Weber comienza aclarando, que el problema general que abordará no es la cuestión de lo que significa la política como vocación. Lo que emprende primeramente es tratar de responder que es lo que entendemos por política. Teniendo ésta un concepto muy amplio, resume considerándola como todas las actividades directivas autónomas en cualquiera de sus géneros. Por esto, aborda el tema con el concepto base de política, al que entiende como dirección o influencia sobre el Estado (dirección sobre una asociación política), siendo éste, considerado sociológicamente, fundado en la violencia. Aclara que con lo anteriormente dicho, no quiere decir que la violencia es el único medio del Estado, pero si es el específico y el más importante. De esta manera, Weber define al Estado como una entidad que posee monopolio en el uso legítimo de la fuerza; definiendo política, para nosotros, como la participación en el poder y en su distribución entre los estados y dentro del mismo, entre los hombres que lo componen. También, Weber emprende la cuestión a resolver sobre quienes son políticos realmente. Clasifica a dos tipos de políticos, los que ejercen el poder para llegar a ciertos fines, y a los políticos que lo ejercen solo para llegar a sus propios intereses y para gozar de los beneficios que le otorga. Desde mi punto de vista, relacioné lo anterior con lo que mas adelante Weber clasifica, los que son políticos que viven “de” la política, y los que viven “para” la política. Los políticos que viven “de” la política, son aquellos que la ejercen para sacar provecho y como fuente de ingresos, los relacioné con el segundo tipo de política que nombré. Los políticos que viven “para” la política, los relacioné con el primer tipo de política que nombré anteriormente, ya que se pone al servicio dándole un sentido a su vida, haciendo de la política “su vida”, intentando llegar a cierto fines para la comunidad. Resalta dos tipos de ética utilizadas por políticos: la ética de la convicción y la ética de la responsabilidad. La ética de la convicción es la que se realiza obrando bien y dejando todo en manos de Dios. La ética de la responsabilidad podemos verla en aquellos que se hacen cargo de las consecuencias de su acción, habiendo sido anteriormente previsibles por el actor, sin culpar a los ciudadanos o a Dios. En fin, concluye que ninguna ética consigue “fines buenos”. Porque la primera, practica el amor al prójimo, y no opera con el poder político, su reino no es de este mundo. En la segunda se realizan actividades utilizando tal vez la malicia, y el político pensando solo en sus propios intereses, sin beneficiar al pueblo. De esta manera, Weber argumenta su planteamiento de que la violencia estatal es necesaria para una política buena, ya que es la solución a este problema de éticas y políticas.
La Política como vocación Alumna: María Natalia Fernández Profesor: Ángel Ramírez Curso: Sexto. División: Humanidades.
2008
Conclusión: La obra de Weber “La política como vocación” me pareció un material muy instructivo, interesante y pienso que estos conocimientos son de mucha utilidad, ya que en la vida siempre es necesario saber estos temas. Sinceramente no pude leerlo con mucho detenimiento por falta de tiempo, por lo cual pienso que este resumen que realicé se encuentra incompleto. Igualmente pienso leer esta obra más detenidamente, porque realmente como dije anteriormente, me resulto de mucho interés. En fin, me gusta leer y realizar trabajos sobre este tipo de contenido tan instructivo y valedero.