Fernando Moctezuma Ulloa
Seminario de Filosofía Moderna
Filosofía y Comunicación, 6º
03-Marzo-2009
“El experimento cartesiano” El matematicismo cartesiano Aunque ya se tenía una etapa decadente en el sistema medieval Descarte fue el que dio paso a levantar u nuevo sistema de ideas. A pesar de las circunstancias, Descartes no es la transición del Medievo a la época moderna, sino del Renacimiento, la línea que se viene siguiendo dese Nicolás de Cusa no corresponde a Descartes. Esto se dice porque Descartes trata de romper con esa línea escéptica. De hecho su pensamiento constructivo va directamente contra Montaigne y su escepticismo. Así lo sostiene Gilson, a pesar de que como muestra, ciertas partes de su Discurso del Método retoman elementos ya escritos por Montaigne, por ejemplo en lo que concierne al reparto de la razón. La situación histórica dio Montaigne el pie para identificar como problema el dogmatismo entendiendo esto como que los hombres están tan ciertos de lo que dicen que no dudan en eliminar a los demás, como si con eso desaparecieran la objeción. La sabiduría es el hábito de dudar hasta de los propios pensamientos, es el hábito de no juzgar, por lo menos para Montaigne. Y La Flèche lo educó para darle la razón a este hombre (…)(Descartes) al concluir sus estudios se encontró con que era escéptico a la expectativa de algo mejor que el escepticismo. (p. 116) A pesar de ello le pareció que le primer paso para la sabiduría era lo que propone Montaigne, pero la sabiduría debe fundarse en la plenitud de lo que se conoce. Para ello debía encontrar un conocimiento que resistiera el escepticismo. Algo que le daría la respuesta fue parte de su educación con los jesuitas. Y es que llevaban a diario cuatro horas de matemáticas en el segundo año de Filosofía. De la autoridad matemática de los colegios jesuitas: Clavius, heredó el espíritu del saber matemático no sólo el conocimiento matemático. Esto es por lo que dice Clavius al respecto de las matemáticas las cuales arrojan ciencia en tanto que explican con razones sólidas todo lo que exponen y no dejan duda al respecto, asunto que no sucede en todos los saberes. E incluso el transcurrir histórico con respecto a la herencia aristotélica lo contrasta con esa visión de las matemáticas. Personalmente pareciera que Clavius no tenía idea de que es peripatético. Con base en eso es que Descartes deduce que el único conocimiento cierto sean las matemáticas, con lo cual sólo nos dice que no tiene mucho sentido ocuparse de 1
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aquello que no pueda alcanzar igual certeza que el conocimiento matemático, lo importante es la ruta directa hacia la verdad. Sin la evidencia matemática Descartes no habría llegado al cogito ergo sum. La pregunta para Descartes es si todo lo podemos probar matemáticamente, si toda la realidad es susceptible de una interpretación matemática. No hay como tal una justificación racional de su modo de proceder para su sistema, quizá sea, como lo dice Gilson, que estaba cansado del escepticismo. Su interés personal por las matemáticas se debía enteramente lo que él llamaba <> (p.120). Sin embargo, esto no fue decisivo para el desenvolvimiento de su propuesta y mucho menos para llegar a la temeraria conclusión con respecto a la certeza matemática; el factor clave para esto fue un amigo suyo que lo orilló a problemas meramente teóricos, unos de ellos geométricos. Y con base en eso pensó en un método general aplicable a cualquier problema. De hecho cuando logró la solución combinando la Geometría con el Álgebra, en palabras de Gilson, se le subió el vino del entusiasmo intelectual y extrapoló ese el alcance al grado de decir que todas las ciencias son una misma. Esto debido a que logró combinar esas dos ciencias que presumiblemente eran distintas. Por si fuera poco, como todas las ciencias son una, entonces puede haber un solo método en ellas ya sea porque son matemáticas o porque son tratables matemáticamente. Y por una razón no muy clara: tal es la conexión de las cosas para restaurar el conocimiento humano, que tenía que ser labor de un solo hombre y ése era él. Ya una vez ahogado el furor Descartes aún creía que las obras dirigidas por muchos tienen menor perfección que las dirigidas por un individuo. Su método consistió en el análisis de los antiguos, el álgebra de los modernos y la Lógica; según él este método juntaba todas las ventajas de esos tres y carecía de sus defectos. Pero ¿Por qué era lógico que el último paso fuera le uso de la Lógica?**** Ahora la sabiduría positiva que buscaba Descartes estaba virtualmente contenida en un método universal, era la razón misma que no cambia a pesar de sus varios objetos. Esto es más que visible cuando vemos su silogismo del conocimiento matemático al lado del de Clavius. Derivado de todo este modo de pensar Descartes se propone no considerar nada probable, sino solamente aquello que sea completamente conocido. 2
