Viernes Final.docx

LA ÚLTIMA SEMANA DE CRISTO VIERNES Mateo 27:32-54; Lucas 23:26-47 Tinieblas sobre la tierra, preludio al sol de justicia. La cruz, el escenario de palabras dichas a Jesús directamente o en tercera persona, va a ser testimonio de diversas personalidades, todas tienen algo que decir, pero ninguna apunta al blanco, salvo, eso sí, la última palabra dicha por el centurión, representante oficial del concubinato Roma-Israel en ese día. Mateo concentra 66 versículos para este día: Pilato, la muerte de Judas, cuando Pilato interroga a Jesús, la sentencia a muerte del Señor y la crucifixión, muerte y sepultura. Consideraré sólo 16 versículos. Tradicionalmente se leen y analizan las siete palabras de Cristo. Grandes verdades y belleza hay en esas expresiones. Pero también hay siete “palabras”, que más que palabras son expresiones u oraciones, frases dichas al crucificado, como un epílogo de una semana llena de injurias y rechazo al Señor. (1)El primer tipo de persona que pasa, menean la cabeza, son los curiosos de siempre que decían: “Tú que dijiste que en tres días podrías reconstruir el templo, desciende ahora de la cruz” (Mateo 27:40 y 26:61). Toman las palabras proféticas y las tuercen según sus intereses. La teología al servicio de mezquinos intereses; la teología llevando en sus faldas un falso conocimiento de Dios. El racionalismo y el liberalismo, negando los milagros y opacando a Dios con la excusa de exaltar al hombre. Craso error. O el extremo fundamentalismo que con caballerizas mira la Biblia haciéndola decir lo que no dice.

La tergiversación de las Escrituras ha llevado por un extremo desde justificar el espiritismo hasta, por el otro, justificar el Apartheid sudafricano. Las colonias inglesas en la India y China, el imperialismo español en Latinoamérica, las misiones de Norteamérica llevando el “modo de vida americano” a otras latitudes; aun la odiosa inquisición que tenía una batería de versículos para justificar los horrores injustificables de matanzas y sufrimiento de los que no pensaban igual, son todos ejemplos de cómo la Biblia puede sr utilizada en perjuicio de la verdad y de la integridad, inculturizando más que llevando el evangelio. Él nunca se estaba refiriendo al templo hecho por manos humanas. Después que resucitó, Juan lo interpreta y dice: “Más él hablaba del templo de su cuerpo” (Juan 2:21). “Descender de la cruz” es poder que no redime. Si él descendía era como hacerle caso al Diablo cuando en el desierto de las tentaciones le dijo que se lanzara del pináculo del templo. (2)No solamente eran curiosos e iletrados los que lanzaban epítetos sin sentido al que estaba en la cruz; también estaban los principales sacerdotes. Eran el segundo tipo de personas que pasaban. Estos vociferaban: “A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar”. (Marcos 15:31). Tienen que admitir que varios muertos fueron levantados a la vida durante el ministerio de este crucificado; otros, ciegos y leprosos, sanados; muchos liberados por demonios y otros levantados de la postración y de la prostitución. Aun, si se puede hablar de esta manera, “salvó” a la naturaleza cuando vientos y tempestades le hacían caso. Si él “se salvaba a sí mismo” significaba la muerte de la humanidad. Seguiría siendo “rey de un pueblo”. Pero él dio la vida por la humanidad. Al igual nosotros debemos dar la vida por los demás y hay muchas maneras de hacerlo. Somos deudores del mundo (Romanos 1:14), no a una elite o a un grupo en particular, sino del mundo. (3)Un tercer tipo de “personas” era un amalgama religiosa: Principales sacerdotes, escribas, fariseos y ancianos (Mateo27:41). ¿Qué declaran?

“Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de Dios” (Mateo 27:43). Era Satanás mismo repitiendo su asalto tentador (Mateo 4:6). Satanás existe aunque se vista con ropa sacerdotal, pastoral, clerical, diaconal, o con mi propia ropa. Debemos estar atentos a sus insinuaciones y como de nuestra boca pueden a veces salir palabras que atentan contra la Trinidad en general o en particular contra el Hijo. Por supuesto como Dios (Hijo de Dios) él podía haber vencido tanto las tentaciones y también haber bajado de la cruz. Pero el asunto central era que él estaba siendo nuestro representante como hombre, entonces él debía actuar hasta el final como hombre. LA SUTILEZA DE ESTE DICHO ESTABA PRECISAMENTE QUE ÉL NO NEGARA QUE ERA HIJO Y ACTUARA DIVINAMENTE Y NO COMO HOMBRE. Incluso estos sátrapas e insolentes quisieron hacerlo dudar del amor de su Padre; “Líbrele ahora si le quiere”. Nosotros hoy podemos tener convicciones y certezas abundantes. Nos nutrimos de su palabra y avanzamos en la vida con seguridad. Somos hijos de Dios y nada ni nadie nos separarán de su amor (Romanos 8:38-39). El amor no excluye la dificultad ni el dolor. Alicia en el país de las maravillas está fuera de una vida normal cristiana. (4) Están los ladrones, como un cuarto tipo de personas. Cada uno con su mirada en particular. El “Sálvate y sálvanos” del primero (Lucas 23:39) merece la reprensión del segundo ladrón, pues este le dice “¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo” (Lucas 23:40-41). Y de paso le pide a Jesús: “Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino” (Lucas 4:42). La reacción favorable que tuvo el Maestro para con este ladrón es símbolo y realidad a la vez de su amabilidad y acción redentora para con nuestras vidas. Él es el mismo que recoge a prostitutas, asesinos y pecadores indecibles. El drogadicto y alcohólico, el hechicero, homicida, fornicario

