Todo Lo Que Brilla Es Oro.docx

Todo lo que brilla es Oro Germán Silva - Tunja 2018

Mira que aquí lo tengo, Mira que aquí lo tengo.... Héctor Buitrago El Dorado, 1995

Introducción El mito más recurrente de nuestra historia de conquista fue el de El Dorado, este lugar de infinita riqueza que motivó la sangrienta conquista española a desplazarse por todo el continente a saquear, violar, y “civilizar”. Es mi convicción que este proceso no se ha detenido, las compañías mineras y de otras índoles siguen extrayendo cantidades enormes de recursos físicos y humanos de nuestro territorio sin que aún tengamos forma de detenerlo, o transformarlo para nuestro beneficio. Pero no es mi intención despacharme contra estos conquistadores de antaño y presente, ya muchos lo han hecho con mucha más maestría de la que tengo en este tema. Mi reflexión de fondo, es que tal vez ese dorado nunca se trató del oro físico, sino de algo más interesante que tenía el pueblo habitante de este territorio. Algo que la conquista y todas sus consecuencias violentas no nos podían arrebatar. Este oro interno del que hablo, es esta capacidad de deleitarnos en la vida, en cada instante, cada forma, y en chispa de luz y en cada sonido. Es ese encuentro con el conocimiento para ponerlo a jugar con la creatividad, e inventarnos cada nueva posibilidad del ser humano, para así ir dejando migas de pan para los que vienen, así como otros que han llegado nos han dejado caminos llenos de pistas para seguirlos. Los antiguos alquimistas estaban buscando una forma de transformar el plomo, y otros metales innobles en oro. Después de mucho estudiar las grafías, los textos, y las locuras de los principales autores en el tema, la conclusión es que la verdadera búsqueda no tenía que ver con nada externo a uno mismo, la alquimia real, solo era un camino para convertirnos de hombres animales a “Hombres Dorados”. Un camino que comparten de forma sincrética las principales religiones del mundo, los cuentos infantiles, y los misticismos de toda clase. Pero todo esto suena muy ideal, tal vez ficticio mientras no exista algo de que agarrarlo en la realidad. Yo mismo ya he estado perdido en infinitas creencias y mitos tratando de encontrar

eso que nos da valor, eso que nos da brillo y sobre todo poder para crear y vivir de forma más armónica y acorde con la tierra y con este instante. Para lograr esto, se necesita de una materia prima, que todos tenemos disponible en todo momento, algo que podríamos equiparar con el elemento pesado que queremos transformar. Para esto quiero traer un hecho de nuestra realidad moderna, y es que un altísimo porcentaje de personas tenemos algún tipo de desorden mental. Ansiedad, Esquizofrenia, Desorden Bipolar, y todo el catálogo de posibles adicciones, desde las sustancias hasta las malas relaciones amorosas o con jefes, profesores y compañeros. Y lo menciono porque yo también estoy en ese porcentaje. En 2008 me diagnosticaron con Trastorno Bipolar Afectivo después de cinco años de vida profesional relativamente exitosa, activa y con buenos sueldos y dividendos. Más la presión por estar contribuyendo a una industria corrupta y decadente, que es en parte responsable por muchas de las causas del desequilibrio actual del planeta, reventaron en mi como si un resorte ya no soportara más la presión y saliera disparado de ese mundo para no querer volver jamás. Desafortunada o afortunadamente no fue así, y mi transformación hacia una nueva visión ha sido lenta, tortuosa pero segura, me he tenido que cambiar de a poquitos pero cada vez con más claridad de la dirección a la que voy. Los años y la experiencia me han dado el entendimiento que participar en proyectos con poca integridad, son los que más me duelen en el alma, los que menos orgullo me hacen sentir, y los que jamás agrego a mi portafolio.

