza: La diversidad es una ventaja, y esto es cierto para cualquier especie. Sin embargo, nosotros somos relativamente homogéneos, ya que en un principio éramos una población única, relativamente pequeña, que se extendió por todo el mundo en un tiempo relativamente corto; y además esto sucedió no hace mucho. De hecho, en términos de la escala evolutiva (cuánto tiempo tarda la evolución en cambiar a una población), es muy poco tiempo. Eduardo Punset: Algo como... Cavalli-Sforza: Del orden de 50.000 años, que a nosotros nos puede parecer mucho tiempo, pero en realidad es muy poco para la evolución. Y al extenderse por todo el mundo, hubieron de adaptarse al medio ambiente local, ya que los humanos se desplazaron desde un clima a muchos climas diferentes. Por las diferencias que podemos observar hoy en día nos da la impresión de que somos muy diferentes, pero esas diferencias son muy superficiales, ya que son esencialmente debidas a la adaptación a climas diferentes. Por ejemplo, el color de la piel. El color de la piel nos parece una diferencia enorme, al ser tan evidente. En África las personas son negras, principalmente en África subsahariana y más abajo del Sáhara, y en Europa son principalmente blancas o con un poco de color; y en otras partes del mundo son principalmente morenas. Creo que el color de los pobladores iniciales era probablemente moreno, pero cuando tuvieron que adaptarse a lugares donde la intensidad solar era mayor fue necesario ser más moreno, era útil ser más moreno; y donde la intensidad solar era menor, era útil convertirse en blanco, y todo el mundo tuvo que convertirse en blanco en el norte; bueno, no todo el mundo, pero casi todo. Y dependía esencialmente de la alimentación, ya que necesitamos vitamina D, y si no ingerimos vitamina D tenemos que fabricarla. Podemos fabricarla en nuestra piel, siempre que la piel sea blanca: ese es el motivo por el cual nuestra piel es blanca. La gente ve un grupo de gente blanca y otro de gente negra y dicen: ¡oh!, son muy diferentes. Pero en realidad es una diferencia muy superficial. También los rasgos faciales son diferentes por varios motivos, entre otros por la adaptación de la forma del cuerpo y del tamaño del cuerpo. Ahí también hubo adaptación al clima, ya que en un clima frío es importante no perder el calor interno, y sin embargo donde hace calor es importante tener un cuerpo que pierda calor fácilmente, por tanto el cuerpo es más delgado y los brazos y las piernas más largos. En el norte la gente tiende a ser más redonda y a tener los brazos más cortos. Eduardo Punset ¿Y la forma de los ojos?
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http://www.rtve.es/tve/b/redes/anteriores.htm Cavalli-Sforza: Esto también es una adaptación al clima, ya que... en el norte hay un viento muy fuerte, por eso es útil tener los ojos alargados, rasgados. Y esto es tan cierto que por ejemplo los esquimales tienen una adaptación cultural, una técnica para evitar aún más la exposición al sol: fabrican unas gafas de madera que tienen una raja muy fina por la que pueden ver lo suficiente, de manera que puedan estar protegidos... Eduardo Punset: ...protegidos del viento. Cavalli-Sforza: Protegidos del viento y también del sol cuando sale en una latitud muy baja. Eduardo Punset: El conocimiento que ahora tenemos de estas cuestiones, de las diversas adaptaciones de los humanos, ¿puede de alguna manera ayudar a prevenir las enfermedades?, ¿puede ayudar de algún modo a la medicina? Cavalli-Sforza: Puede, hasta cierto punto, pero de forma muy diferente a la que podríamos esperar. Las enfermedades que nos afectan sin duda dependen del clima. Donde hace frío hay un tipo diferente de enfermedades de las zonas donde hace calor. En ciertas áreas hay muchos parásitos que son peligrosos, pero son muy diferentes a los parásitos que existen en otras áreas. Por lo tanto desarrollamos una resistencia a estos: por ejemplo, en climas calientes se desarrolla una resistencia a la malaria, si es que hay malaria, porque la malaria era muy común en el resto del mundo y todavía lo es; por tanto, se desarrollan diferentes resistencias según los tipos de parásitos de malaria que existen en el mundo. Esta es una de las diferencias que hallamos genéticamente: diferencias genéticas, que son adaptaciones genéticas debidas a los retos particulares de cada lugar. Pero cuando se toman en consideración otras enfermedades, especialmente enfermedades hereditarias, sobre todo las peores que tenemos, éstas son el resultado de cambios muy pequeños en nuestro ADN -en nuestro material genético- que ocurren por casualidad. La población humana ha crecido mucho durante la expansión; por tanto, si en un lugar se produce una mutación que es única, que sólo ha sucedido allí, ésta se encontrará en muchos de los descendientes de las personas de ese lugar. Por eso es importante saber de dónde viene la gente, para poder predecir qué tipo de enfermedades genéticas pueden padecer esas personas. Pero esas enfermedades genéticas, cada una por separado, tiende a ser rara, aunque hay decenas de miles de enfermedades genéticas. Ahora empezamos a saber bastante de ellas, no lo bastante para curarlas bien, pero al menos para predecirlas y hacer algo cuando sea posible. Y en el futuro, sin duda, sabremos mucho más y podremos ocuparnos
