El 3 de diciembre de 1984 en la ciudad de Bhopal, La India; un accidente ocurrido en una fábrica de pesticidas propiedad de Union Carbide de capital estadounidense, cobró vida de miles de personas y más de medio millón de afectados; esto debido al escape de 42 Tm de isocianato de metilo, un producto químico de alta toxicidad que se propagó por toda la ciudad. Todos estos hechos se desencadenaron debido a la negligencia de la multinacional, por no tomar las medidas preventivas y correctivas en la planta de Bhopal. La multinacional Union Carbide, industria química dedicada a la fabricación de herbicidas, pesticidas y demás productos para la agricultura, atravesaba una crisis, debido a las pérdidas que habían tenido en los últimos años, tras ello, los directivos de la empresa norteamericana decidieron recortar los presupuestos y así reducir los costes de la fábrica de Bhopal, de tal modo que redujeron de manera progresiva los puestos de trabajo y en mayor proporción los técnicos y obreros especializados con contratos más elevados. Por tanto sus funciones fueron asignadas a obreros que no estaban especializados y con poco o ningún conocimiento de química y seguridad. Por otro lado, se redujeron costes en mantenimiento de las instalaciones por el recorte en el presupuesto para la compra de material. Todo ello hace posible que disminuya la calidad de los elementos, aumentando al mismo tiempo su período de explotación hasta su máximo aprovechamiento, en agravio de la seguridad de la empresa. Por ello, entre los años 1981 y 1984 se produjeron más de cuatro fugas, estos hechos debieron alertar a los operarios y tomar las medidas correctivas. La noche del 3 de diciembre, la planta sufrió una fuga de gas en la zona de almacenaje, hecho que no fue dado la debida importancia por los operarios de la planta, lo cual horas más tarde generó que el gas escape al exterior debido a la alta presión que se mantenían en los tubos. Este hecho fue provocado cuando se realizaban las tareas de limpieza con agua a presión en el interior de unas de las canalizaciones de isocianato de metilo, sin tomar las medidas preventivas. Esto hizo que el agua inyectada en las tuberías circulara con fuerza, arrastrando consigo impurezas adheridas a las paredes del tubo. Los operarios habían ignorado la precaución de estancar el conducto con unos discos de metales especiales, para que de esta manera no puedan tener contacto con el isocianato de metilo en el tubo denominado E-610. El depurador de gas no estaba en funcionamiento, y así hubiera estado operativo, solo estaba diseñado para escapes menores, por tanto, no pudo controlar las magnitud de 42 Tm que circulaban por sus tuberías, escapando así a la atmosfera. Luego intentaron neutralizar con las mangueras de agua de emergencia, pero estas eran deplorablemente pequeñas y no pudieron alcanzar el gas. Ninguno de estos mecanismos pudo neutralizar el escape del isocianato de metilo y tras estos hechos no pudieron evitar que el gas se expanda por Bhopal y su medio millón de habitantes. Pero aún quedaban intactas otras dos cisternas conteniendo 10 y 1 toneladas de isocianato de metilo en las cisternas E-611 y E-619 respectivamente. Esta cantidad seguía siendo un serio peligro, y por ello se tuvo que deshacerse de ellas. Para lograr tal hazaña, se estudiaron varias formas, pero la única manera segura era transformarlo en otra sustancia inocua, produciendo así el SEVIN. Luego de esto, sería la última vez que la planta de Bhopal fabricaría pesticidas, pero para ello hubo que someter a la instalación a profundas reparaciones.
La catástrofe en Bhopal fue producto de una serie de negligencias por parte de la multinacional Union Carbide, que tarde o temprano hizo que provocara dicho suceso de tal magnitud. A pesar de que en su debido momento se identificaron serios problemas en el aspecto de seguridad, no se iniciaron las acciones correctivas para mitigar el suceso en los sistemas de operación y mantenimiento de la fábrica. Ante ello, el estado juega un papel muy importante, porque es el quién se encarga de fiscalizar y de hacer cumplir las normativas ante las industrias. Esto es importante en un país como el nuestro, debido a que en el Perú hay industrias extranjeras que si bien promueven el desarrollo económico, también deberían ser socialmente responsables con la población que los rodea y garantizar el bienestar y la salud pública.