¿Qué tiene que ver esto con el diseño gráfico, la creatividad y la sostenibilidad? Los diseñadores gráficos, y en general los comunicadores del mundo tenemos muchísimo más poder del que solemos asignarnos. Somos los responsables de que el mundo consuma lo que consume, desde los eventos a los que asistimos, a los productos que consumimos, y desde la información que nos llega hasta los políticos que elegimos. Tenemos la capacidad de influenciar, de cambiar, de alterar el orden de las cosas. Pero más seguido que no, optamos por participar en dinámicas dañinas para mentes, cuerpos, y territorios. Seguimos narrativas que benefician el lucro de corporaciones, y vemos las dinámicas del dinero y las jerarquías como si fueran inmutables, fijas, y deseables. Y lo que quiero traer a colación con la enfermedad mental, especialmente con la ansiedad, es que muchas veces esta está siendo generada por las prácticas y decisiones que estamos tomando todos los días, y aunque nuestra costumbre suele ser combatirla con drogas tanto legales como ilegales para anestesiarla, o simplemente haciéndonos los valientes y siguiendo adelante en nuestro camino al éxito a pesar del dolor que nos produce. Esta incomodidad, este dolor que sentimos, este desequilibrio, tal vez sea el mapa de ruta no solo para mejorar nuestra salud sino para mejorar la salud de nuestro entorno y del mundo. Y quizás sea ese

dolor lo que podemos transformar en el brillo dorado que le de nuevas alas y propósito a nuestras vidas. Carlos Castaneda le dice a esto “Solo seguir caminos que tengan corazón” es decir, que las decisiones que tomemos se sientan bien a un nivel profundo de esta forma el cambio que queremos ver en el mundo, lo vamos generando en nosotros. Y a la vuelta, el mundo nos va dando oportunidades para moldearlo y transformarlo de la mejor manera.

Biogra.Phi.a Tuve la fortuna de estar expuesto al diseño desde muy niño, mi papá era profesor universitario de Inglés, y su investigación docente fué toda la vida alrededor del aprendizaje autónomo, y sobre lo mal que lo estaban haciendo las universidades. Así que desde niño sentí un rechazo por la educación tradicional y por las estructuras conservadoras, sin embargo la gran pasión de mi papá eran las imprentas y sus posibilidades para difundir sus ideas y transgresiones, así que desde que tengo memoria él tuvo una imprenta en paralelo a su trabajo como docente. Uno de sus referentes principales era Benjamin Franklin, quién también era impresor y también usaba su taller para hacer su difusión intelectual. Mi mamá, también profesora universitaria, tenía una librería especializada en libros técnicos. Así que pude entrenarme en producción gráfica, y diseño, y de vez en cuando le pedía libros regalados a mi mamá, principalmente sobre manejo de programas, y de programación. Así que no era difícil ver desde pequeño que quería una carrera relacionada con el arte y la tecnología. Aprendí corel draw y html desde niño, junto con diversos cursos de artes plásticas en los que estuve involucrado me dieron las bases para mi carrera. Mi primer encuentro con ese meta-dorado, lo encuentro en primer semestre de Diseño Gráfico. Cuándo vemos el tema de la proporción áurea, la secuencia de fibonacci y la fractalidad. En este momento me sorprendió mucho, no solo el advertir que es una propiedad que se repite en la naturaleza, sino ver que muchos artistas lograban encontrar la proporción, sin siquiera tomar una medida de regla, les salía naturalmente, como si algo en su interior se les hubiera afinado para lograrla. Salí de la universidad, y entré de una a trabajar en una empresa que ofrece productos de internet. Indexcol. Allí tuve la oportunidad de trabajar para marcas gigantes, como Coca Cola, McDonalds, Avianca… quedó a mi cargo la cuenta de Unilever Andina, y Warner Bros para todo lo relacionado con el diseño de sus páginas, y naturalmente nada alimenta más el ego de un diseñador que ser parte de estas marcas, aunque solo aguante un par de años… Entendí que esto no era lo que me llenaba. Renuncié y me fui a pasear por sur américa.

