La Santísima Trinidad Tercera Edición

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  • Pages: 23
LA SANTÍSIMA TRINIDA

DE LAS CUATRO ESQUINAS Año I edición número 3 febrero del 2009

Año I Tercera Edición – Febrero del 2009 Editado en Arica- Chile 2009 Diseño: Violeta Fernández Riquelme y Daniel Rojas Pachas. © Cinosargo Contacto: [email protected] Web: www.cinosargo.cl.kz © La Santísima trinidad de las cuatro esquinas Web: http://trinidaddecuatroesquinas.blogspot.com/ Todos los derechos reservados – Sol E. – Oliver Beltrán – Violeta Fernández y Daniel Rojas Pachas. Editorial Cinosargo by Daniel Rojas Pachas Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 2.0 Chile

Sumario DANIEL ROJAS PACHAS:

Unas breves palabras acerca de esta edición...

-ALTO HOSPICIO DE RODRIGO RAMOS B.

En esta edición de La ST4E hemos querido incorporar a los artículos y lecturas sobre autores nacionales una muestra de tres poetas chilenos, Boris Calderón, Leo Lobos y Gladys Gonzáles, cada uno poseedor de una voz peculiar; talentosos representantes de diversas generaciones de creadores del país.

-HACIA UNA INTERPRETACIÓN LIHN-GÜÍSTICA DE: DISPARAN EN LA NOCHE. -ENRIQUE LIHN Y SU DECIR POÉTICO SOLEDAD E. DÍAZ -MURCIÉLAGA DE VERÓNICA QUENSE JOSÉ MARTÍNEZ FERNÁNDEZ -¿HA LEÍDO EL MEJOR DOCUMENTO SOBRE PRISIÓN POLÍTICA EN CHILE? POESÍA -BORIS CALDERÓN -GLADYS GONZÁLEZ -LEO LOBOS

En cuanto a los lineamientos de interpretación, un poderoso vaso comunicante conecta tres de los importantes textos de este número: La represión y sus consecuencias. La violencia sobre la psiquis y voluntad del cuerpo social, como problemática de la nación y sus habitantes, la vemos plasmada con enorme ironía en la lectura de Disparan en la noche de Lihn realizado por Daniel Rojas, a su vez la mirada visceral de denuncia la provee ¿Ha leído el mejor documento sobre prisión en Chile? escrito por José Martínez en torno a la obra Tejas Verdes de Hernán Valdés, finalmente en Murciélaga de Verónica Quense analizado por Sol E. Díaz encontramos un acróstico que sirve de mapa para la memoria, el aislamiento, la búsqueda de lo periférico como alternativa y el eterno retorno absurdo y privativo de la condición humana, condenada a repetirse hasta el hartazgo. Esperamos este número sea de su agrado, hasta pronto, con más novedades en La ST4E. Violeta Fernández.

Quimantú y la publicación de la primera novela de Rodrigo Ramos Bañados.

por Daniel Rojas Pachas

Hace unos meses en la red de diarios digitales de Chile, publiqué una nota sobre el interesante proyecto novelístico titulado Alto Hospicio del escritor y periodista Antofagastino Rodrigo Ramos Bañados, en ese entonces la obra ya había concluido, se hallaba cerrada como serie de aparición periódica en su blog homónimo y prometía en un último post; una eventual edición en papel por parte del grupo Editorial Quimantú . En diciembre del año recién pasado, esa promesa llegó a destino, el libro estaba editado. Unas semanas más tarde, la obra estaba en mis manos cortesía del autor. Disfruté su lectura, aún cuando ya conocía la historia a plenitud gracias a la red, y es que la experiencia que uno vive al toparse cara a cara con un libro, siempre es especial; sobre todo si la obra que se disfruta goza no sólo de calidad y brío en su contenido, sino que en lo relativo a su edición, se percibe un respeto pleno a la elección y libertad creativa del publicado. El trabajo de Editorial Quimantú es sobresaliente, pues sin transgredir su principio base que aboga por no castigar al lector con el precio de sus libros, presenta un óptimo diseño de portada e impresión y lo más importante, respeta a cabalidad las condiciones particulares del título de R.R.B; al ser una obra nacida al alero del formato epistolar que permiten los blogs. Intención que en primer lugar demuestra una madurez del autor al experimentar en su trabajo debut dentro de la narrativa extensa, pues más allá de lo anecdótico de diseñar una novela por entregas, a lo largo de varios meses y siguiendo la estructura de bitácora a tiempo real, con las ventajas correspondientes de intertextualidad y difusión masiva que permite Internet, R.R.B vincula lo mediático-tecnológico con su historia a fin de sacar provecho al máximo a las posibilidades narrativas de interacción con el lector; ya que fácilmente cualquier visitante podía con un simple comment tras la lectura, hacerse parte del proceso creativo e ingresar a la historia como cómplice del testimonio del protagonista, narrador-bloguero que confiesa su implicancia en los crimines de Alto Hospicio día por medio y semana a semana a vista y paciencia de los internautas. Este factor nos permite añadir algo indispensable respecto al traspaso del contenido de la obra desde la triple w al papel, la inclusión en el libro de numerosos comentarios de los seguidores en línea de la obra. El riesgo de Quimantú en este aspecto, es saludable para la narrativa nacional, sobre todo si damos a conocer que esta novela, constituye otro estreno, no menor, el nacimiento de la colección “Creando en-señas” de la histórica casa editora. Quimantú busca con esta línea, abrir una veta y catálogo a fin de promover nuevos talentos y apuestas creativas en la literatura Chilena. Un buen paso en conjunto por parte del autor y su editorial, pues el texto con el cual uno llega profundamente a interactuar, goza de calidad y brío.