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El exceso del uso de las matemáticas en el campo de la certeza obligó a Descartes a lesionar la matemática misma. En ese sentido la herida fue que de su método matemático sólo conservo aquello que podía aplicarse a todos los casos. Y lo que tuvo que excluir directamente fue la cantidad <<El método – dice Descartes – consiste sencillamente en el orden y disposición de los objetos hacia los que debe dirigirse nuestra visión mental si se quiere encontrar una verdad>> (p.127). Debido a su premisa de que las ciencias eran una expresión distinta de la misma razón y que la ciencia es una y la misma, perdió de vista el valor del objeto. (…) si se da un paso más y se les quita a las Matemáticas su objeto propio, entonces se convierte en una ciencia sobre las relaciones de orden entre todos los posibles objetos. Y esto ¿todavía es Matemáticas o es ya Lógica? (p. 128) este paso ya fue dado pro Descartes De lo anterior se deriva si esas relaciones de orden se llaman matemáticas si sólo tiende a la cantidad, o bien, si sólo expresan relaciones de orden de todos los objetos. El principio radical del matematismo cartesiano es que, si las más evidente de todas las ciencias es también la más abstracta, haciendo a todas las ciencia tan abstractas como las Matemáticas, resultarían también tan evidentes. (p. 129) La deficiencia de ello según Gilson es que abstraer no es sólo prescindir, sino también apoderarse de algo. Considerando el ámbito lógico de las matemáticas, en cuanto al método cartesiano, el resultado de las matemáticas ya no son evidentes, sino arbitrarios. Con base en toda su estructura fue que redujo los objetos de estudio a tres nociones: el pensamiento, la extensión y Dios. También surgió esta idea de intuiciones de las naturalezas simples, es decir, ideas claras y distintas. Y esto lo tomo debido a que nuestras nociones matemáticas son lo que son idependie3ntemente de la mente que los piense. De aquí que la filosofía se convierta en el estudio del orden necesario entre los tres objetos de estudio antes dichos. Esto implicó que hubiese ideas puras que son totalmente independientes de cualquier realidad empírica.
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Tal era su certeza de ello, que dijo tener una prueba de la existencia de Dios, y tener una física y una Bilogía fundada en principios evidentes a priori. El espiritualismo cartesiano La filosofía es un capítulo de la matemática universal. Por ello pudo completar rápidamente su metafísica. Su filosofía debía ir de las ideas a las cosas y no al revés. Ejemplo del círculo. (…) todo lo que se puede afirmar clara y distintamente de las idea de la cosa se puede afirmar de la cosa misma. ES, en realidad, la cosa. El conocer algo de manera distinta consiste en saber lo que es y al mismo tiempo lo que no es. Tomando estos últimos puntos es que Descartes establece el modo de proceder del filósofo, tal como el matemático. Una vez que tuvo todas las ideas, quiso bajar a al realidad, y de ahí derivo el elegir por cual idea empezar, organizarlas, y ahí también ayudó la matemática, pues según su perspectiva era como acudir a las reglas mismas de la razón y del sentido común. Sus reglas son: dividir el problema en tantas partes como sea posible, primero hay que resolver los problemas implicados no la totalidad, ordenar nuestras reflexiones empezando por las más sencillas, dar el orden más natural a ellas, sino lo hay dar uno provisional. El primer problema provisional para un hombre que parte de las ideas es encontrar un conocimiento evidente que pueda soportar hasta el argumento más radical de los escépticos. Aquí viene algo muy similar a lo que decía San Agustín, que en Descartes es el cogito ergo sum, el cual funciona aún cuando supongamos que el Creador nos quiera engañar, pues no puede hacer que no sea en tanto que yo pienso que soy algo. Hubo puntos de coincidencia entre Agustín y Descartes, que usaron esa prueba para ir contra el escepticismo, demostrar la existencia del alma y la existencia de Dios. El principio adquiere otra connotación, ahora es un punto de partida, no en el sentido de una afirmación abstracta y universal. Esta afirmación debía ser la primera porque no necesitaba conocer otra para llegar a ella, pero sin ella no puede conocerse nada, y era el modelo de claridad, evidencia y distinción. Aquí, en este punto retoma que lo que pienso es lo mismo que la realidad.
