1.5 Ser, Hacer Y Tener

1.5 Ser, Hacer y Tener  

   

El Rico Avaro Lucas 12, 16-21

E

n el mundo de hoy podemos encontrar muchas personas que se parecen al rico avaro, sólo se preocupan por tener cosas materiales, vivir cómodamente y darse todos los gustos. Esto se convierte en su mayor inquietud y dedican la mayor parte de su tiempo y esfuerzo para lograrlo. Se olvidan de que Dios es lo más importante, que no material no les va a servir de nada cuando estén ante Él. Debemos trabajar por acumular riquezas en el cielo para poder gozar de la vida eterna. A veces se nos olvida que el tener cosas materiales no nos hace mejores personas por el sólo hecho de tenerlas y sí nos obligan a estar más al pendiente de las necesidades de los demás y ayudar en todo lo que esté a nuestro alcance. ___________________________________________________________________________________ El tener A cualquier lugar a donde vayamos nos encontramos barrios elegantes con casas grandes, de jardines bien cuidados y cocheras para varios autos; y por otra parte hallaremos colonias de clase media con viviendas menos ostentosas y por supuesto colonias de clase baja con viviendas con lo mínimo indispensable para vivir o ni siquiera con eso. Si tocáramos la puerta de cualquiera de esas viviendas nos podríamos encontrar con personas muy diferentes entre sí o muy semejantes o en su educación, pero si de una cosa podemos estar bien seguros es que el cómo se comporten no dependerá exclusivamente de la casa en que viven. Por desgracia, si nos preguntaran a cada uno de nosotros en donde nos gustaría vivir, la mayoría seguramente escogeríamos vivir en la casa más grande y no en la humilde. ¿Por qué? Por que nuestra sociedad está diseñada para admirar al que más tiene, al más poderoso económicamente hablando. El hacer Por otra parte, así como hay decenas de ocupaciones y que cualquier trabajo honrado debe ser mencionado como valioso, es verdad que algunas ocupaciones son más reconocidas que otros. Un futbolista cobra una gran cantidad de dinero por entrenar dos horas diarias, jugar una vez a la semana y viajar en avión por todo el mundo, mientras se hospeda en los mejores hoteles. En contraste, un albañil que está paleando cemento bajo el sol ardiente durante 8 horas siete días a la semana, apenas gana para irla pasando. Lo que las personas hacen, a lo que se dedican, le da un status y una posición en la sociedad en la que se desenvuelven, sin embargo, no es tampoco lo que hacen lo que los hace mejores seres humanos.

La fuerza de costumbre Por desgracia, aunque en repetidas ocasiones la vida nos ha demostrado que el tener o el hacer no es necesariamente lo más importante para evaluar a un ser humano, nos seguimos yendo con la costumbre tratamos mejor, admitimos, admiramos y queremos ser como aquellos que hacen algo extraordinario o que tienen una fortuna más allá de lo normal. Lo que es peor, esa actitud nos lleva a muchos de nosotros a comportarnos de manera que podamos tener lo que esas personas que admiramos tienen. Y entonces tenemos jóvenes que, sin tener talento, pretenden ser artistas de TV o deportistas destacados. El ser Hay sin embargo, otro grupo de personas que en lugar de buscar e hacer algo o el tener más, han entendido que más que el hacer o el tener, lo más importante es el ser: ser mejor persona, ser humano, ser honesto, ser alegre, ser equilibrado, ser bueno. Las personas que se dedican a ser, normalmente estudian, se preparan, buscan lo mejor para los demás y para ellas mismas. La persona que es… • Conoce el valor de cada una de las cosas que tiene porque nadie le ha regalado nada y porque ha ganado con sudor y con cada uno de los panes que se ha llevado en la boca. • No le debe nada a nadie, y puede salir a la calle sin temor a que alguna persona, por envidia o por venganza, le vaya a tirar un balazo por la espalda. • Respeta a todos y juzga los demás de acuerdo a lo que son y no a lo que tienen o aparentan tener, o a lo que hacen. • Puede desempeñarse como médico, futbolista, chofer, albañil o panadero… y seguir siendo quien es. Atreviéndose a ser Claro está que no todos se animan a ser. Muchos preferimos aparentar o perseguir el dinero como si eso fuera lo más importante en la vida. Pero aquellos que se atreven por lo regular marcan una diferencia. Eres una maravilla Cada segundo que vivimos es un nuevo y único momento en el universo, un momento que jampas volverá a ser… Y ¿qué es lo que enseñamos nuestros hijos? Les enseñamos que dos y dos son cuatro y que París es la capital de Francia. ¿Cuándo les enseñaremos también lo que ellos son? A cada uno deberíamos decirle: ¿Sabes que eres? Eres una maravilla, eres único. En todos los años que han pasado jamás ha habido un niño como tú. Tus piernas, tus brazos, tus dedos hábiles, la manera como te mueves. Puedes convertirte en un Shakepeare, un Miguel Ángel, un Bethoven. Tienes la capacidad para cualquier cosa. Si, eres una maravilla. Y cuando crezcas, ¿podrás acaso dañar a otro que, como tú, sea una maravilla? Tienes que trabajar, todos debemos trabajar, para hacer que el mundo sea Pablo Casals digno de sus niños.

Sábado 10 de Octubre de 2009