Alto Hospicio: Un viaje al infierno de todos. Alto hospicio de R.R.B no es otra historia al uso sobre el norte grande, no es una oda gratuita a la pampa y el salitre, felizmente el escritor demuestra un increíble bagaje como lector y cinéfilo, además de gran valor y capacidad para asumir creativamente la apuesta total de mirar directo al abismo y enviar desde allí sondas que hablan a su destinatario de la otra cara de Chile y en especial del desierto con un rostro menos placentero y para nada romantizado; pulcro gracias al esplendor de la minería, el fragor de aquellos sufridos hombres de trabajo y los procesos histórico-sociales de hace dos siglos. Rodrigo Ramos opta por explorar como un solitario viajero del delirio otra veta, los límites de lo fronterizo son su obsesión y ello se aprecia en todas las dimensiones de la novela, lo cual dota a esta de una gran riqueza en cuanto a estilo y diseño. La pieza en su origen multimedia se plantea como un mecanismo arriesgado que se comunica con sus posibles lectores a través de estrategias textuales que desafían ante todo, las convenciones de la ficción, al hacer como ya mencione, del receptor un cómplice de los hechos narrados, un silente vouyeur poniéndose de primera mano al tanto de las confesiones de una mente también fronteriza, una consciencia al límite de la sanidad a la cual se puede interpelar como narrador/bloguero siendo un lector/activo con un comment directo, minutos después de colgado un capítulo/post. La edición en papel recoge ese sentir al respetar las fechas y las opiniones tal cual se publicaron en reacción a la voz del protagonista que usa el medio electrónico para desahogar su ambivalente culpa, la que hora a hora, nos revela a un decadente y aplastado periodista radicado en el norte, fracasado en su primer matrimonio, lascivo y dedicado en su pasado inmediato a escribir notas sobre asesinos seriales famosos tales como Chikatilo o Garavito, columna apreciada por Julio Ceballos, y primera instancia para el nexo de ambos. El fanático acérrimo de Luis Dimas, se vuelve gracias a esas notas, chofer incondicional del decadente reportero demostrando que tras la fachada de prolijo taxista reposa un depredador en serie que cobraría la vida de numerosas jóvenes en Alto Hospicio, llegando a ser condenado y remitido a la prisión de Acha en Arica. El periodista por su parte que termina por convertirse en copiloto del viaje sangriento de Ceballos, justifica su grado de implicancia como testigo, incitador y encubridor de los violentos asesinatos, a través de la labor que realiza como periodista, pues al igual que un fotógrafo de NatGeo no está en sus manos intervenir ante las fuerzas de la naturaleza que privilegian la ley del más fuerte. El abordar de esta manera el delicado tema que constituye una página negra en la historia policial y humana del país, sin atenuar la sordidez del caso, sin filtrar la oscuridad inherente del demencial submundo que duerme en alto hospicio, infame sexto mundo brutalizado por la indiferencia cruel y explotación del tercer mundo que es Iquique, Ramos Bañados, libera a la pieza de toda retórica y lugar común que tienden a parcializar el tema buscando dirigir las impresiones del lector hacia la conmoción a favor de las víctimas y el repudio total y satanización de un solo culpable; cuando el psicópata, más allá de ser impulsado por la sublimación personal de sus deseos, encuentra un contexto idílico para desarrollarse al amparo de la psicopatía social y morbosa, en que todos jugamos desde la acción y exceso de bulla al silencio y vista al lado, un rol sutil. Papel que R.R.B desnuda sin concesiones, mostrando los labiles pilares, otro borde frágil, frontera que horizontalmente nos balancea sobre un matadero y hecatombe que preferimos no ver, o dejar sepultado en la memoria; tal como dijo Bolaño en una de sus últimas entrevistas cuando le preguntaron qué consideraba era el infierno a lo cual él escritor respondió, es como Ciudad Juárez, que es nuestra maldición y nuestro espejo, el espejo desasosegado de nuestras frustraciones y de nuestra infame interpretación de la libertad y de nuestros deseos. A lo que se puede añadir además una frase del protagonista de Alto Hospicio para entender ese infierno latente y cotidiano que… “espera como los muertos, en lo más hondo del mar”. Autor: Daniel Rojas Pachas

Murciélaga que según Lemebel “hace cantar las claves poéticas en el jardín huraño de la palabra” palabra subvertida y subversiva que la autora conduce y que en el poema sálvese quien pueda a modo de acróstico, Q de sálvese quien pueda U de huir a la frontera E de elefante sosteniendo al mundo N de mil palabras negras S de surge nuevamente E de aburrida eternidad (Sálvese quien pueda) Quense, jugando con su apellido revela -sometiendo a juicio del lector- parte honda de su inquietud, temas y voces que reposan y bullen en el imaginario de fotopoemas y fotogramas ungidos por la autora. El sálvese quien puede de la Q es una salvaje invocación que expone el desamparo del hombre -solos como dividuosestamos cortados de raíz del mundo y en guerra con nosotros mismos; desmembrados peleamos por una oportunidad como depredadores hambrientos sin importar más que la supervivencia En la calle hay mujeres indígenas que hacen dormir a sus hijos envueltos en cartones mientras intentan vender collares que nadie compra (Misa) -el yo profundo y desensibilizado se debate en un hoy en que la empatía es un hocico de perro rabioso. De tanto andar en avión los ricos nos convirtieron en piedras del paisaje nuestros pueblos sombras en quebradas (la tierra de allá abajo)

d e VERONICA

Q U E N S E POR SOL. D

Espaldas apuntando a la tierra curvas curvándose lentas pesadas de abuso y pobreza (…) Nuestro ataúd un horroroso cubo (Espaldas) h- U -ir a la frontera: La periferia y frontera se presenta a lo largo del poemario como un símbolo que evoca la idea de salida, refugio de una racionalidad e injusticia recalcitrante que se puede entender y juzgar mejor desde los bordes; me escondo en una micro después en el metro me pierdo en el parque forestal (…) compro un libro de Silvia Plath me escondo en su bosque de invierno (Me escondo en una micro) En las postrimerías, mientras más lejos se encuentra el hablante del centro y su fuerza gravitatoria la mirada, como hombre y sociedad, está menos intervenida en su lógica y sentir y aunque no se goza de los privilegios del sirviente y el esclavo, se puede pensar y pensarse panorámicamente. Por un momento se borró la ciudad con su crueldad con sus fronteras con su injusticia y su impunidad (…) por un momento el mar inundo mi ciudad y mi memoria (Un viento marino) El “ser periférico” al no constituirse como siervo o entidad reprimida por el sistema siempre será un ser proscrito ante aquellas ideas fuertes y violencia represiva del centro y su ideario de normalización. Esto se produce por la calidad de rebelde de aquel que habita en los extramuros . De modo que se atacan sus actos directos, manifestaciones y despliegue de sus deseos más íntimos.

