Raices Ideologicas Del Chavismo

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Las raíces ideológicas del chavismo por David Ramonet El suplemento cultural del diario venezolano Ultimas Noticias, del 16 de mayo de 1993, publicó un artículo de Hugo Chávez Frías titulado "Presencia del pensamiento de Zamora en el movimiento bolivariano", en el que hace una evocación romántica de los días en que el entonces subteniente Chávez se encontraba acantonado en el fuerte Tacavare de su estado natal Barinas. Chávez proyecta ahí una serie de ideas confusas que, no obstante, dan la pista para trazar el mapa mental que integra la ideología sincrética del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200): "El árbol de las tres raíces" que forman Simón Bolívar, 'el líder'; Simón Rodríguez, 'el maestro'; y Ezequiel Zamora, 'el guerrero' . "Y una noche lluviosa, hurgando en la destartalada biblioteca del comando, me encontré de repente con el libro ' . Seguramente algún curioso lo había dejado allí, entre el grupo numeroso de folletos y publicaciones militares norteamericanas y uno que otro librito de teoría marxista-leninista y práctica guerrillera. Aquella noche me fui con el maestro Brito Figueroa nuevamente (ya antes lo habíamos leído en la Academia Militar cuando estudiábamos 'Las insurrecciones de los esclavos negros en la sociedad colonial venezolana'), ahora por las páginas fascinantes de su 'Tiempo de Ezequiel Zamora' ", escribe Chávez. "Se convirtió desde entonces en su libro de cabecera. . . Ocho años después, cuando nació el Movimiento Bolivariano en el Regimiento de Paracaidistas' Aragua', ya Ezequiel Zamora andaba muy cerca de Simón Rodríguez y Simón Bolívar, revoloteando en el pensamiento de las nuevas generaciones de militares venezolanos", añade Chávez. 'El libro' de Federico Brito Figueroa, ''Tiempos de Ezequiel Zamora", es una tergiversación romántica jacobina de la historia de la Venezuela del siglo pasado, muy al gusto de la historiografía británica, que oculta precisamente el notorio papel que jugó el imperio británico para poner y quitar gobiernos según su conveniencia y sobre todo, para desatar la. genocida guerra federal (1858-1863), que luego sus panegíricos convirtieron en una épica romántica. Quizá no es del todo irónico, sino históricamente coherente, que ahora el magnate venezolano preferido de Rockefeller, Gustavo Cisneros, proyecte por su canal de televisión (Venevisión), una versión de la novela "Mujercitas" adaptada a la Guerra Federal venezolana. La versión de Brito Figueroa, es un relato novelesco de las guerras del siglo pasado, con pinceladas románticas al estilo de las novelas de Máximo Gorki, pero con una pesada redacción panfletaria con la que pretende algún mérito académico.

la quincena de julio de 1999

Además, Brito adopta el punto de vista de los historiadores masones que, para hacer la apología de Antonio Guzmán Blanco, convirtieron a la guerra federal (1858-1863) en la referencia del "igualitarismo" venezolano, y a Ezequiel Zamora como líder de un supuesto movimiento "igualitario" durante la guerra fratricida más sangrienta del siglo pasado. , Con esto, los historiadores masones buscan borrar el papel de Fermín Toro, héroe trágico de la Guerra Federal y verdadero ideólogo del igualitarismo venezolano, cuyo programa antiliberal en contra de la usura quedó sepultado bajo los miles de cadáveres que arrojó esa guerra orquestada por Gran Bretaña. ¿ Quién inspira al inspirador? Brito sustenta su interpretación de la historia venezolana del siglo pasado, y de 'su' Zamora en particular, en el historiador soviético Anatoli Shulgosky, como lo admite en su ensayo "Ezequiel Zamora y la historia militante de Venezuela". Shulgosky, un importante operativo de inteligencia adscrito al Instituto América Latina de la Academia de Ciencias de la antigua Unión Soviética, estuvo dictando cátedra en el Centro de Postgrado de la Universidad Central de Venezuela a principios de los años setenta. "Los historiadores del Instituto América Latina de la Academia de Ciencias de la Unión Soviética caracterizan la guerra federal [venezolana] como una guerra campesina", dice Brito. "Nuestra interpretación, la cual reafirmamos una vez más, coincide con la del historiador soviético Anatoli Shulgosky". Shulgosky, a su vez, saca una cita de Lenin para explicar el carácter de una "guerra campesina", y alega igualmente que "el movimiento inspirado y simbolizado por Emiliano Zapata en el contexto de la Revolución Mexicana (19101917) es una guerra campesina y su programa 'tierra y libertad' es equivalente por su contenido al de los peones comandados por Ezequiel Zamora: 'tierras y hombres libres' ". Según Brito, "las ideas socialistas utópicas están presentes en la insurrección antiesclavista de 1846-1847 y en la insurrección campesina de 1859-1863", es decir, en las dos revueltas en que participó Zamora, derrotado en la primera, y muerto en la segunda antes de alcanzar la victoria final. En esta interpretación romántica jacobina se inspiró Chávez para extraer el "carácter socio-histórico del ser venezolano, que clama nuevamente por el espacio necesario para sembrarse en el alma nacional y conducir su marcha hacia la 21 a Centuria", como reza el manual que publicó el MBR-200 para adoctrinar a los oficiales y tropa.

