PACAICASA: Nombre de un complejo arqueológico ubicado en la cueva de Piquimachay (en quechua: Pikimachay, ‘cueva de la pulga’) – Ayacucho. Dicha cueva habría sido habitada temporalmente por primitivos y pequeños grupos de cazadores-recolectores, que serían los más antiguos hombres del territorio peruano y de Sudamérica. Hombre de Pacaicasa fue el primer hombre en pisar las tierras de Perú, según el fallecido arqueólogo estadounidense Richard MacNeish La cueva de Pikimachay se encuentra a 2.850 metros sobre el nivel del mar y algunos arqueólogos afirman que este fue el lugar de hábitat del hombre de Pacaicasa. El hombre de Pacaicasa, si existió, fue el pionero en la fabricación de instrumentos líticos, tanto para la caza como para la recolección. MacNeish declara que en su investigación fueron hallados restos de un megaterio (un oso de enormes dimensiones) junto a varias piedras puntiagudas que, asumió, eran herramientas utilizadas para la caza por el hombre de Pacaicasa. CHIVATEROS: Chivateros o Cerro Chivateros es un sitio arqueológico situado cerca de la desembocadura del río Chillón, en el distrito de Ventanilla, al noroeste de Lima, en el Perú. Fue excavado por el arqueólogo Edward P. Lanning en 1963. Chivateros fue definido en sus inicios por Lanning y Patterson como el más grande taller lítico del paleolítico peruano, es decir, el lugar donde los hombres de esa zona elaboraban sus herramientas. Identificaron dichas piezas líticas, fabricadas de cuarcita, como cuchillos, raederas, raspadores, puntas de lanza y hachas de mano. Es más, establecieron una diferenciación artefactual entre lo que ellos denominaron Chivateros I y Chivateros II, estableciendo equivalentes en otros puntos de América. Gracias a los trabajos de Chauchat en Cupisnique y Chicama, dicha interpretación ha sido ya superada. Dicho arqueólogo ha determinado que Chivateros era en realidad una cantera, y que no solo hubo un solo sitio de este tipo, sino muchos sitios tipo Chivateros, por gran parte de la costa y yunga peruana (que han sido bautizadas como canteras Chivateros), donde grupos cazadores-recolectores de la tradición paijanense se aprovisionaban de materia prima, procesaban parcialmente la roca y se la llevaban a sus talleres ubicado próximos a sus viviendas o cerca de las canteras ya mencionadas. Los materiales más notorios de estas canteras son las preformas tipo Chivateros (erróneamente llamadas por Lanning como "Hachas de Mano" y "Puntas de Lanza"), que eran el primer esbozo de las puntas pedunculadas tipo paijanense. El resto de materiales líticos no son más que desechos de la actividad de talla y canteo. La gente que se aprovisionaba de la materia prima de cerro Chivateros, vivía en la pampa de Piedras Gordas y en las Lomas de Carabayllo, en donde Lanning encontró sus áreas de talleres y vivienda, bautizándolos como el Complejo Lítico Luz. Allí se procesaba las preformas tipo Chivateros, para ser convertidas en puntas pedunculadas tipo paijanense. Esta tradición se extendió a lo largo de la costa peruana, desde Lambayeque hasta Ica y abarca entre los 10 000 a.C. hasta los 6000 a. C. TOQUEPALA: Las Cuevas de Toquepala están ubicadas en el distrito de Ilabaya, provincia de Jorge Basadre, departamento de Tacna, en el sur del Perú. En sus paredes se han encontrado pinturas rupestres, con diversas escenas de cacería o chaco, en las que se representa a cazadores acorralando y matando a un grupo de guanacos.