¿No fueron sus dioses los que silenciaron a mis diosas y quemaron la voz en sus castigos retorcidos y morbosos? (No hicieron lo posible)

O se castiga lo que simplemente representan sus elecciones más básicas y vitales, creencias, convicciones; la expresión de su sexualidad por ejemplo. Si nos movemos nos cachan abrázame y nos cagan por lesbianas entonces suéltame la mano conversa normal (Disimula que viene un paco) La memoria se evoca en la obra a través de aquel animal solemne E-lefante que sostiene como un atlas al mundo. Pese al raspado y las fisuras que el hombre hace al omitir, olvidar y manipular su transito reseñado en las páginas de la historia, no podemos negar que nuestro minúsculo universo humano gira por obra y gracia de los testimonios y la inmortalidad que confiere la palabra y los discursos –su represión o hiperbolización, premeditada o fortuita, van creando consciencias, identidad y distribuyendo los roles de cada quien. ¿No fueron sus filósofos los que me nombraron perra encerrándome el pensamiento y callándome la palabra? (No hicieron lo posible) N de mil palabras Negras: Páginas enlodadas y que son la vergüenza de nuestra caminata por el mundo, estás son producto de la conjunción de las tres voces anteriores, la furia carnívora del hombre siendo el lobo de su par; ante ello sálvese quien pueda de aquel ejercicio de un poder central; jerarquía que somete a los que no comulgan con su decir, enviándolos a la periferia como prisión, celda, exilio u hogar, la frontera en ese caso, huir, es la salida de un demencial mundo falocéntrico y un logos asesino que se completa en la historia, en ese elefante lleno de cicatrices y al cual se dispone a cumplir nuestras desviaciones quemando su piel, raspando su carne para ver cuanto más podemos re-escribir con la comodidad del olvido y la sangrienta mecánica del palimpsesto como gatillo del silencio. Hombre blanco decir matar malos y mundo asesino hombre blanco decir comprar y mundo consumir (Hombre blanco decir comer) La historia se presenta como un proceso macro que el poder y sus detentadores utilizan cual gran maquinaria discursiva que aplasta al individuo, produce mudos, historias pequeñas que se consideran intrascendentes y dispensables. Muda / sin palabra que me salve (No hay)

Aquel S-urge nuevamente podemos entenderlo como la muestra fiel de un eterno retorno y ciclo absurdo en que resumimos nuestro diseño espiritual y social como especie. La tarea de sufrir, de repetirnos hasta la saciedad es una predecible caminata en círculos por el mismo paisaje en el cual lo único que se sucede y cambia es el rostro de los viajeros, ellos han dejado sus testimonios, sus acciones que son rescatadas como hazañas o infamia en la historia. De ese modo influyen y pasan la posta a nosotros los sucesores que haremos lo mismo, retomar sus pasos, a veces desviando la ruta, en otros casos como meras copias aprovechando el mapa trazado de antemano… En mi país nada cambia pasa lo que tiene que pasar la tendencia es la tendencia la estadística es la estadística y las cosas humanas siguen siendo cosas perdidas en el tiempo (Todo sigue casi igual) …y al final, tarde o temprano, llegaremos al mismo resultado, la misma meta que da fe del recorrido, ese cauce que nos arrastra a todos; y que la autora sintetiza como idea en la última letra de su apellido y elemento del acróstico: E- de aburrida eternidad, destino que por falta de invención y coraje para salir de los límites, comunicaremos a los que vendrán para dejarlos repitiendo la comedia sin sentido. Calle que desaparece islas calle como cuenca de río que nos contiene a todos en una corriente humana que no dejará de moverse (Calle) El aludido poema Sálvese quien pueda termina: Si alguien conoce el remedio por favor llámeme / Salgo en la guía. El llamado en verdad lo hace Quense con este animal poético llamado murciélaga que recorre las noches y silencios en un vuelo que da fluir lingüístico y visual a tierras eriazas, espacios, tiempo y voces que se suceden en una bitácora que recobra la presencia de aquellas bastedades, al parecer, sacadas de otro mundo, infierno y paraíso cotidiano (olvidados por negligencia) Inmóvil spleen y ternura que la poeta eterniza y da cauce en una imagen que busca deslizarse ante nuestros ojos indiferentes, logrando por encima de la represión; herir con belleza el trémulo suspiro de no poder lidiar con una lágrima, -impotencia hecha silencio por la crueldad- y que en cada poema, verso y palabra del libro, gracias al acto agónico de leer y mirar, se confronta –pues más allá del miedo y la violencia- logramos reconocernos en ese espejo que expone todas las máscaras infinitas y denuncia las gratuitas e incomodas omisiones Autora: Soledad E. Díaz

Textos y fotografías: Propiedad de Verónica Quense

Acusamos recibo de la obra GRAN AVENIDA de la escritora Gladys González, de esta, presentamos una breve muestra. GRAN AVENIDA GLADYS GONZÁLEZ "Los seres buenos se hacen mejores con el dolor; los malos nos hacemos peores." Gabriela Mistral I Paraderos Paraíso Aquí no hay glamour ni bares franceses para escritores sólo rotiserías con cabezas de cerdo zapatos de segunda cajas de clavos. martillos. alambres y sierras guerras entre carnicerías vecinas y asados pobres este no es el paraíso ni el anteparaíso Publicado originalmente en Revista Cinosargo

(Santiago, 1981): Poeta, licenciada y profesora castellano. Ha publicado: Conrimel, Antología de poetas mujeres del cono sur (Ediciones La Calabaza del Diablo, 2006), Gran Avenida (Ediciones La Calabaza del Diablo, 2004), Poemas (coautoría, Balmaceda 1215 ediciones, Chile, 2003), Papelitos (Eloísa Ediciones, Argentina, 2002).

