ASALTOS A LA DEMOCRACIA
PROMESAS ROTAS DE BELAUNDE Para varios gobiernos peruanos del siglo XX, el tema de la propiedad de los campos petrolíferos de La Brea y Pariñas más que una piedra, fue un rocón en el zapato que se fueron heredando del uno al otro. Desde finales del siglo XIX y hasta las primeras décadas del XX, la London Pacific Petroleum explotaba dichas zonas. -1914 entró en el negocio con los ingleses la Internacional Petroleum Company (IPC) —de propiedad del magnate americano Nelson Rockefeller—, subsidiara de la StandardOil de New Yersey. -1924 Augusto B. Leguía, con su habitual entreguismo pro yanqui, da los campos del norte a la IPC, quien asume los derechos de concesión de la London Petroleum. Poco tiempo antes, el Perú detectó que los ingleses explotaban mucho más de lo concesionado. La diferencia era abismal. Declaraban por 10 pertenencias, pero explotaban 41,614 pertenencias. El Perú solicitó entonces el pago de gran cantidad de impuestos que debían. Sin embargo, por presión de su majestad británica y de los Estados Unidos, el tema acabó en un Tribunal Arbitral internacional. “Desde el comienzo de este negocio, estuvo en discusión la propiedad del recurso. En 1922, un laudo arbitral [se le conoció como el ‘laudo de París’ determinó que los propietarios tenían que pagar una serie de impuestos, pero no dejó resuelto el asunto de la pertenencia”. El asunto sin resolver de La Brea y Pariñas fue utilizado políticamente por gestiones sucesivas y enarbolado como bandera por diversas fuerzas políticas. El régimen de ‘la convivencia’, como se llamó al segundo periodo de Manuel Prado (1956 a 1962), afirmó que el tema fue aprovechado, entre otros, por movimientos rebeldes de inspiración cubana. “El 4 de enero de 1961, Ricardo Elías Aparicio, ministro de Gobierno y Policía, y Alejandro Cuadra Ravines, ministro de Guerra, presentaron información adicional de la inteligencia peruana durante una tormentosa sesión del Senado. Allí dieron los nombres de quienes habían recibido estipendios y pagos mensuales del gobierno cubano a través de su embajada para que llevaran a cabo campañas políticas contra el gobierno peruano. Entre los operadores políticos izquierdistas pagados, los más prominentes eran conspicuos críticos de los arreglos con la IPC”, escribe Alfonso Quiroz en su obra Historia de la corrupción en el Perú. Poco antes de las elecciones de 1963: La junta militar contuvo la toma ilegal de tierras en el cuzco (aplican la reforma agraria piloto en el valle de la convención) además crearon el Instituto Nacional de Planificación (organismo centralizador de estrategias para el desarrollo) El general Ricardo Pérez Godoy, quien presidía la junta militar que le dio un golpe a Manuel Prado, pretendió desconocer y anular el ‘laudo de París’, pero fue atajado por el general Nicolás Lindley, quien se hizo del mando de la junta y convoca a elecciones. No obstante, otros sectores militares querían fuera a la IPC, así como el diario ‘El Comercio’, quien presionaba al gobierno. FERNANDO BELAUNDE TERRY - 1956 fue lanzado como candidato presidencial por el Frente Nacional de Juventudes Democráticas (da origen a Acción Popular) - 1962 postulo por segunda vez, pero fueron anuladas por sospechas fraude - 1963 Elegido Presidente del Perú con el apoyo del Partido demócrata cristiano (PDC) Tumultuoso año en que Kennedy era asesinado en Dallas. El arquitecto Fernando Belaúnde. Al asumir el mando prometió resolver el tema en 90 días. Envío un proyecto al Congreso para declarar nulo el ‘laudo de París’ y solicitó autorización para que La Brea y Pariñas pasen a manos del Estado: a la Empresa Petrolera Fiscal (EPF).