a cueva de toquepala :Las paredes internas de la cueva y externas del abrigo están ornadas con diversas pinturas rupestres, agrupadas en 6 sectores en el caso de la cueva y en 2 en el abrigo. Son figuras en color plano que representan animales y hombres con notable esquematismo naturalista. Los colores usados son el rojo, amarillo, blanco y negro. En cuanto al tamaño, son figuras pequeñas, de hasta 5 cm los hombres y 10 cm los animales. Representan escenas de cazadores acosando a guanacos con garrotes; en algunos casos parecen llevar arcos. Se ven animales muertos, algunos de los cuales han recibido el impacto de proyectiles o de lanzas. Algunas figuras aparecen superpuestas, las que al parecer fueron hechas en tiempos posteriores. Las principales escenas están hechas de agua y con pincel fino, y figuras aisladas hechas con los dedos y con pigmento de vehículo graso. LAURICOCHA: El hombre de Lauricocha existió aproximadamente hace 10000 a. C., en la sierra central del Perú. Sus restos fueron descubiertos en las cuevas de Lauricocha, por Augusto Cardich, en 1958 y 1959. Se trata de once osamentas humanas, cuatro adultos y siete niños, que se cuentan entre los restos humanos más antiguos del Perú, junto con los de Paiján. También se descubrieron puntas líticas y herramientas de hueso, así como pinturas rupestres. Las tumbas de los adultos son sencillas, sin adornos ni arreglos de ninguna clase; al parecer fueron enterradas superficialmente.4 Una de las inhumaciones más notables es el denominado “Entierro Nº 6”, con un individuo que presentaba deformación craneana artificial del tipo tabular erecta. Las tumbas infantiles, en cambio, muestran un patrón de enterramiento muy distinto. Los cuerpos de los tres niños (Entierros Nº 9, Nº 10 y Nº 11) están cuidadosamente enterrados en medio de un misterioso ritual funerario, habiéndose hallado diversos objetos a manera de ofrendas: cuentas de collar hechas en hueso, turquesa, y en un caso elaboradas de valvas de un molusco marino del género pecten, así como objetos de sílex y puntas líticas.56 En el caso de la sepultura infantil Nº 11 se aprecia claramente que por encima de la misma se ubicó un fogón, tal vez vinculado a la idea de que de esa forma el cuerpo enterrado pudiera recuperar el calor perdido, y algo muy particular, la presencia de oligisto (óxido de hierro) en polvo cubriendo la osamenta del niño. Es notable también el uso del ocre, de color rojizo en la sepultura Nº 9 y amarillo en la Nº 10.7 Se cree que la diferencia en los patrones de enterramiento entre niños y adultos fue intencionada y corresponde a un rito especial en el que se utilizaron ofrendas de distinto tipo. 8 Otra característica resaltante es que casi todos los esqueletos están incompletos; a uno le falta, por ejemplo, una pierna. Se teorizó que probablemente los cuerpos fueron desenterrados y mutilados por animales salvajes, o que fueron resultado de acciones o muertes violentas entre humanos; sin embargo, Cardich ha rechazado estas hipótesis, sosteniendo que se trata más bien de un ritual funerario de mutilación, en el contexto de un sacrificio humano.9 En cuanto a la posición de los cuerpos, se hallan de costado, con las extremidades ligeramente flexionadas. 6 PAIJAN: Paiján es el nombre de un complejo arqueológico situado en la costa norte del Perú, cuyo nombre deriva de una localidad Paiján situada en la margen norte del río Chicama, en distrito de Paiján, en el departamento de La Libertad. Los restos arqueológicos pertenecen al Periodo Lítico Andino o paleoamericano, y se hallan esparcidos entre el valle de Virú al sur, y Pacasmayo al norte. El artefacto lítico característico de estos yacimientos es una punta bifacial con pedúnculo, que se conoce como “punta paijanense”, una tradición lítica que se extiende a lo largo de la costa peruana, desde el valle de Zaña (Lambayeque) al norte, y Pozo Santo (Ica) al sur.