PRESIENTO DESDE EL SUEÑO LA ORACIÓN DE LAS CULEBRAS Dioses de las sombras, huid a vuestras guaridas, Ha nacido una orquídea en el patíbulo En sigma, mil serpientes devoraban las estrellas Furiosos homosexuales se ocultan en las iglesias Y el sol se ha hundido para siempre en los volcanes ¿Sabéis acaso, príncipes abyectos, Qué fatídica música enigma mis orgías, Y qué cítara de infierno aviva las hogueras? No, no lo sabéis, desventurados. La fiesta se pudrió en vuestras ojeras ¿Qué suerte de escorpiones nos posee Si ha caído el último fantasma Y un planeta de oro gira en torno nuestro? Amada, tú persignas mis carnes cada noche Con un látigo de víboras. Tú me embriagas con el vino que guardas en tus ojos. Ángeles diabólicos copulan en el fuego y bailan. ¡Ay! Tus labios me maldicen, ¡oh! Siniestra. Me amapolan tus pupilas El lirio te diadema en piedra mi Princesa-Cobra. En la oquedad de la noche Sólo se oye la oración de las culebras. Es el sueño… Boris Calderón nace en San Bernardo el 12 de septiembre de 1934. Casi toda su vida se desarrolla en la comuna de Buin. Poeta marginado, muere a la corta edad de 28 años, el 1 de mayo de 1962, producto de un tumor cerebral. Publicó "Estío en la materia" (1954), "El libro de los adioses" (1956) y "Canción para una niña llamada Francisca" (1959).

HACIA UNA INTERPRETACIÓN LIHN-GÜÍSTICA DE: DISPARAN EN LA NOCHE DISPARAN EN LA NOCHE Los anónimos de siempre disparan en la noche a la que no se puede entrar de la que no se puede salir coto de caza y placer de las hienas Los leones mismos se pervertirían si tuvieran como ellas la exclusividad de la selva. Suenan esos disparos como algodón en los oídos empapados de nuestra sordera son el éter que nos trae la noche y henos aquí tendidos en nuestros lechos de operaciones Mañana habrá muertos, eso es todo Mejor que se guarden la noticia Por sus prontuarios no los conoceréis. Un coto de caza del tamaño del país Para que no haya que darle explicaciones a nadie. Se descansa en la prohibición de entrar en la zona de peligro El corazón, órgano del miedo, funciona bien bajo las balas del éter Dormir en paz, ya que no lo hacen los muertos. Estas líneas fueron escritas Con el canto de la goma de borrar. Autor: Enrique Lihn Disparan en la noche es un poema que encontramos en el libro Pena de extrañamiento, poemario que dentro del grueso de la obra de Lihn abarca 10 tumultuosos años en la política y orden social de Chile. Esta obra nace además en un periodo en que el autor -a sus 50 años- goza de una extensa experiencia como viajero, hombre y habitante del mundo, creador capaz de desplegar una voz dueña de códigos y visiones que desde su particularidad, dialécticamente alteran y cuestionan su entorno local y global Como poema “Disparan en la noche” podemos ubicarlo en la línea más descarnada y social de la poética de Lihn, pues el texto, limpio en apariencia de juegos retóricos y hermetismos tanto conceptuales como en su diseño –más no por ello carente de humor negro, descreimiento y una ironía auto reflexiva que alcanza su cenit en el remate del poema: Estas líneas fueron escritas / Con el canto de la goma de borrar. -nos evoca y conecta directamente con un referente extratextual, las sociedades latinoamericanas de la segunda mitad del siglo veinte: Se ha montado aquí una gran maquinaria. / La Maquinaria del Ocultamiento de la Verdad en el Perú. (Estación de los desamparados)

y en específico, se pasa revista a los años 70 en Chile con su peculiar estructura de poder, orden social edificado bajo una jerarquía logo céntrica y discurso vertical que ampara la violencia y anonimato como herramientas de control y sumisión. Toques de queda, tortura, exilio y escuadrones como fuerzas públicas de represión en un estado de emergencia generalizado. El modelo de poder se nos hace accesible de manera crítica -gracias a la poesía- más allá de la memoria individual (recuerdos de los que vivieron esos años) y colectiva (la historia con sus grandes discursos y testimonios presentes en los libros y medios de comunicación) La obra de Lihn –y la poesía en general- pretende y consigue, incluso por encima de los deseos explícitos del autor, constituir gracias a su mensaje una situación comunicativa especial que trasciende tiempo y espacio, confrontado la visión creativa de quien da uso y nueva forma a la palabra ante la percepción de todos sus hipotéticos receptores; los que al entrar en contacto con el texto, pueden, dados sus prejuicios, condicionamientos, mayor o menor criterio y apertura de mente y asertividad, coincidir o discrepar en distintos grados con lo que se busca transmitir. En el caso particular del poema “Disparan en la noche” , su mensaje; fuera de lo literal con su tema y motivos ligados a un cronotopo familiar para los chilenos y aquellos continentales que han vivido, siguen viviendo o sufren las consecuencias de sistemas de represión y su mutación a favor de la economía y las relaciones internacionales demuestra ser altamente connotativo pues nos informa además de aquella situación puntual de un periodo y sus avatares, con respecto a las corrientes estéticas imperantes, toda la tradición cultural y la ruptura que con su quehacer literario el creador promueve al instaurar una proyección de carácter progresista, visionaria o en su defecto una mirada retaguardista, conservadora e intertextual -se citan o se contravienen verdades en un mundo verosímil que el hablante integra- . Esto por lo demás afecta tanto a una recepción entre contemporáneos que pueden gozar de lecturas afines como a la interacción con aquellos destinatarios que reciben la obra años, incluso siglos después, revisitando la gran gama de voces y sentidos que surgen desde lo explícito para llegar a lo polisémico, desde lo referencial directo a lo imaginativo y ficcional. La poesía constituye en este caso otra forma de acceder a los hechos. Una vía abierta y rizomática; definida por los filosofos Deleuze y Guattari como: un método para ejercer la resistencia contra un modelo jerárquico, que traduce en términos epistemológicos una estructura social opresiva, y que el poeta, de paso por este mundo, como actor y comunicador pone en manos de sus eventuales lectores sin intervenir su juicio y discreción. La poesía, dada su ambigüedad y subversión del lenguaje, (una de las mayores certezas a la cual está sujeto el hombre) en lugar de imponer una verdad a modo de conceptos fuertes que sustentan una cultura, cosmovisión y superestructura social, propone una multiplicidad de lecturas, que validas o no y más o menos directas en su decir; se actualizan y descubren en el diálogo que confronta pragmáticamente visiones posibles. En este caso las de Lihn y todos los que acceden a su poesía. Aclarado esto, lo que a continuación se plantea como análisis semántico de los versos que componen la obra, es una de tantas posibles lecturas. Para este redactor, Lihn nos muestra a través de “Disparan en la noche” un mundo de terror, una sociedad en donde sólo una verdad importa, la del más fuerte y su legitimado derecho a actuar con violencia y sin necesidad de exponer un rostro, nombre o argumento: Los anónimos de siempre disparan en la noche

