quien me donó l’existencia. (Violeta Parra)
Si me falta l’elocuencia
Pero, pensándolo bien
para tejer el relato,
y haciendo juicio a mi hermano,
me pongo a pensar un rato
tomé la pluma en la mano
afirmando el «tuntuneo»,
y fui llenando el papel. (1)
a ver si así deletreo
Luego vine a comprender
con claridez mi retrato.
que la escritura da calma a los tormentos del alma, (2)
Tenga calma la compaña,
y en la mía, que hay sobrantes, (3)
ya viene la despedí’a;
hoy cantaré lo bastante
la poca sabiduría
pa’ dar el grito de alarma.
mis ocurrencias empaña. Siempre la suerte m’engaña
Empezaré del comienzo
por mucha ilusión que tenga.
sin perder ningún detalle;
Que la fuerza me sostenga (6)
espero que no me falle
si el sacrificio es en vano,
lo que contarles yo pienso.
y no me condene, hermano:
A lo mejor no convenzo
no hay mal que por bien no venga.
con mi pobr’ inspiración, (4) escas’ ando de razón, mi seso está ’polilla’o, mi pensamiento nubla’o con tanta preocupación.
Recularé algunos años y de lugar mudaré, así les relataré sin «coilas» y sin engaños. Que se descarguen los daños en la pobre relatora por no valerle hast’ ahora haberse amarra’o a Chile. Si el canto no le da miles, válgame Dios, la cantora.
Primero, pido licencia pa’ «trasportar» la guitarra; después, digo que fue Parra (5)
Décimas (7): Mas van pasando los años
Yo no protesto por migo, porque soy muy poca cosa;
(Violeta Parra)
reclamo porque a la fosa
Mas van pasando los años,
van las penas del mendigo.
las cosas son muy distintas:
A Dios pongo por testigo,
lo que fue vino, hoy es tinta,
que no me deje mentir:
lo que fue piel, hoy es paño,
no me hace falta salir
lo que fue cierto, hoy engaño.
un metro fuera ’e la casa
Todo es penuria y quebranto,
pa’ ver lo que aquí nos pasa
de las leyes de hoy me espanto,
y el dolor que es el vivir.
lo paso muy confundida, y es grande torpeza mida
Dispénsenme las chiquillas
buscar alivio en mi canto.
si m’he salido del tema, es qu’esta verdad me quema
Han visto la mantequilla,
el alma y la pajarilla.
dicen de que’s vegetal,
Quemá’ está la sopaipilla,
y que de leche animal
pa’l pobre ya no hay razones;
fabrican la mostacilla.
hay costra en los corazones
Las líneas de las chiquillas,
y horchata en las venas ricas.
desmáyese el más sereno,
Y claro, esto a mí me pica
que lo que miran por seno
igual que los sabañones.
no es nada más que nilón. Pregunto con emoción: ¿quién trajo tanto veneno?
En este mundo moderno, qué sabe el pobre de queso, caldo de papa sin hueso, menos sabe lo que es terno; por casa, callampa, infierno de lata y ladrillos viejos. ¿Cómo le aguanta el pellejo?, eso sí que no lo sé, pero bien sé que el burgués se pit’ al pobre verdejo.