A los forjadores de esa industria lítica se les conoce como los “hombres de Paiján” o grupos "Paijanenses". En uno de los yacimientos, la Pampa de los Fósiles (Pacasmayo), se hallaron restos humanos óseos, considerados como los más antiguos del Perú (hacia 8.000 a.C.). En 1975 el arqueólogo francés Claude Chauchat descubrió en la Pampa de los Fósiles los restos óseos de un adolescente de unos 12 a 13 años y de una mujer joven de unos 25 años, enterrados sobre una capa de ceniza. El adolescente se hallaba en posición fetal y la mujer con las extremidades inferiores semiflexionadas. Los estudios radiocarbónicos les dieron una antigüedad de 10.200 ± 180 antes del presente, es decir, mayor que a los esqueletos de Lauricocha descubiertos por Augusto Cardich en 1959. Por ello son considerados como los más antiguos restos humanos del Perú. Trabajos posteriores han permitido identificar más contextos funerarios en Chicama. NANCHOC: Nanchoc es un sitio arqueológico situado en el valle del Alto Zaña, Cajamarca, en el norte del Perú. Allí se hallaron las evidencias de un poblado del periodo arcaico temprano, cuyos habitantes serían los primeros horticultores (agricultores incipientes) de América, con una antigüedad de unos 8.000 a.C., obtenido de las pruebas radiocarbónicas a las que fueron sometidas semillas de una especie cultivada en esa remota época: la calabaza moschata o zapallo loche. Los nanchoc fueron uno de los primeros pobladores del norte del país que se dedicaron a la horticultura razón por la cual son considerados los primeros descubridores de la actividad agrícola, lo cual es significativo para la identidad de los cajamarquinos Las pruebas radiocarbónicas a las que fueron sometidas las semillas de calabazas de dos sitios arrojaron una antigüedad de 8333 a. C. y 6676 a.C., respectivamente; las de maní, alrededor de 6494 a.C.; y las fibras de algodón, alrededor de 4163 a. C. (fechas calibradas).2 El arqueólogo Peter Kaulicke respaldó este hallazgo, confirmando la datación, como él mismo lo ha explicado: «Para tomarse en cuenta [estos hallazgos] deben existir evidencias de pozos viviendas u otros elementos culturales. Y en el caso del Alto Zaña se dan estas condiciones. No se trata de una sola planta, sino de varias y en diferentes sitios con una buena cantidad de fechados que son consistentes.»3 Hay que señalar que esta actividad horticultora era solo secundaria, en el contexto de la actividad cazadora-recolectora del hombre de ese tiempo. La difusión de las técnicas agrícolas y las distintas especies domesticadas fue un proceso lento y gradual, hasta que luego de varios milenios se llegaría finalmente a la etapa de la alta agricultura. De todos modos, la horticultura marcó el inicio de un cambio drástico en la forma de vida del hombre, pues implicaba el sedentarismo y todo lo que ello conlleva, lo que constituyó el germen de la organización política. GUITARRERO: La Cueva del Guitarrero es un yacimiento arqueológico situado en el Perú, en el Callejón de Huaylas, 2 km al norte del poblado de Shupluy y 1 km al oeste de Mancos, a la orilla occidental del río Santa (distrito de Shupluy, provincia de Yungay, departamento de Ancash). Fue ocupada durante período lítico (época de los cazadores nómades) y el arcaico (etapa de la agricultura incipiente), por lo que en sus diversos estratos se hallan restos fósiles de esa evolución. Fue descubierto por el arqueólogo estadounidense Thomas Lynch. Contiene los vestigios de uno de los asentamientos humanos más antiguos del Perú, cuya antigüedad se remonta al XII milenio a. C. (hacia 11.000 a.C., período lítico). Las pruebas de la presencia humana de esa remota época consisten en artefactos toscos de piedra, fragmentos óseos humanos y huesos de la fauna local. De la época arcaica se han hallado, además de instrumentos líticos y huesos de animales, artefactos de madera y hueso, y tejidos anudados de fibras vegetales. También se detectó la
