1 TEXTOS DE POESÍA LÍRICA 1. Poesía lírica La poesía lírica en la antigüedad refleja es un reflejo de la emoción en la que lo objetivo y lo subjetivo se combinan. No podemos decir que es expresión de los sentimientos del poeta porque nos dejaríamos fuera una parte de la poesía latina (Epilion de Catulo, parte del libro IV de Propercio o los Fastos y las Heroidas de Ovidio; y por eso podemos tener textos ‘líricos’ en otros géneros, como la épica. Hay una diferencia fundamental que distingue la lírica de la épica, en la épica, el poeta canta como miembro de una colectividad, como ciudadano; en la lírica, canta desde su propia perspectiva. Podemos distinguir dos actitudes líricas: a) El poeta es un narrador. Su intervención no modifica los hechos que narra. b) El yo del poeta y la realidad interactúan, son un tú y un yo. Por eso se puede decir que la poesía latina es una poesía individual, que se caracteriza porque el poeta transmite su personalidad en ella. Puede ser narrador, maestro o protagonista. Los grandes rasgos de la lírica latina: 1. Quebranta las fronteras tradicionales de los géneros literarios y escribieron obras que la antigüedad denominó: lírica, epigrama, elegía, epilio, yambos o bucólicas 2. Difunde lo que antes pertenecía al ámbito privado. 3. Busca sus modelos en la poesía helenística y en la poesía griega arcaica, realizando un proceso de fusión: la lírica latina es en muchos casos mentalidad e ideas romanas en un molde griego. No está desligada de la formación retórica de los poetas. Precedentes de la poesía individual en Roma 1. plegarias de los dioses, cantos de boda, fúnebres, ... Epigrama 2. Poesía helenística: Calímaco y Meleagro - la obra se plantea como una diversión o juego (otium o uita iners). Por eso aparecen los temas cotidianos. - La obra de ser pulida: labor limae + lengua cotidiana - erudición - preferencia por las formas literarias menores: epigrama, elegía, epilion. - el epilion entronca con la tradición homérica y hesiódica, pero trata temas secundarios - la elegía y el epigrama se distinguen del epilion por el metro. - la elegía se distingue del epigrama en que el epigrama tiene menor nivel estilístico y admite la subjetividad. Tópicos que podemos encontrar en la poesía latina: seruitium amoris puella diuina amor más allá de la muerte renuntiatio amoris amor como pestis signa amoris dona amoris exclusus amator praeceptor amoris militia amoris carpe diem – tempus fugit
2 CATULO Primera etapa. Exaltación jubilosa 5. Besos para Catulo Vivamos, querida Lesbia, y amémonos, y las habladurías de los viejos puritanos nos importen todas un bledo. Los soles pueden salir y ponerse; nosotros, tan pronto acabe nuestra efímera vida, tendremos que vivir una noche sin fin. Dame mil besos, después cien, luego otros mil, luego otros cien, después hasta dos mil, después otra vez cien; luego, cuando lleguemos a muchos miles, perderemos la cuenta para ignorarla y para que ningún malvado pueda dañarnos, cuando se entere del total de nuestros besos.
86. Lesbia la más hermosa de las mujeres Muchos encuentran a Quintia hermosa; para mí es blanca, alta y espigada. Admito que posee cada uno de estos atractivos, pero no todo eso sea ser hermosa, lo niego; pues no hay ningún encanto, ninguna pizca de gracia en un cuerpo tan grande. Lesbia sí que es hermosa, pues no solamente es la más hermosa en todo, sino también es la única que robó todos los encantos de Venus.
Segunda etapa: sufrimiento o infidelidades 87. El amor de Catulo Ninguna mujer puede decir que ha sido tan sinceramente querida como Lesbia lo ha sido por mí. Ningún pacto fue jamás respetado con una lealtad tan grande como la que yo he mantenido en mi amor hacia ti.
85. Amor y odio Odio y amo. ¿Por qué es así, me preguntas? No lo sé, pero siento que es así y me atormento.
3 Tercera etapa. ruptura total y amargura ante la misma 8. Renuncia de amor Desgraciado Catulo, deja de hacer tonterías. Y lo que ves perdido, dato por perdido. Brillaron una vez para ti soles luminosos, cuando ibas a donde te llevaba tu amada, querida por ti como no lo será ninguna. Entonces se sucedían escenas divertidas, que tú buscabas y tu amada no rehusaba. Brillaron de verdad para ti soles luminosos. Ahora ella ya no quiere; tú, no seas débil, tampoco, ni sigas sus pasos ni vivas desgraciado, sino endurece tu corazón y manténte firme. ¡Adiós, amor! Ya Catulo se mantiene firme: ya no te cortejará ni te buscará contra tu voluntad. ¡Malvada, ay de ti! ¡Qué vida te espera! ¿Quién se te acercará ahora? ¿Quién te verá hermosa? ¿De quién te enamorarás? ¿De quién se dirá que eres? ¿A quién besarás? ¿Los labios de quién morderás? Pero tú, Catulo, resuelto, manténte firme.
