Pelicula

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Wall Street es la película sobre el mundo de los negocios por excelencia. Narra el ascenso de Bud Fox, un joven y ambicioso broker, a las altas esferas de la mano de Gordon Gekko. La colección de situaciones y frases que se suceden de principio a fin son ya clichés. Su formidable ritmo refleja fidedignamente la intensidad y vorágine de los mercados financieros. La trama gira en torno a un caso de información interior. Puede que Gordon Gekko sea un granuja sin escrúpulos que, como dice Sir Larry Wildman, vendería a su madre por hacer negocio y la enviaría a cobro revertido. Pero este tiburón de los mercados lo es porque cuenta con la inestimable ayuda de los Carl Fox de la vida. Sí. Es Carl Fox, padre de Bud, quien traiciona a su empresa, y con ello a sus accionistas, al revelar a su hijo que la FAA exonera a la Bluestar del accidente que el organismo está investigando. Es él quien está unido por una relación contractual y de confidencialidad y facilita la operación con información privilegiada, expresión con la que se conoce en España a la práctica de insider trading. La traducción de la misma en la película, información interior, es mucho más acertada: Indica que el verdadero culpable está dentro de la compañía. Está claro que su intención no es beneficiarse de la misma pero la realidad es que se va de la lengua. Y encima se permite sermonear al resto a lo largo de largometraje. ¡El mundo al revés! Escrita y dirigida por Oliver Stone, se rodó en NYC con un presupuesto estimado de 15 M dólares. Ganó el Oscar y el Goblo de oro al mejor actor (Michael Douglas) y otros 7 premios. Producida por Edward R. Pressman para la Fox, se estrenó en 11-XII-1987. La acción tiene lugar en NYC, en 1987, a lo largo de unos meses. Narra la historia de Bud Fox (Charlie Sheen), broker financiero de una compañía mediana, inteligente y ambicioso, que acepta gestionar la cuenta de un tiburón, Gordon Gekko (Douglas), que bajo el lema "La codicia es buena" desarrolla una intensa actividad especulativa en activos reales y financieros. Busca plusvalías rápidas, sin miramientos. Bud consigue llamar la atención de Gordon, que le encarga labores ilegales de espionaje financiero y de propagación de información interesada. Bud obtiene a cambio dinero, ascenso profesional y la compañía amorosa de Darin Taylor (Daryl Hannah). La película describe la vorágine que se vive en torno a la Bolsa de NY y de Wall Street, en un mundo dominado por el dinero, la rapidez de las transacciones, la obtención de información solvente, la difusión de información sesgada, la lucha por el poder en las empresas, las batallas para imponerse a los competidores y el imperio del dinero como valor central de la actividad humana. Es un mundo dominado por la especulación, que no conoce principios, y en el que, con frecuencia, se bordea la ilegalidad. Marca el contrapunto Carl Fox (Martin Sheen), padre de Bud, mecánico de mantenimiento y líder del comité de empresa de una compañía aérea. Su respeto por los valores (lealtad, veracidad, honradez), le enfrentan a Gordon y, también, a Bud. En el mundo de Gordon todo es excesivo (el despacho, los beneficios, los gestos). Refleja la megalomanía de una persona maníaca, poseída por un afán compulsivo e insaciable de amasar dinero. La obra constituye un interesante documento sobre el mundo de las finanzas y de los negocios de NYC en los años 80. La música, de Stewart Copeland, instrumental, está al servicio de la tensión del relato. Comienza con la canción "Fly Me To The Moon", a cargo de Frank Sinatra, a la que añade otras como "America Is Waiting" y "Mea culpa", con voz de David Byrne. La fotografía, de Robert Richardson, colaborador habitual de Stone, mueve la cámara con agilidad, adopta en ocasiones formato documentalista (cámara al hombro), se recrea en las imágenes espectaculares de NY y trasmite un dibujo realista del bullicio de Wall Street. El guión construye una historia que refleja con acierto la pulsación del mayor mercado financiero del mundo. La interpretación de Charlie Sheen es meritoria y la de Douglas destaca en un papel cortado muy a su media. La dirección crea una obra crítica, desoladora, que dedica a la memoria de su padre, Louis Stone, agente de Bolsa durante 35 años. Interesante película sobre aspectos relevantes del mundo despiadado de brokers y tiburones que pueblan Wall Street.