presencia de muchas plantas, entre ellas algunas domésticas, como el frejol, cuya antigüedad fue fijada en el 8.500 a.C. aproximadamente, lo que convertía al hombre de Guitarrero en el primer horticultor o agricultor incipiente del Perú y de América en general. Sin embargo, en 1999, el mismo Lynch corrigió esa datación, disminuyéndola significativamente en varios milenios. El hombre de Guitarrero dejó entonces de ser considerado el más antiguo horticultor del Perú y América, mérito que actualmente se atribuye al hombre de Nanchoc, que vivió en el valle del alto Saña, al sur del departamento de Cajamarca. La cueva del Guitarrero fue estudiada por el arqueólogo estadounidense Thomas Lynch y su equipo de la Universidad de Cornell, a partir de 1969. Encontró restos de la vida de los moradores de la cueva, que clasificó en productos de manufactura, otros utensilios, restos de alimentos y restos óseos humanos. Las excelentes condiciones de conservación determinadas por la sequedad de la cueva le permitieron recuperar una vasta información sobre los restos vegetales y animales que compusieron la dieta del hombre de Guitarrero. Inicialmente, la fama de este yacimiento se debió a que, según Lynch, contenía las más antiguas evidencias de la actividad agrícola del Perú y de América, por las semillas de frejol y pallar halladas, datadas entre el 8500 y 6.000 a.C.; sin embargo, esta fecha se corrigió posteriormente, disminuyéndose en algunos milenios. Actualmente, la importancia de El Guitarrero se debe a que contiene los vestigios del asentamiento humano más antiguo del Perú, del período lítico, hacia 11.000 a.C. PARACAS O SANTO DOMINGO: Santo Domingo de Paracas es una pampa cercana a la península de Paracas, en la región Ica, Perú. Es sede de un yacimiento arqueológico estudiado por Frédéric Engel en la década de 1960, labor que determinó una constante ocupación humana desde muy tempranas épocas, de por lo menos los 7.000 años a. C. Allí se hallaron los restos óseos del más antiguo poblador de esa zona, del período arcaico temprano. El hombre de Paracas se dedicaba a la pesca y la horticultura incipiente; se vestía con fibras vegetales entrelazadas y vivía en chozas semicirculares de caña y paja. Es considerado el primer horticultor de la costa andino-americana y el primero que erigió una aldea en el Perú. La antigüedad del hombre de Paracas se calcula en cerca de 6.000 a.C. Su cadáver estaba envuelto en una estera de junco. Tenía cráneo prognato y era de recia contextura. Presentaba las rodillas flexionadas, su cabeza aparecía cubierta por un gorro de tela “anillada” y llevaba una camisa de fibra de un cactus. En la mano derecha, atado con lianas, aparecía un punzón de hueso que en vida debió usar como puñal. A su costado se encontró una flauta con decoración, que quizás es el más antiguo instrumento musical hallado en el Perú. También se hallaron redes para pescar, hechas de fibra de cactus. Vivían en pequeñas chozas construidas con postes formando agrupaciones de 50 habitaciones: Importancia: - Hay evidencia de redes de pesca hechas con cactus y pieles de vicuña y guanaco. - Recreación con flautas. - Productos alimenticios: guayabas, junco, yucas, calabaza y quizás coca TELARMACHAY: El hombre de Telarmachay es considerado el primer pastor de camélidos del Perú y América. En la cueva de Telarmachay de San Pedro de Cajas, región Junín, la arqueóloga francesa Daniele Lavallèe ubicó en 1974 abundantes restos óseos y coprolitos (excrementos) de camélidos domesticados, adultos y tiernos, lo que demostró que estos animales ya convivían con el hombre. El pastoreo de camélidos se extendió por las punas altoandinas de Pasco, Huánuco y Ancash. Los habitantes que desarrollaron el pastoreo de llamas y alpacas se aseguraron, carne, lanas y huesos para la fabricación de instrumentos diversos. Además, fue muy importante el uso de las llamas como bestias de carga, para el traslado de productos a pisos ecológicos más bajos. Las relaciones de intercambio con pueblos de los valles contribuyeron al enriquecimiento cultural de los hombres andinos.
