Una carta JAROCHA de amor Que nunca debió escribirse
Apasionado y honradamente la quiero a ud. joven hermosa y como es natural yo deseo proceder con prontitud y eficacia, a fin de presentrla luego en el altar de la iglesia y no engañarla vilmente. Pues pienso que usted es la más pura y mujer inimitable de la mujer buena y casta que pudo haber existido.
Así mismo deseo depositar en usted el secreto de mi alma, e impedir que mis venas se quemen con ardiente pasión, y después de haber formalizado nuestras relaciones y haber comunicado a su mamá y hermanas quedará mi verdadera pasión correspondida, a fin de que la haga feliz con tanta pasión.
La verdad le digo, que el más afortunado cupido mirándonos dichoso con tan ardiente anhelo envidiaría nuestra dicha; pues créame que co-
nocer la felicidad matrimonial que desea toda mujer, es la más importante en la vida.
Su Enamorado