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Comentario Crítico, “Cuando cuestionar no es igual a atentar contra el buen nombre” La periodista Viviana Ordóñez, en uso de sus facultades, pone sobre la mesa un tema algo conocido desde antes con su escrito “Cuando cuestionar no es igual a atentar contra el buen nombre”, tema cuya relevancia suele mantenerse oculta debajo del mantel pero que en gran medida nos afecta a nosotros, la población civil en general. Se constata que servidores públicos en aras de mantener su buena imagen y quedar “libres de pecado” en actuaciones deshonradas, usan la ley y la justicia para silenciar a aquella única minoría que puede hacer de sus fraudes un gran alboroto, que pueden hacer de un simple comentario público, un tema central y de controversia, los periodistas. Se han armado una guerra quienes nos dirigen, que llevan por arma su derecho a la intimidad y buen nombre, en contra de quiénes nos informan, de la mano a su derecho de libre expresión, derecho que se consagra como pilar fundamental de las sociedades democráticas. Hay que tener en cuenta que este tema no es nuevo, que es algo del que ya se ha discutido, al que se ha hecho referencia en muchos casos, más sin embargo es necesario volver a tomarlo, y es precisamente este retorno el que preocupa a nuestros mandatarios, puesto que remitirse al mismo es poner en juego sus imágenes publicitarias, su “buen nombre”, pero ¿en dónde quedan aquellos quienes en el uso más honesto de su profesión intentan mostrarle la otra cara de la política al país? Desde pequeños nos dicen que la política es para corruptos, pero la mera alegación de esto indica que alguien atrás tuvo la determinación de contarlo a los demás, y así ya hoy no parezca un secreto, una vez lo fue, y es que de eso se trata, este es el punto. Periodistas que solo quieren desenmascarar la falsa verdad que difumina nuestros pensamientos han sido tratados de calumniadores, y puesto sobre ellos denuncias por delitos de injuria o calumnia, impuestas por aquellos que asumen cargos públicos y quienes no tienen en cuenta que las actuaciones que ellos conciban o realicen los convierten en un referente hacia la sociedad, en esta democracia que vivimos, nuestros mandatarios reflejan lo que somos, y deberían ser la mejor cara de nosotros, pero hay que decirlo, el interés egoísta y ambición de aquellos que una vez estuvieron en la tierra con nosotros, priman antes de los derechos de los que aún seguimos aquí. En suma, esta desequilibrada brecha entre lo que hacen nuestros superiores y lo que publican nuestros periodistas es lo que mantiene la lucha voraz en la que por tutelas impuestas por funcionarios de orden público, se nos vulnera el derecho que como comunidad tenemos a saber la verdad, a tener puntos de vista donde nos enfoquemos cómodamente, esto adherido a la falta de compromiso de quienes en vez de procurar el bienestar común, se dejan llevar por el reconocimiento propio. Tantos problemas tiene ya nuestro país, que darle uno más se vuelve rotundamente un pecado. Elaborado por: Daniel Castillo Sánchez