También se descubrieron en Telarmachay, antiguos hornos, tipo fogones donde empleaban piedras calientes, así como fragmentos de carbón. Son las remotas evidencias del uso de las famosas pachamancas. JAYHUAMACHAY Jayhuamachay o Jaywamachay es el nombre de una cueva situada cerca de la ciudad de Ayacucho, en el Perú. Es un yacimiento arqueológico descubierto y estudiado por el arqueólogo estadounidense Richard MacNeish en 1969. Contiene evidencias de la presencia humana desde el período lítico hasta el arcaico. Por algún tiempo se consideró al hombre de Jayhuamachay como el primer domesticador de camélidos de América, pero ese mérito correspondería más bien al hombre de Telarmachay, que vivió en las punas de Junín (sierra central peruana). Para Mac Neish, el hombre de Jayhuamachay también fue horticultor, por los restos de achiote que fueron encontrados en sus estratos. CHILCA: -Es conocido principalmente como un horticultor, es decir, en estaárea se inicio la agricultura en pequeñas parcelas -Las tribus que habitaron Chilca conformaron un asentamientohumano compuesto por 420 viviendas estudiadas por FedericoEngels en la zona sur del departamento de Lima. -La alimentación del hombre de Chilca eran principalmente recursosmarinos en un 91% y algunas plantas cultivadas como: el zapallo, elfrijol y la oca. -El promedio de vida del hombre de Chilca fue de 20 a 35 años,tenían una mortalidad infantil del 40% y en determinadas situacionesdonde el alimento escaseaba se practicaba el infanticidio femenino. -Se sabe que los aldeanos de Chilca desarrollaban complejos ritualesfunerarios colocando a sus muertos en el subsuelo, al interior de susmismas habitaciones. Los cadáveres estaban envueltos por esteras defibra vegetal -Han sido encontradas 420 viviendas y 251 entierros. -Como también productos agrícolas como: papa, olluco, camote, pallares, calabazas. -5 momias de cazadores, recolectores bien conservadas PIQUIMACHAY: Piquimachay es una famosa cueva ubicada a 12 kilómetros al norte de la ciudad de Ayacucho, que según Richard Mac Neish sirvió de criadero de cuyes unos 5000 años a.C. Así lo evidenciarían los coprolitos, huesos y restos de corralillos con fogones que encontraron en su interior. El hombre de Piquimachay también habría sido un horticultor que practicaba el cultivo de la quinua y la calabaza. Importancia: - Domesticó animales - Cultivó la quinua, el mate, el ají, etc. - Primer domesticador de cuy. TABLADA DE LURIN Fue descubierto por Josefina Ramos de Cox, tiene una antigüedad de 3500 años a.C. El yacimiento está ubicado en Lurín a 25 Km al sur de Lima. Se encontraron recintos semisubterraneos hechos de barro y piedra, también se encontraron tubérculos como el camote. Es considerado el primer poblador estable del Perú
HOMBRE DE CERRO PALOMA: Cerro Paloma o La Paloma es un sitio arqueológico situado a 65 km al sur de Lima, en el Perú. Fue descubierto en 1966 por el arqueólogo suizo Frédéric Engel, quien desenterró los restos de aldeas superpuestas del Precerámico, o más específicamente, del periodo arcaico, cuya antigüedad es de 6.000 a.C. a 3.000 a.C. Importancia: - Emplearon 3 tipos de recursos provenientes de las lomas, el mar, las tierras altas andinas. - Construcción de habitaciones circulares y pequeñas. - Primer monumento arqueológico de América. - Sus entierros fueron simples. CARAL La Ciudad de las Pirámides En Caral destacan 7 grandes pirámides rodeadas de otras varias pequeñas, sumando 32 montículos en total. Sus constructores organizaron esta ciudad en 2 sectores: uno alto (al norte) y otro bajo (al sur). Un antiguo cause seco divide a ambas partes. En el sector alto se ubican 6 pirámides principales rodeando un espacio vacío. En el sector bajo destaca la Pirámide del Anfiteatro y varios edificios menores alineados con ésta. La zona residencial es un conjunto de casas donde habitaron los pobladores de Caral. Dichos conjuntos de casas están formados por muchas habitaciones interconectadas entre sí. Sus muros son muy angosto y están hechos con cañas entrelazadas recubiertas con barro (técnica llamada quincha). En algunas de estas habitaciones se han encontrado evidencias de que fueron usadas como talleres para la producción artesanal (Shady 2004).