11 (vv.16-25). Ruptura definitiva con Lesbia. Que viva (Lesbia) y sea feliz con sus amantes, esos trescientos que estrecha a un tiempo en sus brazos sin querer verdaderamente a ninguno, pero quebrantándoles a todos sin cesar en las ijadas; que ya no piense, como antes, en mi amor: por su culpa ha muerto como una flor al borde de un prado, cuando el arado la troncha al pasar.
76. Lucha interior ¡Oh dioses, si de vosotros es la misericordia, o si alguna vez habéis prestado una última ayuda en el umbral de la muerte, contemplad mi desgracia y, si he llevado una vida irreprochable, arrancadme esta peste y perdición, que, infiltrándose en lo más profundo de mi ser como una parálisis, ha expulsado todas las alegrías de mi corazón... ... solo aspiro a curarme y a expulsar esta horrible enfermedad, ¡Oh dioses, concededme esta gracia a cambio de mi piedad!
4 51. Declaración de amor Semejante a un dios me parece, y si lícito fuere, superior a él, el que sentado junto a ti, sin cesar te mira y te oye reír dulcemente, eso que en mí arrebata todos los sentidos, pues en cuanto te veo, Lesbia, aparecer radiante, mi voz se apaga, se me traba la lengua, bajo mis miembros arde sutil llama, con singular sonido me zumban los oídos, y cubre mis ojos una doble noche. signa amoris Poemas dirigidos a sus enemigos 29. ¿Cómo es posible? ¿Quién puede ver esto, quién puede tolerar, si no es un sinvergüenza, un glotón y un tramposo, que Mamurra posea las pingues ganancias de la Galia transalpina y de la lejana Bretaña? ¿Marica de Rómulo, serás capaz de verlo y tolerarlo? ¿Y ahora aquél, soberbio y despilfarrador, se paseará por los dormitorios de todos, como un blanco pichoncito o un Adonis? ¿Marica de Rómulo, serás capaz de verlo y tolerado? Eres un sinvergüenza, un glotón y un tramposo. ... ¿Qué es eso sino perversa generosidad? ¿Es que ha derrochado poco a poco se ha tragado? Primero dilapidó la fortuna de sus padres, Después el botín del Ponto y en tercer lugar el de Iberia, como bien sabe el aurífero Tajo. ¿Y ése tiene lo mejor de la Galia y la Bretaña? ¿Por qué mimáis a ese malvado? ¿Qué es lo que ése puede hacer sino derramar pingües fortunas? ¿Con ese nombre vosotros, los más poderosos de Roma, suegro y yerno, habéis arruinado todo?
61.48-65; 146-165: Fragmentos del Epitalamio. ¿Qué dios es más digno de ser invocado por los amantes amados? ¿A quién, entre los habitantes del cielo, honrarán más los mortales? ¡Oh Himeneo Himen, oh Himen Himeneo! A ti invoca el padre tembloroso para los suyos, por ti las doncellas desatan los pliegues de su cintura, a ti, con medroso y ávido oído, acecha el nuevo esposo. Eres tú el que en manos del fogoso joven entregas a la muchacha en flor, arrebatada del regazo de su madre, oh Himeneo Himen, oh Himen Himeneo. Sin ti no puede lograr Venus intimidad alguna que apruebe el honor; puede, si tú lo quieres. ¿Qué dios osaría compararse con el nuestro?... Y tú, novia, cuando te pida tus favores tu esposo, guárdate de negárselos, no sea que los busque en otro sitio. ¡lo, Himen Himeneo, ¡o! ¡lo, Himen Himeneo! Ahí tienes la casa, cuán poderosa y feliz, de tu marido; permite que esté a tu servicio ¡lo, Himen Himeneo, ¡o! ¡lo, Himen Himeneo!
5 Hasta el día en que la canosa vejez, moviendo su temblorosa frente, diga siempre sí a todos. ¡lo, Himen Himeneo, ¡o! ¡lo, Himen Himeneo!
