ENSAYO GRANDES TRANSFORMACIONES DENTRO DE LA CONTINUIDAD FRAGMENTO DE “ENTRE LA LEGITIMIDAD Y LA VIOLENCIA”
FRANKY ESTEBAN BEDOYA LORA 1.017.143.241
HISTORIA SOCIOECONÓMICA DE COLOMBIA IV
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA FACULTAD DE INGENIERIA MEDELLIN 2006
INTRODUCCIÓN
El siguiente ensayo se realizó con base en la lectura del capítulo 6 “Grandes transformaciones dentro de la continuidad” y el epílogo del mismo, tomados del libro “Entre la legitimidad y la violencia” escrito por Marco Palacios. En este texto se hace alusión a las diferentes causas, efectos y fenómenos que actuaron en el desarrollo de la violencia que se vivió en el país durante la última mitad del siglo XX. Se enfatizó en el proceso de urbanización, proyectos de vivienda, educación, evolución de la agricultura junto con su modernización especialmente en el sector cafetero, el sistema judicial y por último se describe el proceso de elaboración de la nueva constitución de 1991 y como influyó está en la nueva cultura política que se vino tejiendo a lo largo de los periodos presidenciales de Gaviria y Samper, esta cultura abarca desde la “desaparición” de los partidos liberal y conservador hasta la lucha política contra el narcotráfico.
ENSAYO GRANDES TRANSFORMACIONES DENTRO DE LA CONTINUIDAD FRAGMENTO DE “ENTRE LA LEGITIMIDAD Y LA VIOLENCIA” La Colombia de mitad de siglo XX se sitúa como uno de los países con mayores índices de violencia, mayor analfabetismo y bajo acceso a la educación, sin embargo la economía de entonces no era tan precaria, ¿a qué se debe pues esta supuesta contradicción? El pueblo pocas veces a confiado en la clase dirigente, esto se demuestra en los bajos índices de votación para elecciones presidenciales y más específicamente en la elección de la asamblea constituyente de 1991, sin embargo, aún en la actualidad, los poderes políticos siempre han estado distribuidos entre algunas familias que controlan además los medios de comunicación, las transacciones económicas y la educación, y por si fuera poco a veces apoyadas por la institución religiosa, es así como estas clases aseguran sus puestos en lo alto de la pirámide jerárquica de la dirección del país. El pueblo pocas veces ha tenido la posibilidad de ejercer su poder y hacer valer su derecho democrático, vivimos en una cultura donde se vota por el que mejor promete y a la sombra del clientelismo el cual ha jugado un papel importantísimo en el desarrollo de la cultura política de nuestra nación. La educación de los años 50 era un privilegio al que solo podían acceder unas pocas personas que pertenecían a las clases altas, este panorama ha ido cambiando, ahora se ofrece mayor cobertura educativa, aunque con esto se sacrifica su calidad. También podemos observar como el nivel de vida de un colombiano promedio ha mejorado notablemente al estudiar las estadísticas de los censos entre los años 1951 y 1993, las tasas de mortalidad han bajado, especialmente la infantil, la esperanza de vida aumenta 10 años y empieza a regir un control de natalidad que primero es acogido por las clases altas, luego la clase media y finalmente por las familias de escasos recursos que viven en las zonas periféricas de las ciudades principales. Es importante anotar que la alta migración de esta época por parte de campesinos hacia las grandes ciudades produjo un desequilibrio urbano que se observó principalmente en la incapacidad del sistema educativo para acoger a los nuevos ciudadanos, falta de vivienda y poca efectividad en los planes de desarrollo urbano por parte del estado, esto aumentó significativamente la pobreza que mucho más tarde sería aliviada con planes de desarrollo de vivienda y cobertura educativa.
