SER HUMANO. Resumen de la sesión en el Ateneo Café filosófico del 7 de noviembre de 2009. Antes de empezar, debo enviar mi agradecimiento más profundo a todos los que recorristeis más de 200 kilómetros ida y vuelta para asistir a nuestra sesión del café filosófico en el Ateneo de Madrid: ¡Muchísimas gracias!, por lo que ese gesto dice de lo que disfrutáis de nuestra forma de hacer filosofía, de lo implicados con ella que os sentís y, sobre todo, porque es un gesto de esa amistad que mes a mes se va fraguando entre todos los asistentes al café del Penicilino. Después de daros las gracias, felicitaros, por la calidad de vuestras intervenciones y por lo bien que demostrasteis la dinámica de nuestro café. Enhorabuena. La verdad es que conseguisteis trasladar la atmósfera coloquial y amistosa del Penicilino a la impresionante y bien poblada sala de la cacharrería del Ateneo, bajo la atenta supervisión del cuadro de "Atenea imponiendo la paz":
Gracias, también, al resto de los más de cuarenta asistentes, de los que casi la mitad intervinieron en algún momento de la hora y media que duró la actividad. Entre ellos, agradecer la presencia de dos de los máximos referentes a nivel mundial en la corriente de la Práctica Filosófica, Óscar Brenifier y Ran Lahav, de Francia e Israel, respectivamente. Un verdadero honor. Nuestro café filosófico fue el colofón de la jornada del sábado, abierta al público, en el programa de las II Jornadas de Filosofía y Desarrollo Personal. Personalmente tuve el honor de presentar las conferencias de la sesión de mañana, por una indisposición de la presidenta de la sección de filosofía del Ateneo. Desde el escenario contemplé cómo se iban incorporando al público caras conocidas de nuestras tardes de domingo en Valladolid. Las conferencias de las sesiones de mañana y tarde fueron mostrando un amplio panorama de la corriente de la Práctica Filosófica, en nuestro país y a nivel mundial, directamente de boca de sus protagonistas más reconocidos.
Finalmente, como última actividad, llegó el turno de abordar el campo de los cafés filosóficos, la faceta más divulgativa y lúdica de dicha corriente. La metodología para dar a conocer esta vertiente de la Práctica Filosófica fue, como no podía ser de otro modo, práctica: mediante una demostración en la que todos los asistentes podrían participar. Antes de comenzar, aporté unas breves nociones sobre qué son los cafés filosóficos, reuniones guiadas por un filósofo para hablar de temas universales sin necesidad de una formación académica previa, y su historia, con la anécdota de la entrevista radiofónica del profesor de la Universidad de París Marc Sautet, en 1992, en la que comentó casualmente sus reuniones con amigos en una cafetería de la plaza de la Bastilla y cómo a partir de ahí se formó el fenómeno de los cafés filosóficos, que se extendió por París y por todo el mundo hasta llegar a Valladolid, donde en marzo de este mismo año comenzamos nuestros cafés mensuales en el bar más conocido y con más solera de la ciudad, el Penicilino. Expuse la estructura ya en concreto de nuestro café, basada en el respeto y la colaboración, usando la metáfora que uno de los asistentes, Luis Villanueva, había usado en su pregunta a José Barrientos unos minutos antes, en la sala de conferencias: cada uno tenemos una perspectiva distinta sobre cualquier cuadro de la sala, la cuestión es que conozcamos todas las que podamos para así conocer mejor el propio cuadro. Luis Villanueva, con sus 81 años, es el participante de más edad de los que han compartido sus opiniones en todas nuestras sesiones. Mencioné brevemente las fases de la pauta de nuestros cafés (ejemplos, definición, coloquio) y ya sobre la marcha fui intercalando apuntes sobre la dinámica de otros cafés, ya que varía según la práctica del filósofo que los organice, sobre la intención y utilidad de cada paso de nuestra pauta, sobre lo dicho en la historia del pensamiento acerca de lo que se esté tratando, etc. Tras esta introducción, que no ocupó mucho tiempo, comenzó el café propiamente dicho, que no reproduciré íntegra y cronológicamente, sino seleccionando los puntos más importantes y agrupándolos por categorías: SER HUMANO. Café filosófico del 7 de noviembre de 2009. EJEMPLOS: Como siempre, comenzamos con ejemplos concretos, que harían más significativo el resto del coloquio y nos servirían de referencia. El mío, para romper el hielo como de costumbre, fue el ejemplo concreto y físico de mi propia persona. Para justificar la elección de este ejemplo usé la anécdota de la descripción que Linneo hizo en su "Systema Naturae" de la especie homo sapiens: "Nosce te ipsum", "conócete a ti mismo"... La mayoría de los ejemplos que se expusieron en los primeros minutos ilustraban alguna de las cualidades que los participantes consideraron como característicamente humanas, estos son algunos:
LUIS VILLANUEVA: Su enorme pasión por la lectura desde que aprendió a leer con cinco años. LUIS ÁNGEL: En un sentido similar, el afán por explorar en el espacio y en el tiempo, concretamente su caso, iniciando la carrera de Historia sin intención laboral sino sólamente intelectual. SIRA: La elección de acudir a Madrid a compartir la experiencia del café filosófico con amigos, como ilustración de la capacidad de elegir y la amistad humanas. ENRIQUE: Llorar de emoción, durante estas mismas jornadas (cosa que muchos comprendimos) RAMÓN: Hitler, como un ejemplo de crueldad. PABLO: Envidia, por ganar más dinero, por ejemplo. RAFAEL: Risa, de la que estaba dando un ejemplo concreto simultáneamente. ADRIÁN: Amor, en el matrimonio. ... Además de esta muestra de los ejemplos expuestos en esta primera fase, posteriormente, ya en el coloquio, se usaron otros como: PACO: La capacidad de hablar que mostramos en el propio café. ISMAEL: Enterrar a nuestros muertos, que denota el sentido de lo sagrado. El arte. PABLO: La vergüenza que sentía mientras nos hablaba (aunque no lo pareciera) Etc. Cada uno de esos ejemplos concretos (pasión por leer, por la historia, llorar de emoción, la crueldad de Hitler, la envidia, la risa, el amor en el matrimonio, el propio café filosófico, los entierros, la vergüenza...) merecería detenerse a estudiar hasta qué punto define al ser humano. Tuvimos tiempo de hacer ese análisis de algunos casos, como veremos más adelante, pero sería un buen ejercicio detenerse uno por uno para contrastarlo. DEFINICIÓN: A continuación propuse como base la definición de la Real Academia, y expliqué la razón de elegir ésa y no otra: De esa forma no nos decantamos de antemano por la visión que haya definido ningún filósofo en concreto, sino que nos basamos en lo que la gente común de habla castellana entiende por el término. Es un trabajo que hace la RAE a través de encuestas y sondeos en los medios de comunicación, y que nosotros aprovechamos. La definición en esta ocasión fue: hombre. 1. m. Ser animado racional, varón o mujer. En el transcurso del coloquio esta definición nos puede servir de apoyo de algún punto de vista, o de eje de la conversación, si estudiamos si engloba los ejemplos propuestos y en caso contrario, si el ejemplo es
adecuado o no, y si podemos matizar la definición para que recoja a todos. Así, el tema de la ausencia en esa definición de ninguna alusión a las emociones humanas, sino sólamente a la racionalidad, fue uno de los más tratados. Finalmente no consensuamos ninguna manera de incluir ese punto en una nueva definición, pero la propuesta de intentarlo facilitó que nuestra investigación lograse avanzar por esa vertiente emocional del ser humano. CUESTIONES: Durante la sesión surgieron cuestiones como: ¿Son las emociones una característica del ser humano? • ¿Está justificado el antropocentrismo?, ¿tiene sentido definir límites con el resto de los animales y del cosmos en general? • ¿Sólo los humanos somos conscientes de nuestra existencia y de la muerte? • ¿Hasta qué punto somos libres de elegir o las circunstancias nos determinan? • ¿Qué nos define mejor, la moral o la crueldad? • ¿O el sentido de lo sagrado?, ¿nuestra sociedad actual es entonces menos humana?, ¿somos fruto de un creador o del azar y la necesidad? • ¿Sólo nosotros podemos reflexionar, y comparar pensamientos contradictorios? • ¿No es lo que nos define la capacidad de hablar y discutir entre nosotros? • ¿O es nuestro ADN y lo que "emerge" de él? •
... REFERENCIAS: En nuestra investigación los presentes añadieron a sus puntos de vista, algunos de los mantenidos por grandes pensadores de la historia como: Kant, que mantuvo que el tema que nos ocupaba es el que resume todas las preguntas de la Filosofía, y que el hombre es el mejor objeto al que aplicar los saberes que el propio hombre pueda obtener. Copérnico, Darwin, Freud y Heisenberg y sus decepciones sucesivas para la ilusión del ser humano de ser el dominador de la creación.