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http://www.rtve.es/tve/b/redes/anteriores.htm de ellas. Pero será importante conocer el origen de las personas, para predecir sus posibles enfermedades. Eduardo Punset: ¿Crees en los memes? Ya sabes lo que dijo Richard Dawkins: la evolución ya se ha acabado, y ahora lo que importa realmente es la competición entre ideas, y hay una selección natural entre ideas. Cavalli-Sforza: Oh, sí, sí, sin duda lo creo, porque me parece que fui yo quien inició esta idea. Yo la llamo la transmisión cultural en la evolución. Dawkins inventó este nombre de memes, y algunos lo usan; a mi no me convence mucho, pero eso no importa. Porque es claramente una palabra para referirse a las ideas, que son muy diferentes de los genes. Los genes son lo que nos hacen como somos, los genes del ADN. Pero las ideas, en cambio, son los productos del cerebro: los circuitos entre las células nerviosas funcionan de una cierta manera y generan, o toman, la forma de ideas finalmente, y nosotros las transmitimos los unos a los otros por medio del lenguaje, por la comunicación. Es esto lo que ha hecho al hombre tan poderoso, la razón por que le ha sido posible esparcirse por todo el mundo y vivir en entornos que son totalmente inaccesibles, en los que antes era imposible vivir. Eduardo Punset: Profesor Cavalli-Sforza, cuando oyes a un biólogo molecular hablar de la evolución, a veces sólo se habla de aminoácidos y bases, y de genes y diferencias. Sin embargo, ahora, mientras hablaba contigo, me he dado cuenta de que no usas el mismo tipo de lenguaje: parece que todo el tiempo estamos hablando de homogeneidad y similaridades. ¿Son dos formas diferentes de mirar a la evolución? Cavalli-Sforza: Lo que observamos son evoluciones diferentes. Una es la evolución de los genes y la otra es la evolución de la cultura. Pero la cultura es posible porque estamos hechos de una forma determinada: estamos hechos de aminoácidos, y de ADN, y las células realizan ciertas funciones, y las realizan perfectamente; además existen diferentes tipos de células que colaboran de formas muy precisas para hacernos funcionar. Pero el cerebro es el órgano principal que interviene en la comunicación, en las ideas y en el pensamiento. Eduardo Punset: ¿Sucedió algo muy diferente con el neurocórtex en particular, en relación con otras especies? Cavalli-Sforza: Bueno, es como lo que hemos podido ver en el desarrollo de los ordenadores. Al principio los ordenadores eran cosas muy grandes que podían hacer cosas muy simples, y que tenían miles de válvulas y tal. Ahora tenemos 5
http://www.rtve.es/tve/b/redes/anteriores.htm ordenadores muy pequeños que son mucho más eficaces que los antiguos. Y lo mismo le ha sucedido a nuestro cerebro, que hemos añadido más hardware -en términos de informática-, pero este hardware funciona de una manera excelente. En algunas cosas es más eficiente que los ordenadores y en otras menos. Es menos rápido que los ordenadores, porque utiliza otro tipo de transmisión en su interior, pero tiene una capacidad enorme de almacenaje en la memoria. Eduardo Punset: ¿Tienes confianza en el cerebro? Quiero decir que siempre nos fijamos en las grandes virtudes del cerebro: su gran capacidad de asociación, una memoria enorme... Pero ¿no tiene también límites, este artilugio evolutivo? Cavalli-Sforza: El cerebro tiene la capacidad de razonar, no cabe la menor duda: la lógica del cerebro es muy poderosa, casi tanto como la de un ordenador, en cierta forma, y a veces incluso mejor. Pero también tiene emociones, impulsos, instintos; todos son partes del cerebro, y son éstos las que nos mantienen vivos: sin ellos no seríamos capaces de comer, o reproducirnos, o hacer lo que sea necesario para resolver los problemas que se presentan. Pero no siempre nos guían en la dirección correcta, o al menos con la intensidad adecuada. A veces hay una exageración en la respuesta a nuestros impulsos. Muy a menudo nos enfadamos mucho; el enfado tiene cierta utilidad bajo ciertas circunstancias, pero otras veces es pernicioso. No somos muy buenos con nuestros sentimientos, y puede que ese sea el peor problema que tenemos. Pero a veces tampoco razonamos correctamente, y razonar correctamente es importante: realmente, la mejor forma de hacerlo es intentar comunicarse con otras personas. Idealmente, con las personas adecuadas; no hay que acudir a las personas equivocadas a pedir consejo. Quizá no es fácil elegir a las personas adecuadas, pero en esto consiste la vida... es intentar ser razonablemente sabio... Eduardo Punset: ...en la elección de las personas adecuadas. Cavalli-Sforza: ...por ejemplo en la elección de tus amigos; o en tomar las decisiones correctas; o en no dejarse traicionar por los propios impulsos, por los instintos. Esto es lo mejor que podemos esperar conseguir: llegar a ser sabios, sabios en el mundo. Creo que estas son las mejores sugerencias que puedo intentar dar.
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