Interesante película de Oliver Stone, director que no es santo de mi devoción pero que de vez en cuando se deja caer con algo que merece la pena. Para una persona que no entienda nada de bolsa, como es mi caso, podrá parece liosa y aburrida en ciertos momentos, pero a mí me entretuvo todo su largo metraje de dos horas. Charlei Sheen demuestra aquí, ante de sus devaneos con las droga, que es un actor competente, pero Michael Douglas está soberbio, es un actor que me suele gustar bastante. Daryl Hannah me parece una actriz sosita, sín mucho jugo, y su papel no es precisamente brillante. El padre de Charlie, Martin Sheen, me ha gustado bastante, siempre ha sido un buen secundario, aunque ya cada vez se le vea menos. Terence Stamp y James Spader están correctos. Es una de esas obras notables de los 80. Merece la pena verla.

El dúo británico de Nick Park y Peter Lord parece haber ganado algo más que elogios en esto de hacer criaturas en plastilina y arcilla. Estos dos señores de más de cuarenta, que con sus historias animadas del geniecillo Wallace y su sufrido perro Gromit supieron cautivar a la audiencia de la BBC y que ganaron tres Oscar y varios premios por sus cortos de animación, no sólo tienen a sus pies a DreamWorks, la compañía de Steven Spielberg y del ex Disney Jeffrey Katzenberg –coproductores de Pollitos en fuga–, sino que con una técnica artesanal de animación cuadro por cuadro resultan un libro de sugerencias para la industria de la animación en Hollywood. Fanáticos reconocidos de Toy Story, inspirados en El extraño mundo de Jack (Tim Burton), sacudieron el tablero con la primitiva técnica conocida como stopmotion, la animación cuadro por cuadro en la que debieron filmar una por una todas las poses de los personajes. Y eso no es todo: los pacientes y talentosos de Park y Lord moldearon a las ovíparas gallinas con sus propias manos. El resultado es contundente. Una opera prima casera en su técnica, ejercitada en el estilo, madura y deliciosa en su tono. Basada en El gran escape de John Sturges, la historia de Pollitos en Fuga no sólo tiene puntos en común con la película protagonizada por Steve McQueen en 1963, sino que adapta situaciones y elementos clásicos de las archiconocidas pelis sobre huidas de cárceles. Resulta gracioso reconocer en Rocky, el gallo von vivant, estrella de circo y antihéroe, al valiente McQueen que supo dirigir el escape de la prisión construyendo un túnel bajo tierra. Pero en Pollitos en Fuga nuestras gallinitas intentarán escapar del Mal por el aire, a fuerza de ensayo y error. Todo ocurre en una siniestra granja en York, Inglaterra, allá por los años cincuenta. Decenas de gallinas viven aterradas por las directivas de su ama, la Sra. Tweedy que, como si de un campo de concentración se tratara, las obliga a poner huevos en tiempo y forma, y las castiga cuando merma la producción. Es por esto que las aves se armarán de valor para atravesar aquel enorme alambrado que las separa de la libertad, e intentarán hacerlo con los medios que tienen a mano. Entonces prueban esconderse debajo de la ropa de un espantapájaros para terminar quedando a la vista de su cínica dueña, y utilizan una botella de agua caliente como trampolín para saltar la cerca. Porque la cuestión es esa: saltar la cerca. La gallina activista es Ginger, quien arenga a sus compañeras con frases del tipo "También tenemos cercadas las mentes". Está también el gallo anciano, que se jacta con condecoraciones como oficial del ejército en sus tareas aéreas y la férrea y voluptuosa gallina que cual Penelope teje todo el tiempo. Pero pronto llegará el personaje estelar que a vuelo de pájaro aterriza en la granja desde el aire: Rocky, el "gallinero solitario", el yanqui que alardeará con sus técnicas de vuelo, que en el fondo hablan de su triste performance en su número circense de gallo-bala. Rocky seducirá a todas las damas emplumadas con promesas de enseñarles cómo volar para atravesar la maquiavélica cerca de alambre de púa. Con una subtrama de romance, con el macabro plan de la Sra. Tweedy de convertir a las aves en deliciosas tartas de pollo y con un escape engorroso pero inolvidable, la historia sorprende escena tras escena, sin que decaiga la

