1.2 Los Retos de Hoy Mateo 7, 24‐27 a vida siempre nos presenta oportunidades, nosotros decidimos si las tomamos o no. Tenemos la libertad de decidir cómo queremos actuar.
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Hoy en día, nosotros los jóvenes nos tenemos que preparar para el futuro. Debemos aprovechar todas las oportunidades que se nos presentan para ser cada día mejores. Debemos estar preparados para que pronto podamos conseguir un buen trabajo y no dejar que alguna persona que se preparó más que nosotros nos quite las mejores oportunidades. Hacer bien lo que debes hacer y hacerlo cuando lo debes hacer es una forma de prepararnos. Aprovechar el tiempo y estudiar es la mejor manera de conseguirlo. Debemos aprovechar las herramientas que tenemos a nuestro alcance para afrontar al mundo que tenemos enfrente. ¡Prepárate!. ___________________________________________________________________________________________
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i volteamos a ver cualquier libro de historia universal nos daremos cuenta que la enorme cantidad de carreras, trabajos y ocupaciones que tenemos hoy en día, eran prácticamente desconocidas apenas en el siglo pasado.
En el inicio… Por miles de años no hubo más que cazadores, recolectores, pescadores o campesinos, quienes vivieron de acuerdo con su ocupación. Los seres humanos se dividieron en unas cuantas ocupaciones y el buen desarrollo de sus habilidades dependía de qué tan bien aprendían a usarlas. Muchos de los carpinteros de aquél entonces eran a su vez hijos de carpinteros, y aprendían de pequeños los secretos del oficio. De esta manera había familias que a lo largo de generaciones y generaciones se dedicaban a lo mismo. Decidir qué hacer con nuestras vidas era en aquel entonces mucho más simple de lo que es ahora, cuando tenemos decenas de carreras y una multitud de oficios, desde los tradicionales, hasta los que han surgido en los últimos meses o incluso días. El mundo que nos toca… En este planeta nuevo, pequeño, plural, global, la competencia para sobrevivir es cada vez más fuerte. Pare tener un buen lugar en este mundo donde la vida es cada vez más difícil, no basta el saber hacer bien un oficio o el aprender a realizar medianamente bien un trabajo. El mundo actual nos presenta un reto realmente más grande, no solamente como personas, sino también como instituciones y como países. Este reto consiste en estar más preparados que nuestros papás o abuelos.
A los jóvenes de hoy no les debe bastar el prepararse medianamente. Por el contrario deben de buscar crecer intelectualmente día tras día. ¿Por qué se deben preparar más? Por que el mundo que les toca vivir no les va a pedir permiso para seguir girando y, si viven lo suficiente, verán que los giros son más veloces. Podemos escoger la carrera o el oficio que queramos, pero sea el que sea hay que estudiarlo y conocerlo a conciencia, por que si no lo hacemos, vendrá el día menos pensado, alguien que lo hará mejor que nosotros y a quien le darán el trabajo que pretendemos tener. ¡Anímate a estudiar más y a emprender nuevos retos!. Adquirir nuevas herramientas… Más nos vale que nos metamos en la cabeza la necesidad de ir adquiriendo una serie de herramientas que son las que mueven el mundo actual. Aprender un idioma distinto al nuestro, saber cómo y dónde encontrar información, manejar una computadora adecuadamente, en suma, prepararnos para el futuro que ya tenemos en nuestro presente, son sólo algunos de los retos que nuestro tiempo tiene y que debemos superar. Posiblemente no tengamos todos los recursos que deseamos para poder desarrollarnos, pero allí donde falte el dinero tiene que entrar el ingenio, la inventiva, la imaginación y el talento. Aprendamos a usar cada una de las herramientas que tenemos a nuestro alcance y afrontemos los retos que nos presenta el mundo que tenemos enfrente. ¡Ya no tenemos que pelear con mamuts para sobrevivir, ni debemos pasar años aprendiendo un oficio que no nos satisface, sólo porque era el único que conocían nuestros abuelos!. ¡Hoy tenemos la libertad de asumir los retos y para vencerlos!¡No desaprovechemos esa oportunidad!.
Afilemos el hacha todos los días. En cierta ocasión, un hombre joven llegó a un campo de leñadores ubicado en la montaña, con el objeto de obtener trabajo. Durante su primer día de labores trabajó arduamente y como resultado, taló muchos árboles. El segundo día, trabajó como el primero, pero su producción fue escasamente la mitad del primer día. Durante el tercer día, se propuso mejorar su producción, golpeó con furia el hacha contra los árboles, pero sus resultados fueron nulos. El capataz, al ver los resultados del joven leñador, le preguntó: “¿cuándo fue la última vez que afilaste tu hacha?” El joven respondió: “Realmente no he tenido tiempo de hacerlo, he estado demasiado ocupado cortando árboles”. A muchos nos sucede lo mismo día con día. Es conveniente darnos tiempo para afilar nuestros conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes, manteniéndolos al día. Recordemos que lo que usamos ayer… quizá no sea suficiente para el día de mañana.
19-Septiembre-2009 www.apostolado-anspacjoven.es.tl