Las migraciones no solo se produjeron hacia el interior del país, también hubo importantes desplazamientos a otros países, principalmente Venezuela, Ecuador y los Estados Unidos, la nueva cobertura en la educación ayudó a esto además el éxodo por parte de los campesinos no acababa en la ciudades principales colombianas, siempre hubo el deseo de una vida mejor, lejos de la violencia y con una mejor calidad de vida, este aspecto cultural fue notable en la formación de la Colombia-Nación, el empeño de salir adelante, la necesidad de sobresalir en una sociedad que vivía del status social, cultura que cobró muchas víctimas gracias a la violencia que surgió como respuesta a este fenómeno, comportamiento que nos recuerda la ley natural: “El mas fuerte sobrevive y permanece, el débil muere”, no quiero decir con esto que las muertes fueron justificadas, y además es obvio que la lucha en muchos casos fue injusta y desequilibrada. Pero, ¿Por qué esta aparición de la violencia que va de la mano con la pobreza se desarrolla en un periodo donde la economía nacional prosperaba gracias a las exportaciones del café? La violencia es un fenómeno que nace como respuesta a las grandes oportunidades de riqueza cuando el pueblo ha sufrido y vivido en la miseria durante largo tiempo, es por esto que las zonas de tráfico de esmeralda y café reportan los más altos índices de violencia, Colombia un país tan rico en recursos naturales y con tantas oportunidades de crecimiento degenera por una cultura de ambición y ganas de sobrevivir, obviamente no supimos canalizar la fuerza de trabajo. Volviendo al tema de las migraciones, estas además producen un crecimiento en el sector terciario de la economía, la fuerza de trabajo en el campo disminuye en relación a la cantidad de habitantes, además la tecnificación del café en el campo desplaza en cierta medida el trabajo campesino, esto es natural porque Colombia solo sigue los lineamientos de la nueva cultura mundial capitalista y en parte impuesta por países extranjeros, otros síntomas parecen indicar este desenvolvimiento: el surgimiento del comercio del petróleo, carbón y fuel oil, y la economía de exportación promovida por el estado. El pueblo colombiano creció tanto en población como en número de víctimas causadas por la violencia, la cual fue intensificada por el bipartidismo que tuvo su auge a mediados del siglo, pero que paulatinamente fue degenerando en una simple guerra de bandos sin sentido, donde solo se defendía el rojo y el azul, muchas veces, en ausencia de una ideología clara, y en ocasiones solo por clientelismos y los privilegios que traía declararse partidario de uno o de otro bando. Actualmente estos partidos han decaído, el frente nacional no fue muy bien aceptado por el pueblo ya que solo representaba el acuerdo entre los dos partidos
dirigentes para repartirse el poder y seguir con su hegemonía política, este decaimiento se observó en los periodos presidenciales de los 90, el valor ideológico partidista se perdió y se reflejo en las votaciones de Samper cuando este le gano por pocos votos a Pastrana, además actualmente podemos ver el triunfo de Álvaro Uribe, perteneciente a un partido independiente, como el fin de la pelea pública de los partidos, ahora los ciudadanos no se involucran demasiado con estos. Las ciudades que fueron centro de las migraciones, y en las cuales se vio un crecimiento tanto industrial como poblacional, fueron Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla, estas fueron las capitales primarias de las seudo-regiones que eran focos de desarrollo en el país: Centro-Oriente, Antioquia, Gran Cauca y La costa atlántica. La industrialización cambio el país, ahora ya no era más el país rural y de paisajes, lleno de folclore y cultura campesina, se convertía en una sociedad urbana, siguiendo la línea de desarrollo de las grandes ciudades de Latinoamérica; también existían ciudades capitales intermedias que fueron, por así decirlo, el resultado del crecimiento poblacional en zonas rurales, estas ciudades intermedias dependían económicamente de las demás ciudades capitales y por tanto compartían su cultura y forma de desarrollo, aunque se diferenciaban principalmente por la morfología de sus barrios pobres, que eran a fin de cuentas los que definían el estado de pobreza de la ciudad. Por otro lado, fue tan acelerado el crecimiento en las ciudades, que el desarrollo cultural de los ciudadanos o más bien civitas (individuo que establece un contrato social para pertenecer a la ciudad, diferente a ciudadano que generalmente designa al individuo que reside allí) fue estropeado y ayudó a la construcción de ciudades sucias y mal diseñadas, las