Gracias a este verso inicial, nos queda claro el panorama que impera dentro del espacio del hablante. La condición apócrifa y subrepticia que rige el actuar de los tiradores, está modificada por el adverbio “siempre” lo cual deja en evidencia una seña de identidad dentro su peculiar condición y proceder. Ellos siempre ocuparan ese rol de verdugos. Se remarca una idea de constancia pues son los mismos, aún cuando no sepamos a ciencia cierta quienes son y cual es su nombre y rostro. Por tanto están legitimados en su anonimato y el único argumento que necesitan es el de sus balas que cruzan la noche cerrada a la que no se puede entrar de la que no se puede salir El toque de queda, el dominio de las fronteras, el silenciamiento y autoritarismo en los medios de comunicación además de la imposibilidad de reunión así como el control de los espacios públicos, son parte de sus prerrogativas. Ellos ponen los candados y peajes en este espacio demarcado que es su territorio de caza, allí se alimentan, allí reinan y gozan de privilegios coto de caza y placer de las hienas / Los leones mismos se pervertirían si tuvieran como ellas la exclusividad de la selva. El poema con este verso que clausura la primera estrofa; destaca la exclusividad excluyente de seres carroñeros que actúan impunes y de forma unilateral, a lo largo de todo el país en un coto, un espacio en el cual se erigen como el depredador supremo. Un coto de caza del tamaño del país / Para que no haya que darle explicaciones a nadie. Lihn en este poema, a diferencia de lo que serán sus textos de Por fuerza mayor (1975) va de cara al conflicto y es extremadamente explícito para plantear la barbarie de la civilización y su proceder decadente; no trafica ideas sino que las arroja de cuajo al rostro de los vigilantes; es una diferencia con lo que el mismo haría después como descentramiento y forma de combatir la censura. Hay que destacar si, que muchos autores durante ese periodo y en los años que vendrían también se valieron del hermetismo y subversión del lenguaje para exponer por un lado, la completa disociación que se sentía frente a la legitimidad del contexto, su valor como realidad a la par que encubrían sus mensajes, me refiero específicamente a parte de la obra de Giaconi, Maqueira, Cociña y Zurita, creadores de gran riqueza estética que optaron por bordear desde la periferia la situación productiva y receptiva del país; asumiendo un juego de máscaras deformes y grotescas, maquillaje esperpéntico y complejidad formal que hacen reflejo del sistema, al ocultar, gracias a la limitación que tiene la mirada imperante para acceder a códigos más complejos y semióticos. De cualquier modo la abstracción no es la opción Lihneana en “Disparan en la noche”, el autor opta más bien por hacer del cien por ciento de la obra un mecanismo de denuncia que en su contenido y diseño, está afectado por el mundo en que se vive. Desde el título nos descubre la llaga y cada verso y sema remite al acto vil de atacar desde el anonimato, desaparecer y borrar a otros como objetos o frases que se pueden tachar en un palimpsesto demencial que reescribe desde el presente el pasado para así dominar el futuro: y henos aquí tendidos en nuestros lechos de operaciones / Mañana habrá muertos, eso es todo / Mejor que se guarden la noticia / Por sus prontuarios no los conoceréis. La psicopatía y terror social generan el contexto idóneo para que torturadores y verdugos como cirujanos de un sistema y sus fines se explayen de manera que cada disparo y desaparición se torna algo habitual, asumido como parte de una atmósfera en que la falta de luz, (siempre oscura, de noche) umbría condición que también podemos entender como falta de información y conocimiento, es un anuncio del pavor; el arribo del telón en que teatralmente se monta una caravana de muerte y masacre. El hablante al exponer la situación comparando al país con una mesa de operaciones, y henos aquí tendidos en nuestros lechos de operaciones implica el mecanismo en que se realiza la disección del orden social que extirpa sin mayor cuestionamiento vidas como carcinomas. Más allá del duelo y la aflicción, que la voz poética pudiese tener, señala, Mañana habrá muertos, eso es todo, a manera de desazón e indiferencia, remarca con “eso es todo” la habituación al modelo que con sus bisturís opera los cuerpos, las mentes y la memoria, pues todo esta destinado al imperecedero olvido, a la resignada edición que se hace de la historia, pues los testimonios, las actas, los vestigios de la existencia de cada ser y de la vida en sociedad, también serán operados para volver todo una ilusión Por sus prontuarios no los conoceréis, en este mismo sentido, el remate del poema es perentorio Estas líneas fueron escritas / Con el canto de la goma de borrar.