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La única respuesta a quién soy yo es decir que soy una cosa que piensa (según Descartes). (…) ¿qué es una cosa pensante? <<Es una cosa que duda, entiende, concibe, afirma, niega, quiere, rehusa, imagina y siente>> Saber que yo soy tal es tener una idea clara de mí mismo como cosa que piensa, pero (..) para tener de ello una idea distinta, es preciso que me haga cargo de lo que una cosa pensante no es. (p. 141) Lo primero que excluyo a la idea de cosa pensante fue la idea de cuerpo, con lo cual llego a una física mecanicista y una metafísica espiritualista. (…) si se concede que la mente es puro pensamiento, resulta claro que no puede dejar de pensar sin dejar de ser. Y esto lo sostiene Descartes constantemente de forma tal que la mente debe ser como es, independientemente de que haya o no cuerpos. De ahí deriva la pregunta: ¿De dónde nacen las ideas que tienen la mente? Su respuesta es que en sí misma y sólo ahí. La mente tiene una aptitud natural para captar en una intuición directa las ideas que representan esencias verdaderas, eternas e inmóviles (…). (p. 143) Otras ideas son las ficticias, nacidas de la voluntad y la imaginación, el tercer grupo son las sensaciones, las cuáles parecen venir de fuera, aunque sabemos que no es así. A lo más este último grupo son ideas innatas que despiertan con ocasión de un cambio en la extensión. El personaje que empezó a poner fin a la concepción cartesiana fue John Locke. La pretensión de Locke era revalorizar los hechos particulares y evitar sacar axiomas precipitados de ellos o hacinarlos en la memoria. Locke destruye un poco este sistema cartesiano a partir de que según él, empezamos a llegar a las ideas a partir de la sensación y la reflexión. Locke sostiene que no podemos sostener que una persona que sueñe, piensa, y menos aún sino recuerda lo que soñó. Además también dice que es evidente que por medio de nuestro pensamiento podemos obrar en nuestro cuerpo donde quiera que esté, pero no puede obrar en otro cuerpo que este muy lejos de él. Esto, por el ritmo del razonamiento, lleva a pensar en una materia pensante, lo cual es contradictorio para Descartes, quien dice que el cuerpo, que es extensión, sólo está en tres dimensiones.