Durante el viaje, apareció otra vez la proporción y sus manifestaciones de fractalidad leyendo el “Código DaVinci” mientras viajaba en un barco por el río Amazonas. Me impactó tanto, que me obsesioné poco a poco con este principio, y comencé a verlo nuevamente en todo lo que se manifestaba en mi camino, algo así como en la película de Aronovsky PI. Unos años después decidí usar la proporción en tantos procesos gráficos como pudiera. Pero también me daba cuenta que solo usar el aspecto geométrico en la aplicación de los diseños no era suficiente, de hecho se podía volver una cárcel bastante implacable, e incluso podía llegar a dañar diseños que estaban bien, simplemente porque no encajaban en esta regla estricta que me había colgado encima como creencia. Paralelo a este descubrimiento, también tuve la fortuna de encontrar un trabajo en una agencia que solo recibía proyectos que tuvieran que ver con el “bien público”. Cultura Ciudadana, Responsabilidad social y ambiental, y temas que en últimas vibraran bien eran la regla en esta agencia. Esta agencia se llama San Francisco, y aún somos grandes amigos y aliados. Tal vez su legado más grande fueron las estrellas negras que evitaron la muerte de miles de personas por accidentes de tránsito. Tuve una temporada bonita trabajando clientes e ideas muy interesantes, pero esta temporada no me duró mucho pues aunque me encantaba el lugar, me excedí trabajando y mi salud se vió afectada por tanta entrega a estos ideales, así que decidí mi primer experimento como freelance. Durante este año, recibí varios clientes que quedaron contentos con el trabajo realizado. Sin embargo, siempre sentía que faltaba algo, que había una chispita faltante, un aspecto que había encontrado en el trabajo con la agencia anterior, pero que no la tenía en esta nueva temporada por mi cuenta. Igual mi busqueda filosofal seguía intacta, y no dejé de estudiar una cantidad de temas fascinantes, de los cuales el que más me quedó fué el concepto de la sincronicidad, que es esa propiedad en donde los pensamientos, las ideas y los sueños se ven alineados al tiempo y a la manifestación de la realidad. Así que mi vida comenzó a transitar entre una narrativa convencional y una narrativa mágica, en donde los milagros y la expresión creativa afectan cotidianamente todos los aspectos de la vida. Después de un año de trabajo como freelance, se cumplió uno de mis sueños como diseñador gráfico, trabajar en una mega agencia, con un buen sueldo y rodeado de talentos gigantes. Entré a trabajar a Leo Burnett a realizar tareas de diseño web. Aunque sólo trabajé por un par de meses en esta agencia, me fué suficiente para entender que no quería trabajar en este mundo de la superpublicidad. Primero evidencié el fenómeno del monopolio global de la comunicación, en la cabeza de Publicis Groupe, que me pareció nada menos que grotesco. Luego la famosa frase de Leo Burnett “Puedes quitar mi nombre de la puerta, cuándo la agencia esté más preocupada por hacer dinero que por hacer publicidad… cuándo comprometas tu integridad… cuando pierdas la humildad… ”1 y otros principios así de lindos 1

Cuándo quitar mi nombre de la puerta. Leo Burnett https://www.youtube.com/watch?v=1WExxi300hc