influencias europeas para la urbanización que aplicaron diferentes arquitectos en la construcción inicial de todas las ciudades fue perdiéndose, esto porque la expansión poblacional se dio más rápida que la respuesta del estado a la vivienda, generando así barrios ilegales y piratas, los primeros constituían las invasiones y generalmente se asentaban en terrenos baldíos o sin protección del estado, los piratas, en cambio, tenían cierto apoyo por parte del estado y fueron en cierta forma más organizados; estos dos tipos de urbanizaciones evolucionaron junto con los nuevos proyectos lanzados por el gobierno para suplir la demanda de vivienda, y al final se convirtieron en barrios aceptados por la ciudad misma y fueron desarrollando su propios medios de transporte, provisión eléctrica y acueducto, un ejemplo claro de estos asentamientos son el barrio Aranjuez y otros más pequeños de la comuna trece en
Medellín. Surgieron así pues muchos seudo-profesionales en el sector informal, que llegaron a constituir casi la mitad de todos los trabajadores urbanos, surgió el problema del espacio público debido a los venderos ambulantes y fenómenos que fueron asimilados por la economía como el caso de los Sanandresitos, estos aunque ilegales eran gran fuente de trabajo e involucraban una potente movilidad económica debido a la fuerte competición que promovían sus precios. Este desarrollo barrial que se vivió en los 60s, produjo además una fuerte demanda de mano de obra calificada, el estado vio esto como algo bueno y produjo programas como aquel de Belisario Betancur “Casa sin cuota inicial”, también podemos destacar el nacimiento de la Institución de Crédito Territorial (ICT) que fue usada por la clase dirigente para reservar su “pedacito de tierra” (o lotes de engorde como dice el texto) donde más conviniera, además la obtención de vivienda fue otro motivo más para reforzar la política clientelista. Los barrios periféricos de las ciudades, que generalmente eran los mas pobres, poseían menor movimiento en la época de votaciones, en comparación con las urbanizaciones de la clase alta, los cuales votaban de una forma más cómoda y más dinámica ¿porque será? Y aun con todos estos programas de vivienda las construcciones ilegales se mantuvieron, además estas representaban la mayor parte de la urbanización, un ejemplo claro son “las ciudades Kennedy” de Bogotá. Surgieron también los tugurios, los cuales aumentaron drásticamente el deterioro ambiental y la superpoblación de la ciudad, estos igualmente serian legalizados con lo cual aumentaría el número de propietarios de tierra. Ya con la ciudad que se empezaba a organizar, surgió, ahora sí, la conciencia y cultura ciudadana, el camino a la modernización era evidente y más aún con las nuevas tendencias que se imponían por medio de los medios de comunicación, aspectos como la vida sexual y de pareja maduraron y ya no seguían la corrientes tradicionales, la mujer ganó campo en la política y el sector laboral, y como si nos hubiera hecho falta surgió un sentimiento de orgullo hacían nuestro país, apoyábamos nuestros futbolistas, ciclistas y reinas de belleza, teníamos un motivo para querer pertenecer a Colombia, pero lo más irónico, es que este sentimiento nació en paralelo con el fenómeno de la violencia, podríamos decir que era la forma de escapar de los Colombianos, las radio-novelas y luego las novelas que se transmitirían tanto en canales privados como nacionales, serían fuente de entretenimiento para una sociedad agobiada por las masacres, las torturas y los secuestros. Ciertos sectores, como la iglesia, se mostraron reacios a esta nueva forma de culturización, que con justa razón declararon amenazante cuando se
observo el aumento en la cantidad de personas suicidadas, en especial adolescentes que buscaban en la ciudad aceptación y solo encontraron indiferencia y una cultura delictiva, su refugio: las drogas, el alcohol, la música y los delitos, una filosofía traída de los Estados Unidos, especialmente por bandas de música que incitaban a los jóvenes a adoptar estos comportamientos, en especial del genero metal y punk. Pero la música no solo atacó a los adolescentes, ayudó a la expansión de la cultura socialista, reflejo tardío del movimiento hippie estadounidense, la música social y el rock español contemporáneo que lleva consigo cultura y tendencias que fueron, por así decirlo, una “revoltura” de géneros que llegaron de Europa, Centroamérica, y Norteamérica, por eso se dice que ahora Colombia es un país con muchas naciones. Pero mientras Colombia se llenaba de “riqueza” cultural, la violencia no cesó, fenómenos como la pobreza y el desempleo no cesaron, es