Un poema para Susan A Susan Castro, cuando era niña
La joven Susan con sus hojas con sus lápices con sus alas flamígeras con sus flores siempre amarillas ¿Mira el blanco papel de sus hojas o se mira a sí misma? Un prado la aguarda mientras escudriña el futuro (con sus manos ínfimas) frente a la ventana Algún verso está cerca más allá hacia donde la mirada se desvanece y aguardan, en silencio, las horas futuras.
JOSÉ JESÚS VILLA PELAYO