Lo último no fue concedido. El Congreso emitió una ley, pero era media tibia, pues declaraba nulo el laudo, pero no resolvía el tema de la propiedad. Los ánimos empezaron a encenderse, merced de los agitadores políticos. El temperamental Belaúnde quería resolver el tema cuanto antes. Los ejecutivos de la IPC se le pusieron pecho a pecho e intentaron crear una escasez artificial de petróleo. El arquitecto, que no entraba en vainas pese a todo, amenazó entrar a los campos norteños a la fuerza y puso contra las cuerdas a los gringos. Finalmente, el 13 de agosto se firmó la famosa Acta de Talara, que no era otra cosa que un borrador de contrato. ¿Y LA PÁGINA 11? Por el Perú firmaba Carlos Loret de Mola, jefe de la EPF. Los hechos que sucedieron los días siguientes fueron tan rápidos como confusos, que aún resulta imposible saber qué realmente pasó con la famosa “pagina 11” del Acta de Talara. La IPC retendría la refinería de Talara, entre otras fases del negocio. Sin embargo, a casi un mes de la suscripción, Loret de Mola declaró públicamente que faltaba esa página, en la que supuestamente se pactaba el precio del barril con el que debía la IPC comprarle a la EPF, que asumía el complejo de La Brea y Pariñas. Solo Loret de Mola sabe qué lo motivo a hacer tal acusación. El Acta solo era un borrador, en la página 11 solo estaba consignada la firma del funcionario peruano. La opinión pública tomó por cierta esa versión, y se creía que se estaba acordando un precio del barril muy por debajo del precio de mercado. Como sea, esto motivó la caída de Belaúnde. En una jugada desesperada, el 2 de octubre de ese año el arquitecto cambia su gabinete, pero al día siguiente Velasco asesta el golpe y seis días después entran las tropas peruanas a La Brea y Pariñas.
Disipada la niebla del tiempo, muchos que vivieron e investigaron aquellos años aseguran que la “pagina 11” nunca existió y fue la excusa para darle el puntillazo final a Belaúnde. “Vargas Haya y otros han sostenido que la cuestión de la IPC y la página once solamente fue un pretexto para destruir la democracia peruana. Más aún, analistas políticos coinciden en
que la dura postura ‘nacionalista’ contra la IPC fue usaba por Velasco y su facción para consolidar su control directo sobre el régimen y desplazar a otras facciones militares más moderadas”, explica Quiroz.
EL ESCÁNDALO DE LA PÁGINA 11 CON LA IPC Resulta que cuando Fernando Belaunde Terry cuando asume el cargo presidencial en 1963, promete que resolvería el problema de la Brea y las Pariñas en 90 días. Envía al congreso para que declare nulo el Laudo Arbitral para que los terrenos Brea y Pariñas pasen al poder de la Empresa Petrolera Fiscal, pero el congreso que está en oposición solo lo declara nulo al Laudo y que los terrenos retornen al poder del estado. Por las presiones de este acto se empiezan las negociaciones con la IPC en junio de 1968 y dos meses después se firma el tratado de Talara que fue firmado por Belaunde, por el presidente del senado, por el presidente de la Cámara de Diputados y por los altos funcionarios de la IPC. Con el problema ya resuelto el Perú estalla de alegría y la IPC pacta los precios que pagaría por el petróleo refinado. Pero en el 10 de setiembre el presidente de la Empresa Petrolera Fiscal denuncia que en ese contrato faltaba una página, la cual era la pagina 11 de ese contrato y fu un gran pretexto para sacar a Belaunde del poder usado por el general Juan Velasco Alvarado. Al final resulto que esa página era una simple página en blanco. Y el presidente Alvarado anuncia dramáticamente que el ejército peruano estaba ingresando a Talara asumiendo el control de la refinería. Ese día se le denomino como el día de la Dignidad Nacional en cual se eliminó el nombre de la IPC en el Perú. “La facción de línea dura en el Ejército, a favor de la nacionalización, la encabezaba el general Juan Velasco Alvarado, jefe del Comando Conjunto. Se comentaba que aquel le tenía un odio personal a la IPC, porque