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fervientemente medios de comunit;)ii(')n virtual como el MSN o el SMS, pues con ellos mantienen cierta distancia. La independencia se hace importante, y en concreto la independencia corporal. La manera en que las personas forman una i n t i m i d a d no sexual con las amistades se determina en gran medida durante esta fase. Se explora la igualdad en una relación. El niño de la escuela primaria se hace cada vez más consciente de su posición con respecto a los demás. La mayor capacidad de comprensión hace que el niño aprenda a «relativizar». La cuestión es si «relativizar» forma realmente parte del legado cultural occidental. Este es el caso de las culturas de Asia, de carácter mucho más filosófico. El vietnamita conoce por ejemplo el dicho: «La rana en el pozo ve el mundo como un cuenco». Aunque el español, por ejemplo, podría citar el verso del poeta Ramón de Campoamor (1817-1901): «Todo es según el color del cristal con que se mira». En el terreno moral, el niño durante este período empieza a comparar las normas con sus propios deseos. Empieza a ver la relatividad de las reglas, y ya no las aplica ciegamente en función del premio, castigo o placer propio, como en el estadio preconvencional citado por Piaget (1954) y Kohlberg (1969). El niño empieza a comprender cómo le ven los demás. Por ello su desarrollo moral se dirige más que antes hacia el objetivo de parecer u n «buen niño» ante los ojos de los demás. He aquí algunas capacidades del período de diez a doce años: — El niño de once años duerme de 8 a 10 horas; se orienta hacia individuos del mismo sexo; tiene cierto autoconocimiento y tantea socialmente. Empieza a usar M S N . — El niño de doce años se orienta más hacia dentro, con los problemas correspondientes (terquedad, apatía, inestabilidad y negatividad). Se defiende mejor de las sugestiones. La niña de doce años empieza a interesarse por los chicos. OJOS SOLARES

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1)1 SARHOI I í ) 1)1 I O S N I N O : . 1)1 C Ü A I K U A DOCI A N O S

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Resumen — En el pensamiento de los niños se produce una transformación alrededor de los siete años. — Una comunicación eficaz supone conectar con la persona con la que se habla. — Una actitud correcta a la hora de conversar ha de estar basada en el respeto por el niño y en modestia por parte del adulto. — En la conversación debe tenerse en cuenta la edad mental del niño. — Todos los seres humanos son únicos y los niños no son una excepción. — El mundo de pensamientos y emociones del niño es distinto al del adulto. — Los niños son más inteligentes que los adultos; lo que les falta es sobre todo experiencia y conocimientos. — Los niños disponen de sabiduría interior. — Los niños son capaces de filosofar. — Los niños son abiertos y receptivos a la vida y desean comprender el m u n d o que les rodea. — Los niños no toman este m u n d o como algo preconcebido, como los adultos. Quieren descubrirlo. — Los niños que necesitan educación adaptada por alguna clase de problema suelen tener más experiencia que los asistentes que le rodean. — Los niños manejan los ordenadores con más soltura que los adultos. — Alrededor de los tres años una persona tiene la máxima confianza en sí misma. — Los niños tienen una enorme flexibilidad basada en la esperanza de mejorar su situación. — Desde los cuatro a los seis años hay dos asuntos que son primordiales: la expansión del entorno físico y social y el perfeccionamiento del idioma.