Control social Con respecto al control social, la criminología procura analizar desde diferentes perspectivas (funcionales y estructurales) las instancias encargadas de reaccionar socialmente contra la desviación y la delincuencia: el control social se divide en dos tipos: 1º control social formal: constituido por las leyes y normas que rigen la convicencia. 2º control social informal: es el ejercido por la sociedad,
por
los
padres,
por
las
personas
que
nos
rodean.
Es importante señalar que mientras la criminología se ocupa de hallar el modo de optimizar los mecanismos de control social, la criminología crítica explora la incidencia en grupos humanos de tales instancias de control, como factor criminógeno. De este último análisis, es que surge la nueva criminología o también llamada critica o radical, la cual desatiende por completo los factores endógenos y exógenos relacionados con la conducta criminal y desviada; dandole mayor importancia al papel de la instituciones del gobierno y su incidencia en el control del crimen.