me ponían a reflexionar muy fuertemente sobre nuestro papel como diseñadores gráficos en la sociedad. Y claro, se evidenciaba en cada escritorio la cantidad de basura que generamos con el único propósito de que la gente consumiera, para que las corporaciones mantuvieran el incremento de su lucro sin importar lo falso, manipulador, o polémico que resultara lo que se estaba vendiendo. Me pude imaginar las mentes en formación de nuestros niños, completamente expuestas a estos mensajes, y entrenados por la industria para pedirles insistentemente a sus papás que les compraran el producto en cuestión. Me enfermaba ver que cuando se generaba malestar, y los papás denunciaban con las emisoras y con las respectivas autoridades, los “creativos”, jefes de cuentas y demás responsables se llenaban de júbilo al ver que sus campañas estaban generando polémica, y así logrando aún más audiencia para sus marcas patrocinadoras. Simplemente no pude con esto. Al cabo de unos días, fué tanta la presión interna que renuncié. Y no solo renuncié a la agencia, renuncié a mi rol para el que me había entrenado toda la vida, y renuncié en contracorriente de mi familia, de mi sociedad, de mi pareja. Y desde este momento, algo en mí se prendió, como una herida vieja que no había sido reconocida, como una nueva guía interna, con un nuevo lenguaje con nuevas señales que me guiaban a una nueva forma de satisfacción, o felicidad tal vez. Lo que haya sido, me abrió la puerta a la posibilidad de recursos de imaginación ilimitados, pero también a una disfuncionalidad mayor para moverme en las tareas que antes eran cotidianas, así que mis decisiones desde este momento fueron: afilar mis habilidades plásticas y de expresión, y buscar formas de llevar una vida más íntegra, de la que no tuviera nada que arrepentirme. Esto fue hace diez, años, el 2008 fué el año en que desperté en esta nueva consciencia pero a la vez fué uno de mis años más difíciles. Por lo anterior, porque perdí a mi mamá, porque para mi familia, amigos y pareja había perdido la cabeza y la gran preocupación era de que iba a vivir. Y la única opción laboral desde ese momento fué el freelancing, ya que no soportaba más la idea de tener alguien encima o por debajo mío, así que el efecto más inmediato fué una dificultad en el ámbito económico. Mi equilibrio emocional llega nuevamente gracias al amor, en 2009 conozco a Karen, mi pareja actual. Y ha sido junto a ella que hemos podido construir paso a paso el universo en el que nos estamos moviendo actualmente. Debo hacer una corta mención a mi primer hijo, Índigo nació en 2012 y solo pudimos disfrutar de su compañía por 12 días, ya que una enfermedad congénita sumada a la negligencia médica de nuestro sistema médico nos lo arrebató prematuramente. Y lo menciono porque esta crisis, cuatro años después de la anterior mencionada me enseñó el valor de la presencia total. Mirar hacia atrás o hacia adelante desequilibra, mientras que mantenerse en el presente trae poder, y permite (sobre todo durante las crisis) sacar nuestros mejores aspectos, especialmente en el lado creativo, siempre y cuando estemos dispuestos a asumir y transformar los montones de energía que se mueven en estos momentos duros.

Durante estos diez años de mercenario gráfico, aunque tuve un par de cortos empleos, me he dedicado a construir mis habilidades y mi negocio como freelance. Durante este tiempo también trabajé para grandes marcas, pero también siempre notaba que si la marca carecía de integridad, simplemente no me sentía orgulloso de mi trabajo. En cambio, los trabajos que hacía para más idealistas, sin importar que a veces fueran más pequeñas simplemente me llenaban de orgullo y emoción. Y por alguna extraña razón, quedaban mejor diseñadas. Paralelo a mi trabajo y mi estudio en diseño, seguí estudiando mucho sobre geometría sagrada, metafísica, psicología y filosofía. Viendo que estudiar y escribir sobre otros asuntos distintos al diseño, son lo que me hacen mejor diseñador. Buckminster Fuller crea el concepto de tensegridad, refiriéndose a la capacidad de las estructuras creadas de resistir y adaptarse a las tensiones que son sometidas. De la misma forma la estructura ética del ser humano, es la misma que sostiene su vida y que hace que pueda transformar las tensiones circundantes en posibilidades creativas. Wittgenstein lo plantea con el concepto de que “ética y estética son uno solo”2 Así que tras estos duros entendimientos, desde el 2017 decidí que el camino a tomar en mi carrera era la sostenibilidad.

Revolución Nuclear En lo que estamos es en una Revolución Nuclear. No una de bombas atómicas, sino una desde el núcleo, es decir, desde uno mismo y su propia familia. Es asumir la responsabilidad de los cambios que queremos para nuestro mundo tomando acciones orientadas a mejorar nuestros hábitos de vida, y dejando atrás todo aquello que no esté alineado con nuestros objetivos de sostenibilidad y respeto por la vida. Nuestra capacidad de decidir no se limita a las elecciones de gobierno, cada acto es un voto, y cada gesto debe considerarse parte de un activismo político aún cuando no tenga representación en el poder. Nuestra búsqueda es no depender de gobiernos ni otras entidades para nuestra subsistencia, pero nos regocijamos con todo acto benéfico para la vida que venga de estas esferas o de los esfuerzos personales, y recibimos con brazos abiertos y cooperativos a quienes comparten esta visión. Desde que nos conocimos con Karen, mi pareja, hemos estado buscando un algo, y han tenido que pasar los nueve años que vamos a cumplir para poder definir esta búsqueda en este proyecto de vida. Nuestros aciertos y tropiezos, nos han llevado entender que lo que queremos para nuestras vidas y la de nuestros hijos es estar en equilibrio, con nosotros mismos, con nuestra familia, nuestra sociedad y nuestro ambiente.