Sectores
Sector Alto
Pirámide Mayor, Pirámide Menor, Pirámide de la Cantera, Pirámide de la Galería, Pirámide de la Huanca, Pirámide Antigua.
Sector Bajo
Pirámide del Anfiteatro, Templo del Altar Circular, Templo de la Banqueta.
Zona Residencial
---
En cada una de las muchas pirámides de Caral se llevaron a cabo diferentes actividades cumpliendo cada una de ellas un papel diferente en el orden social y religiosos de sus habitantes. La Pirámide Mayor se ubica en el Sector Alto de Caral. Consta de un volumen piramidal escalonado (pirámide) y una plaza circular adosada a su fachada. Una larga escalera de 9 metros de ancho asciende hasta alcanzar los 28 metros de altura, en la cima de la pirámide, uniendo a los dos anteriores elementos (pirámide + plaza circular), principales componentes de esta edificación. HUACA PRIETA Utilizando los valles, estos hombres fueron bajando a la costa y comenzaron a explotar el mar y sus productos sin abandonar la caza, y eventualmente se fueron quedando a lo largo del litoral. En estos asentamientos, la caza se convirtió en una actividad económica secundaria mientras la pesca, el marisqueo y la matanza de lobos marinos la fueron reemplazando. Al mismo tiempo el hombre continuó utilizando crecientemente las plantas domésticas y hacia fines del precerámico se alimentaba de todas las que encontraron los europeos cuando llegaron al Perú. En 1946, el arqueólogo Junius Bird descubrió el primer depósito precerámico en un oscuro montículo llamado Huaca Prieta, al norte del poblado del Virú en el litoral del valle de Chicama en la región de La Libertad. La antigüedad de este hallazgo conmocionó la estructura de la cronología arqueológica peruana, cuyo inicio hasta entonces se ubicaba alrededor de 1000 años a.n.e. fecha que correspondía al Horizonte Temprano representado por la cultura Chavín. En Huaca Prieta no solo encontraron objetos tallados en piedra sino también que gracias a las condiciones climáticas del desierto, se descubrieron restos de comida: pallares, zapallo, calabaza, frijoles, etc. Otro de los notables hallazgos fueron los primeros textiles en algodón. Estos han sido definidos como una muestra del mayor arte textil del periodo precerámico. Por otro lado, los investigadores han encontrado semejanzas entre su iconografía y la enocntrada posteriormente en la cultura Chavín. El descubrimiento de Huaca Prieta no solo fue un hito en la arqueología peruana, sino también en la historia de América en general. A partir de su investigación se obtuvo información del periodo precerámico y de sus habitantes que vivieron alrededor del 2500 a.n.e. KOTOSH: Kotosh es un sitio arqueológico ubicado en el distrito, provincia y departamento de Huánuco, en el Perú. Se compone de una serie de edificios superpuestos con 6 periodos de ocupación continua que datan desde el Arcaico Tardío hasta el Intermedio Temprano. El más famoso de sus recintos, expuesto actualmente al público, es el Templo de las Manos Cruzadas, llamado así por tener dos altorrelieves en barro en forma de sendos brazos cruzados, cuya antigüedad se remonta al 1.800 a.C. (fase Kotosh-Mito). Entre los investigadores y arqueólogos que han estudiado este sitio arqueológico se encuentran Javier Pulgar Vidal, Julio César Tello, Ben Trausher y Seiichi Izumi (este último fue el descubridor del Templo de las Manos Cruzadas).