ESCENA CUARTA Música incidental. Entra el Mayor cabizbajo. Atraviesa el espacio y se para de frente a público. Intenta encender un cigarrillo con fósforos. Entra el Coronel atravesando el espacio y se para de frente a público. La luz va subiendo gradualmente. Ambos hablan siempre de frente a público, simulando estar uno frente al otro. CORONEL:
Mayor.
El Mayor no logra encender el cigarrillo y lo arroja al suelo. CORONEL:
(Insiste) Mayor.
Silencio. MAYOR:
(Rompe en llanto) La maté. ¡La maté!
CORONEL:
Tranquilícese hombre.
MAYOR:
(Intentando calmarse) Discúlpeme. Es que estaba embarazada. Tenía a mi hijo en su vientre. Eran lo único que tenía.
CORONEL:
Entiendo cómo se siente Mayor. Estando en el campo de batalla uno comprende muchas cosas.
MAYOR:
(Conteniendo el enojo) Con todo respeto Coronel. No tiene ni puta idea de cómo me siento. Usted tiene a su mujer y a su hija aquí, en su casa. Y yo las tengo bajo tierra.
CORONEL:
Tiene razón. (Pausa) Pero no se atormente. Usted estaba haciendo lo correcto, estaba defendiendo sus intereses.
MAYOR:
No se equivoque Coronel. Yo estaba defendiendo sus intereses, no los míos.
CORONEL:
(Con firmeza) Que son los intereses de la patria.
MAYOR:
(Indignado) ¿De la patria? ¿De qué patria me habla? ¿Qué es la patria para usted Coronel?
CORONEL:
(Evadiendo) Usted estaba cumpliendo una orden Mayor. Y las órdenes se acatan, no se discuten.
MAYOR:
(Acusando) ¡Usted me dio la orden! Usted fue quien me dijo que nadie debía saber lo que había en esa caja. Que preservara el secreto a cualquier precio… ¡A cualquier precio! ¿Y cuáles son las consecuencias? Mi mujer
embarazada muerta… Todo por ese capricho suyo de no querer destruir esa caja de mierda. CORONEL:
(Vehemente) Pero escuchame una cosa, pibe. Yo te ordené preservar el contenido de la caja y guardar secreto. Absoluto, sí. A cualquier precio, sí. Pero yo no te ordené matar a tu mujer. Deberías haber tenido más cuidado si no querías que ella lo descubra. Esto te pasó por pelotudo, no por un capricho mío.
MAYOR:
(Cerrando el puño) ¡Cómo se atreve!
CORONEL:
¡Tenga cuidado Mayor, no se olvide que está hablando con su superior!
Pausa. El Mayor hace un gesto con la mano significando un pedido de disculpas. MAYOR:
No tuve intensión de ofenderlo. Al contrario Coronel.
CORONEL:
(Conteniéndolo) Está bien, está bien. Cálmese. Todo esto no conduce a nada. Lo hecho, hecho está y no hay vuelta atrás. Lo importante es que pueda aprender de este error. La curiosidad mató al gato. Y eso es lo que le pasó a su mujer.
MAYOR:
Justamente. Porque después de ciertas decisiones no hay vuelta atrás. Es por eso que estoy tratando de prevenirlo. Por el respeto que le tengo. ¿No se da cuenta de que lo quiero ayudar? Intento advertirle. El contenido de esa caja le puede hacer perder la cabeza. Tal como la perdí yo.
CORONEL:
No se preocupe. Yo sé cuidarme.
MAYOR:
Esa caja está maldita y es capaz de causar mucho daño. Piense en usted. Piense en su familia.
Pausa. CORONEL: Apagón.
Vaya tranquilo Mayor. Vaya tranquilo.