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Ahora el proceso que sufrió la escolástica lo sufría Descartes por la crítica de Locke, había zozobra por la prueba de la existencia de Dios. Y el desprecio escolástico seguía, pero ya no era la única vía el cartesianismo. Indirectamente Descartes aún defendía desde su perspe3ctiva el ámbito escolástico, sin embargo, la presencia de Locke, quien derrumbo a Descartes, termino por derrumbar totalmente la escolástica. La difusión del materialismo fue responsabilidad de Descartes, quien por parte de Locke, recibió al caída de la mente, dejando el cuerpo sólo, el cual para Descartes era una máquina. Esta disección de la mente y el espíritu con respecto al cuerpo , la cual vino a destrozar la unidad cuerpo y alma, deja totalmente imposibilitada la posibilidad de probar la existencia de una mente. Y en estos términos se fue desarrollando la Filosofía. El idealismo cartesiano Al no encontrar la idea siguiente a su sistema, Descartes vuelve al punto de partida, y como se da cuenta que duda y que su conocimiento es imperfecto, eso significa que tienen una idea de ser perfecto. Pero como un ser imperfecto, puesto que duda, no puede tenerla, tendría que ser Dios, pues ninguna cosa material ni el espíritu imperfecto puede tener por sí mismo el modelo de perfección. Además para que la idea de perfección tenga validez como efecto, su causa debe ser al menos tan perfecta como la idea que tengo. Sin embargo, Descartes no tiene evidencia concreta de la idea de extensión. Como mi idea de perfección se sustenta en el ser por la existencia actual de Dios, y como no puedo concebir a Dios sino como existente, y además, todo aquello que es verdad de la idea, es verdad de la cosa, entonces la existencia le pertenece a Dios. Conocer a Dios como perfecto elimina la posibilidad de que nos engañe en lo que conocemos. Realmente Descartes nunca dudó de la existencia de las cosas materiales, pero sus principios lo obligaron a descartarlas, pues aún no había podido probarlas, y sabía que finalmente todos seguirían creyendo en las cosas materiales. Debido a la naturaleza de que en todo debemos partir de una idea, no fue posible que en el entendimiento hubiese una idea de materia, sino que era cosa de la imaginación, y con esto prueba la existencia de la materia, pero no con base en sus principios. 6
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La vía para probar la existencia de la materia es por medio de la sensación, la cuál está en la mente, pero no nace en el entendimiento, como lo hacen las ideas que surgen a capricho, sino que éstas expresan la necesidad de relacionarse con la extensión para ser producidas. El problema de ello es que fue una demostración, no algo evidente, claro y distinto. Esto desde sus reglas claro. Descartes intento demostrar algo que no puede ser demostrado, no por no ser verdadero, sino al contrario, por ser evidente. Añádase que esto es evidente para un alma, no para una mente (p. 161). En este sentido ese fue el lío de Descartes quien eliminó la noción de alma, que siempre va unida al cuerpo. Ahora bien las sensaciones son parte de la mente y por ello deben explicarse desde la mente. Y es por ello que no necesariamente debe suponerse la existencia de un mundo material. Sus sucesores siguieron la misma línea y se quedaron con la vía en la que no se equivocó: Dios. Sin embargo, todavía faltaba demostrar el modo en que de hecho se da la conexión entre entendimiento y materia, pero con ella son puede explicarse porque por definición se excluyen mutuamente. La solución de Leibniz es la armonía preestablecida Spinoza dice que ambas son atributos de Dios, como modos de ser que concuerda el uno con el otro en las diversas modalidades; pero fluyen del mismo principio. Malebranche basado en Descartes y Agustín sostiene que los movimientos de los cuerpos son ocasión para que Dios nos dé ideas y sensaciones y haya un cambio en la mente o espíritu. Esto implicaba que conociéramos las cosas, sino las ideas de Dios. Mi cuerpo es tan externo y ajeno como las demás cosas y sólo puedo conocer por medio de Dios con las ideas e impresiones que me da. Y por ello conocemos el cuerpo de Dios. Como Dios no engaña no es posible que Él me trasmita esas ideas, por ende el mundo externo existe. Malbranche dice que no se va a probar la existencia del mundo corpóreo, porque no es susceptible de prueba, aunque era un paso ineludible para el que sea fiel a los principios cartesianos.
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Malebranche recurrió a la Religión, pero la justificó como filosófica a partir de que las impresiones que Dios nos da de las cosas son revelaciones naturales, no revelación divina. La caída del cartesianismo Valga la tremenda reducción del capítulo y/o el tema, pero es necesario decir que la caída del cartesianismo surgió a partir de la negación de las cosas materiales y de la incapacidad de Descartes para lograr explicar la unidad de la cosa pensante con las cosas extensas. Y como cerró Gilson el capítulo anterior, también acabó con la causalidad. Y por si fuera poco también llevo a la filosofía al extremo de ser lógica, aunque disfrazada de matemática, como dijo en un principio Gilson, extrapolo el campo de su ciencia creyendo que la llevó a sus máximas posibilidades.
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