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https://elcultural.com/revista/letras/Wittgenstein-etica-y-estetica/601

Por esta razón, tomamos la decisión de crear con nuestras manos, con nuestra inteligencia y con nuestra creatividad ese mundo que queremos. Y vemos que consume la misma cantidad de energía pelear contra el paradigma que se está cayendo, que luchar por el que nos gustaría ver. Los trabajos que hemos estado recibiendo desde hace un tiempo, solo tienen que ver con esta lista. Ya que es nuestra convicción, que en la medida que le colaboramos a quienes están buscando un mundo más sano y más sostenible, tendremos las herramientas para que nuestra familia tenga estos recursos también. Estos son los aspectos de los que nos gustaría seguir aprendiendo y que queremos seguir divulgando. Entre ellos se relacionan, y necesitamos de todos para seguir creciendo:

1. Meditación y desarrollo personal. La llegada a las realizaciones que he tenido en los últimos años, vienen principalmente de la meditación. Ir hacia adentro nos permite ver con más precisión lo que venimos a hacer en este mundo, nos disipa las nubes de las emociones dañinas, y nos da nuevos impulsos para continuar creciendo. Conocer a Karen fue gracias al grupo de meditación al que asistimos en ese entonces. Y también he podido colaborar en grupos de yoga, coaches, y quienes estén difundiendo formas de transformación y desarrollo personal.

2. Nutrición y Veganismo De las primeras decisiones importantes en mi camino sostenible fué dejar de comer animales. Esto implicó que nuestros alimentos de ese día en adelante fueran cocinados por nosotros para asegurarnos de comer bien. Al principio tuvimos fallas nutricionales, y esto implicó que estudiaramos más y entendiéramos mejor que nos hacía falta para dejar las carnes sin tener que pasar por descompensaciones. Para hoy contamos con un sin número de recetas y preparaciones para hacer de la comida un hábito delicioso, en parte gracias a nuestros clientes que tienen que ver con esta búsqueda.

3. Respeto Animal NO comer animales, además de mejorar nuestra salud, y de hacernos más fuertes y livianos, hizo que creciera nuestro respeto por los animales y nuestro rechazo general a la industria que los explota para comida, ropa, y experimentación. Sentimos mucho cariño por ellos. Tanto, que no está dentro de nuestros objetivos criar animales para su explotación. Nos hemos mantenido activos en eventos e iniciativas que fomentan sus derechos. 4. Gestación, Nacimiento, Crianza y Lactancia Y hablé un poco de nuestra tragedia con nuestro primer bebé.

La muerte de Índigo nos devastó, pero también nos hizo reflexionar mucho sobre la medicina moderna, y sus prácticas orientadas al utilitarismo por encima del cuidado. Y nos ayudó a que fuera más fácil la decisión de tener a nuestros hijos en casa, con parteras, y asumiendo prácticas que van en algunos casos en reversa a muchas creencias populares sobre cómo se debe criar. Unos meses después del nacimiento de Nila, fundamos ATA PORTABEBÉS, una empresa dedicada a la fabricación y venta de portabebés, y la asesoría en su uso correcto. La crianza de nuestra hija, es la que más nos ha cimentado la idea de que la revolución debe ser desde el núcleo, ya que nuestros dolores más grandes como adultos vienen de los errores (conscientes o inconscientes) que cometieron nuestros padres. Así que hemos promovido prácticas como la crianza con apego, el colecho, la partería y el doulismo, el homeschooling, y en general las herramientas que hagan de nuestros hijos individuos emocionalmente más fuertes, más sanos y más útiles a la vida. ATA - Tetarte