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"Este proyecto ha renacido entre los escombros y se levanta ahora, a fines del siglo XX, apoyado en un modelo teóricopolítico que condensa los elementos conceptuales determinantes del pensamiento de aquellos tres preclaros venezolanos, el cual se conocerá en adelante como SISTEMA EBR: 'el árbol de las tres raíces: la E de Ezequiel Zamora, la B de Bolívar y la R de Robinson", añade el panfleto. "La inspiración del general Zamora viene de las mismas raíces robinsoniana y bolivariana. Su discurso lleva el mismo sello de la gran disyuntiva existencial. (Inventamos o erramos). Inventó los mecanismos de la insurrección campesina de 1846, para errar y volver a inventar la forma de conducir la revolución de 1859", señala el catecismo chavista. Zamora y la Guerra Federal El representante de los Estados Unidos en Caracas Benjamin Shield en una comunicación del 7 de enero de 1848 dirigida al almirante Buchanan atribuía al gobierno británico la responsabilidad por incitar "la rebelión de 1846, así como la defección, cambios y confusión del Departamento Ejecutivo desde poco antes de la toma de posesión del presidente [Monagas], todo con el objeto de causar el desmembramiento de la república y generar un estado de cosas que pueda favorecer la unión de las dos provincias orientales (Cumaná y Barcelona) con la isla británica de Trinidad y de Guayana con la de su propia colonia, echando así las bases del futuro imperio de los negros libres" . Shield se refiere a la mentada "insurrección campesina" de 1846 de que nos hablan Shulgosky y Brito Figueroa, en la que Zamora se alzó en armas contra el gobierno de José Antonio Páez, porque éste se oponía a la candidatura presidencial de Antonio Leocadio Guzmán, mentor de Zamora. Ciertamente, el programa económico liberal con el que Santos Michelena había organizado la administración de los gobiernos "conservadores" del período paecista fueron generando un descontento generalizado entre la población que exigía un cambio. Guzmán se convirtió en el instrumento demagógico de los británicos para realizar un "cambio" que les siguiera favoreciendo como hasta el momento. El período de la llamada "oligarquía conservadora" de 1830 a 1847 se caracterizó por la institucionalización de la usura en nombre del más salvaje liberalismo. La "oposición" del Partido Liberal, que tuvo a Guzmán como portavoz más vociferante, proclamaba la alternación en el poder, pero cuando lo consiguieron, con Monagas, mantuvieron básicamente la misma orientación económica. De hecho, Guzmán respaldó y defendió al responsable de ese orden, Santos Michelena, a quien Guzmán llamaba "el Necker de Venezuela". La verdadera oposición al modelo británico provenía de las ideas de Fermín Toro, que se oponía ferozmente a la usura y favorecía el proteccionismo y el dirigismo estatal en la economía, para lograr la igualdad entre los ciudadanos. En 1845, Toro había publicado su famoso ensayo contra la usura, "Reflexiones sobre la ley del 1 O de abril de 1834", el tratado más

