El Mal Y La Providencia.docx

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EL MAL Y LA PROVIDENCIA

Un Dios todopoderoso e infinitamente omnisciente y benévolo –asumiendo que tal Ser sea lógicamente concebible– habría sido capaz de crear un mundo sin mal, y habría tenido el deseo de hacerlo. En este mundo, el conjunto del bien sobrepasa la totalidad del mal del modo máximamente posible. Parece entonces cierto, como algo incluido en el concepto mismo de Ser perfectísimo, que vivimos en el mejor mundo lógicamente concebible. Esta clase de razonamiento posee un alcance limitado, y para muchos apenas resulta convincente. Porque será de modo personal como cada quien esté satisfecho o no con su propia existencia. Pero en filosofía de la religión no existen respuestas fáciles a estas cuestiones existenciales y urgentes, porque nos movemos en un plano lógico y de la coherencia argumentativa. «Poder ilimitado de persuasión». Estos autores conciben el mundo como un ámbito en el que Dios no puede unilateralmente hacer su voluntad, dado que las criaturas poseen una fuerza inherente de autodeterminación. ningún bien moral sin libertad humana. Nuestro autor ve entonces posible sostener que «cualquier persona puede obrar mal en cualquier mundo imaginable», y que «no está dentro del poder divino crear un mundo que contenga bien moral pero no mal moral». Plantinga no pretende que esta proposición sea de hecho verdadera. Piensa que basta con que sea posiblemente verdadera, para refutar el argumento lógico contra la existencia de Dios a partir del mal. en nuestras manos. En el Timeo platónico, donde podemos leer: «Todos los hombres de mente recta invocan siempre a Dios al comienzo de cualquier tarea, pequeña o grande. También nosotros, que vamos a examinar la naturaleza del universo, si es creado o existe sin creación, debemos invocar –si no hemos perdido el juicio– la ayuda de dioses y diosas, y orar para que nuestras palabras les sean aceptables, y coherentes consigo mismas» teísta de la divinidad. nunca es la invocación formal o ritualista de fuerzas anónimas, supuestas dominadoras del destino humano. La verdadera oración es una acción del hombre, correlativa a la idea de un Dios providente que se ocupa de su vida y no es indiferente a su suerte temporal y eterna. noción de milagro. Si se desea interpretar el paso del mar Rojo por los israelitas, y la consiguiente división de las aguas, como algo debido a fenómenos metereológicos corrientes, los hechos referidos en el libro del Éxodo podrían no ser considerados como estrictamente milagrosos, y ser susceptibles de una explicación científica. Pero la Escritura atribuye también a profetas y al mismo Jesús la resurrección de muertos y otras acciones que no son explicables por causas ordinarias.

natural y el sobrenatural. Tal división contiene mucho de subjetivo, y depende en alguna medida de quien considera y valora los acontecimientos. Es también verdad que el ámbito de lo milagroso se puede reducir a medida que la técnica y el conocimiento del mundo material progresan.

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