6. Agricultura Este es un sueño que teníamos desde siempre. Karen siempre ha tenido un gran talento para cuidar, ya sean plantas o bebés (me incluyo ahí). El ver crecer nuestra propia comida tiene un atractivo supremo, y nos gustaría ser capaces de cultivar una buena parte de nuestros alimentos. En 2017 conocimos a Sergio Castellanos, que ha sido nuestro maestro de agricultura y con quien hemos aprendido todo lo que sabemos sobre cuidar una huerta con técnicas orgánicas. Desde este momento hemos cuidado de nuestra huerta en casa que nos ha brindado alimento sano, y sin mayor costo que el de cuidarla ocasionalmente. El cultivo de cannabis ha sido nuestro gran entrenador en la agricultura, y queremos participar en la nueva luz que se le está dando a esta planta medicinal en todo el mundo. 7. Manejo de Basuras y reciclaje El gran lío de la modernidad es que producimos más basuras de las que podemos procesar. La separación de productos reciclables es un gran avance en nuestras prácticas sociales, pero también es importante saber que el desecho orgánico también se puede reciclar. Guillermo Silva, creó un sistema de compostaje basado en una prensa de residuos que produce abono orgánico llamado Paca Digestora. Lo llevamos aplicando desde hace 4 años, y tenemos todo el año abono de sobra para nuestras hortalizas y para ofrecer a nuestros cercanos. 8. Energía, agua y soberanía. Aunque seguimos consumiendo electricidad del tendido eléctrico, tomando agua de acueducto, gas de gasoducto y gasolina para nuestro carro, nos gustaría cambiar esto. Estamos aprendiendo a recolectar agua lluvia, sobre paneles solares, combustibles alternativos para la cocina, calefacción y movilidad. Pero también sobre cómo conocer mejor las leyes que nos rigen y cómo cambiarlas para el beneficio de nuestros objetivos. No sabemos cuándo llegaremos a vivir este punto pero hacia allá vamos.

8. Ecología Por último, nos gusta el activismo ecológico. Y cualquier acción en la preservación de especies, de bosques, acuíferos, océanos le haremos bombo y participaremos, así como en la oposición a la gran extracción industrial, al monocultivo, a la tala indiscriminada y demás formas de abuso.

9. Arquitectura Sostenible Al ser la casa el epicentro de actividades, vemos en este punto uno de los más importantes para lograr los objetivos de auto-sostenibilidad. Vemos con orgullo, a varios de nuestros amigos y aliados vinculados con la arquitectura, haciendo camino en la búsqueda de construir con materiales no contaminantes, locales, que generen el mínimo impacto a los suelos al agua y al aire. Queremos lograr nuestra propia sostenibilidad haciendo disponibles productos y servicios asociados a estos siete puntos, comunicar con claridad estas ideas, y compartir el trabajo de quienes están intentando esta dirección más sana.

Alquimia Gráfica Ya expuesta mi historia y la dirección de mis pensamientos y búsqueda, solo me queda compartir algo más íntimo de mi proceso creativo, y la forma en que transformó la ansiedad y el terror, en piezas de valor para mis clientes. Las ideas tienen una textura suave y evanescente. Son de un material parecido a los sueños o a los recuerdos pero con un componente inflamable, las ideas nos sumergen en la emoción de la proyección, esa que trae la posibilidad de la materialización, y no hay nada que nos haga sentir más incandescentes que visualizar y aterrizar aquello que queremos. Nuestro derecho divino es crear, y este manifiesto es una invitación a la creatividad desbocada, a la cooperación de saberes, a sacarnos las solapas de nuestras fichas rompecabezas y de ver cómo encajamos unos con otros en una red cooperativa que nos permita resistir la embestida de transformaciones en la que nos encontramos hoy en día. El primer lienzo es el cuerpo. Podemos verlo, tocarlo, olerlo, oirlo, saborearlo… externamente e internamente, pués todos los sentidos se pueden girar hacia adentro, al reino que evidencia las dinámicas entre pensamientos, emociones y cuerpo, comparables a las dinámicas entre el cielo, el mar y la tierra. El cuerpo responde en tensión y relajación, y la tarea humana es izar y soltar las velas al sonar de estas fuerzas internas, para que nos lleven a donde nuestra imaginación y voluntad lo desean en todo momento.