101. A su hermano Después de haber atravesado muchas naciones y muchos mares, he venido, hermano, hasta tus infortunados restos, para traerte la suprema ofrenda debida a la muerte y dirigir unas vanas palabras a tu ceniza muda, puesto que la fortuna me separó de lo que tú mismo fuiste, ¡ay!, pobre hermano mío, indignamente arrebatado a mi afecto. Pero hoy, he aquí, mientras tanto, las tristes ofrendas que un antiguo rito de nuestros padres entrega a los sepulcros: acéptalas, empapadas en el llanto fraterno; y para siempre, hermano mío, salud y adiós.
HORACIO
ODAS Libro I, oda XI No indagues, Leucónoe, no es lícito saberlo, qué plazo a ti o a mí nos han otorgado los dioses, ni consultes los cálculos babilonios. ¡Cuánto mejor es aceptar cualquier cosa que ocurra! sea que Júpiter te haya reservado muchos inviernos, ya sea éste el último, el que ahora amansa, en los opuestos escollos, al mar Tirreno: sé prudente, filtra vino; no pongas gran esperanza en el breve espacio de la vida. Mientras hablamos habrá huido envidioso, el tiempo. Goza el hoy; mínimamente fiable es el mañana.
Libro I, oda XIII Cuando tú, Lidia, recuerdas el rosáceo cuello de Télefo, los brazos mórbidos de Télefo, ¡ay! inflamado, mi hígado se hincha de indigesta hiel. Entonces ni mi juicio ni mi sangre se mantienen en su lugar y hacia mis mejillas, furtivamente, se desliza una gota denunciando cuán a fondo me abraso a fuego lento. Me enciendo si las disputas que el vino acrecienta han estropeado tu deslumbrante espalda o si un joven alocado ha escrito en tus labios una huella recuerdo de sus dientes. No, si has de seguir escuchándome, no debes esperar que te dure siempre quien lastima con boca salvaje tus dulces besos, que Venus impregnó con la quintaesencia de su néctar. Felices tres y más veces aquéllos a quienes sujeta un vínculo jamás roto y a quienes su amor, nunca escindido por perniciosas querellas, no liberará antes del último de sus días.
6 Épodos II, 1-12 Dichoso aquél que lejos de los negocios como las antiguas generaciones de hombres, cultiva los campos paternos con sus bueyes, libre de todo interés y no es despertado, como soldado, por el clarín cruel ni se atemoriza del embravecido mar; y evita el foro y los soberbios umbrales de los ciudadanos más poderosos. Así pues bien casa la vid adulta a los crecidos chopos, o bien en el recogido valle contempla los errantes rebaños.
Libro II, oda X Vivirás mejor, Licinio, no corriendo siempre hacia alta mar ni acercándote demasiado a la costa peligrosa cuando, precavido, temes las borrascas. El que prefiere un feliz término medio ni, prudente, tiene la sordidez de un techo miserable ni, más austero, posee una mansión envidiable. Con más frecuencia es zarandeado por los vientos el enorme pino, y las elevadas torres caen con más terrible caída y hieren los rayos los montes más elevados. Tiene esperanza en las adversidades y teme en la prosperidad un cambio de Fortuna el espíritu bien preparado. Júpiter hace volver el riguroso invierno y él mismo lo destierra. Si las cosas no van bien ahora, no si siempre serán así, Apolo despierta, de vez en cuando, con su cítara una Musa silenciosa y no siempre tiene tenso su arco. En las situaciones difíciles muéstrate animoso y fuerte; de igual manera, con prudencia, arriarás las hinchadas velas ante un viento demasiado favorable.
Libro III, oda XXX, 1-9 Más perenne que el bronce un monumento alcé que a las pirámides supera en altura y las lluvias y aquilones no podrán derruir ni la infinita arte fugaz de los futuros siglos. No todo moriré. Mi mejor parte perdurará en lo eterno, y mi renombre crecerá siempre, en tanto al Capitolio con la muda vestal suba el pontífice.
7 Libro IV oda V, 1-16 Vástago de númenes bienhechores, sublime protector del linaje de Rómulo tu ausencia se prolonga demasiado: tú que habías prometido al sagrado consejo de los senadores un pronto retorno. Vuelve. Devuelve la luz, bienamado caudillo, a tu patria, pues cuando tu rostro, una nueva primavera, ha mostrado su esplendor ante el pueblo, transcurre más apacible el día y los soles emiten más cálida luz. Igual que una madre, si su hijo es apartado por el soplo envidioso del noto al otro lado de las llanuras del mar Carpatio y obligado a permanecer durante más de un año alejado de su dulce hogar, lo reclama con votos y deprecaciones y súplicas, y no aparta su mirada de la curva playa, así, transida de persistentes añoranzas, la patria reclama a César.