y ladrón corrupto (Apocalipsis 9:21, que de paso ilustra la condición de la humanidad cerca de su venida) tienen acceso directo a su presencia y a su acción salvadora. El segundo ladrón quería su bendición al final, cuando su reino fuera establecido (un ladrón escatológico; un ladrón tratando de elaborar un mini discurso teológico); pero Jesús le promete bendiciones hoy. Pide sólo al hombre entrega y honestidad para con él. Desde las 12 del día hasta las tres de la tarde un eclipse total e inusitado (la ciencia ha descubierto que en esa fecha y día era imposible un eclipse) invadió la región. Dice el texto “sobre toda la tierra” (Mateo 27:45). Esta oscuridad era como una declaración del cielo de lo que podría significar para la humanidad vivir sin un salvador y que por un momento, en forma absoluta iba a ocurrir, cuando Jesús expirara. (5)Entonces aparece el quinto tipo de personas. Sencillamente eran judíos. La expresión, “A Elías llama”, puede ser la clave para inferir que eran judíos, pues ellos eran los versados en la ley. Probablemente, se piensa, que Jesús murió recitando el salmo 22. Él dijo Eli, Elí, no Elías, Elías. Para muchos judíos Elías vendría antes del Mesías y piensan que Jesús estaba buscando ayuda en ese personaje del Antiguo Testamento. Era una falsa expectativa. Ni Elías vino ni el sol alumbró; sin embargo el mayor milagro estaba por ocurrir. La vida entera de Jesús partida por mí y por ti sería el Sol de Justicia que empezaría a alumbrar a toda la humanidad y a cada persona en particular. Hoy los mercaderes de falsas ilusiones inundan nuestras calles y nuestros televisores. Son los vendedores de falsas expectativas que con mixtura bíblica-pagana, nos quieren convencer. Pero la roca de nuestra fe, ancla eterna, está ahí; desde la cruz alumbrando todo lugar oscuro y desde el santuario redimiendo a quien se acerque con fe a él. La invitación del cielo tiene fundamento escriturario, todo el Antiguo Testamento apuntaba a esto; fundamento meritorio, en la sangre de Cristo; y fundamento siempre presente, porque este crucificado está en este

mismo momento intercediendo por ti y por mí en el lugar santísimo (Hebreos 7:24-25). Se hace necesario una digresión: Aunque no me estoy refiriendo aquí a las palabras que Cristo pronunció, sino a las que fueron dichas a la cruz (no, desde la cruz), la expresión de Jesús Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? merece una pequeña palabra final. Jesús empezó con un grito desolado y angustioso, tal como se inicia el salmo 22, pero ¿No podríamos asumir que enfrentó la muerte con todo este salmo en forma profética?, EN OTRAS PALABRAS, MURIÓ RECITANDO TODO ESTE SALMO. Veamos su parte final: “Se acordarán, y se volverán al Señor todos los confines de la tierra, y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti. Porque de Dios es el reino y él regirá a las naciones, y más adelante agrega: Se postrarán delante de él todos los que descienden al polvo,…vendrán y anunciarán su justicia, a pueblo no nacido aún, anunciarán que él hizo esto.” ¡Qué hermosa culminación de la vida y muerte de uno que vino a servir, amar y dar la vida en recate por muchos! (6) Un ladrón abofetea en la cara a los que “conocían” la ley, cuando dice “cuando vengas en tu reino”, verdad bíblica y teológica extraordinaria. Ahora, otro gentil, otro no de la estirpe sacerdotal va a decir la verdad central, otra bofetada, por la cual todo el plan de salvación se movió. Entramos al sexto tipo de persona con el centurión. Lucas 23:47 “VERDADERAMENTE ÉSTE HOMBRE ERA JUSTO” y Mateo 27:54 “VERDADERAMENTE ÉSTE ERA HIJO DE DIOS” Estas palabras son más poderosas que las tinieblas que llegaron o que el terremoto ocurrido, o que el velo rasgado o que los sepulcros abiertos. (Mateo 27:51-53).

(7) Y así llegamos al último tipo de personas que se para ante la cruz. ¿Qué palabras saldrán de la boca de estas personas? ¿Quiénes son? Tú y yo. Los sedientos, los que tienen hambre y sed de justicia (Mateo 5:6). Hoy, en pleno siglo XXI, con adelantos tecnológicos sin precedentes y con una casi infinita reserva de información en el internet, el mundo igualmente necesita con urgencia de un Salvador. Los sedientos de este mundo, los huérfanos espirituales o los que viven en la babel religiosa de la actualidad; todos, pueden pasar por la cruz y allí, donde la “muerte fue sorbida por la vida” (1 Corintios 15:54), encontrar la verdadera vida. ¿Cuál va a ser tu decisión frente a esta CRUZ? ¿Va a ser la de Judas, que vio y se ahorcó? ¿Va a ser la de Pilato, indeciso? ¿Va a ser de los que miran de lejos? ¿Va a ser de los que se mofan sin argumentos? La decisión del tosco, irreflexivo y temeroso Pedro (aunque estos epítetos puedan ser negativos) es la decisión esperada. Su mirada se encontró con la de su Maestro y esas lágrimas (de Pedro) “…Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho: Antes que el gallo cante, ME NEGARÁS TRES VECES. Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente.

(Lucas 22.61-62)

se iban a licuar junto a la sangre del madero y de esa unión entre la pobreza del hombre y la riqueza de mi redentor, habría vida eterna. El Señor lo perdona, lo restaura, lo llama, lo capacita y lo envía. Llegó a ser Apóstol y mártir de la fe; más aún, su nombre está escrito en el fundamento de la Nueva Jerusalén (Apocalipsis 21:14).