Nuevo avance científico en la leucemia de niños Un grupo de científicos británicos ha descubierto la mutación genética que origina la leucemia en los niños gracias al seguimiento de dos gemelas, una afectada por la enfermedad y otra sana. El estudio, publicado hoy en la revista científica estadounidense Science y calificado por la comunidad científica como un "gran paso", permitirá que se desarrollen tratamientos específicos, menos intensivos y menos agresivos. La investigación -hecha por la Universidad de Oxford, el hospital infantil Great Ormond Street de Londres y la asociación de investigación médica Cancer Research- explica que el desarrollo del cáncer de las células sanguíneas en la infancia requiere que un "reducido pero crucial grupo de células" sufra dos mutaciones. La primera se produce durante el primer periodo de gestación, lo que hace que algunas células de la médula ósea se conviertan en "preleucémicas", pero es necesario que una segunda mutación se dé durante los primeros meses de vida del niño. Esa segunda modificación genética, probablemente causada por una infección común -como la de un resfriado- cambiaría el estado de las células preleucémicas a células malignas. "Estas son las células (las malignas) que causan y mantienen la enfermedad. Ya que ahora conocemos esas células, esperamos poder encontrar su talón de Aquiles para combatirlas", dijo el profesor Tariq Enver, responsable de la investigación y miembro de Unidad de Investigación Hematológica Molecular de la Universidad de Oxford. Resistencia a la quimioterapia Los investigadores han averiguado que estas células resisten la quimioterapia, por lo que el riesgo de recaída es alto. El estudio indica también que el uno por ciento de los niños tienen células preleucémicas, pero de éstos un número muy reducido sufre la segunda y peligrosa mutación. Los científicos británicos han llegado a esas conclusiones a raíz de estudiar a dos gemelas, Olivia e Isabella, de cuatro años y residentes en Kent (sur de Inglaterra). Ambas tenían células preleucémicas, pero sólo una de las niñas desarrolló la enfermedad.
Cuando estaban en el útero materno, las células de una de las pequeñas sufrieron una mutación que las convirtió en preleucémicas, y se transmitió por la sangre a la otra. Sin embargo, una infección común de Olivia hizo que esas células sufrieran la segunda modificación genética, lo que significó que la pequeña cayera enferma de leucemia. Isabella aún tiene un 10 por ciento de posibilidades de sufrir este tipo de cáncer -todavía se puede producir la segunda mutación-, pero el riesgo irá disminuyendo hasta que desaparezca en la adolescencia, cuando las células preleucémicas serán erradicadas. La investigación ha sido recibida con entusiasmo por la comunidad científica en el Reino Unido. "La identificación de las células que provocan la leucemia ha sido uno de los misterios más perseguidos por los investigadores del cáncer y este estudio es un paso que nos acerca (a su resolución)", comentó Bruce Morland, pediatra del hospital infantil de Birmingham (centro de Inglaterra). Este descubrimiento, además, abre el camino a la investigación de tratamientos menos agresivos, más cortos y con menos efectos secundarios, ya que se buscará atacar únicamente a las células que originan la enfermedad. Vaskar Saha, profesor de Pediatría y Oncología de Cancer Research, señaló que el estudio "aumenta la esperanza de poder identificar el riesgo de recaída en los niños tratados con quimioterapia y desarrollar medicinas eficaces". La leucemia aparece cuando la médula ósea comienza a producir glóbulos blancos de manera descontrolada y, junto al cáncer linfático, es la modalidad de tumor que más afecta a los niños.