Canciones de amor Corazón espinado (Santana) Esa mujer me está matando Me ha espinado el corazón por más que trato de olvidarla Mi alma no da razón Mi corazón aplastado herido y abandonado A ver, a ver tú sabes, dime mi amor, por favor Que dolor nos quedó Ah, ah, ah, corazón espinado ah, ah, ah, como me duele el amor Como duele, como duele el corazón Cuando nos tiene entregados pero no olvides, mujer, que algún día dirás Ay, ay, ay, como me duele el amor Como me duele el olvido como duele el corazón como me duele estar vivo sin tenerte al lado amor Corazón espinado...
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No sé mañana (Rosana) De algo estoy segura hoy no siento lo mismo a veces dudo si mi corazón te ha hecho caer en un oscuro abismo De algo estoy segura ya no eres el fantasma que me rondaba haciendo un callejón cada segundo donde te pensaba No siento la llamada de tu piel ya no termino con la piel en llamas no sé mañana, se de hoy y Hoy no es amor, no es ternura no es odio, ni amargura hoy he salido de ti, bordeando la locura hoy no es pasión lo que siento no es pena, ni tormento Hoy he salido de ti y entre lágrimas vi romperse el firmamento De algo estoy segura no sabes lo que sientes pero no quieres que me lleve el mar por si me pierdes entre la corriente De algo estoy segura lo nuestro está en tus sueños y tienes miedo a hacerlos realidad por si descubres que así no te quiero No siento ganas de luchar por ti ya no me dejas a morir por dentro Te dejo la llamada de mi piel mientras decides sí o no, te dejo y no te miento, sé que siento que Hoy no es amor, no es ternura...
Lo eres todo (Luz Casal) Cada vez que veo tu fotografía descubro algo nuevo que antes no veía y me hace sentir lo que nunca creí Siempre te he mirado indiferente, eras tan solo un amigo y de repente lo eres todo, todo para mí mi principio y mi fin Mi norte y mi guía, mi perdición mi acierto y mi suerte, mi equivocación eres mi muerte y mi resurrección eres mi aliento y mi agonía
9 de noche y de día te lo pido por favor que me des tu compañía de noche y de día ... lo eres todo Dame tu alegría, tu buen humor dame tu melancolía tu pena y tu dolor dame tu aroma, dame tu sabor dame tu mundo interior dame tu sonrisa y tu calor dame la muerte y la vida tu frío y tu ardor, dame tu calma, dame tu furor dame tu oculto rencor.
Plantado en mi cabeza (Luz Casal) La tarde que te descubrí cambió mi forma de vivir esa primera excitación se ha ido volviendo una obsesión. Hay veces que no puedo hablar y siento ganas de llorar, no sé encontrar explicación quizás he perdido la razón. Estás plantado en mi cabeza como un estigma, como la señal, un pensamiento loco, una pasión un asombro y un ideal. No sé que me has dado para plantarte en mi cabeza. Sentí el poder de tu atracción, tu imagen era mi obsesión desde el principio lo intuí sin darme cuenta lo asumí. Estás plantado en mi cabeza cómo has podido atraparme así, tu influjo me persigue, va detrás de mí, de Santiago hasta París. No sé lo que me has dado para plantarte en mi cabeza. ¡Cuánta intensidad, qué locura, ya no hay vuelta atrás; si te arranco la envoltura ¿qué descubriré? No sé lo que me has dado para plantarte en mi cabeza. Dejo las cosas como están, no me cuestiono nada más. Puedo sentir sin comprender, no tengo mucho que perder.
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Fallin’ (Alicia Keys) I keep on fallin’ In and out of love With you Sometimes I love ya Sometimes u make me blue Sometimes I feel good At times I feel used Lovin you darlin’ Makes me so confused I keep on Fallin’ In and out of love with you I never loved someone The way that I love you Verse 2 Oh, oh , I never felt this way How do you give me so much pleasure And cause me so much pain Just when I think Ive taken more than would a fool I start fallin’ back in love with you I keep on Fallin’ In and out of love with you I never loved someone The way that I love you Bridge Oh baby I, I, I, I’m fallin’ I, I, I, I’m fallin’ Fall I keep on Fallin’ In and out of love with you I never loved someone The way that I love you Im fallin’ In and out of love with you I never loved someone The way that I love you Im fallin’ In and out of love with you I never loved someone The way that I love you What?