EN BUSCA DE LO PÚBLICO En el primer capítulo del libro Zygmunt Bauman, comienza preguntando: ¿qué motiva a la gente a salir a las calles?. El regreso a la libertad de un pedófilo constituye un gran motivo para volcar a la gente a las calles. Menciona también que la periodista Decca Aitkenhead, de The Guardian lanzó la siguiente hipótesis: “Si hay algo que garantiza hoy que la gente saldrá a la calle son las murmuraciones acerca de la aparición de un pedófilo. La utilidad de esas protestas ha sido objeto de crecientes cuestionamientos. Lo que nos hemos preguntado, sin embargo, es si esas protestas en realidad tienen algo que ver con los pedófilos” Aitkenhead analizó lo que aconteció en la ciudad de Yeovil (Inglaterra) y descubrió que quienes se manifestaban delante de la estación de policía para protestar por la supuesta presencia del pedófilo Sydney Cooke rara vez habían demostrado anteriormente un deseo de participar en una acción pública. En esta oportunidad los manifestantes habían llegado a la conclusión de que algo había que hacer al respecto, de que sus voces debían ser oídas. Pero, ¿que llevó realmente a esas personas a hacer algo al respecto? ¿Cuál era su objetivo con esas protestas? Según la periodista antes mencionada, Aitkenhead “lo que verdaderamente ofrece Cooke, en cualquier parte, es la rara oportunidad de odiar realmente a alguien, de manera audible y pública, y con absoluta impunidad. Es una cuestión de bien y mal…y, por tanto, un gesto en contra de Cooke define que uno es decente. Solo quedan muy pocos grupos humanos que uno pueda odiar sin perder respetabilidad. Los pedófilos constituyen uno de ellos”. La indignación de la gente ante un delincuente de su magnitud había sido más que suficiente para provocar un rechazo de toda la comunidad. El pedofilo Cooke, fue la excusa perfecta para que la gente uniera fuerzas y llegará a manifestarse. Debido a la supuesta presencia del delincuente los vecinos pudieron materializar sus temores y angustias en una persona de carne y hueso. Además Cooke, movió los sentimientos más profundos de las personas, como lo pueden ser el amor por sus hijos e hijas, la preocupación de parte de las personas de avanzada edad por los pequeños. Ante una situación de esta magnitud los políticos se quedan sin saber qué hacer. Como bien lo dice Bauman, los políticos no saben que hacer frente a las demandas de quienes tuvieron la valentía de volcarse a manifestarse en el espacio público. Pero cabe aclarar que la gente no pretende reemplazar a los políticos, simplemente querían que su voz fuera escuchada. Los demandantes exigieron un encuentro con una autoridad institucional. Pero Paddy Ashdown, miembro del Parlamento, se negó a legitimarlos. Jack Straw, secretario del Interior, no actuó de la misma forma, pese a que probablemente pensaba igual que Ashdown sobre la ilegitimidad de la protesta. Consciente del peligro que hubiera significado para la clase política la perpetuación de la táctica de invasión del espacio público por la “gente común”, Straw se preocupó por hacerles ver a los manifestantes que las autoridades harían todo lo que estuviera a su alcance para solucionar sus problemas. De esta forma la protesta se fue dilatando. Aunque, el hecho de que los delincuentes esten encerrado no significa que la gente deje de tener miedo.Dice Bauman: “Tal vez…los criminales peligrosos…sean mantenidos “indefinidamente” tras las rejas; sin embargo, sacarlos de la calle y de los titulares y de las candilejas no logrará que el miedo-el mismo que los convirtió en los peligrosos criminales que son-sea menos difuso e indefinido de lo que es, en tanto las razones para temer persisten y los terrores causados deban sufrir en soledad”. La gente seguirá buscando una comunidad donde no se sienta el miedo, y los politicos seguiran prometiendo paz y seguridad en dichas comunidades, pero bien sabemos todos que,
en la gran mayoría de los casos, esto se quedara solo en promesas, de campaña a cambio de votos. Bauman presenta un panorama muy desalentador la comunidad basada en la solidaridad ha desaparecido siendo reemplazada por una sociedad que obliga a sus miembros a vivir aislados. Bibliografía: Zygmunt Bauman. En búsqueda de la Política.