atención. Y como lo hicieron en su primer corto, adonde gorilas, osos e hipopótamos discutían con los visitantes del zoológico sobre la vida en cautiverio, Park y Lord no sólo hablan de ciertas asfixias cotidianas de los hombres, sino que las muestran con un humor desopilante, sin estruendos y con múltiples niveles de lectura que permiten que chicos y grandes se rían –o sonrían– de lo uno o lo otro. Además, quien mejor que Nick Park para mostrarnos escuadrones gallináceos: su familia tenía gallinas como mascotas y en plena adolescencia, es decir varios años antes de guardarse en el bolsillo un flamante contrato por cinco años con DreamWorks (por el que acabará embolsando 125 millones de dólares), supo trabajar en una empacadora de pollo. Cosas del destino. Quien haya visto ya algunos de los cortos animados producidos por el mismo equipo resposable de "Pollitos en Fuga", sabrá por anticipado que la excelente realización en un medio tan difícil como la animación llamada "stop motion" no es un fin por sí misma, sino una herramienta para contar historia cálidas y graciosas, que no por ser apropiadas para niños pueden calificarse de infantiles. Así es "Pollitos en Fuga". Una simple pero graciosa película que muestra la lucha de un grupo de gallinas por fugarse de la granja en la que viven, donde sólo les espera la muerte cuando ya no puedan poner suficientes huevos para satisfacer a la ambiciosa dueña. Es una película muy divertida y apta para toda la familia, pero no necesariamente hecha "para niños". Por el contrario, la sensibilidad que muestra la hará emotiva para adultos, mientras que las peripecias de los personajes y la tremenda riqueza visual entretendrá a los pequeños, sin el exceso y condescendencia que otras productoras (como Disney) emplean para engatusar al público infantil. Aunque la trama no sea muy novedosa o compleja, la principal razón para ver esta cinta es el presenciar un extraordinario logro en el campo de la animación física. Este es el increíblemente meticuloso proceso dar vida, cuadro por cuadro, a modelos de arcilla, plastilina, o en este caso, espuma de caucho. Si ya es un logro obtener actuaciones de personajes animados por computadora, es doblemente notable el que se logren convincentes actuaciones de objetos inanimados como los mencionados modelos de caucho. Pero más allá de la animación misma están los escenarios y la fotografía. La atención al detalle es prácticamente obsesiva, y muestra un auténtico amor y pasión por este estilo de arte. Sin embargo, la técnica, por buena que sea, nunca reemplaza a la narrativa. Como dije, la historia es simple, pero los personajes son tan agradables y simpáticos que irremediablemente se ve uno inmerso en la trama, y el aspecto técnico pasa a segundo plano, funcionando como herramienta para contar la historia. Mi única queja de esta película sería por haber visto (porque no hay remedio) la versión doblada. El doblaje es razonablemente competente, pero irremediablemente destruye el tremendo esfuerzo de sincronizar movimiento de labios con los parlamentos. Además, prefiero por mucho escuchar una actuación de Miranda Richardson que un doblaje de una locutora anónima. No tengo nada en contra de los profesionales del doblaje, pero creo que debería darse al público la opción de ver la versión que deseen.

"Pollitos en Fuga" es una refrescante película para toda la familia, con más corazón y honesta diversión que las últimas bazofias prefabricadas para niños (como "102 Dálmatas" o "El Grinch"). Ojalá que tenga más éxito que "El Gigante de Hierro", que a pesar de su gran calidad fué ignorada por carecer de una gran inversión publicitaria. Muy recomendable para ir con la familia entera en esta temporada.

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