Nacido para morir Juan 12:27 27
Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora.
Estamos próximos a una fecha que es conmemorada con el nombre de NAVIDAD. Ya los centros comerciales están plagados de artículos, decoraciones, colores, mensajes que hacen alusión a esta celebración. Lo más representativo en este periodo es el viejo pacuero con su traje rojo y la idea mística de este volando por el cielo junto a sus renos, introduciéndose por la chimenea para distribuir regalos en todos los hogares del mundo, el árbol de pascua con sus adornos y regalos, el pesebre rodeado de los magos de oriente frente a esculturas pintorescas del nacimiento de Jesús. Durante estas fechas las personas se tornan compulsivamente consumistas, pensando en regalos, caminando durante horas por las tiendas, para alegrar y sorprender a sus familiares, ocasionalmente se hacen obras de caridad para los necesitados por el solo hecho de conmemorar la pacua, la navidad. Realmente el mundo se viste de colores y de sentimientos “navideños” Muchos cristianos en todo el mundo son participes activos de todas estas expresiones coloridas y entusiastas de la navidad. Sin embargo en medio de todo este jolgorio debemos detenernos a meditar respecto a nuestras prácticas y el sentido real, profundo y trascendente de lo que verdaderamente significa la navidad, con el fin de no ser parte de este sincretismo pagano, superficial que se le ha dado a esta palabra. Dios es celoso y existen serias advertencias para que su pueblo se cuide de no mezclarse en sus practicas y creencias con el paganismo de un mundo ciego e idolatra. Éxodo 34:15-16 no sea que hagas pacto con los habitantes de aquella tierra, y {cuando} se prostituyan con sus dioses y les ofrezcan sacrificios, alguien te invite y comas de su sacrificio; y tomes de sus hijas para tus hijos, y ellas se prostituyan con sus dioses, y hagan que {también} tus hijos se prostituyan con los dioses de ellas. Estimados hermanos la verdad es que la navidad en la forma y con los elementos que son parte de la celebración no tiene prácticamente nada de bíblico y esto es grave, porque el
nacimiento de Cristo tiene que tener para la iglesia un sentido eterno, profundo y conmovedor, pero no en si mismo sino en el propósito que lo envuelve, el de haber nacido en este mundo vil, pecaminoso, corrompido, esto es para morir y por medio de su muerte liberarnos de la muerte eterna, que es la eterna separación de Dios. Prácticamente nada de lo que hoy se conoce como navidad tiene un sentido correcto desde el punto de vista escritural. Ni si quiera la fecha es correcta, la verdadera navidad no tiene nada que ver con arboles de pascua, viejos pascuales ,luces, colores, comercio u otras cosas vánales, superficiales y que responden a deseos y pasiones humanas. El nacimiento de Pero lo más importante es comprender que el nacimiento de Cristo no es un fin en si mismo y no existe ningún antecedente bíblico a ser conmemorado como un evento aislado de toda la obra de Cristo, esto lo hace pintoresco, romántico y le amputa el sentido verdadero . Sin embargo lo que si es claro en cuanto a la conmemoración de la obra de Cristo es su muerte y resurrección. Lucas 22:19: Y habiendo tomado pan, después de haber dado gracias, lo partió, y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.
2 Timoteo 2:8-13 RVR1960 Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio
Corintios 15 3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados conforme a las Escrituras; 4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; Estos pasajes nos hablan del sentido real de su nacimiento. En primer lugar quiero invitarles hermanos a santificar el nombre del Señor. Dignificando su obra, no debemos banalizar el propósito por el cual nació. Las personas que no conocen a Cristo hacen de este evento algo pintoresco y de satisfacción momentánea, centrando al ser humano y no a Cristo. Entonces Primero diremos que Cristo no nació para que veneráramos su nacimiento o para que en esta fecha intercambiáramos obsequios. Jesús nació para morir por los pecadores, su muerte estaba planificada desde antes de la fundación del mundo. No fue un suceso improvisado y desconectado de su nacimiento.