Ortega y Gasset recordándonos la importancia de las circunstancias en nuestro ser. Bunge con su emergentismo, Monod parafraseando a Demócrito con su lema sobre el azar y la necesidad, Feuerbach manteniendo que Dios es el fruto del hombre que se cree perfecto, Ockham con su navaja advirtiendo que no creemos conceptos innecesariamente, y otros como Platón, etc. COLOQUIO: En la dinámica de mis cafés disfruto si en lugar de seguir una sóla línea de investigación conseguimos que se vaya abriendo un abanico de cuestiones, y que de ellas surjan diferentes hilos, que se irán trenzando en la conversación, incluso combinándose en ocasiones, bifurcándose o reuniéndose pero siempre avanzando y suscitando nuevas interrogantes para reanudar continuamente el proceso. El impulso inicial surge inevitablemente de los ejemplos de la vida, sobre su adecuación o no, y de la definición. Como he indicado arriba, en esta ocasión la definición nos sirvió como motor para avanzar en la faceta emocional del ser humano: SIRA: Vio que en la definición "animado", seguramente, se tomase en la acepción de dotado de movimiento y que si sólo se añade "racional", se recogen algunos ejemplos, pero no los que hablan de emociones. PACO: Señaló que si tomamos el término "animado" en su sentido amplio, englobando también la acepción de dotado de alma, entonces quizá ahí sí cupiesen las emociones en la definición. ISMAEL: Estuvo de acuerdo con Sira en que la definición no recoge, por ejemplo, nuestro gusto por el arte, que nos diferencia de los animales, incluso más que el entendimiento, ("un elefante cargado se niega a pasar por un puente de maderos por el que ha pasado antes sin carga") RAMÓN: Fue el primero en señalar la inadecuación del método de buscar nuestras diferencias con los animales, opinión que luego respaldaron otros participantes, como JOHNATHAN, MABEL, que de hecho se preguntaba por el sentido de intentar buscar una separación entre el ser humano y el resto del Universo, o CRISTINA, que veía en ello un indicio de antropocentrismo. PACO y ADRIÁN avanzaron por el camino de la capacidad de hablar. En cambio, MIGUEL y MABEL señalaron la capacidad de comunicarse de los animales. Para avanzar en ese prometedor camino, propuse la cuestión de que sólo el lenguaje humano posee la universalidad semántica gracias a la gramática, que le hace capaz de transmitir cualquier significado, en lugar de poseer un repertorio, mayor o menor,
de mensajes. Entonces, en ese sentido, llegó la intervención de ÓSCAR BRENIFIER, en forma de pregunta, que es precisamente la base de su práctica filosófica. Dejó en el aire la cuestión de si cuando nos mirábamos podríamos imaginar un grupo de 40 hipopótamos haciendo lo mismo, conversando con turnos de palabra a base de sus gruñidos. RAMÓN, desde su perspectiva continuista, propuso que quizá sí, de algún modo incomprensible para nosotros, los hipopótamos conversan sesudamente en sus charcas. ¿Cómo saberlo? Se mencionó en otro momento que, en ese sentido, tampoco podemos conocer hasta dónde llega su autoconsciencia. ISMAEL: Introdujo el tema de lo sagrado y la inquietante cuestión de que, en caso de aceptarlo como definitorio del ser humano, tendríamos que no somos la única especie humana en la historia de la Tierra, ya que los Neardentales también rendían culto a sus muertos... Un interesante momento de la tarde fue el que nos llevó hacia el tema del diseño inteligente y privilegiado del hombre, con el ejemplo de la perfección de nuestros ojos. Lo propuso ADRIÁN, que veía que existía una "chispa creadora". Lo rebatió ISMAEL, que se reconoció miope. Y recordó a Feuerbach con su tesis de que nos creemos perfectos y así creamos a nuestro Dios. Yo avancé por ese camino recordando las imperfecciones del diseño del ojo de los mamíferos y aproveché para mostrar que cuando nos salimos del tema del día, como era el caso: Dejamos el tema como candidato para ser elegido en la votación del final de la sesión, como eje de nuestra siguiente sesión. En este caso no lo hicimos, sino que reaunudamos la charla con las palabras de ENRIQUE: Abusamos de la racionalidad y nos olvidamos del corazón. Eso nos llevó a intentar, en el último tramo de la sesión, encontrar cómo añadir ese matiz a la definición. ISMAEL: Improvisó el término "metarracional" para describir lo que queríamos expresar. ÓSCAR BRENIFIER: Recordó la recomendación de Ockham de no crear conceptos innecesarios, y nos animó a intentar describir qué es concretamente lo que queremos decir con ese término o, por el contrario, si está vacío. SIRA y RAMÓN: Coincidieron en opinar que lo emocional no está separado de lo racional. En ese momento, y con un buen número de manos alzadas, tuvimos que poner fin a la sesión.
Señalé que suele darse esa situación, y que no está mal que sea así, porque asegura buena asistencia a la siguiente sesión, y porque quiere decir que la charla ha sido sugerente y que los participantes seguirán en sus casas con su diálogo interno. Felicité y agradecí a todos el buen nivel del coloquio y les mostré el ejercicio de conceptualización, de argumentación y de escucha que habíamos realizado. Terminé con las palabras de Kant en su preámbulo a la "Antropología en sentido pragmático" en el que señalaba al hombre como el mejor objeto en el que aplicar su propia cultura y educación. Recomendé a todos la asistencia a los talleres de Lahav y Brenifier y terminó la sesión con un cálido aplauso, dirigido a la buena labor realizada en común. Se levantó la sesión a las ocho y media, ya de noche, pero algunos de los asistentes continuamos la charla con una buena pinta de Guinnness con Oporto, en el cercano pub del León de Oro, donde entre risas, felicitaciones e interesantes apuntes de última hora sobre el hombre, celebramos la estupenda tarde de Filosofía y amistad.