Todo lo que Lihn no oculta en su invectiva al mundo que le toco vivir como intelectual latinoamericano y Chileno, paradójicamente cierra la pieza con un toque de ironía magistral que echa por los suelos las expectativas del lector, algo similar a los finales ambiguos en los cuentos de Borges, de modo que el poema por entero, se torna una digresión anfibológica que esta sometida a las leyes del sistema; la maquinaria de manipulación de la verdad que el mismo autor menciona en su poemario estación de los desamparados al pensar en el Perú. El texto “Disparan en la noche” como producto cultural inserto en el sistema; resabio del pasado, al igual que el resto de creaciones del hombre, literatura, historia, prensa, ciencia y tratados; pasará por el filtro de quienes redactan los grandes hitos de nuestro tiempo, de modo que su manifiesto de subversión pese a estar escrito de forma directa y explicita está redactado con el canto de la goma de borrar, la postal enviada desde el infierno en tal caso puede no llegar a destino y si arriba, cuánto de lo que nos llega puede haber variado en el camino, el poeta siembra la duda frente a la veracidad de los dichos de su hablante, todo testimonio en tal caso está indefectiblemente viciado e intervenido, siempre se dirá más o menos de lo que se pretende y se leerá incluso más o menos de lo que se anhela, el descreimiento como pesimismo crítico y autoconsciente no resta de cualquier modo valor a la pieza, por el contrario, eleva su pertinencia y le da urgencia y dramática prestancia, pues refuerza como idea central todo lo que el poema ya expusiera frente a la libertad en todos sus sentidos. El mismo hablante está sometido a ese juego de operaciones y extirpamientos, y la cicatriz queda expuesta, la pregunta es entonces: De todas las cicatrices que tenemos o que percibimos en nuestra historia como grietas de la llamada verdad, cuántas de ellas han sido maquilladas u operadas, por tanto el poema al estar intervenido deja no sólo un estigma material, sino que penetra como una duda recalcitrante en nuestras mentes, quizá el único espacio en que las máquinas de tortura y la goma de borrar no pueden entrar sino queremos. Allí germina la riqueza metafísica del autor. El sentir contrario a esta resistencia voluntaria que promueve un pensamiento crítico capaz de repeler la concientización y acatamiento reverencial de cualquier sistema y sus mecanismos; conlleva al conformismo y evasión: Se descansa en la prohibición de entrar en la zona de peligro / El corazón, órgano del miedo, funciona bien bajo las balas del éter / Dormir en paz, ya que no lo hacen los muertos. Se asumen los roles dispuestos en el tablero, y el único consuelo es la muerte o la ignorancia, desconocimiento y falta de opinión, de voz y representatividad, ser un ente servil; condicionado como los perros de Pavlov a dormir ante la fusta y el disparo hecho esencia natural de la noche. Dormir en la falta de memoria y represión colectiva que se autoflagela y agradece como al padre nuestro el no morder del árbol de la ciencia y ser un cordero dispuesto al asado. La lectura en conclusión, demuestra la imposibilidad de eliminar del todo la carga ideológica implícita y explicita sin embargo la poesía como mecanismo especial de gatillar los recuerdos y comunicar un mundo que puede ser ajeno o remoto para los vendrán, o familiar para los del presente en cuanto a ciertas actitudes de dominación que subyacen frente a la aplicación de mecanismos más sutiles (un simple cambio de contexto actores y mecanismos pero no cierre de los fines absolutos), se presenta por medio de la palabra libre para ser interpretado, dialogado y discutido, fragmentos fugaces del devenir que Lihn en el transito desarraigado que es la vida, escribió robando algunos secretos a la muerte y al canto de la goma de borrar; podríamos añadir. Autor: Daniel Rojas Pachas.

¿HA LEÍDO EL MEJOR DOCUMENTO SOBRE PRISIÓN POLÍTICA EN CHILE? por José Martínez Fernández

Hernán Valdés es un gran novelista y un buen poeta chileno. Como novelista había destacado bastante en Chile hasta que su libro TEJAS VERDES: DIARIO DE UN CAMPO DE CONCENTRACIÓN EN CHILE vino a consagrarlo como una de las figuras más altas de la narrativa nacional contemporánea. Este hombre que nació en 1934 es autor de novelas y de libros de poemas. Tiene –entre estos últimos- un magnífico texto titulado CUANDO ASESINARON A KENNEDY. TEJAS VERDES causó molestia en los partidarios de la dictadura. Escuché en esos años difíciles, en un círculo periodístico admirador de Pinochet, que a Valdés había que meterlo en prisión otra vez y entre los izquierdistas el libro también causó escozor. Es que TEJAS VERDES basó los hechos en puntos reales. De esa verdad que Hernán Valdés vivió en las mazmorras de Manuel Contreras. Y hablando de la maldad y el odio de los militares golpistas, no dejó de decir una realidad que, a cierta gente de izquierda, molestó: La entrega sexual de algunas mujeres de presos políticos a sus cautivadores. Obviamente éste era un hecho corriente dado que así se conseguían favores de los que tenían el poder y con ello se aliviaba la carga –el dolor- de los presos en Tejas Verdes. Hernán Valdés permaneció un mes en Tejas Verdes y fue sometido a innumerables vejaciones. Su magnífica pluma permitió detallar al mínimo los hechos allí vividos. Y lo hizo con una riqueza idiomática muy alta. Es decir que, aparte de ser un gran testimonio, su libro es un excelente texto literario. Tras su prisión de un mes el autor fue asilado en la embajada sueca y luego partió al exilio, del que no ha vuelto, ni piensa volver. El juicio lapidario por parte de los partidarios de la dictadura y de los izquierdistas que no aceptaban como cierto lo señalado por el escritor, llevo a que éste fuera aislado sistemáticamente…desconociéndosele su calidad de independiente de izquierda.

Christian Montecino , 1973 Santiago

Sin embargo su libro causó furor en todo el mundo. La novela fue traducida a más de diez idiomas. Fuera de Chile y en Chile se constituyó en un documento-denuncia. Como tal la Comisión Valech lo estudió para saber la realidad de la situación de atropello a los derechos humanos ocurrida tras el Golpe…

Pero esa injusticia ha tocado a muchos que –pese a haber sufrido diversas formas de apremio bajo Pinochet- no fueron considerados en el Informe Valech. De ello se queja Hernán Valdés con justicia. Cárdenas le pregunta: “¿Habría estado dispuesto a dar su testimonio?, ¿no habría pesado más su desconfianza hacia el sistema judicial y político chileno?”.