cuando fue capitán de infantería, durante la guerra con Ecuador, la compañía negó el uso de los vehículos de la refinería para trasladar tropas al frente. Además, Velasco, oriundo de Piura, cercano a Talara, conocía de cerca la influencia de ‘los gringos’ en los asuntos locales” De acuerdo a Quiroz, para Velasco era una cuestión de “dignidad nacional” deshacerse de la IPC. Si bien “business son business”, la IPC se aprovechó de la ineptitud de los peruanos y “actuaron con pocas limitaciones institucionales para la extracción del petróleo” (Rodríguez) durante años, obteniendo inmensas utilidades, mucho mayores a las que obtenían en Canadá, EE. UU. y Europa. En octubre de 1968, el ciudadano extranjero Pedro-Pablo Kuczynski Godard era uno de los seis gerentes del Banco Central de Reserva del Perú (BCR), estando a las órdenes de Carlos RodríguezPastor M., gerente general de esa institución. Había sido colocado en el BCR debido a la influencia de instituciones extranjeras como el FMI y el Banco Mundial, que presionaron al gobierno de Belaúnde para obtener su nombramiento como gerente del Instituto Emisor. Ese mismo mes, el gobierno del general Velasco Alvarado había decretado la nacionalización de la International Petroleum Company (IPC), medida que incluyó la expropiación de sus instalaciones, incluyendo la refinería de Talara. Durante largas décadas –desde 1924– la IPC gozó de un régimen tributario que le permitió eludir en lo sustancial el pago de impuestos sobre el petróleo que extraía en la Brea y Pariñas. El gobierno de Velasco valorizó el adeudo de esa firma al Perú en el monto de 700 millones de dólares de la época.
A pesar de haber sido tomada la Brea y Pariñas por el gobierno de Velasco, la International Petroleum Company logró extraer del Perú, desde el 3 de octubre de 1968, la suma de 17 millones de dólares de la época. La IPC pudo robar ese dinero al fisco peruano gracias a la intervención directa del ciudadano extranjero Pedro Pablo Kuczynski Godard, quien desde su cargo de gerente del Banco Central de Reserva autorizó la transferencia y dio curso al desembolso en favor de la empresa de Rockefeller. El hecho fue denunciado por la prensa peruana. Los interesados pueden consultar las ediciones de los principales diarios de Lima a partir de octubre de 1968. El poder adquisitivo del dinero que Pedro Pablo Kuczynski autorizó entregar a la IPC equivale el día de hoy a más de 105 millones de dólares, de acuerdo a las proyecciones monetarias que pueden obtenerse en el sitio web Measuring Worth (*). Kuczynski, Rodríguez Pastor, y otros cómplices fueron enjuiciados por sus actos en favor de la IPC y en contra de los intereses del Perú. Para evadir a la justicia, Kuczynski huyó del país a través de la frontera con Ecuador. Fugó escondido en la maletera de un auto adecuadamente acondicionado para el efecto. Ya en los Estados Unidos, Kuczynki Godard fue premiado por los importantes servicios prestados a la International Petroleum Company con un puesto de trabajo en el Banco Mundial.
CONCLUSIÓN:
El Problema de Brea y las Pariñas, es un problema petrolero, debido a que no había ninguna organización que operara las refinerías. El Laudo Arbitral es un fallo que pronuncian los árbitros a los que se les ha sometido de forma voluntaria en el cual la justicia ordinaria colabora mucho. La Empresa Petrolera Fiscal (EPF) es la empresa que está encargada de controlar el petróleo que se encuentra en el Perú.
A la "pagina 11" se le denomina al escándalo causado por el general Juan Velasco Alvarado, en el cual es una página faltante en el contrato de precios entre la IPC y el gobierno peruano, el cual acusan al presidente Fernando Belaunde de haber arrancado esa página la cual termino revelándose que estaba en blanco.
FUENTE: http://diariouno.pe/2015/03/08/el-escandalo-del-contrabando/ https://es.wikipedia.org/wiki/Primer_gobierno_de_Fernando_Bela%C3%BAnde http://tiemposurpuno.blogspot.pe/2011/03/el-escandalo-de-la-pagina-once.html