Europa se encuentra en una crisis a la cual la UE parece no poder darle solución. El autor muestra esta realidad para hacer referencia a un lado positivo de este “retorno” de los Estados-Nación. La UE no está pudiendo hacer nada contra los ataques terroristas, como fueron por ejemplo los de París y Bruselas hace unos años. Tampoco puede hacer frente a la crisis del euro y al cómo distribuir a los refugiados. Los diferentes líderes nacionales argumentan la necesidad de una mayor soberanía, que permita solucionar estos problemas. Una Europa de Estados nación recién asertiva sería preferible a la UE desarticulada. En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial países europeos se vieron en la necesidad de unirse para garantizar así prosperidad. De esta manera crearon la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, lo que luego se llamó UE. Los países de Europa Central y Oriental corrieron para unirse a la unión después del colapso de la Unión Soviética.