Y aunque el autor no concurrió a prestar declaración ante tal Comisión, consideró injusto que no haya sido agregado a la lista de prisioneros políticos. Como autor del libro, su propia historia, es ya un testimonio mayor. Por ello él le dijo a la periodista María Teresa Cárdenas: “La Comisión debe reparar sus omisiones”. Christian Montecino , 1973 Santiago

Responde Valdés: “Si lo hubiera sabido, no me habría cabido dudas de que una tal Comisión, entre otros testimonios, habría considerado, sin necesidad de mayores trámites, consignar al autor de Tejas Verdes, que fue el primer texto y el más difundido sobre la tortura. La necesidad de una ratificación personal de lo escrito allí me habría parecido una broma de mal gusto”. Esa injusticia no sólo la ha vivido él, pero es él el paradigma mayor de la misma. Autor: José Martínez Fernández FUENTES: TEJAS VERDES: DIARIO DE UN CAMPO DE CONCENTRACIÓN EN CHILE. Editorial Ariel, Barcelona, España, 1974. Reeditado por Editorial LOM-CESOC, Santiago de Chile, 1996. REVISTA DE LIBROS de El Mercurio. Entrevista de María Teresa Cárdenas. Santiago de Chile, 5 de febrero de 2005. Cienpoemaschilenosclaves.blogspot.com (FRAGMENTO) (...)no son gritos de los que nacen de la garganta; éstos tienen un origen más profundo, como desde el fondo del pecho o de las tripas. ¿Son de Manuel? No podría asegurarlo. Hay muchos otros sonidos entremedio. Ruidos de motores, voces de mando, silbidos que conforman una melodía, muy entonadamente. Los gritos cesan y después recomienzan, cubiertos por todo lo que debe ser una actividad humana rutinaria y trivial en un espacio intermedio. Tengo mucho frió. Entiendo que debo apresurarme en convenir conmigo mismo mis respuestas, en reunir los elementos, tan dispersos, de una personalidad, en decidir cuáles aspectos debo mostrar y cuales debo ocultar. Pero el frió y la respiración tan entrecortada no me permiten concentrarme. Lo único que puedo imaginar es el sol que hay afuera, en la playa.

ENRIQUE LIHN Y SU DECIR POÉTICO por Daniel Rojas Pachas La necesidad de estudiar y leer a Lihn a través del mismo Lihn, por medio de un diálogo profundo que revela gracias a mecanismos semánticos y pragmáticos de interpretación, las estrategias textuales que este dispone para comunicarse con sus hipotéticos lectores; surge debido a la magnitud de su obra, la cantidad inconmensurable de géneros y técnicas que el escritor utilizó en vida sumando a ello el afán crítico de este redactor, auto convencido de la tarea de revisitar el genio Lihniano mas allá de todo lo que se ha dicho en ámbitos académicos en torno a su producción. Lihn sin concesión, es la voz literaria más original que la segunda mitad del siglo XX vio nacer en Chile y una de las más completas de América. Precoz artista, dibujante y creador de happenings y performances estridentes, Lihn fue un crítico de arte y cronista visionario, editor, poeta excepcional y novelista experimental. Su mente fue lúcida y afilada, y su trabajo enriquecedor pervive llevando al límite las posibilidades de nuestra lengua. Al hablar de Enrique Lihn enfrentamos la figura de un creador que tempranamente paso a engrosar a título propio, la fila de nombres clave de la poética de su tiempo, los cincuenta. Feroz irrumpe alterando la tradición y se torna referente para los que vendrán; brillando hasta la fecha como un haz de relaciones comunicantes en toda Latinoamérica y el mundo ("La pieza oscura" fue traducida al francés y publicada en París en el 72, En 1978 New Directions en Nueva York publicó bajo el título "The Dark Room and other poems" una antología en inglés. El escritor se adjudicaría a lo largo de su vida, importantes becas de instituciones como la Unesco o la Beca Guggenheim. Gracias a ellas viajó a París y Nueva York respectivamente. En repetidas ocasiones volvería a estos parajes y sus obras sin duda tomarán como inspiración sus largas estancias en el solar del extranjero; así nacen A partir de Maniatan (poemas de 1979) y Paris, situación irregular. Considerado un intelectual de primera por gobiernos y universidades trabajo como profesor visitante y en el continente fue reconocido, por su obra “Poesía de paso”, al ganar en Cuba el prestigioso Premio Casa de las Américas. Póstumamente, se han publicado estudios, tesis y antologías del autor tanto en Chile como fuera del país, entre los países que han ponderado su obra encontramos a México, España y Estados unidos. Destacan las recopilaciones "Figures of Speech", Álbum de toda especie de poemas" y "Porque escribí") Ahora, si nos abocamos a lo estrictamente literario, podemos reconocer que los planteamientos universales de la poética chilena, presentes en el decir de Lihn van reformulando y afectan el continente y contenido de importantes estilos y corrientes que se dieron en el país, tanto la antipoesía con su juego retórico, desacralización gradual de la figura del vate y la desconfianza del lenguaje, como el lirismo per se, el escritor difumina todo resabio del canto y fórmula vanguardista, maneras propias de los -ismos más explotados en este sector del mundo. En cuanto a la retórica social; Lihn opta por mimetizarla con lo extremadamente personal y paradójicamente con lo míticohermético, rara vez se aprecia el abuso de lo político y reivindicatorio en descarnado y con tono de denuncia gratuita, siempre subyace el manejo de la ironía o humor negro provocando el descentramiento de cualquier lectura panfletaria o ideológica. En oposición a ello hay que agregar que el poeta plasma en su obra muy vividamente la antípoda complementaria de lo vernacular, lo metafísico bulle en sus páginas y pasa a ser una divisa asociada hondamente a su apellido.