Hay ideas que son tan poderosas, que nos aceleran el pulso, nos hacen respirar más rápido, nos hacen dibujar, o tratar de verbalizar tan pronto como es posible. Son estas ideas, las que nos producen el delirio de la imaginación, las que vienen más cargadas con posibilidad, esa que indica que vale la pena seguir en esa dirección. En mi proceso creativo, es cuando entro en euforia se que una buena idea aterrizó, las veo como bolitas de energía, algunas son pequeñas y no causan ningún movimiento en las fibras internas, y otras son gigantescas e impotables. Las de tamaño adecuado causan una forma especial de miedo, tal vez ansiedad, pero a la vez unas ganas extremas de trabajar, de trasnochar, de resolver, de solo pensar en eso, hasta que al fin sea. Supongo que nuestra dimensión creadora no es muy diferente a la minería, en donde hay que cavar en la profundidad de nosotros mismos, hasta encontrar esa joya en bruto que se limpia, a cada pensamiento, a cada palabra, y a cada esfuerzo que se hace para materializarla. Finalmente, después de este esfuerzo de días, meses, a veces años, y viendo plasmado eso que en principio solo fue una textura volátil, surge la recompensa final, que es como un brillo líquido dorado, iridiscente y radiante sobre todo el sistema, es la liberación de una tensión trascendental, que a veces solo dura unos minutos, a veces se prolonga un poco mas, solo lo puedo describir como un placer únicamente alcanzable por este camino de la transmutación de las ideas a la forma, y corresponde una de las razones más fuertes para seguir creando sin parar hasta el alcance de nuestros límites, y un poquito más. Pués es beber de este elixir, el que hace que nuestra alma se regocije en esta tierra aún a pesar de sus narrativas contrarias a la dicha y la felicidad.

Conclusión Mi aprendizaje más grande mientras tuve mi entrenamiento en agricultura, se dió en una conversación con mi maestro agricultor. Que me pregunta: ¿Para qué cultivar? Mi respuesta fué: Para crecer, las grandes almas han aprendido más de la agricultura, que de los libros. Pero yo le devolví la pregunta ¿Tú para que cultivas? A lo que me respondió: Resuelvo dos problemas, el que hacer y el que comer. Y por último: Cuándo cuidas de la vida, la vida te da como retorno felicidad. Es la frase que les quiero dejar sonando, pues mi conclusión de este camino es que la verdadera economía de la vida es esta, la felicidad, la abeja poliniza porque se deleita en ello, la planta crece hacia el sol porque le encanta, las aves migran porque saben que en su destino les aguarda una temporada más benévola. Si por alguna razón, en algún momento sienten que todo esto está denso, pesado, y difícil. Para lograrlo es importante confiar, confiar en la vida y en uno mismo, honrar el presente en el que nos encontramos porque el pasado es memoria, y el futuro proyección, pero lo único real es este instante, y el único cambio que se puede generar es aquí y ahora. Tenemos el poder de transformarlo todo, de tomar decisiones más

éticas, más pensadas, y más responsables. La infelicidad y la insatisfacción frente a este regalo que es la vida, suele ser porque no estamos prestando atención a la maravilla que nos rodea, porque no estamos haciendo lo que vinimos a hacer. En cuanto a la creación, todos tenemos un termómetro interno que nos permite saber cuándo nuestra obra está afinada. La proporción de oro no es solo una propiedad geométrica, es un valor intrínseco, algo que podemos sentir en el momento de la creación, una sensación por encima de una racionalización, escuchar a nuestro cuerpo es la mejor forma de saber que vamos por dónde es. Y así como el mandelbrot, si es verdad que somos fractales de la vida entera. Cada cambio que logremos en nosotros, se verá reflejado en la totalidad de la vida. Solo hay que mover una rama para que todo el árbol se modifique. La narrativa moderna, de confrontación, de corrupción, de avaricia, y de desigualdad es nuestra piedra en bruto para generar esta alquimia que necesita el planeta. Y nuestra angustia y desequilibrio puede ser el gran catalizador para un mejor mañana. Es posible transformar todo ese Auch en Au, y darnos cuenta que aunque no lo parezca, todo lo que brilla es oro.