devastador que se había escrito contra la política económica de Michelena. ' La oligarquía conservadora tembló de pavor ante la posibilidad de que las ideas de Fermín Toro se hicieran gobierno. Prefirió la oligarquía anglófila desatar la guerra federal, sacrificar a varios de los suyos que hicieron número entre la décima parte de los venezolanos que murieron en esos cinco años, antes que permitir que las ideas de Fermín Toro se convirtieran en instituciones políticas. La insurrección guzmancista de Zamora en 1846 fue rápidamente aplastada. Tanto Zamora como Guzmán, acusado de autor intelectual, fueron condenados a muerte por la insurrección. Pero en cuanto se instaló José Tadeo Monagas como presidente, cambió las condenas por prisión para Zamora y destierro para Guzmán. La prisión de Zamora duró unos cuantos meses, luego de lo cual Monagas lo incorporó a la milicia. El destierro de Guzmán también fue pasajero, y cuando regresó meses después Monagas lo nombró ministro del Interior y Justicia, y después vicepresidente de 1850 a 1852. Para aplastar desde el comienzo la oposición que se concentraba en el Congreso, Monagas le lanzó una poblada el 24 de enero de 1848, resultando muertos varios de ellos, incluyendo a Santos Michelena. Cuando Monagas invitó al atemorizado Congreso a reinstalarse, Fermín Toro respondió que "mi cadáver lo llevarán, pero Fermín Toro no se prostituye". Durante los diez años que gobernaron los Monagas (José Tadeo se alternó con su hermano Gregorio de 1848 a 1858) mantuvieron escencialmente la misma política económica liberal de "libre comercio", con algunas reformas populistas, que no lograron apagar el creciente descontento. En 1857, Monagas organizó una asamblea constituyente, a su medida, para garantizar la continuidad de su dinastía liberal. Fermín Toro, Manuel Felipe Tovar y otros notables organizan una coalición de "conservadores" y "liberales" para poner fin a la dictadura de los Monagas y la rebelión triunfa prácticamente sin dispararse un solo tiro. El5 de abril de 1858 se apoderaron de Valencia y lanzaron la proclama desconociendo la constitución de Monagas y declarando a su gobierno espurio. La Guerra Federal, que se desencadenó dos años después, fue la respuesta de los británicos para impedir el triunfo de la revolución del 5 de abril, desintegrando el Estado venezolano. El 15 de marzo Monagas presentó su renuncia al Congreso, y desde este primer momento los británicos comienzan a organizar la conspiración para tratar de reinstalar a Monagas o impedir que la revolución tenga éxito, a como dé lugar. Los embajadores Bingham, de Inglaterra, y Levraud, de Francia, acogieron bajo su protección a Monagas y sus ministros más cercanos, para impedir que fueran llevados a juicio. El general Juan Crisóstomo Falcón y su cuñado, para ese entonces ya general Ezequiel Zamora, huyeron hacia las Antillas, manteniendo la coordinación con Bingham. Bingham y Levraud no sólo se rehúsan a respaldar o reconocer al nuevo gobierno, sino que presionan para impedir

Resumen Ejecutivo de EIR 36 Internacional

que llegare siquiera a tener alguna estabilidad. Las facciones políticas se polarizan entre quienes apoyaron el papel de los "diplomáticos" -entre ellos Guzmán- y aquéllos que los rechazaron. A dos meses del alzamiento, se rompieron las relaciones diplomáticas, y el 4 de mayo aparecieron en el puerto de La Guaira dos buques de guerra, el Cleopatra, francés, yel Tartar, inglés. Los respectivos diplomáticos conspiradores se instalaron eventualmente ahí, a medida que las escuadras francesa e inglesa aumentaban y llegaban a bloquear los principales puertos y apresaban buques de cabotaje venezolanos. Mientras tanto, Femin Toro asumió la cancillería, en un intento por hacer valer la soberanía nacional e intentó resolver el conflicto por las vías diplomáticas. Bajo estas circunstancias se inició la elección de una Convención Nacional, que se instala el5 de julio en Valencia, bajo la presidencia de Fermín Toro, para redactar una nueva Constitución. La escuadra inglesa desconoció la autoridad de la Convención, y amenazó con invadir y desatar la guerra si no se liberaba a Monagas. Al mismo tiempo, Bingham coordinó un primer levantamiento con Falcón, pero fracasó rotundamente, porque no logró hacer coincidir la llegada de las armas con los contrarrevolucionarios. El 31 de diciembre se promulga la nueva Constitución, definida por Fermín Toro en lo fundamental. Aunque fuertemente impregnada del espíritu federal, la nueva Constitución no consagró a la Federación y la omisión de la palabra fue el pretexto para desatar la guerra. Luego de cinco años de guerra sangrienta, el más federalista de todos, Antonio Leocadio Guzmán confesó sin empacho: "No sé de donde han sacado que el pueblo de Venezuela tenga amor a la Federación, cuando no sabe ni lo que esta palabra significa; esa idea salió de mi y de otros que nos dijimos: 'Supuesto que toda revolución necesita bandera, ya que la Convención de Valencia no quiso bautizar la Constitución con el nombre de federal, invoquemos nosotros esa idea, porque si los contrarios hubieran dicho Federación, nosotros hubiéramos dicho Centralismo' ". Con un gobierno asediado por los británicos que no logra gobernar, en el país cundió el caos y la descomposición social llegó a extremos de locura. "Todo es brutal en estos momentos de la historia venezolana. El odio y la muerte llenan de sangre los días y las noches. Los zamuros se dan opíparos banquetes en las sabanas", relata Level de Goda. El 9 y 10 de diciembre de 1859 se libra la única batalla de relevancia en Santa Inés, estado Barinas, donde el ejército del gobierno cayó en la celada que le tejió Zamora. De los tres mil hombres que componían el ejército "conservador", sólo 400 se libraron de las llamas que cubrieron las sabanas. Fue la última victoria de Zamora. El9 de enero de 1860, acamparon frente a San Carlos para disponerse al asalto. Al día siguiente, sale Zamora de su cuartel, acompañado de Guzmán Blanco, a hacer un reconocimiento de los alrededores. Un francotirador, del mismo ejército liberal, descargó certero