En cuanto a lo metatextual, la relación crítica que tienen los textos de Lihn con los otros, con todo aquello que podemos considerar privativo y autónomo del mundo de la palabra, apreciamos en primera fila y de modo constante como este escritor latinoamericano se apropia de los temas universales, el viaje, el amor, la muerte por nombrar algunos y los hace parte de su código personal, Lihn habita en ellos, dialoga con estas voces inmemoriales desde Cervantes a Rabelais, Goethe, Milton, las parábolas bíblicas y Kafka, y como anfitrión en una mesa donde todos ellos aguardan, el poeta nos invita a recorrer los pasos vagos y fantasmales de la memoria colectiva ideando una nueva visión de lo personal, en la cual tanto lo gregario como lo que compete al individuo, los arquetipos y los substratos, demuestran su calidad más íntima y existencia en virtud de lo dicho, de lo nominado, filtrado y retenido traicionera y fantasmáticamente por nuestro escurridizo lenguaje y compleja forma de (in)-comunicarnos. Con estas premisas, la percepción desnuda de Enrique Lihn va re-escribiendo lo más profundo del proceso escritural; febril el poeta trata de aprehender el mecanismo, su riqueza, finalidad y contradicción con su precaria y limitada herramienta que es a la vez su propio objeto de deseo (la palabra). En este punto podemos comparar la obra de Lihn como la de aquel hombre que se aferra a la vida y dedica su existencia a comprender nuestra honda naturaleza y devenir, para ello se indaga de modo auto reflexivo y con una meta-conciencia extrema, los caminos amplios de la poesía y creación.

Escribo para desquitarme de la inacción que significa escribir (Escribo para desquitarme -Lihn) En tal grado, vemos bajo su mirada, la poesía situada, la memoria, el testimonio, los contextos locales y del globo acompañando lo eminentemente discursivo del yo poético, mientras se saltan niveles de realidad a la par que se promueven cruces tácitos y explícitos gracias a los cuales se va borrando el propio ser del autor y el lector, que al enfrentar esta voz; entra a cuestionarse como una inventiva más del gran juego creativo, una especie de gran teatro del mundo que Lihn diseña y que podemos llamar, gran poema del mundo (…) Escribo, luego el otro existe (Escribo para desquitarme -Lihn) El autor opone sus motivos, extrañamiento, vouyersimo, el juego del ciclo eterno, la mirada auto reflexiva, la mirada en abismo, los desdoblamientos, el tachamiento de identidad, los testimonios borrados que se confunden entre sí, todas lecturas que de forma individual o en combinaciones integradoras, provocan que lo gastado y recurrente; temas tradicionales ya mentados como el viaje, la mayéutica, el amor y desamor, el regreso a la infancia y el exilio, se actualicen.

Por ello en la obra de Lihn no es difícil encontrar poemas que sin perjuicio del ritmo y el fluir estético hagan convivir lo conceptual y abarcador de una visión totalizante de la poesía, visión mítica e integradora del acto de crear, del ser y el hacer, en conjunción con la praxis más cotidiana y vernacular. Además de esta comunión de polos creativos y mundos en apariencia opuestos, referencial y metatextual; otro fenómeno que es digno de ser reseñado, apunta a que cada libro de Lihn, poema a poema, verso a verso, re-escribe su producción anterior, por ello el último periodo de su obra, Diario de Muerte, o el primero, Poemas de este tiempo y de otro, debiese ser visto considerando la rica interdependencia e intertextualidad irónica que hace el creador al charlar consigo mismo, recreando sus pasos, desde su propio quehacer cultural. Su obra actúa en una multiplicidad de direcciones, de manera paralela, proyectiva y retrospectiva, de modo que Lihn mira a Lihn y al mundo en una totalidad fragmentada que así como establece vínculos de solidaridad entre sus hablantes y dichos, un maridaje especial entre su percepción sensorial y sensitiva, origina repulsa y tachamiento que permite revalorar conceptos que se creían fuertes. Voz a voz, la obra Lihniana se acerca y aleja generando efectos de movimiento, metamorfosis de una bitácora abierta en que el lector sometido al laberíntico placer puede dialogar y discurrir abismado como si andará sobre una rueda –símbolo de la vida- (La pieza Oscura - Lihn) que no se detiene y que -en el sentido de las manecillas del reloj y en su contrasentido- (La pieza Oscura - Lihn) avanza frenético y vuelve sobre sus propios pasos en un continuo discurrir que se revela como un ojo y mundo que permite la interpretación, de cada uno de los tiempos surcados y por recorrer con la indomable paciencia de una piedra rodante que acabará su ruta, escritura y creación, solar de todos los extranjeros, sólo con motivo del fin de la vida misma, abrupta detención de ese dado roído y ya redondo a fuerza de rodar a la aventura (Los Dados Eternos – César Vallejo), orbita de esa extraña tercera roca del sol Escrito por: Daniel Rojas Pachas Publicado en: Enrique Lihn

Picnic en el Central Park - poesía Leo Lobos Acusamos recibo de la obra Picnic en el Central Park del poeta, ensayista, artista visual y traductor Leo Lobos. De su poemario publicamos como primicia una selección de textos e ilustraciones de su autoría. Más información del autor en: www.leolobos.blogspot.com Jazz on the park Leemos el diario en Jazz on the Park (el hotel donde nos hemos mudado), me siento encerrado. Nos han invitado al concierto de Peter Salett, y es sin duda una buena idea para salir de aquí al paso del estado en el que nos encontramos. Un taxi móvil nos lleva al Club que está prácticamente copado, entramos sin dificultad con la ayuda de los ángeles custodios en medio de luces cegadoras, tomamos bebidas blancas, escuchamos con atención mientras hermosas mujeres rubias son mecidas por la música. New York, Estados Unidos, 1999. Dar vueltas por la jaula de los meridianos A Blaise Cendrars (1887-1961). Parece ser la razón el fondo del corazón esta lejos de aquí y el caminar y el móvil y el avión tienen un mismo horizonte Santiago de Chile, 1997

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