mas surgieron ciertas tendencias fascistas (los escuadrones de la muerte por ejemplo) por parte de las clases altas para erradicar todos los “errores humanos” de las ciudades, también nacieron las llamadas milicias como respuesta a la falta de autoridad y protección de la fuerza nacional, la cual perdió legitimidad y credibilidad. Colombia trato a toda costa por ocultar su verdadera cara al mundo, pero acontecimientos como el auge de Cien años de soledad y el reinado de Pablo Escobar mostrarían al mundo la Colombia real. El narcotráfico, organización que hizo temblar todo el sistema político-económico y afectaría todas las clases sociales, sería un distintivo de Colombia ante el mundo. Este se consolidó como un imperio y llego a dominar vastos territorios y ciudades como Medellín y Cali, desde donde operaban carteles, redes de narcotraficantes y delincuentes, al mando de capos o jefes con poder comparable a los de la mafia italiana, como ejemplo clásico encontramos a Pablo Escobar, cuya muerte indicaría el triunfo del estado sobre el narcotráfico aunque en realidad no sería así. El sistema judicial colombiano había perdido credibilidad, por esto fue reforzado. Nació la cárcel de alta seguridad en la isla de Gorgona, se adoptó una filosofía de “Lucha científica contra el crimen”, y se creó el Estatuto de Seguridad de Rojas Pinilla, que redefinió la conducta delictiva. Pero no solo el sistema judicial se vio afectado, hasta las fuerzas armadas de la nación fueron desprestigiadas, acusadas de burocratización e ineficacia, surgieron entonces los grupos de apoyo para combatir las guerrillas que gobernaban territorios como los llanos orientales y el magdalena medio, los paramilitares. Otro aspecto que me llamó la atención fue el nuevo papel que tendrían el poder judicial y la policía: “Se redefinió en términos
de la preservación del orden público, antes que del cumplimiento y aplicación de las leyes…”, el estado estaba atacando los efectos mas no las causas, era algo así como un aspirina que medio aliviaba los síntomas pero no hacía desaparecer la enfermedad, enfermedad que a diferencia de la gripe se mantiene y refuerza con el tiempo. Por ende las reformas judiciales y los refuerzos armados no fueron suficientes, o mejor dicho, ineficaces, el estado colombiano se ha caracterizado siempre por la incompetencia de sus dirigentes, que ayudado por la falta de voluntad del pueblo no ha permitido un buen desarrollo socioeconómico del país. Para resumir Colombia se ha caracterizado por la desconfianza en sus jueces y policías, aunque también por tener una población con poca memoria colectiva y capacidad de analizar hechos. Seguimos ahora con el análisis de la elección de la Asamblea Constituyente y el proceso de elaboración de la reforma constitucional que luego pasaría a ser una re-elaboración total de la constitución. Este suceso que se dio en el periodo de Cesar Gaviria, estuvo plagado de irregularidades que fueron pasadas por alto, como por ejemplo la baja participación en la elección de la Asamblea Constituyente, el sospechoso e imprevisto acoplamiento de la clase dirigente al movimiento reformatorio y la edición rápida y poco analizada de algunos artículos, que fueron creados mas bien como embellecedores de la constitución más que como artículos constitucionales serios y con posible aplicación. Fuera de esto, su interpretación puede llegar a ser un poco ambigua, por ejemplo algunos campesinos se autoproclamaron indígenas solo para ganar ciertos beneficios que brindaba la nueva constitución, se puede ver claramente como ahora se le da importancia a las clases indígenas y diferentes clases pero en el contexto no social si no origen étnico. En el campo judicial se redefinieron sus funciones y campos de acción, además se renueva la política tradicional aunque la naciente se encamina de nuevo a las costumbres tradicionalistas, pero con la diferencia de que ahora hubo una pérdida ideológica de los partidos, fenómeno explicado al principio del ensayo. Me gustaría terminar este ensayo con una frase citada del texto, que resume muy bien todo el proceso que vivió nuestro país en los últimos años: “Colombia ha vivido más de medio siglo transitando esta espiral de crimenmovimiento de opinión-represión-crimen”, es justo que ahora el estado tome cartas en el asunto y acoja una política original que verdaderamente nos represente como colombianos, el auge económico y globalizante que actualmente está viviendo el mundo y la crisis energética que se avecina lo requiere.
BIBLIOGRAFÍA PALACIOS MARCO “Entre la Legitimidad y la Violencia: Colombia 1875 - 1994”, Editorial Norma S.A., Primera Edición, Santa Fe de Bogotá 1995.