disparo y el caudillo cayó en brazos de Guzmán Blanco. Después vino un desbarajuste mayor. Los bandos seguieron enfrentados en una guerra de desgaste que durará tres años más, mientras el país se desintegraba. El 23 de abril de 1863, en la hacienda de Coche, se firmó el Tratado de Coche que pone fin a la guerra, pero no al caos. Pedro José Rojas, en representación de Paéz, y Antonio Guzmán Blanco, en representación de Falcón, acordaron los términos de la victoria federalista, que tuvo como resultado de los cinco sangrientos años, más de 40.000 muertos, la destrucción de la economía nacional y una enorme deuda con los bancos británicos, como Baring Brothers y Matheson & Co. Rojas y Guzmán Blanco se avocaron, antes que cualquier otra cosa, a determinar cómo quedarían los saldos de esas deudas a fin de poder seguir endeudándose con los mismos británicos que iniciaron la guerra. El 24 de julio el general Falcón entró triunfante a la capital. El8 de agosto salió Guzmán Blanco para Londres, a negociar otro empréstito por 2 millones de libras, a cambio de ofrecer las aduanas en hipoteca.

Fermín Toro y el ''igualitarismo venezolano" Pero el "igualitarismo" que supuestamente nació del nuevo orden, no nació del seno de la revolución federal ni surgió políticamente como conquista de filiación liberal. Su principal expositor y propagandista fue Fermín Toro, quien la consagró veinte años atrás como filosofía de justicia social. Refutando a Jeremías Bentham y a otros ideólogos del liberalismo, quienes "miran la libertad como objeto, como principio, el más sagrado; y aplicándola a la industria, le subordinan o más bien le sacrifican la igualdad que sí puede llamarse fin y objeto de la sociedad", decía Toro: "Yo sostengo que la libertad no es el fin de la sociedad, y que, como medio o facultad, debe estar subordinada a la igualdad necesaria, que es el objeto principal de la asociación, pues que por ella, y en la categoría de derecho, todo individuo debe poseer los medios de conservar su dignidad moral y su existencia física. . . "La libertad es el primer atributo del ser moral. No basta la racionalidad para constituir el ser libre, necesita, además, el deber o la moralidad como norma del libre albedrío. No consiste la libertad en ser cada uno causa de su propia actividad -esta especie de libertad la poseen los brutos- sino en ser la causa libre de dirigir esta actividad de una manera conforme a los deberes morales, conforme a los fines de la humanidad. Los deberes morales obligan al hombre para consigo mismo y para con sus semejantes, y la libertad no puede sustraerle a ninguno de estos deberes. Nadie es libre para renunciar a la dignidad de hombre, ni a su propia conservación, ni a los medios de perfeccionar sus facultades, y mucho menos para atentar contra estos mismos derechos en ninguno de sus semejantes. Por eso es que la libertad no es el fin de la humanidad, ni de los gobiernos, ni de los individuos; es una facultad noble y digna para alcanzar con mérito el fin".

Internacional 37 1" quincena de julio de 1999

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