1° de Pedro 1:20 Porque El estaba preparado desde antes de la fundación del mundo, pero se ha manifestado en estos últimos tiempos por amor a vosotros Hechos 2:23 a éste, entregado por el plan predeterminado y el previo conocimiento de Dios, clavasteis en una cruz por manos de impíos y le matasteis,
La declaración del texto leído al principio no dice es su nacimientos, los milagros u otra cosa para lo cual vino a esta tierra PARA ESTA HORA HE LLEGADO. Es decir llegó para morir, ese era el verdadero sentido de su nacimiento No estaba acá para hacer milagros solamente, no nació para dar un paseo sin sentido, no nació para experimentar sucesos no planificados, tampoco vino para ser servido, no vino para vivir en grandes palacios, nació con el propósito de experimentar la muerte y la más cruel de todas las muertes, la cual se llevó a cabo por medio del castigo más doloroso que jamás podrá ser explicado, un castigo que le hizo experimentar la muerte eterna, el infierno que todos los hombres experimentarían, a tal punto que en sus palabras finales expresó el sentimiento más horrible que el hombre puede vivir. “PADRE PORQUE ME HAS DESAMPARADO” ese desamparo, ese abandono, esa oscuridad del alma, tendría que haber sido experimentado eternamente por cada hombre y mujer en la tierra, el abandono eterno de Dios es la más dolorosa y repulsiva de las tormentas del infierno, el abandono de la fuente de gozo por lo cual se pierde todo atisbo de alegría y paz, esto lo experimentó Cristo. El debía morir, no había otra forma justa de aplacar o mitigar la ira de un Dios justo, santo y perfecto por el pecado de la humanidad. No alcanzaba la suma de toda la justicia de los hombres más santos y justos de la tierra, no alcanzaba la suma de la justicia , y bondad de Abraham, Enoc, job y David. No alcanzaba ningún acto de benevolencia de los seres humanos para detener el castigo que vendría sobre la tierra. Ninguno en todas las edades pasadas o venideras calificó para satisfacer la justicia de Dios. Solo había una cosa que aplacaría la ira de un Dios justo. El castigo de alguien eterno, justo, santo, sin mancha, sin imperfecciones, alguien perfecto en sus bondades, perfecto en sentimientos, perfecto en sus juicios, perfecto en amor, infinitamente bueno, misericordioso, justo. Solo había uno en quien el padre se complacería, uno en cuyo nombre y persona el padre al verlo sufrir paralizaría su juicio sobre la humanidad. Jesús el Cristo. Él fue ungido para morir, elegido para salvar a la raza humana. Solo su muerte en su perfección y hermosura sería suficiente y más que suficiente para pagar tan alto precio.
Nuestra esclavitud al pecado y nuestra muerte espiritual no podría ser cancelada con todos los tesoros de esta tierra y de todo el universo, no alcanzaba la muerte de todos los ángeles de Dios. Solo el hijo de Dios con su muerte derribaría esta muralla impenetrable de muerte y putrefacción entre Dios y los hombres. Jesús el hijo de Dios nos liberaría de la muerte por medio de su muerte. Juan 3:16 nos expresa que fue tan grande el amor del padre que dio a su hijo unigénito. Nadie le quito la vida, no fue el imperio romano que determino matarlo, no fueron los fariseos que planificaron su muerte, en lo inmediato puede ser que ellos hayan pensado que le quitaron la vida por su astucia y engaño, pero la verdad es que su muerte fue voluntaria.
Juan 10:18. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre. Antes de la creación de todas las cosas, en la eternidad, el hijo de Dios había sido dispuesto como cordero para ser la propiciación por los pecados de la humanidad. El tenia poder para destruir a todos sus adversarios, enviar legiones de ángeles, destruir todo. Pero no lo hizo, antes entrego su vida voluntariamente y decidió liberar al hombre por medio de la muerte. Mateo 26:52 Jesús le dice a Pedro: …52Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su sitio, porque todos los que tomen la espada, a espada perecerán. 53¿O piensas que no puedo rogar a mi Padre, y El pondría a mi disposición ahora mismo más de doce legiones de ángeles?54Pero, ¿cómo se cumplirían entonces las Escrituras que dicen que así debe suceder?. . Su muerte fue voluntaria y no fue una muestra de debilidad o incapacidad de evitarla, todo lo contrario sería la muestra más excelsa de amor perfecto , poderío y majestad infinita, porque por medio de su muerte vencería a aquel que tenía el imperio de la muerte. Su camino a esta muerte no fue pomposa , ni arrogante como muchos apóstoles y profetas falsos de hoy que proliferan sus milagros engañosos y hacen alarde de un poder que no poseen, antes caminó en humildad hacia la cruz, a pesar de tener el poder para ser librado de la muerte. Mateo 12 cita la profecía del carácter de Cristo camino a su muerte.
Mateo 12 16 y 17 para
les encargaba rigurosamente que no le descubriesen;
que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: 18 He
aquí mi siervo, a quien he escogido; Mi Amado, en quien se agrada mi alma; Pondré mi Espíritu sobre él, Y a los gentiles anunciará juicio. 19 No contenderá, ni voceará,
Ni nadie oirá en las calles su voz. 20 La caña cascada no quebrará, Y el pábilo que humea no apagará, Hasta que saque a victoria el juicio. 21 Y en su nombre esperarán los gentiles. También Isaías dice en su profecía del Mesias: 7 Angustiado
él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.
Su muerte en la cruz fue la peor y las más vergonzosa de las muertes, la misma ley de Dios declaraba maldito todo aquel que era colgado de un madero. El bendito hijo de Dios se hizo maldición para que hoy nosotros fuéramos bendecidos con Jesús en los lugares celestiales. Muchos hoy usan la cruz como símbolo de religiosidad y como una muestra de fe. Pero la cruz para Cristo en ese momento significo oprobio y vergüenza, en tiempo romano era la peor de las muertes, la forma en como morían los delincuentes. Las personas decidieron liberar a Barrabas, un homicida a cambio de la muerte de Cristo, sin darse cuenta que aún ese evento vergonzoso era una profecía de lo que El haría con toda la humanidad, la liberación del castigo de los injustos en lugar de los justos. Cuando llegó el día de su muerte el diablo y sus demonios se complacían en odio por la muerte del hijo de Dios, hubo oscuridad en la tierra, los hombres enemigos de Cristo seguramente se sentían más tranquilos al pensar que su muerte confirmaba que realmente no era hijo de Diosuno de los ladrones le había pedido que se salve y los salve a ellos. Pero nada había pasado. Todo seguía igual, el imperio romano no se había derribado, su funcionamiento continuaba, los discípulos estaban desconsolados, su
esperanza se había diluido, aun no se les quitaba el velo. Pedro negaba a su Señor, se escondía y arrancaba. Pero en las profundidades de la oscuridad y de la muerte se lidiaba una batalla que nadie podía ver. Durante dos días la muerte tuvo una aparente victoria sobre el hijo de Dios, pero al tercer día Jesús destrozó las prisiones de la muerte, venciéndola con poder . Por eso dice Hechos 2:24 al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella. No existía ninguna posibilidad que la fuente de toda vida muriera para siempre. El destruyo la muerte y ha venido a dar esperanza de vida eterna a todos los hombres. Isaías 25:8 8 Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho. 10 pero
2 Timoteo 1:10 que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio, Oseas 13:14
14 De
la mano del Seol los redimiré, los libraré de la muerte. Oh muerte, yo seré tu muerte; y seré tu destrucción, oh Seol; la compasión será escondida de mi vista.
Jesús nació, participó de carne y sangre con el fin de destruir la muerte por medio de su muerte. Ese es el sentido de su muerte. Hebreos 2:14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, Jesús nació para morir, su nacimiento es parte del camino hacia la muerte por los pecadores, para darle vida aquellos que estaban destinados a una muerte eterna si Dios y sin esperanza. Todo aquel que cree en Jesús ahora puede estar seguro que su fé hará que aunque muera físicamente en algún momento, algún día resucitará de entre los muertos.
Por lo tanto hermanos la invitación es a hacer memoria del sacrifico de Cristo en la cruz, no del nacimiento en si mismo. Su muerte debe ser el deleite de un cristiano, no en vano se la Biblia nos invita a hacer memoria de su sacrificio. Ya que este es la garantía de la destrucción definitiva de la muerte eterna de los creyentes. Por su victoria sobre la muerte nosotros no moriremos eternamente, sino que disfrutaremos de vida eterna. Esto en el sentido eterno. Pero también debe haber un sentido práctico en esta fecha, el cual debe ser la santificación de su obra, la santificación en memoria de su sacrificio, no debemos banalizar su obra, mezclando paganismo con lo santo. El viejo pascuero, regalos, arboles no tiene nada que ver con la obra de Cristo, y un pesebre sin un salvador que se dirija a la muerte no tiene sentido.